Partida Rol por web

 Xerine asiente, pero al hablar, vuelve a defender su postura, con una actitud algo testaruda quizás

Bueno, quizás tienes razón, pero también te recuerdo que viajaban más ricos gordos e inservibles que guardias en ese barco volador... Así que es más probable encontrarnos con algún llorica mimado que con alguien realmente útil. Y los guardias, en caso de encontrarlos, han demostrado no ser de fiar. Además, tu idea se basa en una hipótesis, te lo recuerdo. Si tienes mala suerte, no solo pasaras frío y hambre: Pasarás la noche bajo una tormenta eléctrica Señala al cielo Por último, si ese personaje, el brujo, viene a por nosotros... Nos encontrará estemos donde estemos ¿Vistes lo que podía hacer? Siente un escalofrío en su nuca, pero evita que se note, manteniendo la compostura

Entonces vuelve a asentir, y su expresión se vuelve conciliadora, de nuevo

Y, a pesar de todo, no me parece mala idea que uno se ausente, ya que la simple posibilidad de encontrar alguna población o superviviente útil, por muy remota que sea, puede suponer una gran diferencia. Con cinco podemos montar un buen campamento, y cuando vuelvas estará todo listo. Eso sí, opino que no debería ir nadie más, cuantas más manos, mejor ¿Que pensáis?

Mira al resto

- Sea lo que sea mejor darse prisa, o se nos echará la tormenta encima. Y ya nos hemos mojado bastante por hoy.

Relájate; estás tenso. Aunque ese tipo acaba de decir que caza brujos ¿Irá a por mi si me descuido? Mejor mantenerse alejado de él

- Si Quint quiere ir a dar un paseo, no veo por que impedírselo. Este sitio no parece peligroso, al menos de momento

 -Concuerdo con la señorita, buscar a mas gente sin tener un refugio es una mala idea. Consideremos varios puntos.

Uno, nuestras ropas aun están húmedas.
Dos, una tormenta se acerca.
Tres, no tenemos donde guarecernos de la lluvia o de la arena que vuele por el aire.
Cuatro, no me parece tan "natural" la forma en la que hemos llegado, todos juntos, incluyendo a aquel chico -señalo a Aaron-
Cinco, no sabemos que peligros hay en esta playa, si es que claro hay alguno

A mi parecer, debemos adentrarnos tierra dentro y buscar alguna guarida, o crear alguna.
 

¿Faliar, tú irás a por leña? Los otros dos hombres Señala a D y a Aaron Podrían ir a cazar, mientras las mujeres hacemos el refugio ¿Os parece bien?

Mira a Liana, con una mirada interrogativa

A menos, claro, que alguno de vosotros posea alguna experiencia en alguno de estos campos... Este sería un buen momento para decirlo

 Yo poseo algo de experiencia en todos esos campos. Y por ello digo que nuestro refugio debemos instalarlo un poco mas al interior, en alguna parte que nos resguarde del oleaje y de las ráfagas de viento.

Quint asintió con la cabeza, mientras se descolgaba la ballesta y la cargaba.

-De acuerdo entonces. Buscaré por la playa y luego me adentraré un poco en la isla. Espero volver antes del anochecer, pero si no lo he hecho para entonces... Encended una hoguera, significaría que me he perdido o se me ha olvidado volver.

Según se aleja se vuelve para señalar a Faliar y Aaron:

-Y no me he olvidado de vosotros dos. Aún quiero hablar con vosotros, pero mejor lo dejamos para cuando no estemos hasta el cuello. Intentar no usar demasiada magia por ahora. No queremos que el brujo nos rastree, ¿verdad?

Quint se aleja del grupo, caminando por la playa ballesta en mano, preparado para cualquier cosa que encuentre. ¿Hambre? Recuerda haber comido antes de subir a la Dama, y aún no ha comenzado a sentir ganas de comer de nuevo. Segúramente podría resistir uno o dos días más antes de empezar a debilitarse. ¿Sed? Eso es un problema mayor, pero aún no tiene ganas de beber. ¿Descansar? Por favor... ¿Refujio? Dejemos el tema...

