Partida Rol por web

 Otra bala impacta en su cuerpo, pero almenos logra derribar a uno de sus hombres.Ahora sangraba por dos partes.Frunce el ceño con rabia y grita.

-¡¡Joder joder joder!!.......¡¡Putos chinos, os voy a cortar los huevos amarillos de mierda!!- dice bastante cabreado desde detrás de las cajas desangrándose poco a poco. No sabía como podía hablar ya que el dolor se extendía poco a poco por su cuerpo y le costaba bastante moverse.Sus hombre, al ya tenerlos a tiro disparan hacia los hombres e incluso al tipo de rubio.

Entra en el enorme edificio. El hall esta bastante animado a esas horas ya que el edificio también es sede de su negocio, que no solo es traficar con armas, drogas, mujeres y esas cosas... también realiza actividades legales y debe de ser de los pocos mafiosos que las hacen...

Camina hacia el fondo del hall donde están los ascensores. Coge el del centro y espera a que Dick suba. Sin duda es el único que lleva a los últimos pisos, donde vive su familia y al que es imposible acceder sin disponer de la "llave" adecuada. Introduce una llave tarjeta que el ascensor reconoce y comienza a subir.

Varios minutos después se abren las puertas en el penúltimo piso.

-Irina! Ya he llegado! 

Dick, como de costumbre, siguió al mafioso. Miró a su alrededor, la cosa estaba animada aunque al parecer, Petrov era un tio listo, se cubría la espaldas con negocios legales, y si descubrían algo, solo tendría que echar al foso a sus socios. Dick se preguntaba porque no se hacía también mafioso con las cosas que sabía cuando Petrov llegó arriba. Ahora conocería a su paquete.

La cara del guardaespaldas le cambio: "Irina"

Negó con la cabeza y se pasó la mano por la nariz.

"Joder, una mujer" se dijo. Siempre que protegía a una mujer, pasaban cosas extrañas. La cosa salía mal y normalmente acababa en el hospital, sin dinero y con dos dias para salir del planeta.

-No me dijo que era una mujer.

-Tiene algún problema con las mujeres?

Una chica joven comienza a bajar las escaleras que llevan al segundo piso, el ático. Lleva solo una camisa de tirantes un tanto corta y unos pantalones cortos de esos que se usan para estar en casa o dormir.

-Hola papá.

Dick se colocó las manos delante del cuerpo y siguió a la muchacha con los ojos.

-La verdad es que si.

Dijo, sin callarse. Miró a su jefe con una ceja levantada y luego a su interlocutora.

-Cuando hay mujeres la cosa se complica. Hay problemas, los problemas llevan a los tiros, los tiros a la sangre, la sangre a la muerte...y a mi sin mi pasta y puede que sin mi vida.

-Y vas a negarte a protegerme? Es una lastima me caías bien... además... 

Juguetea con un mechón de su pelo y le da una última mirada mientras sonrie y se da la vuelta.

Mientras les prepara el desayuno parece pensarselo, sería una buena opción para sacarse algo de dinero.. pero está algo mayor como para caer en ciertas trampas.

Les lleva el desayuno a la mesa y se lo sirve.

- Os acompañaré.. es un hombre de fiar? Deberíais saber que muchos hombres intentan aprovecharse de chicas como vosotras prometiendole la fama y le dan todo lo contrario..

Dice mientras les va colocando a cada una su desayuno.

Solo uno de los hombres da, el otro falla. Los hombres de Fu tampoco tienen mucha suerte, y hay un intercambio brutal de balazos. El ruido pronto alertará a la pasma.

 -¡¡Veeeeeenga tios cargaos a esos putos amarillos.!!- grita detrás de las cajas.Parecía que sus hombre controlaban la situación, pero de pronto algunas sirenas se escuchan a lo lejos de la ciudad, que parecían dirigirse al puerto.

-¡Joder!, no hay tiempo.¡¡Vamonos vamonos!!- les grita a sus hombres.Uno de ellos deja de disparar y coge el amletín situada sobre el suelo a unos metros de Oliver.Otro agarra a Oliver y le ayuda a levantarse y a escapar por el puerto hasta sus vehículos, esconcidos entre cajas que pasaban desapercibidas.

-Vamos, uno conmigo, el otro que se vaya en el coche, nos veremos en la base si sobrevivís...- los tios asienten.Uno de ellos ayuda a subir al geoaéreo a Oliver para después montar el en el asiento del conductor.El otro se monta en el coche.Ambos vehículos salen entre todas las balas que volaban por el aire, comenzando a alejarse del puerto por callejones y atajos que pocos conocían.Ahora si no conseguían escapar, comenzaría una persecución.

Las chicas se alegran al saber que Faye las acompañará. 

-Sí, ya sabemos que hay gente de ese tipo... pero de momento nuestro agente no nos ha hecho nada y no nos ha mentido, así que confiamos en el, verdad Hanna?

-Sí, veras como es buena persona.

Las chicas comienzan a desayunar.

-Cuando acabemos te avisamos y nos marchamos, vale?

-Hummm...No me voy a negar porque necesito la pasta.

Dijo, el duro ex militar era implacable ante torturas mentales y fisicas. Si bien, Irina era preciosa, Dick sabía que solo lo utilizaría, solo quería tontear con él para sentirse superior, que tenía las riendas. Pero no lo iba a conseguir, al menos, no por eso.

