Partida Rol por web

Tomo la cuchilla y la guardo en su funda, acodándola tranquilamente en mi muslo derecho-. Quizás no sea tan imponente como mi martillo o tan dramática como mi espada, pero al menos sé que los escalofríos que siento al estar en presencia de su filo no son para ignorarlos-. Digo con una sonrisa, pensando tal vez, que es posible dañar hasta un fantasma con esta fina daga-. Además encontré esto jajajajaja-. Expreso contento al encontrar un cinturón de manufactura enana, me la pruebo y siento como si mis antepasados me brindaran sus fuerzas-. Con esto soy imparable... o eso creo jejejejeje-. Digo contento, acomodando mis nuevas adquisiciones y  listo para seguir hacia el final de esta loca aventura-. ¿Ahora hacia dónde?-. Me pregunto un poco desorientado hasta que escucho un sospechoso ruido que provenía de un gran agujero que estaba detrás del trono-. Parece que alguien me está dando la bienvenida-. Camino atento, con mi espada y escudo listos para el último enfrentamiento-. que la roca sea mi guia y mi acero mi guadaña-. susurro un pequeño rezo enano ya entrando a ese oscuro lugar...

Atraviesas el agujero en la pared tras el trono y te adentras en un túnel excavado en la montaña... te conduce hacia lo que en algún momento fue parte del glorioso templo de los gigantes... pero ahora era una gran cueva con una entrada abierta al cielo. El techo está lleno de estalactitas, algunas tan grandes que llegan al suelo formando  comunas que sostienen la bóveda de hielo y roca que cubre la caverna. El suelo esta regado de escombros congelados y huesos. Te llega el hedor de la muerte ... y un brillo dorado. En el centro de la gran cueva hay una montaña de monedas de oro congeladas así como algún cofre que de seguro contiene más riquezas. La luz del cielo nocturno se filtra por el agujero del techo, iluminando el suelo entre el tesoro y tu, pero todo lo demás está oscuro.

Un leve crujido te sobresalta, mientras escuchas algo arrastrarse en la oscuridad helada. Luego escuchas un gruñido y una respiración rasposa... sientes que te observan. Más aun cuando una voz poderosa  y terrible rebota en los muros de la caverna.

-¡¡¡BIENVENIDO... LADRON!!! ... NO SEAS TIMIDO... ¡¡¡ACERCATE A LA LUZ!!!

Sin duda la atronadora y profunda voz pertenece alguien o algo grande y peligroso. Alguien que te acecha desde las sombras sin que puedas llegar a verlo desde tu posición.

Llego al centro de aquella lúgubre cueva preparado, listo y sonriente para recibir cualquier golpe del dichoso destino… observo a mí alrededor, ignorando el enorme tesoro que estaba delante mio, con el único objetivo de cazar al famoso señor de esta montaña y demostrarle que los únicos que gobiernan bajo tierra no son ni lo gigantes, ni los orcos, ni los goblin, si no, los enanos-. Si caigo, al menos le romperé algún hueso para que se acuerde de mí al menos por un siglo jejejeje-. Manifiesto contento y riendo al imaginar aquella cómica escena, pero cuando mi imaginación me daba un pequeño suspiro cómico, escucho pasos que hacen crujir el piso, una respiración pesada que cualquier elfo marica se hubiera meado del miedo y escucho por fin, con alegría y ansiedad, la voz de aquel que debo aplastar…

-¡¡¡BIENVENIDO... LADRON!!! ... NO SEAS TIMIDO... ¡¡¡ACERCATE A LA LUZ!!!

-.jajajajajajaja ¿ladrón? Desde que entre a esta pocilga todos me han llamado de esa manera-. Expreso irónicamente mirando a mí alrededor, moviéndome, tratando de identificar la fuente de aquella imponente voz-. Además…-. Escupo al suelo-. Me importa una soberana mierda tu tesoro, yo solo tengo ojos para la cerveza y tú eres el motivo del porque mi brebaje ha caído tanto en su calidad!!-. Grito enojado, indignado haciendo sonar mi espada con mi escudo-. Así que… ¿dónde estás querido? He venido a repartir amor, tu amado Thrain está deseoso y caliente... incluso he traido mi maza enana grrr! -. Digo burlonamente  acercándome a la luz, sin miedo, decidido y preparado para morir si ese es el caso…

Las palabras del enano rebotan en la cueva mientas se acerca en la luz, y ante ellas la profunda voz suelta una risotada.

-HAHAHAHAHAHAHA... PERO LO ERES... UN LADRON Y UN MENTIROSO. ¿O ACASO NO LLEVAS TUS BOLSILLOS CARGADOS DEL ORO DE MI MONTAÑA?

