Partida Rol por web

Aaron le dio un empujoncito a Nahia y, sonriendo, retrocedió lentamente, mezclándose entre la gente.

Xerine se detuvo, alertada. Un segundo después, las dagas estaban en sus manos. Sintiendo como el vello se la erizaba, se giró bruscamente, intentando encontrar el origen de la voz... Antes de comprender que venía de su propia cabeza

Otra vez

Tú... ¿Quién eres? ¿¡Qué quieres!?

-¿No me reconoces cariño?

Xerine seguía sin encontrar el origen de la voz por ningún lado, y tampoco la reconocía... demasiado. Empezaba a sonar como una voz masculina...

¿Emil? ¿O Galael? O... ¿Alguien distinto? No estaba segura de querer averiguarlo

No te andes con rodeos Dijo, visiblemente nerviosa El Marqués ha sido derrotado. La isla está a salvo. No tienes nada que hacer aquí

-No voy a negártelo, tienes razón. No tengo nada que hacer aquí... ahora..

-Espero que nos veamos más adelante.

La voz empezaba a ser más clara, aún tenía el matiz oscuro y siniestro, pero empezaba a ser mucho más reconocible. 

Émil...

Xerine se quedó sin palabras

Yo te maté

Lo dijo en tono monótono, como si estuviera reafirmándose en algo que ya sabía. Pero... ¿Se estaba intentando convencer a sí misma? ¿Había muerto Emil de verdad? Sí. Había muerto. No había duda. Debía de ser una ilusión, un engaño

Y entonces... ¿Por qué sentía esa angustia en el pecho?

En ese instante no le caía muy bien Aaron, y su cara de circunstancia fue épica, pero viendo que nadie decía nada le tocaría a ella. Estaba sola, delante del resto de sus compañeros.

Se veía que estaba nerviosa aunque intentara ocultarlo, mientras hablaba miraba a todos lados viendose rodeada por un pueblo entero, pero...no era un pueblo cualquiera, era su pueblo, sus vecinos. No iba a ser fácil de explicarlo pero esperaba que si ella empezaba quizás alguno de sus acompañantes, por ejemplo Cath, se animase a terminarlo. Además estaban de buen humor tras volver a ver el sol..eso debía hacerselo más facil ¿no?.

-Hola, soy Nahia, bueno creo que casi todos ya me conoceis, vereis supongo que tendreis algunas preguntas sobre lo que ha pasado y como es que el sol vuelve a nosotros otra vez. Lo cierto es que este hecho es gracias a los que ahora veis tras de mi- se giró para señalar al resto del grupo-Sí, estos extranjeros son los que nos han devuelto la sonrisa, los que nos han liberado. Han hecho lo que ninguno de nosotros pudimos hacer. Vosotros sabeis los largos años que ese cielo nublado y amenazante estuvo sobre nosotros, sabeis como yo que el pueblo cayó en la tristeza, no eramos capaces de dormir una noche entera y despertarnos con fuerzas a la mañana siguiente, siempre parecia como si todas esas horas no hubiesen servido para nada, el mal humor reinaba en Córvinus. Bueno debeis saber que todo eso fue cosa de aquel que llamabamos el Marques de Cavalcanti, él sumió a esta isla en esa tormenta perpetua, él nos condenaba día tras día a seguir viviendo su pesadilla. Pero llegaron extranjeros y tras ver como utilizaban fuerzas extrañas creímos que no eran de fiar, bueno,pues aunque las formas de algunos no sean muy agradables-Miró un segundo a Quint-no son los villanos sino los héroes, los héroes que nos han salvado. Ellos han arriesgado su vida para alejarnos de las nubes negras y para que nuestros sueños vuelvan a ser tan bellos como queramos. Han venido desde muy lejos y sin conocernos, sin tener ninguna relación con esta isla, sin que fuese suyo el problema ,lucharon. Dieron lo mejor de ellos para derrotar a aquel que nos subyugaba. ¿No os dais cuenta? Han combatido en nuestro nombre y en el que por culpa del Marqués han muerto. No son mala gente, son la clase de persona que deberíamos agradecer haber conocido. Gente que da esperanza. Se que estas son sólo las palabras de una "niña", pero me conoceis, y sabeis que hablo con total sinceridad. Les he visto darlo todo por nosotros, y Cath también. Creedme deberíamos celebrar su llegada. Además aquel accidente que les trajo hasta nuestras playas, traía consigo a una persona muy importante para mi. No se si vuestras mentes se acuerdan, pero un vecino de Córvinus se hallaba entre "los extranjeros". Un valiente ex-soldado de nuestra isla. Mi padre, Fredo Elfman-Miró a Faliar- Bueno, espero que estas palabras os hallan aclarado más lo ocurrido. Yo sinceramente me alegro de que estén aquí ¡Nunca vi la isla tan bonita y viva!

Y una preciosa sonrisa se dibujo en el rostro de Nahia, mientras volvía a unirse algo más al resto del grupo.Si había algo más que explicar, que lo hiciese otro. Lo único que esperaba es que el pueblo reaccionase bien ante aquella noticia.

