Partida Rol por web

Lara confía en Akane, así que su amiga estaría bien, pero no podía decir lo mismo de su novio. Notó cómo iba a encender una linterna y su única reacción fue tomarlo de las manos y correr de allí con él. Solo esperaba que lo lograran, porque podrían meterse en problemas. Si la sobrante no es Fukita, es Lara y ahora mismo, Akane está con ella. Es peligroso.

Aki se sentía exactamente como Tetuso, o lo suponía por la reacción que su compañero había mostrado y las palabras traduciendo su trastorno que había proferido. Aki también no podía comprender más a sus compañeros, el afán de ver correr la sangre parecía alterarles completamente el juicio. Algunos entre ellos incluso no los reconocía más, tanto habían cambiado en las últimas horas.

Sintió su corazón pararse por un presagio horroroso cuando se apagó la luz y de inmediato voltearon las siluetas, y se alzó el grito de una chica.

La suerte es relativa, no existe la buena o mala suerte ya que ahora puedes tener la suerte de ganar la loteria, como que al segundo pierdas dicho boleto.

La misma silueta que corrió en dirección al grito de la chica, empezó a correr ahora en contradirección, pero entonces un traspies, junto con una respiración cortada se oyeron. Justo después un pequeño quejido de un chico y una chica, y finalmente una cuchillada y un grito de dolor espeluznante...

No solo con eso, un movil cayó al suelo con la linterna encendida, reveló la situación por completo al caer frente a los ojos de Ika quien se refugió ante el destello.

Minami Ika estaba en mitad de dos personas. Una era Miyake Akane, la otra Hikari Aki, el emisor del grito, cuya razón por la cual soltaba dicho quejido, era que tenía un cuchillo clavado en el muslo de la pierna izquierda, en perfecta posición vertical...

Pero aún faltaba más. Entre las linternas de Sogoru y el movil en el suelo, se desveló otro acto horrible. Fukita Hanako estaba muerta, a los pies de Osaki Hanako desangrandose por el pecho y con la mirada ida...

El cuchillo pareció ser el arma del crimen.

Esto es lo que ocurrió:

Hikari Aki agarró la mano de alguien a su izquierda, pensando que sería Minami Ika, mientras encendía la linterna del movil

Miyake Akane notó que alguien le agarraba la mano repentinamente.

Ambos caistes debido a un empujón, realizado ahora por Minami Ika

Finalmente el cuchillo, cayó sobre Hikari, no hubo fuerza más que la de la gravedad.

Que decir, ver la escena era un tanto absurdo, taaaanto que decía nunca podría... Necesitarse protegerme... No sabía Lara si reír o molestarse. Tras esa acción, dudaba.

- Fukita tenía miedo de ti, vio algo en ti que no podía explicar, por eso te atacó, logré hacerle ver que no debía mancharse las manos, que podíamos hablar (cof cof), y decidir entre todos quien debía caer... La loca como me llamáis actuó por un motivo que podéis aceptar o no, Osaki lo ha hecho por defenderme, ¿pero y tu? ¿Tenía razón Fukita y ocultas algo? No me supo decir que vio en ti que le daba tantísimo miedo como para atacarte, ahora no podrá encontrar las palabras nunca...

Las tornas giraban, y por culpa de aquel acto la conversación por los pasillos entre Fukita y Lid no había servido de nada.

Recogí el Movil y alumbre a todos los presentes, todos y cada uno de mis compañeros habían descendido al infierno y resurgieron como demonios. Ahora era poco mas que una campaña mortal, por ver quien salia de allí convida. Sin pensarlo demasiado di unos cuantos pasos atrás hasta chocar mi espalda con la pared mas cercana.

-No... ¿Entendéis que esto no va a ninguna parte?

Aki no estaba asustado por lo que veía, pero muy, pero muy asqueado. Sus compañeros – no sabía más si podía llamarlos así, porque de repente parecían actuar todos como locos de remate. Se puso al lado de Sogoru-kun, contra la pared, quien ahora le parecía el único cuerdo entre los demás. El chico alumbraba la escena con el móvil que había recogido.

