Partida Rol por web

Ante la creciente tensión que crecía en la escena, Thadeus parecía cada vez más nervioso. Sin embargo, al final, se arma de valor para decir de forma apresurada. 

- ¡E-está bien! ¡Está bien! Yo... Intentaré resumir mi... "Investigación". Al fin y al cabo, si llega a caer en malas manos, se difundirá tarde o temprano... Sólo pretendía evitar... - Duda un momento. - Que cundiera el caos, supongo. - Mira a todos los presentes, respira hondo y parece que se fuerza a hablar con la mayor claridad. - Comencé a investigar una serie de desapariciones en los suburbios hace un par de meses. Todo tipo de personas, sin ninguna relación entre ellas, desaparecían sin dejar rastro. Y al mismo tiempo se comenzaron a avistar unos personajes extraños, hombres trajeados que creaban conflictos aquí y allá... Seguí los rumores que se comentaban al respecto de estos hombres y pensé que podrían estar relacionados con las desapariciones. ¿De dónde salían, que hacían, a dónde se dirigían? Al final acabé encontrando a algunos en el pleno acto del secuestro y pude seguir a uno en concreto. Pero le perdí el rastro cuando se adentró en las ruinas que moran bajo los suburbios de Cele. - Entonces mira a Marcellette. - Por eso busqué información al respecto... - Vuelve a mirar al grupo. - Pero eso no es todo. La investigación también me llevó a Cele, al origen de estos hombres. No tardé en descubrir que eran PABOTs y alguien estaba colándolos en los suburbios. Me metí en lugares que no debía, escuché conversaciones que no debía escuchar, incluso soborne a algunas personas... Hasta que dos nombres se hicieron evidentes. - Pequeña pausa. - El primero era el nombre que se le estaba dando a está operación: Another Paradise. El segundo, es el nombre de quien considero que es el responsable detrás de la misma: Luther Montés. No tengo pruebas que lo apunten directamente a él, pero... Estoy convencido de ello. Pero no se quien está implicado junto a él, no se de quien me puedo fiar realmente... Vine a está fiesta con la esperanza de poder compartir mi investigación con Gholas Khanforn... No se me ocurrió nadie que me inspirara la suficiente confianza y tuviera la suficiente autoridad cómo para culpar de alguien cómo Luther de algo así. Pero no he tenido oportunidad, y ahora, si no recuperó esos datos, no se cuando podré volver a tenerla. Y si será muy tarde para entonces... - Pequeña pausa. - Mi bandolera... Allí dentro guardaba todo porque no confiaba en meterlo en ningún medio digital. Listas de desaparecidos, fotografías, incluso la placa base de uno de esos PABOTs... - Agacha la cabeza, derrotado. Entonces mira a Valerius, esperanzado. - Si de verdad la tiene el PABOT del señor Juárez, ¿Podría acompañarle? Yo prefiero quedarme atrás... La seguridad del evento, el propio Luther la contrató... Insisto en que no se de quien puedo fiarme. 

Fran se queda en silencio, e incluso cierra los ojos, meditativo. Al final suelta un gran suspiro, agotado. 

- Iré contigo... Yo... Ya he tenido bastantes problemas por hoy. Quiero pensar que a pesar de todo me merezco un descanso... - Fran no parecía para nada convencido. Entonces mira a Undine, más decidido. - Pero preferiría que... - Pone una mueca, no conforme con lo que iba a decir. - Dejemoslo en que son cosas de trabajo, ¿Vale? Información confidencial. Es sólo eso... - Su tono decía que era mucho más. 

Cuando Karoi lo considera oportuno, se pone rumbo al apartamento de Elena. Resultaba extraño poder volver a casa a plena vista, una sensación que casi podía disfrutar... Al menos para el tiempo que le durara aquella falsa identidad, que lo más seguro sería eliminada sin dejar rastro después del trabajo. Una vez llega al apartamento, Elena lo recibe con cierta preocupación:

- Me gustaría haberte recibido con una celebración por nuestra victoria, pero...  - Suspira. - Wolf ha respondido a mi mensaje y insiste en que vayas personalmente a entregarle el paquete. Ha dicho que quiere discutir contigo los resultados de la operación... - Pone una mueca de disgusto. 

