Partida Rol por web

APOFIS

JOEY

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29/05/2014, 20:08
Director

El doctor intenta sin éxito disimular su sonrisa cuando detectas el engaño. Asiente con la cabeza, como dándote la aprobación y confirmando que realmente tu historia es real.
Pone el arma en el extremo mas lejano de la mesa y se levanta cuando te comienzas a desvestir junto a la camilla.

- Es imposible que sutures esa herida correctamente, ademas necesitaras analgésicos.

Va tras el biombo y regresa con un par de guantes. Coge el kit de sutura y te indica con la mano que te gires dándole la espalda.

- Ya que eres colega, y aunque hayamos empezado mal, déjame encargarme de esa herida. Si se hace bien requerirá muchos menos puntos de sutura y será mas fácil quitarlos una vez cerrada.

Comienza a preparar todo mientras sigue hablando, esperando a que le detengas o hagas lo que te ha pedido.

- Las fichas, la ficha, es la moneda de esta región. El trueque es bastante limitado y el dinero antiguo crearía una inflación imposible de manejar. Alguien encontró las fichas, pertenecían a un parque de atracciones situado no muy lejos de aquí. Era una cantidad limitada y bien usadas podrían servir como moneda de cambio. Los comerciantes empezaron a usarlas y poco a poco se fueron haciendo indispensables. Por eso necesitas fichas si quieres conseguir algo por aquí.

Al mencionar un trabajo para conseguir fichas el medico suspira pensativo.

- En Nolan todo está cubierto, no es tan prospero como para necesitar ampliar sus servicios. Sin embargo Telos, hacia el Este, es un lugar al que realmente podemos llamar ciudad. Tiene muchos habitantes y con los suficientes conocimientos de medicina puedes enriquecerte fácilmente. Incluso si hay otro medico, apuesto a que no da basto y necesita ayuda... o competencia.

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31/05/2014, 10:53
Joey

Al ver acercarse al médico con los guantes y demás parafernalia, Joey sonríe para sí mismo.

–Hombre, si lo puede hacer usted, pues mucho mejor, la verdad, porque no veo una mierda –sonríe satisfecho–. Aunque, eso sí, mejor dejamos los anestésicos para más tarde –se apresura a añadir– Soy capaz de soportar más dolor que la mayoría de la gente.

Al oír que no hay trabajo en Nolan, la decepción se hace patente en la cara de Joey, por mucho que continúe con la noticia de otro pueblo más grande.

–Telos, ¿eh? ¿Y a qué distancia está? Porque tal y como estoy ahora, sumado a lo que va a doler lo que está por hacer, no sé qué tal podría llegar. Además, necesito comprar comida y... cosas, para poder llegar sin problemas, y estando sin fichas va a ser complicado.

Joey habla más al aire que directamente al doctor, sabiendo que no va a darle ninguna ficha ni opción a conseguirla en este momento. Poco a poco, se va tumbando boca abajo sobre la camilla.

–Por casualidad no conocerá al médico que tienen allí, ¿no? Ya sabe, cómo es, si estaría dispuesto a aceptarme como socio y esas cosas. Ya sabe lo que se decía antiguamente: "la información es poder".

Una vez que, finalmente, apoya la cabeza sobre la camilla, se gira y mira directamente al doctor Randall por primera vez desde que le ha hablado de Telos.

–Bueno, qué, ¿empieza?

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02/06/2014, 23:20
Director

Mientras cose tu herida el doctor va resolviendo todas tus dudas.

- Telos se encuentra a unos cincuenta kilómetros de aquí. Antiguamente se tardaba casi una hora en llegar, eso si, en coche. Ahora tardaras tres días, puede que cuatro. El camino no es precisamente recto. Atravesar el bosque no hará que atajes mucho, evitará encuentros indeseables pero te expondrá a la fauna local. Por el camino hay algunos asentamientos, puedes viajar con calma y descansar.

Notas como el hilo quirúrgico pasa por tu piel y sientes como te quema cada vez que Randall tira de él.

