Partida Rol por web

Tras aquel escalofrío, Ika se dirige con cautela a la enfermería. Al verla vacía pero abierta, se preocupa. Tal vez no ha sido la única que ha hecho alguna parada para abastecerse de objetos filosos que le permitan atacar a cualquier loco que intente matarla.

Al escuchar a Aki, se alteró un poco.

- Es un chico... Yo estoy segura de algo. Tiene cabello largo... - su voz era temblorosa, pero procuró en guardar silencio hasta que hubo cerrado la puerta de la enfermería sin hacer ruido.

Asintió hacia lo dicho por su novio sobre Goro-kun y Miyake-san. Su amiga les había abandonado, así que sería la última en morir, a menos que la loca de Lara la convenciera en atacarles.

Mira el cajón y ve la linterna, pero le hace una señal a Aki para que no la usen todavía - Lo intentaré - dice mientras pone seguro a la puerta y procura disponer algo con que las personas tropiecen para entrar. Tal vez un banquito o un obstáculo bajito, de modo que fuera fácil chocarse con él y caer. Eso les daría suficiente tiempo para reaccionar. Mientras tanto, tomó los vendajes y miró la herida de su novio. Las lágrimas brotaron otra vez al pensar que ella lo había causado. Maldita maldición, buscaba las maneras más inverosímiles de matarlos.

- Lo intentaré - y miró su herida para ver qué podía hacer.

- ¿Chico de cabello largo? ¿Sogoru-kun? - meditó un momento para luego proseguir.

- Tomaré todo lo que pueda servirnos como arma cuando termine. La linterna puede servirnos para enceguecer a quien nos vaya a atacar -.

Al tratar de sacar el cuchillo de la pierna de Aki, lo consigue sacar, pero un poco torpemente y empieza a brotar sangre de su pierna. No tardas mucho en taponarlo con gasas, pero aún así notas la sangre correr en tus manos Ika.

Por otro lado Aki, consigues ver entre todo el dolor provocado, por las ventanas que dan al pasillo, unas luces que se dirigen a vuestra puerta... ¿Os han seguido?

¡Alguien viene!

Entonces me preparo para iluminarlo. Si veo cualquier intención de ataque... no dudaré en rajarle el cuello a quien sea. Salvo que sea Ika quien ataque, ahí ya...

Al tratar de salir por los ventanales de aquella clase, Goro sale el primero teniendo cuidado con los cristales rotos. Pero de alguna forma al salir Harada, este pega un resbalon cayendose al suelo exterior, pero gopeandose la pierna con el marco de la ventana, incrustandose un cristal en la espinilla y varios trozitos en el antebrazo derecho al protegerse de la caida.

Ahora no solo ibais a tener problemas para moveros, sino que os disteis cuenta de que la valla que hacía de entrada principal al instuto yomiyama, bordaba todo el instituto completo con ladrillos y demás haciendo un perfecto muro con unos metros de distancia entre los edificios y el mismo muro.

No había forma de escapar de allí que no fuera la verja principal.

Por el gemido de Harada Aki se dio cuenta que su compañero tenía que haberse herido. Encendió la linternilla y se agachó. “Déjame ver!” no aceptó negativas. Heridas, por muy lleves que fueran, tenían que ser tratadas de inmediato.

Se quitó la chaqueta y enrolló el brazo en una especia de garrote que tendió a Harada. “Muerde esto!” Así que, su compañero auto-amordazado, le extrajo el cristal de la espinilla.

Luego hizo trizas de su chaqueta y con una de las bandejas así manufacturadas le vendió la herida de la espinilla a Michi.

Procedió también con cuidado para extraer los trozitos del antebrazo derecho y le vendió todo con otra tira de tela.

No antes de haber terminado tomar así las primeras medidas para aliviar el estado un poco lastimado de Harada, se dio la espalda para ver si tenían la oportunidad de salir del recinto escolar. Lo que vio no le inspiró mucha confianza. Apagó la linternilla y suspiró.

“Ves, los conserjes de la ciudad realmente han decidido enterrarnos vivos, a nosotros los afligidos de la maldición. Sólo hay que ver si habrá alguna posibilidad de salir de la verja principal. ¿Vamos por allá?”

Estábamos dispuestos a salir del instituto como fuera,  por lo que rompimos la ventana y salimos de allí. Él salió perfectamente, pero cuando me tocó a mí, resbalé  y me clavé cristales en la espinilla y antebrazo.

Aaauggg. Joder.  Me quejé, aunque traté de quejarme en bajito, no quería que las locas no localizasen.

Seguí las instrucciones de Goro, mordí la tabla y dejé que me quitase los cristales y me vendase. Me dolía pero intenté no hacer ningún sonido o movimiento brusco, sólo por la cara podía notarse mi molestia. Gracias. Le agradecí cuando termino todo el proceso.

Cuando terminamos los primeros auxilios y vimos el panorama que había en  el patio, mi cara tuvo que ser un verdadero poema. Pero qué…? Cuando coño….? Es imposible, cuando han hecho todo esto? joder, tío! Los profesores están peor que las chicas de dentro.  Que cabrones!

Cada vez veía más jodida nuestra escapatoria, pero estábamos mejor solos en el patio que dentro con el grupo de psicópatas. La verdad, no creo que se pueda hacer nada, pero prefiero estar aquí fuera en el patio que dentro con las psicópatas. Me levanté como pude y seguí a Goro cojeando y a un paso más bien lento.

