Partida Rol por web

APOFIS

INVERNADERO

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19/03/2015, 10:43
Director

Mientras se alejan el líder del grupo de Patrulleros se identifica como Robert. No tardáis en perderlos de vista, dejáis la casa atrás y os encamináis hacia el norte, hacia el invernadero.

El viaje es tranquilo, por el camino coméis y preparáis vuestras armas y equipo para lo que os pueda esperar.
Atardece cuando empezáis a adivinar una figura en el horizonte, a medida que os acercáis una estructura se ve mas y mas grande hasta el punto de sobresalir monstruosamente del entorno.
Lo lógico era esperar varias casas de plástico o cristal, pero esto parece ser mas que un simple invernadero. El diseño y los materiales indican que es realmente moderno, puede que se construyese poco antes del cataclismo o incluso puede que se crease precisamente en vistas del mismo.
Sea como sea el lugar es enorme, seguramente supere los diez pisos de altura y los dos cientos metros de longitud. Su estructura es solida, una sola pieza alargada y hermética.

Veis repartidas por el techo varios paneles solares, la mayoría están intactos por lo que puede que incluso tengan energía. Seguramente no mucha debido a la escasa luz solar que se filtra por las densas y sempiternas nubes.
Los accesos, múltiples en un origen, están fortificados y bloqueados a excepción de uno en cada extremo.

Tal y como dijeron los Patrulleros se pueden ver cuatro torres de vigilancia construidas de una forma bastante rudimentaria. Tres de ellas son andamios cubiertos con palets, la cuarta es una grúa que parecía pensada para reparar el techo y que ahora yace inmóvil a unos cien metros del edificio.
Pese a todo las cuatro torres cumplen su función, la zona de alrededor está bastante despejada y su ventaja es evidente.
La vegetación se limita a algunos arboles aislados, pero la distancia entre ellos es grande y la uniformidad del terreno haría que cualquier movimiento llamase la atención.

Mientras permanecéis escondidos tras un grupo de arboles bastante alejados del lugar Eddie no puede evitar sorprenderse.

- Tíos, mirad ese sitio. Es enorme, está en mitad de la nada y parece nuevo. No me extrañaría nada si tuviese una bandera enorme de los Omega ondeando en la azotea. ¿Qué vamos a hacer? ¿Pedimos por favor que nos dejen entrar?

Notas de juego

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27/03/2015, 01:01
Allan

Entre los árboles observamos aquella extraña estructura, nunca había visto nada parecido. Eddie tenía razón en que si se conservaba tan bien era sospechoso que el lugar estuviera regentado por simples lugareños. Descuelgo el rifle y observo a los vigías de las torres más de cerca, buscando símbolos de los Omega o algún otro tipo de rasgo militar en ellos, como que todos lleven el mismo uniforme. Guardo el rifle y miro a mis compañeros.

Va a ser complicado acercarse, está todo bastante despejado.. -digo mientras me froto la barbilla-... pero se me ocurre algo. Si no podemos acercarnos, haremos que ellos vengan a nosotros.

Arranco un puñado de hierbas secas y se las muestro.

Cuando anochezca podemos hacer unas cuantas hogueras cerca, las suficientes para llamar su atención y que manden a alguien a investigar. Nos escondemos y les esperamos. Es lo menos arriesgado que se me ocurre ¿qué os parece? alguna idea mejor?

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28/03/2015, 22:28
Marcus

Haría falta un pequeño ejército para asaltar aquella posición. Aún teniendo tiradores con buena puntería y un puñado de hombres decididos, habría bajas, y quién sabe cuántos de esos tipos podría haber dentro.

Si han sabido sobrevivir dentro de ese huevo y cerca de territorio de esclavos, es que tienen a alguien dirigiendo el cotarro y dándole pasta o algún tipo de recurso a esa carroña. Eso o están armados y bien organizados. Sea como sea, hay que andarse con ojo para entrar ahí. Quizás no disparen a un tipo con aspecto de emisario, o quizás sí, no hay forma de saberlo.

Miro a Allan y asiento. No es mala idea, pero no sé si serán tan idiotas como para arriesgar a un grupo en mitad de la noche. Eso sin contar con que la idea del fuego puede ser interpretada como un acto hostil, y que una vez que alguien salga quizás no se tome muy bien que haya tres tíos dispuestos a emboscarle. Aunque sea para decirle cosas bonitas.