Undine no parecía nada conforme con eso, pero no se niega, sonríe de un modo algo entristecido pero agradecida de que fuese a su lado.

- Bueno, te lo permito por ahora, creo que ambos merecemos tener la cabeza un poco libre de todo lo sucedido. - Le mira con su tenue sonrisa algo apagada. - Pero... me debes una compensación muy grande por haberte perdido mi gran actuación. - Le reprocha con una sonrisa algo maliciosa, intentanto amainar el ambiente entristecido.

Fran se fuerza a sonreír un poco para decir. 

- Por supuesto, estoy convencido de que ha sido todo un éxito, así que un día de estos habrá que celebrarlo a lo grande. - Tras este comentario, su sonrisa se desvanece, pero al menos ya no parecía tan derrotado.

El transporte no tarda en llegar y el PABOT les abre las puertas, les pide una dirección y se paso el trayecto en un silencio respetuoso. Por desgracia, no era el único en silencio. Cada cuál perdido en sus propios pensamientos, Undine y Fran permanecen callados un buen rato, en una tensión que no hace más que crecer. 

Mucha información. Demasiada quizá.

Una de las primeras cosas que le vienen a la cabeza a Marcellette es: ¿por qué de repente todo el mundo se preocupaba por los suburbios? Desde que ella era pequeña, los suburbios era ese lugar de que se hablaba lo menos posible, como si fuera otro mundo donde la gente era mala por naturaleza y de donde nunca salía nada bueno.

Pero ahora la gente protegía a niños en los suburbios, les preocupaba las desapariciones y llegaban hasta el punto de tener al señor Vanguard preocupado por su hija y de organizar un escándolo en el evento más importante de Cele.

¡TODO POR LOS SUBURBIOS! ¿Qué mosca les habría picado?

Pero pese a ese pensamiento, Marcellette no puede evitar pensar que quizá sea lo correcto. Y oír hablar a Thadeus con semejante preocupación le hace sentir que Thadeus era una buena persona. No parecía que se relacionara demasiado con gente de los suburbios, pero aún así le preocupaban.

Luego estaba el asesino. No del que hablaba el señor Juárez, no. El que tenían en frente. Se supone que es un sanguinario asesino conocido por toda la ciudad, y estaba protegiendo a gente en los suburbios. Es más, los protegía a Thadeus y a ella.

Las motivaciones del señor Juárez eran* las menos claras. Parecía que buscaba al noble que había robado la investigación a Thadeus y que intentaba protegerlos también, pero se andaba tanto por las ramas que Marcellette no lo tenía nada claro.

Luego estaba la investigación. La investigación de Thadeus, que requería de la investigación de Marcellette. Ahora resultaría que también ella estaba involucrada. No sabía bien qué pensar al respecto. Jamás le había dado más importancia a las ruinas de debajo de Cele que las que le daba como hobby, pero quizá debería replanteárselo.

La fiesta de esa noche sería, sin duda, inolvidable.

Undine escribe a William informándole que estan de camino.

Seguía preocupada por Margeryth, aunque esperaba que esa droga fuese solo lo que parecía, un aturdidor. Seguramente sería solo eso. Un aturdidor para poder... ¿Actuar? ¿A una fiesta entera? Nadie había dado la alarma de la comida saboteada... No había seguridad... ¿Qué había sido esa fiesta? 

Se habían llevado la bandolera, su objetivo. Podía ser que todo lo sucedido en la fiesta fuese un plan para conseguirla pero lo veía demasiado... exagerado..

¿Y arma? ¿Su objetivo era la bandolera también? ¿O capturar al ladrón? ... ¿Qué tenía que ver Croma con la bandorera...?

