Partida Rol por web

Escuchar las conversaciones ajenas como las abuelas de pueblo era interesante, te enterabas de cosas que antes no sabías, pero dejar que ojos de colores* fuera con un cuchillo por ahí era demasiado.

Ey!!! Llamé la atención de ojos de colores*, no podía dejar que muriera más gente inocente. Me pregunto qué pretendes hacer con ese cuchillo que llevas escondido en la espalda y de dónde lo has sacado. Me mantengo alejado de ella, tampoco era estúpido y no quería morir. Suelta eso!

¿Tiene el cuchillo donde dice?

Lid les vio y se giró con cierta curiosidad, de donde salían tantas personas de golpe...

- si tiene ese cuchillo que mencionas, déjaselo, culpa demasiado a los demás como para utilizarlo para matar sin más supongo ¿no es así Ika? Y si lo vas a usar con alguien, haz el favor de escoger me a mí - le guiñó el ojo.

Aun no habían escogido si debía caer alguien, hasta que ese momento llegara prefería estar en la linea de fuego.

Ika se giró alarmada al escuchar la estridente voz de Harada Michi y le miró con rostro reprobatorio.

- ¿Un chico en un salón con unas tijeras amenazando y crees que debía dejar que él también me lastimara? No pensaba usarlo a menos que me atacaran porque no pienso dejar que otro psicópata comience a acuchillarme - y escuchó las palabras de Lara.

- Por más que no me agrades, no tengo motivos para utilizarlo contigo. No planeo vengarme, solo defenderme. Además, estamos solos en un instituto vacío bajo la supervisión de una única adulta. Ser prevenido no está de más - y miró a Aki y a Akane.

La chica no era violenta, ya que había sufrido mucho abuso ella misma, pero si debía serlo para proteger a sus amigos, lo haría sin dudar.

-Debí imaginarlo - Sonrie Sakuraki levantando las manos desnudas - Yo no tengo las tijeras de Lara, ni tampoco su estuche. Los tiene Goro ahora, y además, creo que no deberiais creeros ni una palabra de esa asesina. - dijo señalando con la cabeza a Lara. - Seguro que no os ha explicado que ella mató al profesor, o incluso seguro que también mató a Watabe. Tenía la sospecha cuando la vi salir corriendo de la clase aquel día, aunque me sorprendió que llegara más tarde que nosotros. Sin embargo las marcas no dejaban duda, y menos que sus tijeras fueran otras después de ese día. Casi ocultaste todas tus huellas Lara... pero seguro que les has mentido haciendoles creer que fui yo ¿Verdad? - recriminó Sakuraki hacia la niña de pelo bicolor

Lid miró con desagrado a ese tipo.

- sin duda me hubiera gustado culparte, pero sabes, a Fukita ya le había dicho que había matado yo al profesor, no has descubierto nada que no haya estado dispuesta a decir. Pero no aceptaré que me culpes de ninguna otra muerte, o es que intentas inculparme de algo que hayas hecho tu? O a caso solo por acabar con alguien que merecía morir ya soy culpable de todo? No dudes que si creo que alguien sobra le mataré, ya lo dije eso no? Incluso si me toca a mí, a diferencia de como para todos, a mí la vida no me importa demasiado, este juego macabro es solo mi última diversión antes de morir.

“¿Cómo? ¿Cómo?” exclamó completamente fuera de sí. Dejó caer por pura incredulidad el estuche con las tijeras de sus manos, y con unas pocas zanjadas se fue hacia Lara, la agarró por las espaldas y la sacudió. “¿Cómo, loca, furia, zorra, maldita, ¿qué dices? ¿Qué te atreves a decir? ¿Qué mataste a un inocente? ¿Qué mataste a nuestro profesor?”

Aki aún no podía creerlo, esperando que Lara dijera que no, que sólo había hablando en broma.

- ¿inocente? - miró a Goro sonriendo - para mi alguien que se atreve a apuntar y disparar a sus alumnos es de todo menos inocente - aunque no se burlaría del pacifista ese, tampoco le dejaría manipular la verdad.

- me parece perfecto que te guste pensar que el mundo va a ser de color de rosas, pero la verdad es que es una mierda, yo antes era como tú, no hubiera movido un solo dedo por dañar a nadie, tuve que aprender por las malas, cuando las inútiles que me maltrataban quisieron quemarme viva, este mechón de pelo se lo debo a ellas. Por suerte fui capaz de empujar a la psicópata que me quería quemar viva, y hacerla caer en la botella de sake con la que pretendían acabar conmigo, al final se giraron las tornas y sufrió su merecido. Mi propia madre abogó en mi contra para ahorrarse la indemnización y como era menor en vez de a la cárcel dijeron que estaba loca.