Cojo un puñado de arena y me froto las manos. Miro a mis compañeros y les hablo en voz baja. -¿Qué coño hay dentro del invernadero?

Me rasco la nariz. Llevo un par de horas con un picor molesto de cojones. -No me digáis cualquier memez. Sabiendo lo que tienen, sabremos cómo se portarán.

-Yo propongo mandar un emisario. Yo mismo. -Miro a Eddie y me señalo con el dedo. -Iré sin armas y con la camiseta en la mano. 

Luego, de nuevo miro a Allan, y esta vez señalo su fusil. -Si me disparan podrás pegar un par de tiros y darmeuna oportunidad.

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30/03/2015, 00:42
Allan

Me encojo de hombros ante su pregunta de qué hay dentro del invernadero - Pues se supone que semillas ¿no?, a eso venimos. Igual hay alguna plantación de algún tipo de droga, eso explicaría que tengan tantos recursos.

Miro a Marcus de arriba a abajo ante su propuesta de ir él -No te ofendas tio, pero si no te conociera y te viera acercándote a mi finca lo mínimo que te daría es un tiro de advertencia ... -me quedo pensativo, le quito el sombrero a Eddie y se lo pongo a Marcus. Su aspecto ahora es el de un imponente bárbaro loco con sombrero elegante de una época ya pasada- Creo que así tendrás una oportunidad más, por lo menos se preguntarán que tornillo te falta en vez de disparar.

Eddie intenta quejarse ante el préstamo involuntario de su querido sombrero, pero le señalo con el dedo - ¿Prefieres ir tu en vez de él entonces?

Me tumbo entre unos matorrales cogiendo una buena posición para cubrirle con el rifle - Yo te cubro, pero tendrás que dejar todas las armas aquí. Ve con los brazos en alto, despacio y no avances en linea recta, que no sepan que trayectoria vas a llevar.

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30/03/2015, 00:57
Marcus

Me dejo caer en el suelo y sonrío, o eso creo, porque noto como el lado derecho de mi cara se tensa como una cuerda de ballesta.

-Bueno, ¿y qué coño les digo? Cojo el sombrero entre mis manos y lo giro. Está gastado pero aún puede dar mucha guerra. Casi como yo. -¿Que queremos ser sus amiguitos y entrar a rebozarnos en semillas?

Me levanto y dejo a Brenda, después de acariciarla un poco, para que no me eche de menos. Luego dejo la escopeta y me quedo mirando el puño americano. Podría meterlo en el sombrero y usarlo para salir de allí a hostias, pero no creo que supusiera ninguna diferencia. Y no quiero ir con un trozo de hierro en la puta cabeza.

Me pongo el sombrero de medio lado y me preparo. Puedo caminar haciendo eses, como si estuviera borracho. Y con la mano levantada. Pero en cuanto oiga un eco, saldré de allí por patas y me moveré como la lengua de una puta.

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30/03/2015, 12:06
Allan

Diles que sólo queremos comprar algunas semillas, es la verdad. En el caso de que no estén muy dispuestos a vender también podemos hacer algún trabajillo por ellos, se nos da bien meternos en y salir de follones.-acaricio el cañón del rifle- Si entras dentro, sal en menos de media hora y haznos señas sobre si es seguro o no acercarnos.

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02/04/2015, 12:27
Director

Con su peculiar aspecto Marcus camina desarmado hacia el invernadero. Los guardias no tardan en percatarse de su presencia, sin embargo se limitan a observarlo a través de sus miras durante unos instantes antes de volver a sus tareas de vigilancia.

La explicación a esta desidia la encuentras en una de las puertas, está entreabierta y ves como asoma el cañón de un rifle. Cualquier movimiento y el sombre de Eddie tendrá un nuevo agujero.
Marcus camina hasta la puerta y se detiene, parece que está conversando con alguien que no alcanzas a ver.

A tu lado Eddie entorna los ojos intentando vislumbrar lo que está ocurriendo.

- Tío, espero que no le pase nada a mi sombrero. ¿Sabes lo difícil que es encontrar uno igual?

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02/04/2015, 12:32
Director

Con el peculiar sombre de Eddie sobre la cabeza dejas la seguridad de la vegetación y te encaminas al invernadero. Atrás queda Allan y su rifle, cubriendo tu posible, y esperas que innecesaria, huida.