A decir verdad había sido, pensándolo ahora desde una situación mas alejada, bastante emocionante. Haber logrado encender la sala con los robots de servicio, esa lucha que habían mantenido Arma y su rival. Parecia sacado de una película. Era un sentimiento confuso.

Todo era demasiado confuso... Y luego estaba Fran. 

Undine le miraba de reojo algunas veces para ver su estado. Estaba dolida... No lo entendía... Hasta ese momento habían podido contarse sus problemas, todo lo que no estubiese relacionado con su amor no correspondido, pero ahora...

Le dolía... Si al menos le contase lo que sucedía podría intentar perdonarle su actitud, pero no podía. Fran ponía un muro entre ellos, ocultando lo que fuese que le estubiese pasando. Era una sensación horrible. Todo lo bueno de esa noche empezaba a quedar ahogado por las cosas malas que habían sucedido. El recuerdo de su actuación, tan perfecta... Quedaba envenenado por el dolor de su situación actual. Empezaba a desear que todo eso estubiese siendo una pesadilla y pudiese despertar empezando el día de nuevo...

- No hay paz si la misión no está completada. - Sonrío y voy a ponerme un casco y dejar las armas en el cajón. Junto con ello dejo la placa. Cuando vuelva de la misión le contaré la situación a Elena. Si por alguna razón Mr Wolf descubre lo que he hecho no hay registro de que Elena supiera nada. 

Cuando acabo me subo a uno de los coches de la organización y voy a la Perla.

- Estaríamos hablando de serias acusaciones contra uno de los hombres más poderosos de Cele. Se podría revelar un complot que haría tambalear los mismísimos cimientos de la sociedad. - Comenta sereno, como si la información no le pareciese nueva. - Solo espero que los SIBOTS no estén al corriente de lo que acarrea consigo mi PABOT. De lo contrario, todo su trabajo podría verse truncado al caer en las manos de quien precisamente planea acusar. Es menester urgente que me ponga en contacto con mi PABOT cuanto antes. Confío en que el señor vigilante haga honor a su cometido y colabore cuanto esté en su mano para aclarar este malentendido. - Concluye mirando una vez más a Valerius esperando una señal que consintiera ponerse en marcha hacia el lugar donde le había indicando previamente: detrás de la sala de eventos.

Parece que la tensión termina por hacer efecto a Fran, que por fin vuelve a suspirar. Mira a Undine unos segundos, pensando en algo, luego mira por la ventana. Pone una mueca que era una mezcla de arrepentimiento y miedo y comienza a hablar. 

- Another Paradise. - Dice con tono cansado. - Ese es el nombre del proyecto en que creo que estoy involucrado... Y digo creo porque mi cliente ha sido bastante... escueto en lo que se refiere a darme detalles. - Vuelve a mirar a Undine, no parecía seguro de continuar. Entonce frunce el ceño y dice con más decisión. - No quiero tener problemas contigo Undine, tú... Eres lo único bueno que hay en mi vida. Pero tienes que saberlo... Esto... Lo que estoy haciendo... Creo que es algo peligroso. Contártelo quizás te ponga también en peligro a ti. Lo haré si estás dispuesta a asumir ese riesgo, pero... Preferiría que no lo hicieras. Tú tienes un futuro mucho mejor que el mio por delante. 

El camino a la Perla resulta mucho menos liberador que el camino al apartamento. Mientras se acercaba al edificio, Karoi podía sentir cómo las cadenas se volvían a apretar alrededor de su cuello, recordandole que su vida no estaba movida por sus propios deseos o necesidades. 

El coche le deja cerca de la entrada y el Conserje le da paso. El PABOT del recibidor le informa de que Wolf estaba ya esperándolo tan pronto cómo Karoi atraviesa el umbral de la puerta, por lo que se dirige directamente al ascensor. Tras atravesar el opresivo pasillo, pica a la puerta y Wolf le da paso. En el interior, lo encuentra mirando por la ventana detrás de su escritorio. 