Negó con la cabeza - lo siento, no puedo ser la idiota pacifista que era, no puedo ser como tú. Desde mi punto de vista esperar que esta maldición acabe conmigo es un dulce néctar, pero si consigo que mi madre muera antes será mejor. Hasta entonces, me aseguraré que si alguien merece morir muera.

Hanako se acercó a Goro y lo cogió por un brazo para apartarlo de Lara. Eso si, sin perder de vista a Ika.

- Calmemonos todos. Hay que centrarse en el ahora. Y en averiguar quien es el sobrante - su tono era neutro y sin atisbo de emoción alguna. Demasiadas muertes le iban robando la inocencia y el sentimiento de sorpresa y rechazo por una muerte. justificada, en su opinión.

Después se agachó y recogió el estuche y las tijeras - Las tijeras me las quedo Lid-san. Por si las moscas - miró a Ika cuando lo dijo. Si ella llevaba un cuchillo, no pensaba ser menos.

Asi que nos habían estado espiando... en fin, tampoco es como que pudiese quejarme, después de todo ahora todos sospechábamos de todos. Asi que...

- Sí, ella me lo dijo, y bueno, tenía sus razones después de todo, os recuerdo que ese profesor disparó un arma en clase...
 

Yo alucinaba con la peña. Una que tenía escondido un cuchillo y a nadie le importaba, otra que admitía ser una asesina y se quedaba tan tranquila…..

Que quede clara una cosa, yo no sé quién coge un arma para defenderse o quién para matar, así que vamos a dejar las armas y eso va por todos; porque como empecemos a llevar todos armas para “defendernos” al final se va a liar gorda. Más todavía, quiero decir.

Como segundo punto, pero a ti qué coño te pasa? Pregunté mirando claramente a loca*  me queda clarísimo que estás como una puta cabra y que eres peligrosa. Miré al resto. En mi opinión deberíamos buscar que no tenga más armas y atarla para que no pueda matar a nadie más. seguía alejado de las dos zumbadas**, por si acaso. Y si puede estar calladita mejor, que cada vez que habla sube el pan.

- ¿Así como tú tenías tus razones para tratar de matarme? Que quemara viva a alguien por accidente es una cosa, pero esto no fue un accidente - dijo Ika con enojo a Fukita.

Se volteó hacia Harada Michi y le respondió - ¿Tú has sido atacado? No lo creo. Y a ti no se te obliga a estar en la misma habitación con tu atacante, ni tampoco se te obliga a actuar como si nada hubiera pasado ni como si no hubieran intentado matarte - la cara de Ika estaba descolocada. Su enojo era más que notorio.

- ¿Quién dice que Fukita no buscará la más mínima oportunidad para terminar su trabajo? ¿Estarás tú para defenderme como lo estuvo Aki-kun? Lo dudo. Tú simplemente estarás jugando como lo has hecho desde que este curso comenzó. Atarla solo lo haría peor, aunque sí hay que vigilarla. Si ya ha matado a alguien, es seguro que no le dolerá matar a alguien más -.

Se giró hacia Sakuraki y le dijo con un tono más tranquilo - Lo siento. Juzgué apresuradamente tus acciones - y miró a Osaki Hanako. Sabía que la chica defendería a la otra sin importar qué, lo cual la llevaba a sentirse insegura a su lado.

Se fue hacia Goro Aki y le puso una mano en el hombro - Cálmate, Goro-kun. Lid Lara ha demostrado demencia desde el principio. Eres mejor que eso -.

Aki, aún respirando aceleradamente por la ira empujada por su incomprensión total de la acción de Lara, se dejó, sin embargo, apartar por Oksaki-san y calmar por las palabras de Ika.

Sin embargo, aún dijo a Lara: “Si realmente el profesor hubiera sido un asesino, si hubiera tenido la intención de matar en lugar de ser un desgraciado trastornado por el infortunio, habría matado a Aki-kun sin más. El tiro se soltó cuando otro de nosotros se abalanzó sobre él, y aún creo que el sensei desvío la tirada en el último instante, así que no acababa dañada sino la oreja de Aki. Pero… en verdad no importa. El sensei no habría hecho nada más. Estaba acabado. Habríamos reportado el hecho y lo habían metido en un manicomio o en la cárcel. Matar sin necesidad de autodefensa es un asesinato! Eres una asesina, Lara, una mierda de persona y tan podrida como los abusones de los que te quejas. Son tan canallas como tú eres canalla. Basura!”, espetó en un último acceso de cólera.