Los guardias no tardan en percatarse de tu presencia, sin embargo se limitan a observarte a través de sus miras durante unos instantes antes de volver a sus tareas de vigilancia. Supones que saben que el rifle que asoma de la puerta se está encargando de ti.
Sigues avanzando hacia la entrada y alguien desde el interior solicita que te detengas.

- Alto ahí, viajero. Bienvenido a la Santa Sede, lugar de peregrinación y cuna de la Iglesia de Apofis. Aunque podemos ver que aparentemente no llevas armas agradecemos que mantengas los brazos en alto como gesto de paz.

La puerta se abre un poco mas y un hombre de unos sesenta años se asoma parcialmente. Su larga melena blanca contrasta con la avanzada calvicie que extiende su frente hasta casi la coronilla.

- ¿Que te trae por aquí? ¿Vienes a unirte a la iglesia? Siempre aceptamos nuevos miembros que adoren a Apofis, el purgador.

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02/04/2015, 12:49
Allan

Observo desde la mirilla como Marcus habla con alguien, una vez a esa distancia poco puedo hacer para que no le metan un tiro, ahora todo depende de él. Me separo del rifle un momento, me dan ganas de encenderme un cigarro pero ya me quedan pocos y no quiero que llamemos la atención por mínimo que sea. Miro a Eddie de reojo:

Venga Eddie, no me jodas! - suelto una carcajada - Tu vida y la mía valen mucho más que ese puto sombrero. De hecho no se como cojones hemos conseguido que se preste voluntario para esta locura. Yo no lo habría hecho.

Observo pensativo desde la lejanía, si aún no habían disparado era buena señal.

Además, quien sabe, seguro que hay mujeres limpias y de buen ver ahí dentro. Habrá merecido la pena arriesgar el sombrero,je. -sonrío y le doy un leve codazo y vuelvo a la mirilla del rifle para observar de cerca, mascullando entre dientes- Tenemos que ir encontrando esposa si vamos a vivir cómodamente y convertirnos en granjeros.

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06/04/2015, 02:25
Marcus

Mentengo los brazos en alto. No me he comido todas las mierdas que me he comido para morir a las puertas de un iglú gigante. Aunque si algo he aprendido en este tiempo, es que a la muerte le importa un huevo cómo haya sido tu vida.

Por suerte para mi salud mental, esos tipos abren pronto la puerta y dejo de pensar en esas mamarrachadas. Antes no tenía tanto tiempo para pensar, o quizás menos ganas de hacerlo. Y podía actuar con una ligereza bastante agradable. Al menos para mí.

Entonces, sale ese tipo del interior. En cuanto veo su melena, me da la sensación de que ya le he visto antes. En otros lugares, montando otros chiringuitos. Es de esos que luego acaban ahorcados en las buhardillas de edificios en ruinas. Que antes de morir lavan el cerebro del prójimo para violar a quien se les ponga delante, para comerse el mejor plato o para quedarse bien resguardados cuando llueve el hierro. 

-Manda cojones, ahora me salen con Apofis.

Asiento, y no le miento cuando le respondo. -Podría ser, pero dudo que haya esperanza para alguien como yo.

Ya incómodo por el peso de mis brazos, continúo la breve charla. -Viajo con otros dos hombres. Me rasco la sien mientras busco las palabras. Quizás sea ese sombrero morado, pero me salen con cierta fluidez. Como si siempre hubieran estado ahí y solo tuviera que buscarlas.

-Intentamos hacer algo que merezca la pena. Tener un mañana. Carraspeo. Buscamos formas de ayudar. Aunque también nos gustaría sembrar nuestra propia comida. Termino, mientras señalo la enorme cúpula.

Quizás me vuelen el estómago ahí mismo, pero de momento la Santa Sede de Apofis ha iluminado mi Santo y Recto Camino al Infierno.

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07/04/2015, 17:56
Director

Puedes ver a Marcus frente la puerta principal del edifico, continúa hablando con alguien situado en el interior.
Los guardias siguen vigilando el perímetro, supuestamente ajenos a tu presencia o ignorándote como han hecho con tu compañero.

Eddie supervisa la situación, seguramente esperando que si disparan a Marcus no sea en la cabeza.