Valerius toma un momento para contestar

- De acuerdo, le prometo que de algún modo u otro Montés caerá en llamas.

Undine llevaba puesto el comunicador de Crow en la oreja que daba al cristal y al escuchar que Fran iba a contarle algo importante lo apaga disimuladamente y mira a su amigo, escuchando con serenidad sus palabras.

- ​No digas eso.- Le mira. - Tu futuro y el mio, són igual de importantes. - Dice sincera. - Si hace falta yo misma me encargaré de que sea así. - Le sonríe con una fragil sonrisa preocupada pero cargada de afecto.

- Por eso... Quiero saberlo. - Dice mirándole a los ojos. - Quiero saber lo que ocurre y si tu futuro es peligroso o es un peso que te cuesta soportar, quiero saberlo y poder apoyarte. No estaré en peligro por saberlo. - Le mira con determinación.

Fran vuelve a mirar hacía la ventana y se pasa la mano por la cara, agotado.

- No puedo creer que vaya a hacer esto... - Susurra lo suficientemente alto para que Undine lo escuche. Entonces la vuelve a mirar. Vuelve a suspirar, se inclina hacía adelante y comienza. - Todo comenzó hace un par de meses. Me encargaron un cargamento de PABOTs estándares, aunque no especificaron para que los querían ni quien los quería, todo funcionaba a través de un intermediario. No puedo decir que el asunto no sonara algo sospechoso ya entonces, pero no pagaban mal... El único problema es que los PABOT no eran mi especialidad. - Pone una mueca, algo arrepentido. Y mira a Undine, seriamente. - Robé los datos de un proyecto en el que Croma trabajó durante la universidad para trabajar sobre el mismo... No estoy orgulloso de ello, pero tras la "traición" de Croma... - Le había costado pronunciar la palabra "traición". - En aquella época pensé que era una forma adecuada de vengarme. - Niega con la cabeza. - Sea cómo sea, ese no es el punto importante ahora. Entregué los PABOTs pero siguieron pidiéndome más. Recibía los fondos para construirlos de forma mensual, de la cuenta de un tal Erik Scorpion. Me reuní con él en algunas ocasiones, pero nunca parecía dispuesto a darme detalles sobre el proyecto. Eventualmente acabe descubriendo que mi cliente era el mismísimo Luther Montés [*]. Trabajar para alguien cómo él... Supongo que me motivo el considerar que realmente estaba haciendo algo importante... Nunca pensé que los estuviera utilizando para algo sospechoso o ilegal. - Se queda en silencio, inseguro de cómo continuar. - Pero entonces, hace poco menos de una semana, un hombre visitó mi laboratorio. Un tal Thadeus Clamfell, estaba investigando la presencia de PABOTs sospechosos en los suburbios... Mis PABOTs. Sospechaba que los mismos estaban... - Abre los ojos, horrorizado. - Secuestrando personas. Desaparecían sin dejar rastro... Sin motivo alguno. - Los ojos de Fran se comenzaron a poner vidriosos. - Conseguí convencerlo de que no podía ayudarlo... Pero hoy mismo, durante la reunión iba a reunirme con Erik y con uno de los hombres de Luther para discutir el estado de mi parte de la operación. Saqué el tema de los secuestros y... - Le costaba seguir hablando. - No reaccionaron bien. Me amenazaron. Aseguraron que podían destruir mi vida para siempre si hablaba más de la cuenta. Es cómo si me hubiera convertido en un esclavo... - Sonríe tristemente. - Ese simple pensamiento... Me aisló de todo lo demás. Me fui a beber, intentando olvidar lo que había pasado... Pero no puedo. - Agacha la cabeza y cuando vuelve a levantar un hilillo de lágrimas bajaba por sus ojos. - No se que están haciendo los PABOTs con las personas que secuestran, no entiendo nada de lo que está pasando... Sólo se que yo soy el responsable y que... No creo poder hacer nada para remediarlo. 

Undine escuchaba a Fran con atención, asustándose cada vez más de la situación en la que se había metido su querido amigo. Cuando este termina se acerca y le abraza con fuerza.

