Partida Rol por web

Wow. Que hermosa arma, parece diseñada para matar licántropos. Espero que te sea de utilidad Haliax. Confío en que será un excelente reemplazo para tu espada.

Ahora creo que debemos sguir, no sé cuanto camino tengamos por delante pero el señor de la mazmorra aguarda y creo que esa magnifica daga se vería muy bien clavada en su pecho o adornando su cuello cual gargantilla si es que me dejo entender amigo mío.

Tras ello me pongo en marcha intentando recordar un viejo hechizo protector que nos permita aguantar el próximo combate y aunque los conceptos llegan a mi mente las ideas no se forman con total claridad. - "Oh Eilistraee ilumíname y permíteme recordar ese viejo hechizo que aprendi en mis primeros años de instrucción" - pienso mientras inicio la marcha.

Sin embargo, pese a mi esfuerzo, no logre recordar absolutamente nada sobre aquel conjuro así que decidí olvidarme del tema y seguir avanzando, quizá al regresar al pueblo podría investigar un poco sobre ese conjuro y comprar algún nuevo tomo con las monedas que recogí del saco si es que aún valen algo.

Haliax sigamos avanzando que la justicia está de nuestro lado. - digo mientras me pongo en marcha.

Terminando de abrir el costal, montones de monedas y joyas cayeron, rebotando en el suelo y formando un eco que al poco callaría. Haliax y Femeref comenzaron a rebuscar, pensando que la suerte realmente no estaba de su lado ya que no veían nada de valor. Al poco de buscar encontraron algo que brillaba suavemente. haliax acercó la mano y agarró una preciosa daga la cual tenía algo escrito: "Mata Lobos."

Haliax levantó la daga por encima de su cabeza y esta emitió un brillo tenue. Jamás la había visto ni había oido hablar de ella, pero desde el momento que la tocó quedó conectado a ella. Esta sería su nueva arma.

Hemos tenido suerte, Femeref. Quizás esta daga sea la que nos ayude a llegar a la victoria.

Haliax y Femeref se levantaron, guardándose antes unas monedas en los bolsillos, por si les eran útiles. Decidieron seguir avanzando en aquellas infernales catacumbas, ahora no era tiempo de descansar.

Con su animo de nuevo en alto tras encontrar aquella valiosa arma, la que sin duda les seria de utilidad para seguir enfrentandose a los peligros que pudieran encontrar mas adelante, los dos aventureros se dispusieron a seguir su camino, sin permitir que el miedo a posibles trampas o monstruos les impidiera cumplir con su cometido de desvelar los secretos de aquellas catacumbas y acabar con las viles criaturas que pudieran habitarlas.

Internandose en un pasaje que se abria al frente, el guerrero y el mago avanzaron cautos pero resueltos. El frio antinatural que hasta entonces los habia envuelto comenzaba a disiparse, una vez eliminada la presencia de las criaturas espectrales de la habitacion anterior, dejando tan solo la baja temperatura propia de un sitio oscuro y subterraneo, permeado por la humedad de techos y paredes.

Fue un prolongado recorrido al azar, atravesando multitud de corredores derruidos, arcos de piedra que se habian venido abajo y vueltas por entre pasillos que terminaban en solidas paredes de piedra, sin mas salidas. Y durante su deambular por estos polvosos y antiguos lugares, los dos aventureros se toparon con numerosas criptas y nichos, donde reposaban entre telarañas y feretros devorados por los insectos los restos oseos de veintenas de personas. 

Poco se podia saber de quienes habian sido, pues salvo por verdes y mohosas vestiduras, consumidas por las polillas y el tiempo y por sus adornos de metal, ahora oxidados y quebradizos, no habia modo de averiguar su pasado. Pero en una de tantas vueltas, los dos advirtieron una luz que provenia de un pasadizo lateral, y determinados a descubrir su origen, llegaron hasta una amplia sala circular, de techo elevado y muros lisos.

Al otro extremo de la camara, se advertia una gran puerta de madera reforzada con hierro, en mejores condiciones que todo lo que habian visto hasta ese momento. Un candelabro de metal iluminaba el sitio con la mortecina luz de sus velas se unia al fulgor de otras tantas repartidas por el recinto de acuerdo a cierto orden.