Creo que la advertencia era también para la dama de la mascara. Mi instinto me dice que ella huele a magia.

Faliar apoyó el hacha de forma chulesca sombre el hombro y se puso serio

- Si tenéis algún problema con mis habilidades, será mejor que lo resolvamos aquí y ahora. No os parecían tan... poco recomendables cuando estábamos ahí arriba

No quería que le apuñalaran mientras iba a buscar leña; si alguno de esos tenía algún problema con la magia, que lo dijera ahora, y no cuando estuviese con la guardia baja.

 No tenemos ningún problema con tus habilidades amigo, pues has demostrado ser un gran guerrero, y un excelente compañero.

Pero lo que la señorita y yo opinamos, es que debemos abstenernos del uso de la magia, dado que si nosotros sobrevivimos es probable que esa "cosa" también, y al usarla podríamos llamar su atención.

Cuando está a punto de irse, la voz de D y Faliar le hacen detenerse. Los mira unos segundos mientras discuten: Faliar parece querer pelea y D acusa a la mujer de la máscara de bruja por... ¿instinto?

-Ahora no tenemos tiempo de todo esto. Guarda tu hacha y dedícate a coger leña, Faliar. Lo único que tengo contra la magia es que es como el alcohol: cuanto más la usas, más te controla ella a tí y más la necesitas para vivir. Y por experiencia sé que las personas que han sucumbido al poder acaban creyéndose superiores a los demás y tratándolos como animales, incluso matándolos con tal de conseguir una pizca más de poder. Esa ira que muestras, tu ferocidad combatiendo... mírate a tí mismo y dime: ¿acaso no te gusta cómo te sientes cuando tienes poder? ¿Acaso no disfrutaste matando a esas personas con tu magia? Fue fácil, muy fácil, quitarles la vida, ¿me equivoco?

-Y D... Ese instinto tuyo que te permite saber si alguien es mago... ¿Te permite sentir la magia, me equivoco? Parece que todos los aquí presentes estáis bastance unidos a la magia...

Tu pregunta y tu afirmación son las mismas Quint, y no es solo mi instinto, si no también mi razón. No es curioso que solo ello termine junto a nosotros. Vamos, no pongan esa cara, yo no digo que sea mala. Pero cuando has tenido que servir a un hechicero durante años aprendes a presentir la magia.

Faliar bajó el hacha y se mostró incómodo; Quint había dado en el clavo. Volvió a sentirse dubitativo y confuso, como de costumbre, y el tono de tartamudeo volvió a su voz

- Si... se me da bien matar, y si... cuando estoy combatiendo me siento mejor, más despierto y menos confuso... Pero no es algo que me guste... si te digo la verdad incluso me asusta. Pero... mis habilidades... es algo que no sé como he obtenido; simplemente se usarlas, y... no me hace gracia que se me juzgue solo por tenerlas...

Se dio la vuelta 

- Bueno... teníamos que recoger madera, ¿no?

 Y la tensión se palpaba en el aire, que se podría haber cortado con un cuchillo de mantequilla, gracias a su densidad. Durante unos segundos, silencio. Y luego, la voz de Xerine, hastiada y molesta

Oh, por favor...

Harta de tanta chorrada, decide dar el tema por zanjado, y se gira hacia Aaron

Ve a cazar con D. Liana, vamos a montar el refugio. Si alguien quiere cambiar de tarea, que lo diga ahora o calle para siempre Pausa Quedamos aquí todos en dos horas, ¿de acuerdo? Para enseñaros donde hemos colocado el refugio

Echa una última mirada a Quint

Menos tú. Tú vuelve cuando quieras, y ve hacia la luz de la hoguera. Y si vas a meter baza, mejor que no vuelvas

Acto seguido se da unos pasos hacia el bosque, y luego se gira hacia Liana, Aaron, y D, esperando a ver su respuesta

 Me dirijo al bosque tras liana con la ballesta en una mano y la espada enfundada.