- Tío, no ha dudado en presentarse voluntario. ¿Y si nos traiciona? ¿Y si nos vende para ganarse su favor? Viaja con nosotros, sí, pero no tenemos objetivos en común. Y encima tiene mi sombrero, espero que regrese de una pieza.

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07/04/2015, 18:04
Director

El hombre asiente ante tus palabras.

- Sí, eso eso, nosotros también intentamos hacer algo que merezca la pena. Crear nuestro propio mañana, pese a que muchos de nosotros tampoco creíamos que hubiese esperanza para nosotros.

Da un paso y se muestra mas, como una señal de confianza hacia ti. Aunque cualquier merito desaparece sabiendo que al menos hay un arma apuntándote, y eso sin contar a los tiradores de las torres.

- Nuestra orden tiene ciertos... problemas. Los miembros no pueden hacerse cargo de todo, pero unos viajeros intrépidos puede que sean la solución. Por supuesto sabemos recompensar cualquier ayuda y colaboración, tenemos comida y todo lo necesario para generar más. Independientemente de que optéis por entrar a formar parte de la Iglesia de Apofis.

Cruza sus manos sobre su estomago y sonríe apaciblemente.

- Haz que tus compañeros se acerquen, que escuchen nuestra propuesta y lleguemos a un acuerdo. Si están por los alrededores pueden salir, nuestros hermanos no disparan sin preguntar.

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08/04/2015, 01:08
Marcus

Bajo los brazos despacio y los cruzo sobre mi pecho. Lo hago porque me duelen y porque me sale de los cojones. 

Miro al viejo a los ojos, y apenas puedo evitar que se me escape una sonrisa cuando cruza sus manos sobre el estómago y me mira con su cara de Santo. Por lo que sé, puede que estos tíos se alimenten de corazones de niñas vírgenes.

De todas formas, no pienso decirle a los otros que vengan. No soy tan estúpido. 

-Dime cuál es ese trabajo y hablaré con ellos a ver qué se puede hacer. Sonrío sin ganas. Es esa sonrisa que empleaba con los compradores de las caravanas. Los muy cerdos regateaban hasta que ya no les quedaba aliento. Era una sonrisa que solía acabar con las putas conversaciones.

-Queremos semillas. Levantar una granja. Acabar con esta mierda. Señalo hacia atrás con el dedo pulgar de la mano derecha. Atrás está el resto de mundo. Este erial que construyó Apofis con ayuda de su ejército de humanos hambrientos. -¿Qué nos ofreces y qué necesitas? 

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09/04/2015, 14:17
Allan

A falta de cigarro arranco una hierba seca y la pongo en mis labios mascándola levemente. Niego con la cabeza a las palabras de Eddie.

Dudo que nos traicione, al principio pensaba que sería un puto esclavista desalmado pero parece que últimamente está en busca de redención, quería traerse con nosotros a los chavales y hasta incluso se une a los patrulleros.

Además, aunque lo hiciera, ¿qué le iban a ofrecer por nosotros? somos dos don nadie muertos de hambre sin apenas posesiones.

Sigo observando, no puedo evitar sentir curiosidad por qué diablos están hablando durante tanto tiempo.

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10/04/2015, 16:50
Director

Viendo su rostro parece mostrarse complacido cuando aceptas escuchar su propuesta. Se asoma un poco mas para que puedas ver como gesticula.

- Nosotros tenemos semillas, herramientas e incluso libros sobre agricultura. Os podemos proveer de todo lo necesario para que viváis de lo que da la tierra, esa es mi oferta. Mi demanda me temo que no es tan agradable, un grupo de criminales ha raptado a una de nuestras novicias. Nuestros hermanos de batalla se dedican a proteger este lugar, de modo que no puedo prescindir de ellos para acudir al rescate de la pobre muchacha.

Su cara de pena parece tan ensayada como la forma de Eddie de colocarse el sombrero que llevas encima.

- Apenas son seis o siete bárbaros, están armados pero su afición por las drogas hace que apenas puedan tenerse en pie. Lamentablemente una de las escasas veces que estaban sobrios se llevaron a la chica. Se esconden a unos diez kilómetros hacia el este, en un viejo rancho destartalado. Traed a nuestra hermana y os llenaremos los bolsillos de semillas.

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13/04/2015, 16:12
Marcus

El viejo me está mintiendo, de eso puedo estar seguro. O casi. Porque aquella parece la típica historia de cuento de hadas que las niñas estúpidas apuntaban en sus diarios rositas. Antes de que ese color quedara primero abrasado y luego enterrado en ceniza y mierda.