Faliar se adelantó y le puso las manos sobre los hombros. Estaba nervioso, pero sonrió. Pensó en Nahia y en Catherine, y eso le animó a lanzarse

- Es... cierto todo lo que ha dicho Nahia. Yo... fui vecino vuestro, hace 10 años. Antes de que llegase el Marqués. Probablemente no os acordéis de mi, y a decir verdad, yo tampoco recuerdo a muchos de vosotros, pero los que me conocisteis, me llamabais Fredo. Viví aquí durante unos cuantos años, hasta que me tuve que marchar por razones que aún desconozco, o no recuerdo. Y diez años después, volví. Al principio no sabía que era este lugar, pero poco a poco fui recordando. Y descubriendo cosas. Descubrí que había dejado atrás a una familia maravillosa, y a la que nunca más dejaré sola -apretó con suavidad los hombros de Nahia- Pero también descubrí que el marqués no era ni remotamente humano; era un monstruo. Se alimentaba de vuestras pesadillas, absorbía vuestra mente, y embrujó a muchos de vuestros vecinos, convirtiéndolos en sus sirvientes sin voluntad. Emil era uno de ellos, pero no el único, y con el tiempo, os acabaría convirtiendo a todos vosotros en sus esclavos. Vuestro sacerdote, el padre Scott, lo descubrió, y por eso lo mataron. Está todo aquí, en su diario -Faliar sacó el libro- Si no nos creeis, leed sus palabras. Las palabras de un hombre que dio su vida por descubrir la verdad y tratar de salvaros. Sin su ayuda, nosotros no habríamos podido hacer nada. Espero que su alma descanse en paz, ahora que el monstruo al que combatió ha dejado de oprimir esta isla -esto último lo dijo mirando a Catherine, con una sonrisa

Catherine se adelantó, ya menos avergonzada. Las palabras de sus compañeros la habían liberado del miedo a dar la cara, y comenzó su discurso. Su voz era cálida, como si hablara realmente desde el corazón. Cerró los ojos y suspiró.

-Todo lo que han dicho es cierto, tan cierto como que el Sol ha salido hoy por la mañana.- Sonrió ante su propia broma.- Y la clave de todo esto estaba en la antigua catedral. Al parecer es mágica, o tiene algo realmente extraño en su interior que no alcanzo a comprender. Pero, junto a Cavalcanti, cuyo verdadero nombre era Galael, vino otra "criatura" que este encerró en la catedral, de la que obtenía poder.

Por eso murió Scott, porque se dio cuenta de esa relación. Nosotros nos encontramos con esa criatura, que resultó ser benigna,  nos dio las claves para derrotar a Galael. Su reinado de terror ha terminado, a partir de ahora podremos dormir mejor. Eso sí, toda su mansión se ha venido abajo debido al poder desatado al morir... supongo. No lo sé exactamente. Sólo que al caer la criatura, la mansión cayó con él.

Y... eso es todo. Llevamos toda la noche caminando de un lado para otro, y combatiendo, y... miró al grupo... demostrando habilidades sobrenaturales. Pero, tal y como decía Scott, alguien no es malo por lo que es, sino por cómo se comporta. Y estos hombres han demostrado un valor y un corazón como ningún otro.

Por lo tanto. Corvinus...

¡Una nueva vida nos espera!¡Este es el amanecer de nuestro futuro!

¡¡FESTEJEMOSLO!!

-Totalmente cierto, y a la vez todo mentira. Yo también lo pensé, sinceramente, de hecho me sentí morir, ví como la oscuridad me abrazaba y como la nada se llevaba mi cuerpo... Pero... algo pasó. Y ahora, no estoy ni muerto ni vivo, bueno... no lo sé. ¿Tú lo sabes?

La voz tenía extraños ecos que se fundían en la nada dentro de la mente de Xerine. Cada vez era más desconcertante, y lo peor es que no había nadie alrededor.

No Dijo Xerine, sintiéndose más enferma a cada palabra que decía Emil No Repitió No eres más que un fantasma. Una pesadilla. Desaparece

Comenzó a andar hacia el pueblo, intentando dejar atrás aquella odiosa voz. Y, sin embargo, aún creía oír sus palabras en el aire

-Y vuelves a tener razón. Como quieras, amor mío...

Xerine comenzó a caminar hacia la aldea, sintiendo un sudor frío en la espalda, como si alguien la siguiera. No, no había nadie. Nerviosa se daba la vuelta a cada segundo, sintiendo que alguien la espiaba. ¿Podría ser que estuviera solo en su cabeza? Continuó el camino, internándose en el bosque. 

Todos los animales la miraban, incluso sentía que la señalaban. No, era imposible. La voz en su cabeza no estaba, se había ido, pero... sentía su presencia. ¿Estaría volviéndose loca? Todo empezó a volverse oscuro, tenebroso. Una risa macabra surgió a su espalda...

La música abrió los ojos. Estaba al lado de la falla abierta junto a la casa del Marqués. No había despertado aún de su sueño, todo había sido una mera pesadilla...

Pero parecía tan real...

Y desapareció. ¿Qué había sido eso? ¿Le habían afectado tanto los sucesos ocurridos hasta entonces que estaba perdiendo a cordura? Decidió no hacerse esa clase de preguntas. Había dormido poco. Descansar. Sí, eso es lo que necesitaba: Descansar