Al grupo, dijo: “Por favor, que ahora se expliquen las cosas con calma, que cada uno diga la razón de sus actos.” Nunca había nada a explicar en un asesinato, porque nunca podría ser justo – pero al menos quería escuchar el porqué que había arrastrado a dos entre ellos a tales cosas horrendosas.

Sentía el frío metal de las tijeras contra su piel. Las mismas tijeras que había usado para intentar intimidar a  Sakuraki, porque Lid no merecia morir de aquella manera. Las mismas tijeras que se habían clavado en el cuerpo de su compañero de clase. Las mismas tijeras que su querida amiga le había devuelto con afecto, sabiendo que no había sido dueña de sus actos.

Su mirada estaba fija en Lid Lara, pues la tenía delante, y ni siquiera cuando se fue la luz, o se sucedieron los gritos, se movió un ápice. Sentía que su cuerpo ya no le pertenecía, hasta que percibió un ligero roce en la palma de su mano. Como una caricia. Sonrió con tristeza para acto seguido arrodillarse al lado de Fukita. La rodeó con sus brazos mientras la estrechaba contra su cuerpo y hundia su cara entre su pelo, susurrando unas breves palabras que estaba segura que ella escucharía, aunque no fuera en este mundo.

Alzó la cabeza con lentitud, con los ojos brillantes pero sin derramar una sola lágrima. - Quieres que te diga que ha sucedido  Goro-san? - su tono era demasiado tranquilo, ausente, falto de sentimiento - Ella - liberó una mano para poder señalar a Minami Ika -Esa maldita canción... - se llevó una mano a la cabeza mientras crispaba los dedos y comenzaba a mecerse lentamente, acunando a la vez el cuerpo sin vida de su querida Hanako...

No podía creérmelo, no me hubiera imaginado nunca que aquella chica fuera a ser capaz de matarle de verdad, pensé que sólo le estaba asustando.

Me quedé en Shock, mis piernas no respondían y no era capaz de articular palabra, estaba blanco como la nieve y mi cuerpo temblaba como un flan, ESTABA RODEADO DE ASESINOS!!!

No dije nada, miraba la escena aterrado, no me rodeaban compañeros de clase, sino auténticos psicópatas.

La luz se fue y busqué una pared en la que apoyarme, no me fiaba de nadie, y menos de la chicAs, habían demostrado todas ellas ser las peores, si había un sobrante estaba seguro de que era mujer. Sonó un grito y cerré los ojos como si me quisiera alejar de todo esto. Basta ya….susurré sin apenas fuerzas. Parad por favor! Era una súplica lo que había salido de mi boca. No más muertes. Salieron unas lágrimas de mis ojos, suerte que estaba oscuro y que nadie lo vio, me las sequé enseguida.

Ante la escena que se presentó con la luz de los móviles, negué con la cabeza. No quería seguir ni un minuto más con esta panda de psicópatas asesinos de sangre fría. Y..yoo n..no qu…quiero s…se….seguir m..más c…c…co….con vovovo….sotros. mi voz temblaba. Mi mirada desencajada podía dejar ver claramente que estaba muy afectado por todo y que tenía mucho miedo de todos mis compañeros. Y salí carriendo dirección la salida del instituto, definitivamente me iba para casa!

“Michi, detente!” le gritó Aki, esperando que le pudiera retener. “Esto va sólo empeorar las cosas!”

Sin embargo, en realidad estaba más bien gritando a sí mismo, porque se preguntaba si Michi no estaba haciendo lo único sensato que se podía hacer: alejarse de tanta locura encerrada en un pequeño espacio. Aún dudaba, pero de verdad estaba a punto de correr también-…

Por lo demás, no sabía si podía fijarse en las palabras de Hanako, que Ika había sido la asesina. No había podido enterarse de nada cuando la luz quedaba apagado...

Está bien... había veces que las cosas eran raras. Difíciles de comprender.

Es por ello que cuando caigo al suelo y algo se clava en mi pierna, apenas reacciono, mientras unos y otros hablan... no tengo cerebro ni para gritar. ¿Qué demonios había pasado? Habían demasiadas posibilidades.