¿Quién cojones iba a secuestrar a una niñita en esa fortaleza? ¿Realmente no tienen un puñado de hombres dispuestos a rescatar a esa virgen para tirársela después? Y, aunque no quisieran mojar sus churros, ¿no hay ningún tipejo medio decente que quiera echar una mano?

Me río, aunque por cómo me oigo casi parece un graznido reseco. -Si me das lo que te pido tendrás a esa niña. 

Puede que todo sea una patraña para servirnos en bandeja a un grupo de esclavistas. Quizás les envían carne fresca a cambio de protección o de paz. Solo así se explicaría que esa escoria respetara a esta secta. Pero bueno, al menos que no sea por intentarlo. Así que le doy las condiciones que harían que me jugara el cuello por esa puta novicia. Si es que esas palabras pueden ir juntas.

-Quiero una prueba de que tenéis semillas. Un adelanto. Noto el forro del sombrero incrustándose en mi calva reluciente y sudorosa. -Quiero que uno de estos nos acompañe. Señalo hacia los vigilantes. -Alguien que conozca el camino.  Levanto la ceja izquierda. -Además es justo que vosotros también os juguéis algo en esta historia.

Suspiro, deseando volver con los demás. -Y quiero saber si esos yonkis han pedido rescate y qué tipo de mierda se meten.

Miro hacia el Este. Hacia el territorio de los esclavistas. No confío en este tipo. Si se atreve a joderme y sobrevivo a la trampa, ya puede ir rezando a Apofis, porque pienso arrancarle la piel y hacérsela tragar.

Una vez aclarada toda esta mierda me reuniré con el señor púrpura y el señor pestilente. Ya sea para largarnos de allí y jamás volver o para ir a por la virgen María.

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14/04/2015, 09:49
Director

El viejo asiente complacido en cuanto aceptas, aunque su sonrisa se desdibuja levemente cuando presentas tus condiciones.

- Me parece justo, aunque no enviaré a un hombre solo con tres desconocidos. Os ayudaran dos de nuestros mejores hermanos, es lo máximo que puedo ofrecer sin comprometer nuestro templo.

Se aleja de la puerta para susurrar a alguien que no ves y después asiente para reafirmar sus palabras. No tardan en aparecer un par de tipos. Uno es un hombre veterano, camino de los cincuenta y con aspecto de tener bastante lucha a sus espaldas. El otro es unos diez años mas joven, tiene una fea cicatriz que le atraviesa la cara en diagonal y otra en la cabeza que le provoca una calva poco estética.
Portan fusiles de asalto a la espalda y pistolas en el cinturón. El veterano extiende la mano para entregarte una pequeña bolsa de plástico. En una etiqueta casi desdibujada puedes leer la palabra "tomate", en el interior ves una docena de semillas. Desconoces si realmente son de tomate, lo único que tienes claro es que son semillas.

El viejo amplia la información sin salir de la puerta, parece que no se oculta solo de ti realmente.

- Destilan su propio alcohol y creemos que usan pegamento para drogarse. Lamentablemente no han pedido rescate alguno, simplemente raptaron a la novicia durante una salida. Como he dicho, devolvednos a nuestra hermana y tendréis sacos como esa muestra que os acabamos de entregar.

Notas de juego

Si vuelves puedes incluir a Allan en el siguiente post.

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14/04/2015, 15:40
Marcus

Miro la bolsa al trasluz y me quedo un par de segundos mirando las semillas. Noto que algo despierta en un rincón olvidado y que sube por mi pecho hasta llegar a mis ojos. Pero no hay tiempo para mariconadas, así que guardo la bolsa bajo la camisa y asiento, mirando al viejo. -La traeremos. Le ofrezco mi mano, solo así se puede cerrar un trato. En este y en todos los lugares.

Me giro y me encamino hacia donde están Eddie y Allan. Saber que tengo la bolsa de semillas guardada bajo la camisa me hacer apretar el paso. Pero aún así, me presento a los tipos que vienen con nosotros. Parecen duros y van bien armados. -Soy Marcus. Voy mirando al suelo, así que me tengo que echar el sombrero hacia atrás para que no se me caiga. -Deberíamos entrar ahí por la noche y sin hacer demasiado ruido. O los esclavistas vendrán a por la carroña.

