Partida Rol por web

El BARCO SE ACERCABA A CIUDAD GRIS CON LAS MAQUINAS A TODA POTENCIA EL HIELO ERA MUY GRUESO.

El ruido de las maquinas y el de romperse el hielo era atronador si había alguien en ciudad Gris ya os habría oido y visto.

El "juguete" de tecnología enana era impresionante, un gran favor les haría los Umlis para ofrecer a estos tan valiosos juguetes.

Poco a poco el barco avanza hacía los muelles

La Hora de los Manporros se acerca amigos.

Una elfa con poca ropa (ellos el frio no lo sienten igual) y llena de trastos os espera a que termineís de desayuna.

La Elfa con la cara manchada de aceite y los pelos destartalados se asoma unos momentos para ver la ciudad gris.

No detecta ninguna maldad en ella ahora mismo, lo que sea que tuviese esta lejos, pero tampoco escucho ruidos de gente ni veo multitudes. Comento con su vista de elfa.

Estad alerta nosotras nos quedaremos en el barco y las tropas Umlis bajaran a los muelles con vosotros.

Un barco con forma de torreta se acercaba a la Ciudad Gris con banderas Umlis

Mientras Ruz comprobaba los cuerpos un se o sonido del hielo al romperse se hizo persistente, el capitán salió del templo subiendo a lo alto de la muralla para ver el origen del atronador sonido... Un barco se acercaba al Puerto, al fin una ayuda aunque demasiado tarde...

La travesia en en el rompe-hielos había llegado a su destino, Ciudad Gris, Y todo parecía en calma, no había rastro de Iroco, ni de Trolls, y lo que era peor, de nuestros compañeros de la Hermandad.

Esta bien, nosotros desembarcaremos primero, y si en cualquier momento surgen problemas tenéis vía libre para partir. Dije a la capitana.

Recogí todas mis pertenencias y anime a Sam a montar en un bote que se estaba preparando para embarcar.

                                                           R E S U M E N

El invierno se había adelantado en la zona de Ciudad Gris, las provisiones y el carbón fuerón insuficientes.

Beth, Iroco, El Sicario se hacen aliados y se organizan. Causando daño en el rey Umli para que no ayude a la Ciudad, Amenazando a la Hermandad y Provocando a los Trolls Blancos.

Todo con el Objetivo de acabar con la Hermandad y desbastar la Ciudad.

Triton II y Sam Logran tras pasar muchas pruebas llegar al reino Umli y Su condición de Principe ayuda a las negociaciones parten hacía Ciudad Gris.

Mientras en la Ciudad Gris La mitad de la Hermandad es atrapada por una Orbe muy, muy antigua Elfica entre ellos se queda también el Sicario que más tarde se dará cuenta que ha sido victima de las manipulaciones de Beth e Iroco, para salir del lugar unen sus fuerzas al poco descubrirán que el sicario no es otro que Llorense el HERMANO de Malleus.

Diant, Ruz, Malleus y Llorense unidos en recursos logran salir de la trampa pero Han pagado un precio Alto pues Diant se ha tenido que quedar atrás.

En la Ciudad Se encuentran con una escena desoladora pues Coreruil, su mujer, hermana, Ergala y demás gente ESTAN MUERTOS.

Los Trolls Ayudados por Iroco y Beth (este con Nueva apariencia) Habían Logrado penetrar las defensas, el ejercito logro distraer a los Trolls para que la mayor cantidad de Gente llegara a FORTNEXT, un poblado minero fortificado perteneciente a Ciudad Gris.

AHORA:

El Barco Umli LLEGA al puerto.

En este se encuentra unas figuras Ruz y un extraño Humano junto a él (Llorense).

Los alrededores son dados a anunciar lo que ha pasado, pues hay muchos despojos, bidones, basura, soldados y Trolls muertos, las puertas de las murallas rotas... Toda imagen que anuncia la batalla de hace unos dos días.

Pero por fin los sobrevivientes están juntos.

¿cual sería el paso más inteligente ?