- Oh, Fran.. Menudo problema... - Dice entristecida. - Gracias por contármelo. - Le mira a los ojos recuperando su seguridad. No iba a permitir que nadie amenazasea Fran, fuese quien fuese. - Pero no te preocupes, ahora que se lo que ocurre voy a ayudarte. No es cierto que la situación no tenga remedio, al contrario. - Sonrie desafiante. - Vamos a darles donde más les duele.

Fran mira a Undine con cierto temor.

- ¿A que te refieres? ¿Has escuchado lo que te he dicho? Luther Montés está detrás de esto. No puedes simplemente ponerte en contra de una de las familias más poderosas de Cele. Y no aceptaré inmiscuir a Margeryth en esto, si es lo que tienes en mente. 

- Se quien está detrás. Pero no pienso quedarme de brazos cruzados mientras se empeora tu situación. Y no, no pondré a Margeryth en esto.- Dice intentando tranquilizarle mientras le suelta de ese abrazo. - Supongo...- Le mira con cierta incomodidad. - Puesto que me has contado esto, yo debería contarte también algo sobre mi que desconoces... - Podía ayudarle, estaba segura de que podía ayudarle. No le contaría los detalles de todo lo que era, pero si lo que podía hacer. Por su mente no paraban de pasar ideas, algunas se descartaban al momento, otras quizás servirían. Pero necesitaba saber más detalles. - Pero puedo ayudarte. - Le dice con determinación en su mirada. - Te lo contaré cuando lleguemos, primero quiero asegurarme de que Margeryth está bien.

Entro en la sala y coloco el maletin en una de las sillas. Espero que me indique que me siente y me dija qué detalles quiere comentar. 

La misión no ha sido perfecta pero mucho mejor de lo que me esperaba. El dron fue algo desafortunado pero fuera de mi control y el apagon de luces es algo que tuve que precipitar ya que Orange y Butch estaban alrededor de mi objetivo. 

Wolf se da la vuelta, sonriente. Sin hacer comentario alguno ni hacer ademán a Karoi, se acerca al maletín y coge. Lo deposita sobre la mesa y espera unos segundos. Tras eso abre el maletín y observa el contenido con curiosidad, aún en silencio. Durante un breve instante, apenas perceptible, frunce el ceño. Pero tras eso vuelve a cerrar el maletín. 

- Buen trabajo, Karoi. Toma asiento. - Le indica con la mano que se siente y ambos lo hacen al mismo tiempo. - Han llegado a mis oídos historias sobre la velada. - Tuerce ligeramente la cabeza. - Personalmente, hubiera optado por una estrategia más sútil, ¿Pero cómo puedo quejarme si ha resultado efectiva? - Sonríe cómo si aquello le pareciera divertido, pero al cabo de unos segundos su rostro se vuelve más severo. - Claro que todo no ha sido perfecto, ¿No es cierto? 

Fran no parecía para nada convencido con aquello y se pasa el resto del viaje bastante intranquilo. Por suerte, no tardan mucho más en llegar a las puertas de la mansión Korth por lo que tras abonar el pago del viaje se encaminan hacía dentro con paso apresurado. Uno de los criados los atiende en la entrada y les informa que Margeryth se encontraba junto con William y el doctor en su habitación. 

De nuevo de forma, apresurada, Undine se encamina hacía allí con Fran detrás y entran en la habitación. Margeryth estaba sentada en su sillón, el doctor parecía estar guardando en ese momento sus artilugios y William esperaba pacientemente a su lado cuál PABOT, aunque a juzgar por cómo movía el pie parecía visiblemente intranquilo. 

- Analizaré la muestra que le he tomado en mi oficina, señora. Tendrá los resultados lo más pronto posible... - Decía el doctor, servicial. - Pero no creo que encontremos nada, la verdad. Está tan sana cómo de costumbre, aunque seguiré insistiendo en que debería descansar un poco más.