Partida Rol por web

Para la sorpresa de Undine, Fran no tarda demasiado en responder. 

"Buenos días, Blue. William y yo llevamos un rato ya en el comedor. Te esperamos."

Al leer esto, Undine procura darse prisa con el baño y llama a uno de los criados para que le lleve medicina para la resaca. Los remedios de Cele para cosas así resultaban milagrosos... En su tiempo en Naldur había visto a hombres no poder ni moverse por culpa de la resaca. 

Una vez cambia y mucho más fresca, se dirige al comedor de invitados. 

Allí estaban Fran y William. William parecía más cómodo que de costumbre, cómo si hubiera descuidado su perfecta guardia robótica. Fran, por su lado, parecía estar mejor que la noche anterior, pero las ojeras le dejaban claro a Undine que no debía de haber dormido demasiado. 

Mientras que Croma hablaba, los otros dos guardias miraban el móvil de uno de los dos y comentan algo en voz baja. Uno de los dos le susurra algo al guardia que hablaba con Croma. Este mira a Valerius durante un momento y luego vuelve a mirar a Croma. 

- Entendido. - Dice disciplinario, al tiempo que asiente. - Tendrán que acompañarnos para testificar. - Parecía que había terminado de hablar, pero de pronto parece recordar algo y añade. - ¿Dónde dice que se encuentra el otro hombre que puede testificar respecto al contenido del dron? 

Viva la tecnología y la medicina.

Saber que Fran estaba acompañado la relaja un poco así que no corre tanto. El baño se había convertido en una ducha, eso si, la espalda no iba a arreglársele con eso. Pero al menos había podido respirar el vapor para calmar su garganta. Por si acaso se viste con un pañuelo rodeando su cuello.

La medicina para sus cuerdas la llevaría al desayuno, Fran estaba más que acostumbrado a ella, ya que no se había movido de su lado cuando estaba rehabilitando su voz, la había visto tormarse esa medicina y miles de mucho peores.

Al llegar les sonríe feliz de verles.

- Buenos días. - Les saluda con esa candidez. - Habéis dormido bien? - Mira a Fran y su suponrisa se vuelve un poco lastimera, mostrando cierta culpabilidad, ya que sabía que su propuesta era lo que habría hecho que Fran no pudiese dormir. Ella por su parte mostraba una apariéncia perfecta, no había rastro de esa noche de alcohol y haber dormido en un sillon.

- Estaba muy concentrado en la misión, no me estaba fijando en el ambiente.  Pero fue destacable la poca reacción que tuvieron los asistentes hasta que se apagó la luz. Puedo mirar con Elena si hay pruebas grabadas de esto. Investigaremos y te mando más datos si encontramos algo.

- Ahora mismo desconozco dónde se encuentra mi amigo. Después de todo, cada cual ha empezado a correr tras el apagón. -decía Croma firme y seguro mirando a su interlocutor. -En cualquier caso, ¿no deberían estar persiguiendo al ladrón? Quiero decir, mi PABOT presenta grandes daños que ascienden a una suma elevada y por lo que me ha reportado, ustedes no le han infligido tales desperfectos. Por ende, su agresor sigue suelto.

Croma examinaba con detenimiento el estado de su PABOT, analizando qué partes habían quedado inservibles. También prestaba especial atención a cualquier objeto que desentonara con la vestimenta de Arma, en busca de la famosa bandolera con el contenido de la investigación en su interior u otro recoveco de su cuerpo donde la hubiera podido esconder para ponerla a salvo de manos indeseadas.

¿Alguien más? ¿Quién esperaba qué...?

Oh. Se había olvidado por completo de ese individuo.

En los ojos de Marcellette estaban volviendo a aparecer lágrimas cuando finalmente dice un último nombre.

- ¡Juárez! Un tal Juárez...

- Buenos días, Undine. - Responde William, al tiempo que asiente a modo de saludo. - He dormido mucho mejor que los últimos días, sin duda. Sin la presión del espectáculo sobre mis espaldas casi siento que estoy haciendo algo incorrecto desayunando tranquilamente por la mañana. 

- Buenos días, Blue. - Dice Fran, sonriente. Ya no era tan forzada cómo el día anterior, pero seguía sin ser su sonrisa. - He dormido bien, no suelo dormir en camas de esa calidad. ¿Cómo te ha sentado a ti la noche? - Arrastra una silla a su lado para invitarla a sentarse a la mesa. 

- Agradeceré ese informe pero no centres tus esfuerzos en el mismo, tengo a otra gente trabajando ya en ello. - Dice Wolf al tiempo que se sirve una copa. - Y si fuera tú, me olvidaría de aceptar misiones durante un tiempo. Si el cliente está complacido con tu trabajo, estoy seguro de que te necesitara en otra ocasión cercana. 

El hombre muestra media sonrisa, satisfecho. Sin dejar de apuntar a Marcellette saca su móvil y tras pulsar un botón dice. 

- Apresad también a Croma Juárez. - Vuelve a centrar su atención en Marcellette. - El mundo es un pañuelo. Esperemos que el señor Juárez sea más hablador que tú. - Su mirada se vuelve a tornar severa y penetrante, tanto que a Marcellette le recorre un escalofrío. - Ahora, la pregunta final: ¿Quién eres tú? 