En el centro del mismo, se veian unos escalones de piedra, tallados en forma de aro, y dentro de este circulo se alzaba una especie de altar, sobre una plataforma de 8 puntas y en ella, se encontraba la figura de un sujeto desconocido, ataviado con una tunica oscura. 

Supongo que tu eres quien está detrás de todo esto. Pues bien es hora de que pagues miserable. - digo con voz firme mientras me alisto para luchar.

Muestra tu rostro canalla y deja ya todo este subterfugio. Oh Eilistraee guía mi mano y ayudame a castigar a este despreciable ser de negro corazón. Mystra fortalece mi vinculo con la Urdimbre y potencia mis conjuros. - exclamo mientras empiezo a conjurar.

Haliax parece que ha llegado la hora de vengar a tu hermano y poner fin al reino de terror de este hechicero

Mientras preparo mi conjuro observo el lugar en busca de algún lugar en el cual pueda ponerme a cubierto pues si mi enemigo era un arcanista como yo, las cosas iban a ponerse muy intensas y la mejor oportunidad que tenía era respaldar a Haliax mientras él se acercaba y le arrancaba el corazón con la mata lobos.

Seguimos nuestro camino, el frío ya no es intenso y penetrante, solo un frío normal. Al poco tiempo de reemprender nuestra marcha, una luz, la primera que vimos desde nuestra llegada, se reflejaba en las paredes. Cauteloso, hice un signo de silencio a Femeref y avanzamos muy lentamente.

Al llegar al lugar del que procedía la luz, vimos una gran sala con escaleras dispuestas de forma circular y una especie de altar con forma de estrella en el centro. Las velas estaban en ese altar, junto con una extraña figura encapuchada, con una gran túnica negra.

¿Crees que es mejor acercarnos lentamente o hacer que se percate de nuestra presencia? -dijo Haliax, con cierto temor.

Femeref le miró, y Haliax comprendió que él sabía quién o qué era aquello. Entonces, blandiendo la daga, esperó a que Femeref hablara con aquello. Y este comenzó a gritarle.

Ah, yo pensaba que solo el jefe de la mazmorra podia hablar con los heroes. Entonces, voy a buscarme una frasecita de Hexen, cuando Korax dice a los heroes - "Greetings, mortal. Are you ready to die?" - para el dragon XDD

- Vaya, ¿pero que tenemos aqui? ¿Un par de... saqueadores, quiza? Es lo mas probable, aunque a juzgar por ese orgullo excesivo que destilan sus palabras, el alto concepto que parecen tener de sus propios meritos, junto con ese arrogante convencimiento de superioridad y ese afan excesivo por ser admirados... Me hacen pensar que puedo encontrarme frente a dos de esos incautos y avariciosos forajidos a los que el vulgo suele denominar como "aventureros". 

- Para mi, son simplemente un par de mercenarios carroñeros, buscando sin duda las supuestas riquezas que guarda este lugar. Y no me importaria en absoluto, pues tengo mis propios asuntos en estas catacumbas, pero... Su presencia me resulta realmente molesta. Asi que si tanto desean ser aniquilados, los complacere - exclamo la figura en el centro del salon, retirando parcialmente la capucha y la tunica que cubrian su cuerpo, revelando el rostro y el lujoso atavio de lo que ambos reconocieron al instante como los de un mago siniestro.   

La presencia de mi adversario es imponente, pero no estoy dispuesto a rendirme ni retroceder, pues detesto a los magos oscuros con todo mi corazón pues siento que corrompen el arte por sus insensatos y avariciosos objetivos personales. Para ellos el arte es sólo una simple herramienta, mientras que para mi es un estilo de vida.

Mi compañero y yo pondremos fin a tu existencia. - digo con voz firme para luego susurrarle algo a mi compañero. - Haliax yo voy primero si logro derribarlo con mi primer impacto arrebátale su grimoro, sin él está perdido.

Eilistraee óyeme por favor. Nuevamente solicito tu protección en el combate ante este arrogante que sólo usa su poder en beneficio propio y no para el bien común. Mystraa nuevamente acudo a ti también señora de la magia fortalece mi magia para castigar a aquel mancilla tu arte retorciéndolo sólo por su propio beneficio. - exclamó mientras empiezo a concentrarme.

Tu infame que corrompes el arte con tu infecta presencia caerás a mis pies. Así que prepárate para sentir en carne propia el yugo de la justicia. - digo mientras conjuro una esfera de energía sacra la misma que arrojo contra mi adversario.