Partida Rol por web

Un poco más y se cae de la silla al escuchar el tremendo golpe, para darse cuenta que Oliver casi se queda sin cara al comerse la mesa. Su madre está detrás con cara de pocos amigos y dispuesta a darle más de eso a Oliver.

-¡Mamá!

Por su estado ve que no es ella misma. Parece que se ha pasado con la bebida. Se levanta y se interpone entre su novio y ella para que no le haga nada más.

-Mamá... creo que has bebido demasiado... - le habla bajito y con un tono de suplica.

Después levanta un poco más la voz.

-¡No le des en la cabeza que es quien piensa en las estrategias! ¡Le necesitamos para ganar!

Se rasca la nuca.

-Ups. Es cierto.

Se escucha a algunos Slyterins "dale dale" "en la chola!" pero antes de que pueda responder o algo, alza la nariz y se aleja medio flotando hasta su asiento. La ves con cara de felicidad sentada delante de una lasaña. A su lado, Hagrid deja de abanicar el olor para atraerla.

Respira aliviada cuando su madre se aleja atraída por el olor a comida. Se gira hacia Oliver y se acerca.

-Capi, ¿estás bien?

Le mira la cabeza a ver si tiene algo porque ha salido hasta humillo del golpe.

-Tu madre...¿Vuela bien? Podríamos ponerla de golpeadora suplente...au...

Paga y os vais huyendo por si le da otro ataque protector. aunque parece inmersa en su comida.

-Desde luego no pegas como ella...Bueno ¿Qué toca ahora?

-Karen le enseñó en navidades, pero solo pudo montar la escoba cuando yo la hice volar. Además, no es alumna... recuérdalo.

Salen a la calle ajetreada pues cada vez hay más gente disfrutando del día de San Valentín en el pueblo. No es que haya mucho para ver, pero siempre es mejor pasarlo fuera del colegio.

-Mmm... ¿qué te parece un paseo? No voy a comprar nada en Zonko. ¿A dónde quieres ir tú, capi?

-Demos un paseo entonces.

Camináis cerca de la gran lechucería, cerca de Zonko, pasáis por delante de la tienda de susana Reyes, que habla con un guapo chico de sexto, y acabáis llegando a la casa de los gritos.

-Sabes...nunca he escuchado gritos de esta casa. Y mira que se supone que es la más encantada del mundo mágico y tal pero...

La casa de los gritos se alza a lo lejos, imponente en el paisaje y un poco en mal estado. Pero ahí está, aguantando el paso del tiempo.

-Quizá haya dos motivos para eso... el primero que los gritos se escuchen solo por la noche. El segundo es que sea una leyenda para asustar a los niños y que no se acerquen.

Le mira y sonríe.

-¿Nos acercamos?

-No creo que al gato que nos persigue le parezca buena idea.- sonríe guiñándote.

-Debe ser que es por la noche, sí. Pero a mi me huele a timo de todas maneras. He visto muchos fantasmas en Hogwarts...¿Y nunca se ven aquí? No sé yo...Pero me pregunto como iniciaría el mito.

El día es cada vez menos agradable, con más frío y viento.

Así que MacGonagall no les va a dejar tranquilos. Era demasiado bonito... tendría que haber creado un plan de distracción para que se fuese a controlar a otros. Bufa un poco molesta.

-Quizá podamos preguntar a alguien sobre eso... pero no sé a quien.

Mira hacia el cielo. Se está tapando y se ha levantado aire... no es muy agradable pasear. Se tapa un poco mejor con la chaqueta.

-Será mejor que pasemos al plan b, ir a la tetería. Hace mal tiempo...

-Claro.

Se quita su bufanda y te la pone a ti. Huele a él, como a madera y barniz de escoba mezclado con el calor de una hoguera. Os encamináis a la tetería, lugar perfecto para parejas en cualquier día...y especialmente en este día. Nada más entrar una bofetada de amor os da en la cara. Huele a rosas, intensamente pero sin llegar a ser desagradable. Todos los tonos son de rosa, rojo, o morado...pero con gusto. No está mal. Una chica os atiende en la puerta.

-¡Hola! Vosotros sois Tabby y Oliver ¿Cierto? Los ganadores del premio. Os estábamos esperando.