Me incorporo y miro a Malleus a los ojos unos segundos, me quito la nieve y me acerco a la ciudad gris, Ruz para entonces ya había visto todo lo que había en esta.

Simbolos de batalla y gente escapando y lo más horrible en el templo había cuerpos de miembros de la Hermandad.

Todo parecía perdido cuando se escucha un ruido, vamos a los muelles allí aparecen dos nuevos miembros de la Hermandad con ayuda el Enano y el Hobbit.

Una especie de Medio Humanos, con pintas de barbaros comienzan a bajar tras Triton y Sam

Mirando a Triton y Sam

Vaya desastre de Ciudad, como esta todo;    pero si no les importa tomaremos posiciones de defensa y hagamos lo que hagamos luego, le pediré a la capitana y su segundo que mientras permanezcan en los muelles vayan arreglando los portones y maquinarías de guerra;  la Elfa tiene un don especial para arreglar cosas.

Me imagino que esos que vemos son amigos y no tenemos que preocuparnos de ellos (dice señalando a Ruz y compañía) 

Mientras bajan. me pongo al lado de Ruz y le toco el hombro.

Presiento que con la ayuda esto va acambiar, expulsaremos a los trolls daremos su merecido a Iroco y Beth y los ciudadanos volveran a poner la ciudad en orden. Tenía esperanza

Batalla, esa fue la palabra que me vino a la mente cuando vi la ciudad. Sin lugar a dudas los trolls habían entrado en Ciudad Gris y la habían saqueado, enseguida mis pensamientos cambiaron a la preocupación por los demás miembros de la hermandad.

Al desembarcar nos esperaban en el puerto Malleus, el capitán Ruz, y una tercera persona que me sonaba de algo pero no sabía bien de que.

Mala Sal me indicó que aun podía arreglarse la ciudad con algo de trabajo, aunque primeramente habría que posicionarse para defender la posición.

Me parece bien, no sabemos si el enemigo esta cerca. Luego le indique que efectivamente estaban de nuestra parte aquellas personas.

Me acerque a los supervivientes de ciudad Gris, Aquí estamos con la ayuda que necesitaba la ciudad. ¿Qué ha pasado? ¿Es demasiado tarde? guarde para mi la felicidad de encontrarme con ellos, pero sabía que algo no iba bien pues faltaban casi todos los integrantes del grupo.

Conforme el barco iba acercándose al puerto la devastación en la ciudad era más evidente y la esperanza comenzaba a desvanecerse. El grupo que salió ha recibirles era una merma de la hermandad aunque Sam deseaba que la ausencia del resto se debiera a que otros quehaceres les mantenían alejados.

Una vez el barco se amarró una pesada pasarela se ancló con sus púas de hierro en la helada superficie y los ocupantes descendieron, los umlis en un coreografiado desembarco ocupando posiciones estratégicas.

Sam, por su parte corrió hacia el grupo y abrazo a sus amigos aunque una mirada de suspicacia se atisbó en sus ojos cuando se acercó a Dhonvaar  .

-¿Y...Y los demás? preguntó girándose hacia Malleus

El Umli enseguida había tomado posiciones, se notaba que quería terminar con esto pronto y volver a su rutina.

Por otra parte ví como el hobbit llamado Sam abrazaba a sus amigos y el Enano Triton II preguntaba tras mirar su alrededor por lo sucedido.

No creo que os podamos informar bien, pues estabamos "encerrados" Malleus, Diant, Ruz y yo Llorense, cuando salimos casi todos de nuestra prisión, pues Diant no pudo salir, no encontramos con la ciudad vacía y el barco Umli llegando al puerto.

Pero al parecer hay rastros de batallas de gente hullendo y se piensa que hay gente de Ciudad Gris resistiendo en Fortnext. Pero no sabemos cuantos han sobrevivido ni la magnitud del ataque de los Trolls sobre el lugar.

Pues vayamos a dar mamporros a esos trolls y acabemos con esto de una vez.

Mientras la capitana se encargara de "asear la ciudad".

Supongo que no esperan nuestra llegada y podríamos cojerlos en dos frentes. Desde las defensas de fortnext y nosotros desde atras.