- Mi consejo es que busques algún grupo que viaje hasta allí. Hay comerciantes que aceptaran tu compañía e incluso compartirán su comida si les ofreces protección. También hay viajeros que regularmente visitan Telos y pasan por aquí, si coincides con alguno de ellos puedes acompañarlos. Eso si, dejo a tu buen juicio fiarte de ellos.

Termina y coloca un apósito para tapar temporalmente los puntos.

- No conozco al doctor de Telos, y hablo de memoria cuando digo que hay uno. Puede que seas el primero que ven en años, aunque lo dudo en vista del nulo turismo sanitario que tenemos por aquí. No creo que tengas problemas para encontrar algo que hacer allí, como ya he dicho es una ciudad muy grande.

Recoge el kit de costura y se lava las manos tras el biombo. Después vuelve y se apoya sobre su mesa.

- Si quieres puedes ir al bar y preguntar si hay alguien que vaya a Telos o que necesite ayuda con algo, de ese modo puede que te ganes algunas fichas. Aunque en Nolan tendemos a resolver nuestros propios problemas, pero nunca se sabe.

Notas de juego

Tira 1D6 a ver cuanta salud recuperas.

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03/06/2014, 12:20
Joey

La comezón que le produce la aguja y el hilo pasando a través de su piel hace que los músculos alrededor de la comisura de los labios se le tensen a Joey. Sin embargo, trata de evitar que se le note más allá, incluso tratando de esbozar alguna sonrisa durante el proceso.

Cada palabra que iba pronunciando el doctor Randall se iba guardando en la memoria de Joey. Telos, cincuenta kilómetros, posibles asentamientos... Hasta que pronuncia la palabra "bar".

–Espere, doc. El bar ese del que habla, ¿es el local de Lucy? Porque creo que no sería mala opción buscarme algún trabajito por aquí mientras reúno a un pequeño grupo para que me acompañe a Telos. Seguro que alguien necesita ir a hacer alguna cosa y no les importará que les acompañe.

Poco a poco, y una vez que el doctor se sienta en su mesa, Joey se pone la camisa, torciendo el gesto al levantar los brazos. 

–Gracias, doctor, ha hecho un buen trabajo, aunque no pueda verlo. No es muy habitual que la gente haga un trabajo gratis. Si mientras sigo por el pueblo necesita algo, no dude en decírmelo.

Al terminar de hablar, se acerca al doctor tendiéndole la mano para, posteriormente, encaminarse hacia El Rincón de Lucy, al que entra como si fuese su casa.

- Tiradas (1)

Motivo: Recuperar salud

Tirada: 1d6

Resultado: 3

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05/06/2014, 11:52
Director

El doctor se despide con la mano mientras sales de su consulta. Te encaminas hacia el rincón de Lucy y descubres que se trata de una tienda, te giras confundido y ves el bar a unas pocas casas de allí. Sin mas entras.

El bar es sencillamente la planta baja de una casa de dos pisos. Por lo improvisado de todo el mobiliario supones que se puso en marcha tras la hecatombe.
Las tres mesas pegadas a la pared izquierda son cada una de un tipo, igual ocurre con las sillas. A la derecha esta la barra, a poco mas de metro y medio de las mesas. Al fondo hay una puerta con un cartel de aseos encima y al lado una escalera que conecta con el piso superior.
El lugar esta casi a oscuras, no hay luz en el interior y se ilumina con la poca claridad que hay a estas horas del día.
Pese a ello puedes ver la cara de la gente, apenas hay tres personas en el local. Una de ellas es la camarera, situada tras la barra y charlando amistosamente con un hombre que debe rondar los sesenta años.
Al fondo de la barra hay otro hombre, sentado en un taburete y apoyado contra la pared, sujeta un vaso con lo que parece vino tinto. Su mirada permanece perdida en algún punto del suelo y regularmente da pequeños sorbos a su bebida.

En cuanto te ve la mujer se acerca a ti sin perder su amplia sonrisa. No debe superar los veinticinco años, viste una camisa a cuadros con un escote comedido y su larga melena rojiza esta sujeta formando una coleta.