No es hasta que Harada-san dice de marcharse que mi cerebro no razona que tengo algo clavado y emito un gritito y llevo mis manos a la pierna. ¿Qué demonios?

Y mientras estoy aún en el dolor y en la sorpresa que mi cerebro sigue razonando cosas.

No puede ser... en esa postura, tras caer sobre nosotros, el cuchillo se clavó. No pudiste haberlo clavado. ¿Tal vez nos has empujado para tirarnos y evitar algo peor? ¿O... qué ha pasado?

Le miro, mi rostro no es de amor, ni de dolor, es incomprensión, del de aquel que no puede, o quiere, comprender qué demonios está pasando. Normalmente soy una persona más distante, pero en este caso... ¿Me había apuñado? No podía creerlo. No quería creerlo. Además, era algo imposible en la postura en la que estábamos.

¿Acaso a tí también te poseyó?

Pregunto, tratando de comprender si es el mismo caso que la chica que había intentando matarla a ella. Desde mi posición puedo ver a alguien muriendo, pero... había algo claro: había estado demasiadas veces saludando a la muerte.

¿Y si soy yo?

No puedo evitar meditar, mascullando los dientes.

Había tropezado cuando trataba de tomarles de la mano y el cuchillo se soltó de su mano. Trató de agarrarlo, pero no lo logró. Al escuchar el grito de Aki, supo que era él quien lo había recibido y la luz de su linterna se había activado, mostrando a Ika en el suelo tras tropezar con sus amigos.

Al ver el cuchillo en su pierna, los ojos de Ika se llenan de lágrimas y empieza a mascullar - Lo siento, Aki-kun. Lo siento... - al escuchar sus palabras, el corazón de Ika se acelera, tal vez enojo, tal vez tristeza, tal vez el hecho de que él pensara que quería atacarle le parecía inaudito y negó con la cabeza.

- Fue un accidente, Aki-kun. Quería tomarlos de las manos y salir de aquí, pero tropecé con ustedes en vez de cogerlos y el cuchillo salió volando. De verdad lo siento - sus ojos brillaban por las lágrimas que se aglutinaban para salir.

Escuchó a Lara y se puso de pie cubriendo a sus amigos y mirando a la loca. Apretó los puños sin dejar de llorar - Ella vio en mí lo que los abusivos han visto por años. Una chica con ojos de dos colores, y uno de ellos es rojo. Solo un ser malvado o un demonio puede tener ojos como los míos. Por eso, una persona con algo tan malvado no merece vivir... - su voz temblaba de ira y tristeza.

- Por años he sido atormentada, golpeada, irrespetada y todo lo que puedan imaginar. Si tú fuiste abusada como dices, deberías saber lo que es. Sin embargo, nunca respondí a mis abusadores por temor a represalias. Y Fukita atacó a alguien que ni siquiera conocía, a alguien que trató de ayudar al contramedidas a encontrar soluciones y que gracias a eso, encontramos la cinta. Nunca me había hablado, por eso fue tan sencillo para ella decidir matarme - se giró hacia Hanako.

- Yo cantaba para mí. No me culpes de tu propio pecado. Mataste al chico que nos dijo la verdad, ¡MATASTE A QUIEN DESCUBRIÓ QUE LID LARA HABÍA MATADO AL PROFESOR! ¡NO ME CULPES A MÍ POR TU PROPIA DEMENCIA! - las lágrimas no paraban de salir.

Se giró hacia Goro - Goro-kun, realmente te admiro. Eres increíble. Desde el primer día, has sido alguien admirable. Mi única razón es por lo revelado por los recuerdos de Aki-kun y mío. Yo sé que Aki-kun estaba conmigo y él vio al sobrante. Vio a una chica de cabello castaño largo, lo cual descarta a casi todos los presentes, exceptuando a Aki-kun, Fukita, Lid Lara,  Harada Michi y Osaki. Son quienes concuerdan con ello, pero Aki-kun estaba conmigo y por eso no lo cuento y sé que no es él - se volvió a girar a Lara.