Las últimas palabras de la mujer descolocaron a Quint, y tras una cara complétamente inexpresiva apareció una media sonrisa, que degeneró en una carcajada.

¿Que no vuelva? ¿Me preocupo por todos ellos, por su seguridad, y me dicen que me largue? Estupendo, que se quede con este maldito aquelarre. ¡Que se pudran todos! ¡Que se ahoguen en su magia corrupta!

Quint recorre con la mirada a todos y cada uno de los integrantes del grupo: menos la chica que le ha expulsado, ve en todos signos de magia. Apestan a ella. Y ya sabe que Faliar usa magia malvada con la finalidad de matar, que su "corrupción" como la llama él es ya muy avanzada. Si se quedan juntos es cuestión de tiempo que se conviertan todos en cosas como la del dirigible, seres oscuros como los que él caza. Seres como el que esclavizó a su pueblo...

Por un momento, un instinto primario, un odio infernal que late dentro de él, le pide que levante la ballesta que empuña y acabe con todos y cada uno de los sucios magos que lo rodean. Pero en cuanto mueve la mano unos centímetros, recuerda lo que le contó hace tiempo un sacerdote: solo debía matar para salvar otras vidas. Ellos aún no habían degenerado en bestias, por lo que él no tenía derecho a matarlos. Al menos, no ahora.

-Pasároslo muy bien en vuestro refugio entonces, y no hagáis caso de mi advertencia. Buscaré a los supervivientes y me aseguraré de que están bien. Vosotros jugar a las casitas mientras vuestros demonios internos os convierten en monstruos. Tal vez incluso el hechicero de la Dama os encuentre y os hagáis amigos. Pero cuando veais vuestras manos llenas de sangre de inocentes, no busquéis perdón.Una vez que crucéis esa línea no podréis volver; dejaréis de se humanos. Y entonces, lamentaréis no haberme escuchado.

Con estas palabras y una luz de ira en sus ojos, Quint se da la vuelta y se larga caminando muy deprisa por la playa.

Para todos ha quedado como un loco, un fanático o símplemente un gilipollas. Pero lo que no saben, es que nada más darse la vuelta e irse, una lágrima cayó de los ojos del muchacho. Y luego otra. Y otra. Y a esto siguió un llanto silencioso.

No he podido hacer nada... ¿De verdad aún soy incapaz de protegerlos de sí mismos?... Ahora está en sus manos, y no tendrán guía en el camino... Y si vuelvo a verlos, la experiencia me dice que no será como humanos... Y entonces deberé matarlos... Muy pocos lo resisten... Si no lo consiguen, deberé matarlos...

 Xerine observa como el chico rubio da unos pasos, alejándose, y sin esperar a que vuelva a hablar, se gira hacia sus compañeros, ignorándolo de forma tajante

Bueno, uno menos. Mejor ahora que luego

Su expresión apenas ha mudado, y sigue tan impenetrable como antes. Como si se hubiera esperado la reacción de aquel iracundo personaje

Aaron, va a buscar comida con D. y Liana. Pensativo, en su mundo, como si algo le pasase por lacabeza.

-Por cierto, para que quede claro, no soy un brujo ni nada por el estilo...

Es lo unico que añadió

Faliar aguantó la palabrería de Quint a duras penas. Le había confesado que le asustaba su magia, y él, ni corto ni perezoso, le había llamado "monstruo". Tal vez tuviera razón; tal vez Faliar fuera un monstruo. A fin de cuentas, su magia solo está pensada para dañar. Pero también podía cambiar eso; podía demostrar que era mucho más que alguien que sabía matar bien.

- No me gusta... Al principio pensaba que solo era un chico impetuoso y maleducado, pero ahora veo que es... un fanático...

Hablaba más para si mismo que para los demás, pero sentía un descontento muy fuerte como para guardarse sus pensamientos 

- No me gusta un pelo -sentenció

Sin más dilación, Faliar cogió de nuevo su hacha y empezó a buscar un buen trozo de madera que cortar