El guardia frunce el ceño, desconfiado. 

- Ya hay hombres detrás de él, no se preocupe por ello. - Afirma sin darle mucha importancia. - Ustedes van a tener que venir conmigo igualmente. Tendrán que testificar sobre los hechos, y una vez aclarado todo liberaremos a su PABOT si lo consideramos adecuado. Síganme. 

El hombre comienza a andar. 

El mayor daño que presentaba Arma era la bala en su ojo. Había impactado contra el exoesqueleto interior, pero la única perdida era la del ojo en si al que Croma no tardaría en encontrarle un remplazo. El resto de imperfectos eran cortes y rasguñones que se podrían arreglar con un día de reparación en el taller. 

No encuentra rastro de la bandolera en Arma, quizás se la habían requisado o quizás al final no la había conseguido. Lo cierto era que lo último que había escuchado Croma al respecto es que la habían atacado cuando la recuperaba... ¿Se la habría terminado por llegar su agresor? 

Undine se rie un poco por el comentario de William y se sienta en la silla que le ofecía Fran.

- Gracias.- Le dice a su amigo con una dulce sonrisa por ese gesto de caballerosidad. - Mi noche también ha sido algo extraña, pero supongo que mañana ya será una noche normal. Sin duda no tener el peso del espectáculo encima es un gran alivio.

Undine mantenía su sonrisa pero evitaba pensar en el espectáculo de anoche. Su gran espectáculo, había sido perfecto, sin duda su mejor actuación, pero la satisfacción y el recuerdo de su obra habían querrado borradas, ahogadas por los accidentes y sucesos de después. Habían trabajado tan duro para dejar una huella en el público, habría sido algo memoriable. Pero ahora....Su gran actuación.... Había quedado anulada. Prefería no pensar en ello, la entristecía.

Tras servirse un poco de lo que había en la mesa, espera a que los sirvientes le traigan lo que solía pedir siempre para desayunar. Su té. 

Había llevado con ella su tableta y la enciende para leer que decía Cele de lo sucedido anoche. Ocultando su temor por qué se mencionaría de su actuación o si esta quedaría completamente ignorada. - ¿Alguno habéis leido algo de las noticias de hoy?

- Las he revisado esta mañana. - Comenta William, que dentro de su neutralidad no parecía muy optimista al respecto. - Hay varias menciones a la actuación, pero... La mayoría de páginas hablan sobre el apagón y los rumores relaciones con los altercados que sucedieron durante el mismo, aunque no parece que haya nada claro. También mencionan que muchos de los asistentes aseguraban haberse sentido extraños o enfermos tras la actuación. Se rumorea que podría ser la comida o la bebida, pero sólo dejan claro que se está investigando. 

Mientras que William hablaba Undine podía corroborar que aquel era un buen resumen sobre lo sucedido. Si, para su desgracia, su actuación no iba a pasar a ser el foco de atención salvo quizás por sus fans más cercanos. Tras una rápida búsqueda no le cuesta encontrar grabaciones ilegales de la misma o opiniones generales que la valoraban muy positivamente. 

Observa brevemente uno de los videos con una triste sonrisa. Finalmente cierra la tableta, intentando olvidar aquello, y la deja sobre la mesa. 

- ¿Y Margeryth? ¿Sigue durmiendo? No me ha dado tiempo de preguntar por su estado.

Marcellette niega con la cabeza, temiéndose lo peor.

- Y-yo no soy nadie.

Esto no me gusta. Espero haber hecho un buen juicio de carácter y no estar equivocándome con este grupo, en cualquier caso no puedo vencer a cuatro guardias, o en el mejor de los casos no sin llamar la atención. Tendré que improvisar.

El hombre vuelve a gruñir, molesto, y baja el arma. 

- Está bien, "nadie", me he cansado ya de tus rodeos. - Dice con severidad. - Aunque bien podrías ser nadie. - Muestra media sonrisa. - Pensar que una simple bibliotecaria podría estar implicada en esto era difícil de creer... Pero visto lo visto, tendrás que pensar mejor en tu próxima vida la gente a la que te acercas, Marcellette. 

Sube de nuevo el arma y cómo si el tiempo transcurriera a cámara lenta, Marcellette puede ver cómo el hombre acerca el dedo al gatillo cuando de pronto un disparo interrumpe el silencio en la sala. Al mismo lo acompañan varios disparos más seguidos. El hombre suelta el arma y mira su pecho, incrédulo, ahora agujereado por varias balas. Cae de rodillas al suelo, muerto, no muy lejos del cadáver de Thadeus. 

A su espalda por la puerta contraria a la que había entrado Marcellette estaba Julia apuntando en esa dirección con un arma. 

La expresión de Julia estaba marcada por el horror y la tensión. 

- ¡Marcellette! - Grita desesperada al tiempo que corre en una carrera para encontrarse con su amiga. Se lanza al suelo y la abraza y toquetea por todas partes, cómo para asegurarse de que estaba entera. - Por los gemelos, Marcellette. - Dice al tiempo que rompe a llorar. - P-pensé que no iba a llegar a tiempo. - La apreta con fuerza, temblaba incluso más que Marcellette.