- Yo no he guardado secretos, al contrario, yo revelé mi recuerdo a sabiendas de que podríamos ser señalados, pero a mí ya se me ha quitado alguien preciado. Amane Rie-chan era mi prima y mi única amiga cuando yo llegué a esta ciudad - apretó los puños con más fuerza y la tensión estaba a punto de hacer que brotara sangre de sus palmas.

- ¿No lo entienden? Si no hacemos nada, la maldición nos seguirá matando y yo ni siquiera había pensado en Fukita hasta que ella me atacó. No tenía un solo motivo, pero eso no la detuvo y nunca dio una explicación, por más que se la hayan pedido. Si Aki-kun no hubiera estado allí, ella de seguro me habría matado, habría acabado conmigo porque logró inmovilizarme el brazo con la cuchillada que me pegó. Tuve suerte de que Aki-kun estuviera ahí. Él me salvó de Fukita porque ella me iba a asesinar sin ningún motivo -.

Se giró hacia sus amigos y les dijo - Lo lamento. Solo quería protegerlos - y sus lágrimas siguieron corriendo. Miró a Goro con una tristeza notable en su rostro.

- Es cierto que puede ser peor si se va, pero no está más a salvo que nosotros aquí -.

Cuando Ika terminó de hablar Hanako cesó su balanceo. Su rostro se giró lentamente para ver el arma clavada en la pierna de Aki. Con la muerte de su amiga no se había dado cuenta de aquello. De pronto comenzó a reirse como si hubiera escuchado el mejor chiste del mundo. Era una risa desquiziada que mezclaba varios sentimientos encontrados.

- Deberías ser actriz Minami-san - escupió las palabras con frialdad cuando su risa cesó. - Un cuchillo no se clava de esa manera si cae por accidente. Hay que emplear fuerza e intención - mientras hablaba acariciaba el pelo de Hanako pues la seguía sosteniendo contra su cuerpo. No añadió nada más, pues era innecesario.

Habían pocas cosas que activasen algo en Hikari, y una de ella era el tema de los ojos de su amada. Aquellos ojos que habían capturado su corazón tiempo atrás. Hace un amago de levantarse pero el dolor en la pierna le dice que, dado que no hay un peligro inminente, es mejor quedarse quieto en el suelo, con el cuchillo aún clavado, y mirar hacia Ika.

Lo siento.

Masculla, sin comprender bien el porqué de la disculpa. Pero le había quedado claro que aquellos recuerdos estaban teniendo consecuencias, al igual que la maldición. Aprieta los labios con cierta rabia.

Han cerrado la puerta.

Dice, con cierto pesar. Pero entonces sus ojos van directos hacia la otra lesionada, con la herida abierta en el pecho.

¿Es mortal? -pregunta, más por inercia que otra cosa- Creo que has perdido demasiada sangre... he dicho que no ha podido clavar el puñal. Ella calló sobre nosotros antes de que el puñal se clavase en mi pierna. Su brazo estaba sobre mi pecho en ese momento.

Su pecho se hincha y se baja profundamente, claramente le cuesta un poco respirar. Entonces busca los ojos de su amada, algo avergonzado por no poder hacer más.

Amo tu voz.

Y tampoco comprendía bien porqué decía eso, sencillamente sintió que necesitaba decirlo.

Gracias por querer salvarnos. Ahora sólo queda esperar... si el sueño era real o no.

Añade, mirando a Osaki, si ella moría sabríamos si habríamos acertado o no.

Finalmente tuvo que reír - jajajaja jaja ja aiisss aisss eso si que es actuar de pena.

Miró a Aki sonriendo - no hace falta que busques excusas, a ti no te ha intentado matar, solo ha tropezado y te ha clavado el cuchillo por accidente, pero antes de eso tu gran pareja la actriz de 5a, ha matado a sangre fría a la ahora fallecida.

- Te puedo asegurar que no son los ojos lo que vio, eso es fácil de explicar, hablamos bastante mientras os buscábamos, y procuró buscar muchas veces las palabras - miró a Miyake un segundo - lo siento Miyake, pero me veo en la obligación de votar por Minami como sobrante, quería respetar tu petición de ayudarles, pero a mi me llaman loca, por admitir haber matado al profesor, que después de lo que hizo creí merecía morir, pero ella ha matado a sangre fría, gracias a que llevaba los ojos cerrados un buen rato le he podido ver bien como le arrancaba el cuchillo y corría para evitar ser descubierta al lado de quien sin duda mentiría por ella.