Realizo un gesto con el puño y palma de la mano de machacar algo.

Estaba ayudando a mi hermano a incorporarse y me llamó la atención hablando y comentando de como se sentía al haberse dado cuenta del engaño al que se había visto sometido sin haberse dado cuenta.

Le ayudé amigablemente y sin rencor alguno a levantarse - Llorensen, todos queremos lo mejor para no sufrir y velar por nuestro bien, pero hay veces que lo deseamos con tal fuerza que no somos capaces de ver la maldad de los demás y la capacidad que tienen para que los demás le hagan sus sucios trucos para conseguir sus fines sin mancharse un solo dedo... -

De repente algo llamó mi atención, eché un ojo a la entrada de la ciudad y la vista era dantesca. Dolor, sufrimiento, muerte, caos... una verdadera batalla había ocurrido tras esos muros y el resultado no era demasiado favorable para la gente de aquella ciudad. Pronto se comenzaron a tener noticias de lo acontecido en nuestra ausencia.

La muerte de una gran parte de los integrantes de La Hermandad era una realidad. Las crudas noticias cayeron como un jarro de agua helada sobre mí e hicieron que me quedara helado, sin poder saber qué hacer, sin saber cual sería el siguiente paso a dar, solamente estábamos Ruz, mi hermano en un estado complicado y yo...

Mis pensamientos de lamento y de tristeza se vieron turbados por un estruendo que venía desde la zona del puerto - ¿que es ese ruido...? - me pregunté en voz alta al comprobar que el estruendo se acercaba raudo y veloz.

Me incorporé y ayudé a Llorensen a incorporarse también y observé lo que se acercaba al muelle - Menudo pedazo de barco está llegando... - agudicé la vista y vi un par de siluetas que me sonaban - ¿¡¿¡Tritón... Sam...!?!? no puede ser ¡lo han conseguido! ya vienen los refuerzos... - hablé con una tremenda sonrisa en mi rostro al ver que los dos Hermanos habían conseguido su objetivo.

Sam fue el más efusivo de todos, se puso a repartir abrazos a tocho y mocho, algo que vino muy bien, pues en estos tiempos de oscuridad y maldad, algo de bondad y cariño se apreciaba gratamente - Pues Llorensen ha respondido elocuentemente a tu pregunta Sam, a quien por cierto os presento... Llorensen, este pequeñajo es Sam, que aquí donde lo ves es el hobbyt más astuto que jamás puedas conocer, junto a él está Tritón II, hijo de Tritón I rey de la montaña. Llorensen es mi hermano, el cual ha sido engañado por Iroco para llevar a cabo sus malvados plantes, pero que se unirá a nuestra causa al ver la verdad de la situación - comenté al mediano cuando Llorensen hubo acabado.

Tras eso, una fuerte palmada en la espalda al enano era lo que tocaba - ¡¡¡Tritón!!! cuanto me alegra verte vivito y coleando. La verdad es que parece que nos hemos entretenido más de la cuenta unos y otros, pero nunca es tarde si la ayuda es buena. Debemos recuperar el control de la ciudad sin más demora. Lo que comentan los Umlis, que gracias a los valares que habéis venido con esos refuerzos, es una estrategia acertada. Debemos actuar con presteza, pues el tiempo apremia y debemos de contar con el factor sorpresa... ¡¡¡Retomemos la ciudad señores!!! - comenté blandiendo a Ahuwuen y apuntando hacia la ciudad.

Las noticias de la pérdida de Diant y quizás de los demás fue un mazazo para Sam al que se le humedecieron los ojos y sintió de repente como un torbellino que lo engullera, un vacío doloroso en su pecho que casi lo dejaba sin aliento. Pero no podía desfallecer ahora, debía mantenerse firme por sus camaradas, se limpió disimuladamente las lágrimas con un rápido mangazo, trago saliva y suspiró engullendo esos dolorosos sentimientos.