La profunda voz se mantuvo durante un rato como un gruñido que envolvía toda la sala.

-HAS VENIDO HASTA MI, HAS MATADO A BUENA PARTE DE MIS ESBIRROS, HAS ROBADO MIS PERTENENCIAS... Y VIENES HASTA MI BLANDIENDO ESA ESPADA Y PROFIRIENDO ABSURDAS AMENAZAS... MUY BIEN, ENTONCES TE CONCEDERE TU DESEO.

Sientes en tu nuca un aire gélido y un crujido. Justo sobre la entrada, suspendido en el techo, ves como un grupo de estalactitas de hielo se resquebrajan, mientras una enorme figura camuflada ente ellas desciende, clavando sus garras en la pared, y cayendo luego pesadamente entre la salida y tu.

En la oscuridad de la sala distingues sobre todo un par de ojos grandes, que brillan con un fulgor celeste. Los ojos se alzan a varios metros por encima tuya, mientras avanzan seguido por fuertes pisadas de garras, que arañan la helada superficie de la sala.

Y por fin, puedes contemplar al rey de la montaña, un colosal dragón de escamas blancas como la nieve. Se mueve sobre sus cuatro patas terminadas en garras, y a su espalda extiende dos gigantescas alas, que parecen ocupar toda la cueva. Con su largo cuello y silueta te es difícil calcular su tamaño, pero es enorme, mucho más que los gigantes. Sus fosas nasales desprenden un suspiro helador, mientras toma aliento y da otro paso hacia ti.

:AHORA VEN... ENANO... Y ENFRENTATE A GELCIFRAXX, EL UNICO Y VERDADERO REY DE ESTA MONTAÑA... VEN Y TE DARE UNA MUERTE MUCHO MAS DOLOROSA DE LA QUE SUFRIO TU AMIGO.

La garganta de la bestia empieza a brillan con intensidad mientras inhala el frio aire de la cueva y se prepara para lanzar su temible aliento de hielo.

Ignoro las palabras de aquella bestia con una enorme sonrisa, sabía que ya era hora del combate final… adrenalina fluía por mis venas calentando mi cuerpo, memorias pasadas se proyectaban en mi mente como un dulce recordatorio de mis experiencias pasadas, haciéndome entender que todo puede pasar y que hoy era el momento de hacer cumplir mi deber como legionario, hoy era el momento de sacar la peste de la montaña, todo estos ardientes sentimientos se fusiona cuando contemplo la enorme criatura ante mis ojos, creando en mi silueta oscura cubierta por una sed de batalla,por una sed de sangre…

AHORA VEN... ENANO... Y ENFRENTATE A GELCIFRAXX, EL UNICO Y VERDADERO REY DE ESTA MONTAÑA... VEN Y TE DARE UNA MUERTE MUCHO MAS DOLOROSA DE LA QUE SUFRIO TU AMIGO.

-. Vete a la mierda maldita lagartija jajaajajajajaja-. Expreso extasiado, sumergido en un bélico trance-. Los únicos que gobiernan las montañas son los enanos y te lo demostrare en estos momentos cuando clave mi espada en tu inmunda cabeza-. Afirmo mi escudo y preparo mi espada flameante, salgo a toda velocidad, cargando hacia adelante ignorando todo mis esperanzas, miedos, ambiciones y peligro… eso ya no importa en estos momentos, yo solo quiero cortar...

Te lanzas a la carga contra la enorme sierpe que alza una de sus grandes garras para interceptar tu carrera... ves llegar el golpe por tu derecha e intentas apartar la garra con tu espada flamígera... pero no resulta efectivo, la fuerza del dragón es increíble y te lanza volando por toda la sala, hasta estrellarte contra una columna de hielo, que cruje ante el terrible impacto.

 Por un momento quedas atontado, el enorme impacto habría matado a un hombre normal, pero parece que tu cinturón de vitalidad te ha protegido del impacto. Aun así notas un gran dolor en el costado, posiblemente el golpe te ha roto alguna costilla y notas el sabor de tu propia sangre en tus labios.

Los brillantes ojos del dragón te miran y luego bajan a la garra con la que te golpeo. Las escamas de la sierpe están chamuscadas por el fuego de la espada, pero el golpe que le diste no ha sido capaz de sobrepasar su increíble dureza. Gelcifraxx se lame la quemadura como quien se ha pinchado con una aguja y luego vuelve a mirarte.

:PATÉTICO... AUN CON TU ESPADA, NI TU NI NADIE ES RIVAL PARA MI, ENANO... TU Y LOS DE TU ESPECIE NO SOIS NADA MAS QUE GANADO.