Se tapa media cara con la bufanda de Oliver, en parte para protegerse del frío y en parte para que no se note su sonrojo al notar que huele como él. Quizá le podría pedir la bufanda antes de acabar el curso y así llevarla el que viene y estar más cerca de él. Le gustaría coger su mano, pero recuerda que hay un gato con gafas que les sigue.

En poco tiempo llegan a la tetería. El calor del interior se agradece aunque no tanto el color rosa... no le gusta mucho. El morado, en cambio, si le gusta.

-Sí, somos nosotros. ¿Llegamos tarde?

Sonríe.

-Para nada, para nada. Síganme.

Os lleva hasta una habitación aparte, en realidad no es exactamente una habitación sino un pequeño reservado separado con cortinas. Cuando estáis sentados, los tonos del interior son algo más recargados...mismos colores pero como más vaporosos y con encajes, os entrega una carta a cada uno. Variedad de tés, batidos, zumos...tartas...buñuelos...hay variedades muggles y mágicas.

En el techo flotan aleteando unos querubines que sujetan unas telas de gasa rosas y blancass mientras giran lentamente.

Sigue a la chica hasta una especie de habitación más pequeña. Un reservado... aunque está un poco sobrecargado para su gusto, con demasiados tules y esas cosas. Debe de ser una chica extraña porque muchas estarían como locas por la decoración.

-Gracias - dice cuando recibe la carta.

Cuando sale del reservado mira alrededor para luego mirar a Oliver con un poco de timidez. Quiere asegurarse de que no haya nadie.

-Oliver... ¿me darías tu bufanda cuando acabe el curso? Me gusta su olor... y es muy calentita....

Sonríe con cariño, aunque algo sorprendido.

-Claro Tabby, si la quieres es tuya.- te coge la mano por encima de la mesa -¿Y a qué se supone que huelo?- acaricia tus dedos con su pulgar.

-¿Bueno qué vas a pedir? Hay mucha variedad, y todo gratis.

Ha querido coger su mano desde que bajaron del carruaje y ahora al fin pueden tocarse sin levantar sospechas. Están en su pequeño mundo.

-A madera y barniz... y hogar... como al fuego del hogar.

Se sonroja al decirlo. La camarera entra en el reservado y ella aleja un poquito la mano. Tienen que mantener la fachada, aunque la camarera no estudie en Hogwarts. Puede que la profesora pregunte si ha visto algo raro. No quiere que acaben separados.

-Pues... yo pediré el té especial de la casa con dos buñuelos de crema... - sonríe -. De momento... - ríe.

-¿El especial?- te mira por encima de las gafas, algo le extraña pero no lo comenta -Bien, de acuerdo. ¿Y usted?

Oliver: -Yo tomaré té de ramas ondulantes y tarta de tres limones.

-Buena elección. Enseguida lo traemos.

En cuanto se va te coge de nuevo la mano.

-Mmm me pregunto si serás igual que la profesora Smith si te emborrachas...

-¿Emborracharme? ¿Por qué?

Le mira con curiosidad sin entender a qué viene eso. A lo mejor ha pedido algo extraño y no se ha dado cuenta. Revisa la carta para comprobarlo.

-Es una simple duda.- Coge tu carta y la deja a un lado para cogerte la dos manos. -Daría miedo que te pusieses así ¿Has bebido alguna vez? Por cierto, ha sido buena esa de "en la cabeza no que piensa las estrategias" ¬¬ da igual que me pegue en otro sitio ¿No?

Niega.

-No, nunca. No creo que quiera probar el alcohol... viendo como se comportan los adultos con él...

Vuelve a negar.

-¡Eh! Fuiste tu el que dijiste que debíamos comportarnos como no novios... así que delante de los demás eres el capi... y piensas las estrategias. Tu cabeza es más importante.

Le saca la lengua.

-Además, te lo mereces por no contarme lo que hacéis en la clase de mi madre y decirme que me espere 3 años y medio.

-Mmm puede que nunca lo sepas...tal vez la echen o cambie las clases. Quien sabe...

Tira de ti por un lado de la mesa hasta subirte sobre él. Te besa sin dejarte pensar en nada más. Y va-ya-be-so.

-El año que viene será complicado...