Entonces me acuerdo de que mis compañeros pueden pensar cualquier cosa. Así que levanto una mano en la dirección donde estaba Allan, y luego saludo con el sombrero. 

Cuando llego al punto de partida, le tiendo el sombrero a Eddie y le lanzo la bolsita de semillas a Allan. -Estos son dos hermanos de la Orden de Apofis... el purgador. Se me escapa una sonrisa lunática. No deja de tener gracia el asunto. 

Pero no estamos de picnic. Así que cojo mis armas, empezando por la escopeta, y me preparo para continuar el camino. No hay mucho tiempo que perder. -Nos han pedido que rescatemos a una... novicia, en un rancho que está 10 kilómetros al Este.

Me echo la escopeta al hombro. -Unos siete u ocho tíos colgados a base de pegamento y alcohol la raptaron hace poco. A cambio, nos darán semillas... Miro a Eddie. -Y hasta podremos hacernos beatos.

Mientras bebo un poco de agua, me acuerdo del otro detalle. -Creo que deberíamos entrar ahí por la noche y no hacer mucho ruido. O los esclavistas vendrán a olisquear.

Ya estoy listo para salir. -Y cuanto antes vayamos, mejor. Las vírgenes son un caramelo que no se vende barato.

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15/04/2015, 11:00
Allan

Observo algo receloso como Marcus se acerca con dos tipos armados. Miro a Eddie de reojo haciéndole un gesto para que se ponga las pilas y coja un arma por si acaso. Cuando ya están en frente nuestra nos presenta brevemente. Cojo la bolsa de semillas y las observo- ¿De qué son? un gesto de buena voluntad por su parte, imagino.

¿Orden de apofis? ¿purgador? -frunzo el ceño, todo aquello me suena a chino. Al parecer quieren que hagamos un trabajo para ellos, me parece justo.

Si te han mandado de escolta a estos dos tios no creo que vaya a ser tan fácil como ocho drogatas que no pueden ni con su alma. Pero está bien, me parece un trato justo. En marcha entonces.

¿Una virgen en estos tiempos? O es horriblemente fea o miente mejor que tu Eddie -le susurro y rio mientras comenzamos a andar.

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19/04/2015, 13:16
Director

Camináis hacia el este siguiente a los dos hombres que os acompañaran durante este trabajo. Apenas hablan pero podéis ver claramente como son.
Uno debe rondar la cincuentena y parece que en su vida ha luchado mas que dormido. Su compañero se acerca a los cuarenta años, tiene una fea cicatriz que le atraviesa la cara en diagonal y otra en la cabeza que le provoca una calva poco estética.
Por su edad seguramente tenían un trabajo y puede que una familia cuando llegó el apocalipsis. Ahora, como casi todo el mundo, son primero guerreros y después puede que carpinteros, agricultores o médicos.

Allan se ha guardado las semillas, según la vieja etiqueta de la bolsa se trata de tomate. Eddie se ha apresurado a ponerse su sombrero no sin antes soplarlo en un pobre intento de higienizarlo.

El paisaje sigue siendo bastante despejado, apenas hay algunos grupo de arboles diseminados cada cientos de metros. No tardáis en encontrar el rancho. Una valla de madera acota la zona donde hace mucho se guardaba y entrenaba a los caballos. Las caballerizas tienen el techo hundido y parece que una parte del edificio se ha desplomado.

A unos veinte metros hay una casa, tiene dos plantas y todas las ventanas del piso bajo están tapadas con listones de madera procedentes de la valla.
La oscuridad comienza a hacerse patente, la luz de la luna apenas puede penetrar la gran capa de nubes del cielo. No veis movimiento ni en la casa ni en el establo. Rodeáis la zona para buscar otro angulo pero no os facilita nada. En la entrada de la casa han construido una especie de pasillo con troncos clavados al suelo, para entrar hay que recorrerlo obligatoriamente.

El veterano usa la mira de su rifle de asalto y os habla sin dejar de observar la entrada.

- Nosotros os cubriremos desde aquí. Esa escoria estará drogada, si entráis y sacáis a la novicia puede que ni se den cuenta de que estáis allí.

Hace una pasada visual por la casa y los alrededores.

- No parece que haya nadie de guardia, deben estar todos dentro. Entrad en silencio y estaremos en casa para cenar.