La sierpe afianza sus garras en la helada superficie de la cueva, extiende sus alas colosales para mantener el equilibrio y toma aire haciendo que boca se ilumine con un brillante fulgor. El atronador rugido del rey de la montaña resuena en la cueva, seguido de una heladora ráfaga de hielo de congela todo a su paso. A duras penas consigues colocarte tras la columna contra la que te golpeaste, protegiéndote del ataque de aliento que sin duda te habría convertido en un carámbano de hielo.

El ataque de hielo pasa, a tus lados ves que se han formado largos carámbanos de hielo en la dirección del ataque de aliento. Vuelve ser tu turno de atacar, pero tendrás que pensar bien como lucharas contra semejante monstruo.

-. Tsch-. Escupo al suelo mientras observo con admiración el ataque de aquella bestia, al mismo tiempo que apretaba más mis ropajes para evitar que mi costilla rota corte mis entrañas y dificulte mis ataques-. De alguna manera agradezco el frio que ha creado esta maldita bestia-. Me digo sonriendo a la vez que me limpio el sudor que car por mi cara-.al estar tan entumecido no siento el lugar que me han roto jejejejeje -. Hago sonar mi cuello para prepararme para el siguiente asalto…

-.realmente esto es EMOCIONANTE-. Manifiesto feliz amarando nuevamente mi escudo y apretando fuertemente mi espada incandescente-. Pero si sigo atacando tonta a locas solo conseguiré que me rebanen-. Miro al dragón gracias al reflejo de los cientos de cristales de hielo que su ataque dejaba a su paso-. Ya se-. Sonrió nuevamente para luego formular la siguiente estrategia-. Apenas termine el ataque, esperare a que esta maldita lagartija se acerque  para destruir esta columna y en medio del material articulado y escombros resultantes de dicha acción ataque sorpresivamente,usando como catapulta los escombros de hielo, las partes blandas de su cuerpo-. De doy vuelva para estar frente a frente a la fuerte columna-.espero que sus partes blandas como el cuello, abdomen, ojos, ect… sean realmente blandas o si no… bueno ahí veremos-. Sonrió amargamente al imaginarme siendo devorado por aquella monstruosidad mientras me agacho y me preparado para saltar... cuando el rey de la montaña me dé la oportunidad-. Ven acércate maldito bastardo jajajaja-. Susurro excitado y sediento….

Saltas contra el dragón, que golpea de un zarpazo  la columna en la que impulsas, haciéndola añicos. Tu salto es lo suficientemente fuerte como para alcanzar el pecho de la bestia y clavas con todas tus fuerzas tu espada llameante... al principio parece que las duras escamas van a repeler el ataque, pero esta vez el fuego hace su efecto y consigues clavar tu arma en el pecho de la bestia, que se revuelve adolorida y sorprendida ante el ataque.

Sus sacudidas te lanzan rodando junto al tesoro del dragón mientras este lanza rugidos enfurecidos de dolor. Después sus ojos se vuelven hacia ti en silencio, clava sus garras fuertemente en el suelo haciendo temblar toda la cueva.

Su larga hilera de dientes se muestra reflejando la luz de las llamas de tu espada y se lanza al ataque en un rugido atronador. Esta herido, pero parece que aún está lejos de ser derrotado, el dolor lo ha enfurecido y ahora carga contra ti abriendo sus enormes fauces con intención de devorarte de un solo bocado.
 

Salgo disparado del pecho del dragón e impacto contra el tesoro de aquella enorme lagartija-. No sabía que las monedas de oro podrían funcionar como colchón-. Pienso, acariciándome mis adoloridas costillas…

Una vez parado, observo de buena gana como el enorme dragón se abalanza hacia mi dirección, mostrando su enorme mandíbula que vislumbraban enormes y afilados colmillos-. Esto es malo-. Dije preocupado, pero no me importa las cartas del destino están dadas, aprieto nuevamente mi escudo y tomando mi espada flameante cargo nuevamente en contra de la criatura con la esperanza de poder saltar y apuñalar su cabeza, pero por mi mala suerte siento como las vendas que mantenían en su lugar mis costillas rotas se había soltado, creando una sensación de miles de cuchillas apuñalándome sin cesar , sin piedad, esto causa que mi salto no saliera como lo tenía planeado…-. Esto es realmente malo-. Digo muy serio, demasiado serio para mi gusto….

No consigues saltar sobre la cabeza del dragón, es más, vas directo a sus faucales. Las mandíbulas de Gelcifraxx se cierran entorno a ti y por un segundo tienes el terrible privilegio de ver algunos pequeños huesos incrustados entre sus dientes, acompañando a su nauseabundo aliento.