Lara pidió una primera votación, puede que no le hicieran caso, pero la actuación de soy "inocente" si que no quería pasarla por alto.

Cuando escuché la voz del marginado* me di la vuelta, de él me fiaba, era uno de los pocos cuerdos que quedaban, pero estaba cansado de la panda de locas y de sus explicaciones irracionales, absurdas y tontas. La de los ojos de colores** incluso había apuñalado a su novio.

Escuché sus explicaciones, que seguían sin tener sentido para mí. Pero vamos SO LOCA,** estaba ya a mi limite y no me podía contener. No dejas de contradecirte todo el tiempo, primero dices que el sobrante que visteis era una chica y luego que yo encajo en la descripción???? SORPRESA PERO SOY UN TÍO!!!!!

Además, que un puto cuchillo no se clava solo por caerse de las manos. Joder! es que estáis TODAS para que os encierren.

Sabéis que, voto por que las chicas os quedéis todas encerraditas en una habitación y los chicos nos vayamos MUY lejos de vosotras. A este paso me volvía gay fijo. Seguía desquiciado y notablemente nervioso, no quería morir a manos de una de estas locas.

- ¿Entonces yo soy la sobrante por matar a quien iba a matarme a mí? ¡Ella me atacó a sangre fría! ¡SI ES ASÍ, LA SOBRANTE ERES TÚ! ¡TÚ MATASTE AL PROFESOR! ¡SOLO LA DEFIENDES PORQUE TE CONTÓ UNA HISTORIA! Como nadie te hablaba, aquel que sí lo hace está a salvo de que lo mates. Yo a ella nunca la insulté, nunca la herí, nunca le dirigí la palabra. ¡ELLA NO PODÍA VER NADA EN MÍ PORQUE YO NO EXISTÍA PARA ELLA HASTA EL MOMENTO EN QUE DECIDIÓ MATARME! Y lo hubiera hecho de la manera más brutal si Aki-kun no me hubiera salvado -.

Entonces se giró hacia Hanako - Claro, como el abuelo de Tetsuo-san odiaba tanto a su nieto que esperó a que estuviera en esta MALDITA CLASE PARA MATARLO. La maldición es real y buscará cualquier medio posible para acabar con nosotros. ¿O me dirás que el camión que casi arroya a Rie-chan fue todo un complot del conductor? Él ni siquiera estaba en su camión, pero este se salió de control y comenzó a rodar colina abajo hacia donde justamente estaba Rie-chan. ¡¿ESOS TAMBIÉN FUERON ATAQUES CON FUERZA EN INTENCIÓN?! Intención fue que mataste al único chico que parecía tener información. ¿O ES QUE TÚ ERES MEJOR QUE YO? - estaba enojada, mas no dejaba de llorar. Sentía una terrible culpa.

Miró a Harada Michi - Yo no me he contradicho. Aki-kun lo dijo. Es posible que el sueño tenga variaciones presentadas por la maldición, pero yo sigo apostándole a que es una chica de cabello castaño. ¡¿O SE TE HA OLVIDADO QUE TODO ESTO ES MAYORMENTE TU CULPA?! ¡TODO POR SER INCAPAZ DE IGNORAR A GORO-KUN! - se volvió a girar hacia Lara.

- ¡Claro que corría! Quería sacar a Akane-chan y a Aki-kun de aquí. No quería que los mataran a ellos, pero tú no tienes a nadie a quien proteger porque los matarías igualmente. Hablas de la muerte como si fuera algo habitual para ti - y entonces, se giró hacia Aki - Gracias... Yo te amo, Aki-kun... - era posible que fueran sus últimos momentos, así que nada importaba ya.

- Si hubiera sido Fukita, lo sabríamos. De cabello castaño solo quedan Osaki Hanako y Lid Lara -.