El mediano prestó atención a las palabras de su amigo Malleus mientras sujetaba con la mano la barbilla en actitud pensativa. Miró a LLorente y casi imperceptiblemente a Dhonvaar y ante el maremagnum de dudas y sospechas que abarrotaban su mente pronunció unas palabras:

-Llorente, debo preguntarte: ¿Tienes conocimiento de los planes de Beth y de si planeaba sembrar la confusión entre nosotros y entre los Umli?

No sabía si podía confiar en el tal LLorente, pero la palabra del honorable Malleus le bastaba. Ahora debían evitar cualquier fisura en el grupo e intentar dar un vuelco a la situación, pues el oscuro hechicero les llevaba mucha ventaja.

Mi rostro al ver como Sam abrazaba a Malleus y a Lycyn se mantenía impasible, me alegré de ver que seguían con vida, pero no veía a la dama Ergala, ni a Coreruil, esta vez nuestra separación había mermado fuertemente a la hermandad.

Malleus nos presento al que llamaba "hermano", nunca me había hablado de él, por lo visto había sido engañado por Iroco, como era típico de una persona de su calaña. No paso mucho cuando se acerco y me dio una palmada de las suyas, la agradecí de corazón pues había temido por su vida desde que me marche.

Cierto es que hemos llegado tarde, no hemos sido lo suficientemente rápidos para lograr lo que me había propuesto, y por culpa, de nuevo, de separarnos algunos de los nuestros han perecido. Coji un poco aliento. Pero no es hora de llorar, sino de vengar a los caídos. Tome mi hacha y levantándola les mire a todos, Marchemos contra el hechicero y todo aquel que le acompañe, nuestros compañeros merecen que acabemos de una vez con este mal que se extiende en la tierra media. 

Entonces sonreí al guerrero, me alegro de ver de una pieza, mala hierba........

Se que su nueva apariencia le abriría muchas puertas para traicionar a sus enemigos, y que el mago le prometió  a Iroco la Vara de los woses. y el desastre de la ciudad.

Seguramente la use para atacar Fortnext.

Abría antes de atacar y mandar a los umlis que ir a por el y quitarle la vara, un pequeño grupo podría entrar en su guarida y sorprender a este.

Se encuentra en las faldas de aquellas montañas, es una cabaña con una buena valla de madera y camuflada por el blanco de la nieve, lo usaba para reunirse con Beth y con migo para hacer los planes, pero a Beth nunca llegue a verlo.

Y tras conseguir la vara el siguiente paso sería atacar al grupo de los jefes de clanes que comandan los trolls blancos sin estos no sabrían que hacer.

y ya esto con todo estos objetivos cumplidos: Iroco dejando de ser un peligro y sin la vara y los trolls sin sus lideres todo volvería a la normalidad, la gente podría volver a la ciudad y sobrevivir con las provisiones de los Umlis y el barco rompehielos dando paso a los barcos de abastecimiento.

Jejej así de facil.

Comente al mediano y al grupo. 

El encuentro lleno de esperanza a nuestros viejos amigos de la hermanda

los refuerzos no eran grandes pero tendrían que bastar para realizar un plan y que saliera bien, pero solo había una oportunidad de pillar por sorpresa a Iroco y Beth.

Si salia bien la ciudad de salvaría pero si sale mal todo estaría perdido.

Sam escuchó a sus camaradas, lamentaba la pérdida de la vara y sobre todo que estuviese en posesión del infame sacerdote. De forma natural se mantuvo de espaldas a Dhonvaar mientras charlaba con Malleus.

-¡Uy se me olvidaba! Estaréis hambrientos. Malleus, (le hizo un gesto con los ojos haciendo entender que era una excusa) ayúdame a bajar unas provisiones para un almuerzo rápido.

Debía manejar la situación con normalidad, intentaba domeñar sus impulsos pero necesitaba a alguien más que pudiera corroborar ciertas dudas. Con la ayuda del guerrero esperaba hacerlo. Sentía ahora no haber hablado antes con su amigo Tritón pero no quería sembrar la desconfianza sin motivo. Y aún así tenía la sensación de estar siguiendo el juego al enemigo.