Temes el fin, y alzas en vano tu escudo... que milagrosamente es lo suficientemente grande como para evitar que las mandíbulas se cierren por completo y te despedacen con sus afilados dientes. Gelcifraxx hace fuerza y ves como lentamente el escudo empieza a ceder y algunos de los dientes llegan a clavarse en tu carne.

Pero la sierpe no te engulle, en lugar de eso mueve su cuello en una sacudida y te lanza contra el suelo, abriendo sus fauces de golpe.

Sientes el dolor lacerante de tus heridas y el impacto, el cinto de vitalidad parece aliviar un poco los efectos, pero cuando eres capaz de mirarlo ves que su gran hebilla de bronce se raja y cae al suelo inservible... el cinturón ya no te protegerá mas con tu magia... estas desprotegido ante la terrible sierpe, que te mira con superioridad desde lo alto de su cuello.. aunque su pecho aun sutura algo de su negra sangre. Observa como el cinto cae al suelo y suelta un leve resoplido como una leve risa.

: SE TE ACABARON LAS PROTECCIONES MÁGICAS, ENANO... ¿CUANTO TIEMPO MAS CREES QUE PODRAS RESISTIR?

Ignoro las arrogantes palabras del dragón, me levanto con dificultad, cojo nuevamente mi espada flameante, tiro los restos de mi escudo y miro hacia adelante, serio y decidido-. Creo que es hora que mis ancestros me presten su fuerza-. Manifiesto tranquilo mientras hago chocar mi espada en el piso, creando un sonido parecido a un desgastado tambor y en ese momento comienzo a entonar una vieja canción de guerra enana, una canción que los legionarios cantaban cuando las posibilidades de volver a casa eran casi nulas…

sigo cantando, orgulloso, sin miedo, mientras sigo mirando al dragón... al terminar solo el silencio reina por un par de segundos, que se sienten como si fuesen horas, pero suficientes para cargar sin previo aviso hacia el dragón, canalizando todas mis fuerzas en este, quizás, último asalto-. Hermanos míos creo que esta noche nos veremos en el inframundo jajajajajaja-. Grito extasiado, preparado para volver a apuñalar al dragón en su pecho y abrir definitivamente el tórax de esta desagradable criatura-. Al menos si caigo te acordaras de mi maldito hijo de puta-. Manifiesto con una sonrisa burlona a pocos metros del choque…

Pillas por sorpresa al dragón, y clavas con fuerza tu espada en el pecho de Gelcifraxx una vez más. Esta vez logras atravesar su defensa entre sus escamas chamuscadas y la sierpe una vez más se revuelve adolorida y rugiendo. Tu peso hace que la espada baje por el pecho de la bestia, abriéndole una profunda herida, pero antes de que puedas lanzar una estocada final a su corazón, una de sus zarpas te aparta de un golpetazo... esta gravemente herido pero el rey de la montaña aun no está del todo derrotado.

Te mira con odio, incapaz de comprender como un enano es capaz de sobreponerse a su increíble poder... quiere matarte y no piensa seguir conteniéndose pues su entretenimiento se ha convertido en una batalla de vida o muerte.

La sierpe despliega sus alas mientras sigues en el suelo y empieza a batirlas con fuerza, lanzando monedas y escarcha en todas direcciones por el fuerte viento que provocan sus movimientos.

La enorme bestia empieza a alzarse en el centro de la caverna, sobre el tesoro y su garganta brilla con un fulgor blanco azulado, preparando de nuevo su aliento de escarcha. Parece que planea atacarte desde la seguridad del aire... pero aun no es tarde, la pila de tesoros es alta y si te apresuras puedes agarrarte a él antes de que se escape del alcance de tu espada.
 

Caigo de golpe al suelo, con un cuerpo inundado con la fatiga de esta larga batalla, siento como mis músculos estallan por la presión de este combate, segundo que pasa me siento más cerca de mis ancestro que de esta condenada tierra, pero aun así sonrió al ver como la sangre de mi enemigo comienza a bañar el helado suelo de esta caverna… levanto mi mirada y veo como el dragón levanta vuelo-. ¿Me quiere matar estando en el aire?-. Pienso un poco decepcionado por su cobarde estrategia, me estaba entreteniendo apuñalando a la bestia sin secar, pero eso no me desanima al contrario sonrió y corro a cubierto preparando las defensas para soportar otro ataque de distancia de este desgraciado…

Pero antes que todo saco mi daga afilada, aquella que cogí del muerto viviente, y lo lanzo con todas mis fuerzas en dirección a su pecho, a su herida y finalmente a su corazón…