-¿Cuando empezamos?

 El geoaéreo avanzaba rápido entre las calles sin respetar regla alguna de circulación.Tras este levantaba una pequeña humareda de humo y polvo que levantaba del suelo.En unos minutos ya estaban en el centro de la ciudad gracias a los rápidos atajos.El hospital colosal se podía ver a lo lejos, como sobresalía sobre los demás rascacielos, aunque no era el más alto.El geoaéreo para en urgencias.El tipo ayuda a salir a Oliver y lo lleva unos metros a la puerta.Rapidamente salen un par de personas con una camilla que ayudan al compañero de Oliver y lo colocan en una camilla para a continuación llevarselo al interior y curarlo, pero antes....Oliver agarra el brazo del tipo con las pocas fuerzas que le quedaban y con el dolor que le sobraba.

-Llama al grupo, esto no puede quedar así......"cof cof"- se toma un respiro mientras algo de sangre salía por su boca."Cof cof", frunce el ceño y vuelve a mirar al tipo.

-No te vayas....., utilza el móvil y llámales, deben venir........L-la pelea aún no ha terminado....- tras decir esto su mano cae muerta sobre la camilla y vuelve a tomarse un respiro.Los médicos se quedan algo parados y extrañados al escuchar la conversación.

-¡¡Que haceis ahí parados idiotas, llevároslo ya....!!....."tsk" ineptos..- murmura su amigo mientras se da la vuelta y abre el móvil llamando a toda la banda que estuviera disponible.Los enfermeros, alarmados por los gritos del tipo de negro, avanzan raudos al interior del edificio para intentar curarle esas heridas.

- Muy bien, que os aproveche

Sonrie a las chicas y recoge el resto de las cosas.

Vuelve a la barra a terminar de hacer su trabajo, fregar algún que otro vaso, tazas y platos, el lavavajillas lleva bastante tiempo estropeado y el dueño parece que no piensa molestarse en arreglarlo.

-Como ya les he dicho, no estoy al tanto de dichas irregularidades, pero les aseguro de que me encargaré de analizarlo de inmediato y sufragar el error...-repitió complaciente el joven científico, con la voz serena e imperturbable.

Una vez comprobó que los jefes parecían haber quedado algo menos incómodos con el asunto, el doctor ZIlard se retiró tras una última inclinación de cabeza.

-Señores...

Con un gesto de cabeza indicó a la secretaria que lo siguiera fuera de la sala de reuniones y se encaminó hacia el ascensor. En su camino la expresión de su rostro se había relajado un poco y aquello había sacado a relucir cierta preocupación (aunque apenas perceptible para todo aquél que no tuviera una buena percepción). Parecía incómodo tras aquella charla...

Tomó el ascensor de regreso a la planta baja y se encaminó hacia la salida del monumental edificio.

-Señorita... Takaoka, si no le importa le agradecería que pidiese otro taxi para mí en recepción, por favor-dijo Víctor deteniendose frente a la puerta de cristal-después puede tomarse el resto del día libre, si le place...

El doctor salió del lugar cansado y, quizá, algo molesto. Maletín en mano, con su pulcro traje bien arreglado y su caminar erguido y fluído, pocos creerían que su mente estaba ahora turbulenta...

Una media hora después, las dos chicas se acercan a la barra donde aun está Faye limpiando la vajilla de la cafetería.

-Ya hemos acabado... Puedes escaparte ahora o tienes aun trabajo por hacer?

- No no.. esperadme en la entrada que me cambio y voy con vosotras.

Dijo a las chicas. Terminó su trabajo en la cafetería y fue a cambiarse, para dos habitaciones que habían ocupadas que se encargara más tarde no pasaría nada..

Fue a su cuarto desde donde llamó al jefe para decirle que tenía que hacer unos recados, se arregló, tenía que dar buena impresión a ese hombre.

Una vez que se vistió, una falda corta vaquera, con una camiseta de tirantes y una chaqueta de punto, tambien se puso unas botas. Se arregló el pelo y se maquilló un poco, para ir al encuentro de las chicas.

- Lista

Las chicas están en la entrada y ya han pedido un taxi, solo esperan a que Faye salga del hotel y se les una.

Está en la entrada pero no se había fijado que estaban fuera, sale y las saluda.

- Ya estoy, podemos irnos

Llevan a Oliver a un box de urgencias. Al poco rato, llegan un par de médicos que le piden el informe a las enfermeras que están tratando las heridas mas superficiales. Las enfermeras y los médicos hacen un cruce de miradas bastante raras y comienzan a curarlo.

De pronto Oliver nota un dolor aun mas agudo que las heridas de bala, más que nada por que es un dolor nuevo en un lugar donde no ha recibido ningún balazo. Una de las enfermeras le tapa la boca para que no grite.

-¿Qué tenemos aquí? Si es Oliver Grandall... Te han dado una buena paliza, eh? Tienes los dedos rotos... - y al decir esto, rompe uno de los dedos de la mano derecha de Oliver - ha debido de ser doloroso, verdad? - rompe otro de sus dedos... 

Poco a poco el médico va rompiendo los huesos de sus dedos.

Las chicas suben al taxi y dejan subir a Faye. Dan la dirección al taxista y este comienza a conducir hasta su destino. 

Unos 20 minutos después, el taxi para y las chicas pagan y bajan, esperanto a Faye.