Pero luego, tras cerrar repetidas veces sus ojos y haciendo un esfuerzo sobre sí, recuperó algo de compostura. “Es cierto que no tiene ningún sentido atarla. Mejor vigilarla muy cerca, como dice Ika. Por lo demás, apoyo la propuesta de Michi que nadie entre nosotros lleve armas. Es mucho menos peligroso que todos armándose bajo el pretexto de poder defenderse. Pero tendremos que estar todos en esto: dejar las armas.”

- pse que fácil es hablar... - miró a varios de los presentes que parecían acusarle, de hecho le gustaba que le acusaran, a diferencia de ellos, que decían ser inocentes ella veía más allá que otros - ponéis muy difícil saber quien debe morir, los culpables nunca son gente buena como vosotros, sin alguien a quien culpar os sentís vacíos.

Se apoyó con calma en una pared, en ese momento querría estar sola un rato, pero no le dejarían tranquila, entonces, para que irse si la soledad no era una opción. Estaba contenta, por fin le podían culpar de algo que había hecho ella misma, llevaba demasiado tiempo siendo culpada de todo lo que otros hacían, era fácil culpar a quien aseguraban que estaba loco y parecía bastante despierto y cuerdo como para hacer algo. Por fin después de tanto tiempo algo era culpa suya.

- no podéis imaginar la satisfacción de que me miren por algo que he hecho, es un sentimiento extraño, embriagador y relajante que no conocía. Pero hay algo que no tenéis en cuenta, (*)el profesor me estará dando las gracias, pues no creo que hubiera subido a ver si el día era soleado.

De repente, como si se tratara de una especie de amenazante perversión, se asoman el resto, y comienza un baile de acusaciones y declaraciones y otros tantos.

Me apoyo en la pared mientras mis ojos van de unos a otros y me llevo los dedos a las sienes para apretar un poco y darme un pequeño masaje, tratando de aclararme.

¿Quemar a alguien viva?

Pregunto, sintiéndome un poco confuso ante las palabras.

A ver, tratemos de pensar un poco. El profesor estaba fuera de sí, pero no hubiese disparado, probablemente, de no ser porque le empujaron. Y estoy vivo... y él muerto. No es algo de lo que sentirse orgulloso, pero es lo que hay.

Mis ojos van un poco directos hacia Takuya.

¿Asegurarías que ella es la sobrante, apostándote tu vida? ¿Sabiendo que, si te equivocas, sería tu muerte la siguiente? Piénsalo bien, porque puede que sea una asesina... pero antes quiero acabar con este asunto de la maldición. Y según recuerdo en la cinta, cuando el sobrante muere, los demás pierden los recuerdos, así que no es difícil saber si hemos acertado o fallado -entonces miro a Lid directamente a la cara, sin temblar, sin un gesto acusador, pero tratando de ser eficaz, como ella misma presumía ser-. Tú misma has puesto tu vida en juego si se te acusaba de serlo, además de que no paras de pedirlo, lo cual hace que hasta yo empiece a plantearmelo... tengo algo más de un 9% de probabilidades de acercar con un tiro a ciegas. Puedes tomártelo como un juego, o como algo real, pero lo cierto es que no están habiendo consecuencias de ningún tipo a nuestros actos. Lo que me lleva al siguiente punto...

Miro a Goro y luego a Michi para terminar negando.

... llevar un cuchillo no convierte a alguien en un peligro. Pongamos que yo sé artes marciales al nivel de un maestro ¿me encerraríais entonces por si pierdo la cabeza que no matase a placer? ¿no coloca eso en una ventaja a aquellos que tienen un mejor físico y preparación? Mientras no vea a nadie intentando hacer algo fuera de lo normal, por mí como si tiene una Muramasa.

Explico, con cierto desdén hacia el tema y un leve hastío.

Hanako se colocó delante de Lid Lara en ademán defensor, con la boca apretada y una mirada fría.  - El profesor iba a disparar si o si - habló dirigiendose a todos para luego centrarse en Hikari Aki - Tetsuo-chan impidió que te volaran la cabeza. Da gracias por ello. Pero estoy de acuerdo contigo. Cada uno es libre de llevar lo que quiera. Ahora deberíamos volver a clase y descansar. Después de elegir los turnos de guardia, claro. Dos por turno -

Se guardó las tijeras entre la cintura de la falda y su abdomen esperando ver que decían los demás. Escrutando sus rostros por si alguno hacia algún movimiento extraño