Esto es una puta locura, no vamos a poder salir de aquí. Seguía cojeando hacia la verja principal. Sólo hay una puta manera y es encontrar a ese o esa tal sobrante, pero luego qué? Joder, yo no quiero matar a nadie!  Era más bien una reflexión que hacía en alto.

Ika logra sacar el cuchillo, pero tal vez su temor la llevó a ser torpe y hacer que la pierna sangrara. La tapó, pero no fue suficiente. Entonces, buscó algo para hacer un torniquete encima de la herida, de modo que Aki no fuera a perder mucha sangre y debilitarse.

Con sentir la presencia de otras personas, la chica se puso en alerta, al igual que su novio. Tomó el cuchillo que estaba lleno de la sangre de su novio firmemente y dispuesta a atacar a quien tratara de hacerles algo, pero primero miró a Aki - Estaré contigo hasta el final... - le sonrió y le dio un beso. Solo esperaba que, en ese final, los dos estuvieran junto y vivos, incluso si eso implicaba matarlos a todos.

En un momento, la puerta se abrió como si ni siquiera estuviera cerrrada y entraron a tropel tres alumnos, la puerta que trató de cerrar con seguro Ika, estaba rota su cerradura. La primera, loca de Lara, se chocó contra algunos objetos que había puesto Ika en medio al llegar, haciendo que se tropezara con ellos y cayera al suelo de bruces. Aki, logró proteger a Ika de la segunda, Osaki Hanako quien entró llevando cuidado con el camino para tratar de llevarse a Ika por delante. El tercer ataque vino de manos de quien menos esperaban, su amiga Miyake Akane. Ika trató de defenderse, pero poco a poco Miyake iba venciendo frente a esta hasta que al final clavó su cuchillo

Aunque todos iban con cuchillo, Sogoru incluido aunque se quedó atras, solo uno acertó de pleno perforandole el pecho a Ika. Su sangre empezo a fluir manchando la ropa alrededor de la puñalada. La respiración de Ika, se hizo más dificil poco a poco hasta que finalmente, cayó al suelo con los ojos cerrados.

Una muerte más... un alma menos... Que pena que tengan que errar

Entonces Hiragi Nana apareció allí donde vosotros estabais, con la mirada perdida y casi vacía, mientras empezaba a decir algo - Y-yo... se quien es el sobrante. O al menos el tipo de pelo que tiene y su genero. Pero... también puedo ser yo. Entonces no sé si es real ya lo que veo... o esas auras extrañas quieren indicarme algo.

¡NO!

Grito, al ver cómo cae mi amada... a manos de mi amiga. Mis ojos se inundan en lágrimas.

Venga ya! Pero si llevaba 3 horas mirando de no tropezar con nada. Incluso era de suponer que pondrían cosas por medio...

“Joder, otra que se ha ido a otro mundo”, le susurré a Haradi, sacudiendo entristecido la cabeza. Interpelé así a Nana, en voz alta pero no tan alta que alguien que no estuviera muy cerca de nosotros pudiera oírnos: “Hiragi-kun, ¿qué te pasa? Lo que dices, disculpa, pero, no tiene mucho sentido. Acompañanos a la verja, ¿vale? Queremos echar un vistazo, saber si podemos salir por allí.”

Al cerrar la puerta, notaste como el seguro, giró completamente, pero no hacía ningún tipo de ruido. Es más tenía una muesca en un lateral, como si lo hubieran forzado para dejarlo sin uso

Al tratar de sacar el cuchillo de la pierna de Aki, lo consigue sacar, pero un poco torpemente y empieza a brotar sangre de su pierna. No tardas mucho en taponarlo con gasas, pero aún así notas la sangre correr en tus manos Ika.

Por otro lado Aki, consigues ver entre todo el dolor provocado, por las ventanas que dan al pasillo, unas luces que se dirigen a vuestra puerta... ¿Os han seguido?

La chica nota frustrada cómo la puerta no cierra y busca un mueble lo suficientemente pesado como para mantenerla cerrada. Tal vez la camilla colocándole los seguros a las ruedas les permitiría ganar tiempo y dificultar la entrada de quienes quisieran atacarles. Sin embargo, buscó algo que la atajara para que no se moviera fácilmente. Procuró que Aki pudiera acomodarse en una segunda camilla o sentarse en alguna silla.

Sabían que ellos iban hacia la enfermería, así que lo mejor era cuidarse. Además de esto, colocó algunos obstáculos, de modo que si lograban pasar su barricada, no les fuera tan sencillo.

Ika logra sacar el cuchillo, pero tal vez su temor la llevó a ser torpe y hacer que la pierna sangrara. La tapó, pero no fue suficiente. Entonces, buscó algo para hacer un torniquete encima de la herida, de modo que Aki no fuera a perder mucha sangre y debilitarse.

Con sentir la presencia de otras personas, la chica se puso en alerta, al igual que su novio. Tomó el cuchillo que estaba lleno de la sangre de su novio firmemente y dispuesta a atacar a quien tratara de hacerles algo, pero primero miró a Aki - Estaré contigo hasta el final... - le sonrió y le dio un beso. Solo esperaba que, en ese final, los dos estuvieran junto y vivos, incluso si eso implicaba matarlos a todos.

Miró a Aki y le sonrió - A quien entre, ponle la linterna en los ojos. Eso nos dará tiempo - y con eso, le dio a su novio algún otro objeto filoso que le permitiera defenderse. Con la mano aún ensangrentada y el cuchillo que había usado para matar a Fukita y había herido accidentalmente a Aki, se giró para proteger a su novio.