- Hola, hola, forastero. Si estas sediento yo tengo la solución, si lo que necesitas es comer también puedo preparar algo que te sabrá mucho mejor que cualquier cosa que haya vivido los últimos diez años en una lata. Pero antes de nada, solo acepto fichas. Si no tienes ninguna Lucy te puede comprar con ellas cualquier cosa que le sea útil.

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06/06/2014, 18:31
Joey

Mientras hablaba, Joey no podía dejar de imaginarse sentado en un sofá, frente a una chimenea, con la pelirroja camarera junto a él.

–Vaya... Suena bien, preciosa, pero me temo que no –al darse cuenta que sus ensoñaciones le habían dejado clavado a medio entrar en el bar, comienza a andar hasta sentarse en uno de los taburetes, a un par de distancia del anciano que habla con la camarera–. Aun sabiendo que un trago y una buena comida me sentaría realmente bien, no vengo buscando eso. Me llamo Joey y me he pasado la última hora hablando con el doctor Randall y me ha asegurado que este es el sitio ideal para ayudarme... –Se queda callado nada más terminar la frase, para, tras unos segundos, añadir–. Y después de verte, estoy convencido de que así es.

La mirada de Joey se desplaza hacia el hombre sentado al fondo de la sala, al que mira con curiosidad, pero tras verle dar un par de sorbos a su vaso, vuelve a centrarse en la camarera.

–Me gustaría poder hablar con todas las personas que no vivan permanentemente en el pueblo, tengo una propuesta para ellos. ¿Crees que podrías conseguir que vinieran todos? –Y antes de que pudiera siquiera parpadear, y mucho menos aún responder, vuelve a la carga exhibiendo su mejor sonrisa–. Por cierto, no me has dicho tu nombre.

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08/06/2014, 23:54
Director

La muchacha te escucha sin perder la sonrisa, sin embargo su expresión cambia cuando solicitas la presencia de todos los no residentes.

- Me halaga que pienses que tengo ese poder de convocatoria, pero dudo que alguien me haga caso sin saber realmente el propósito. Sin embargo lo que pides es realmente sencillo, esta mañana se marchó la última caravana, así que ahora mismo solo hay tres forasteros en Nolan.

Se alza y mira por la ventana, parece que busca con la mirada algo en la plaza. Tras unos instantes recupera la sonrisa.

- De hecho están allí, justo frente a la casa del viejo Hob. Esos dos hombres han llegado hoy mismo y, por lo que me han dicho, se irán mañana. Si quieres esperar a una caravana o solo te sirven viajeros puede que tengas que estar aquí unos días, Nolan no es muy concurrido.

Miras por la ventana y ves a un par de tipos de espaldas, parece que están hablando con un hombre mayor. Deduces que el hombre mayor es del pueblo ya que es el único que no lleva mochila.

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13/06/2014, 22:12
Joey

Mientras mira por la ventana, Joey sufre un escalofrío. Joder, esos dos tíos me recuerdan demasiado a los mamones que me han saltado. Ni loco pienso irme con ellos, antes me voy solo. Antes de hablar, trata de recomponer sus pensamientos.

–Bueno, preciosa, estoy convencido de que podrás conseguir que se junten algunos de los habitantes de Nolan, ya que no hay forasteros. Diles que me gustaría proponerles un negocio, algo que ver con Telos. Y si siguen dudando, diles que el doctor Randall me conoce y aprueba lo quiero conseguir.

Durante su mini discurso Joey echa la que siempre había sido su sonrisa de ligar, o, como le gustaba a él llamarla, la sonrisa de dar buenas noticias a las hijas de sus pacientes. Nunca le había fallado. Espero que ahora tampoco lo haga.

–Yo aún tengo que pasarme por el rincón de Lucy a ver si puedo comprar algo. Volveré por aquí dentro de una hora, ¿de acuerdo? Aunque no puedas traer a todos, por favor, trata de reunir a los que puedas.

Aún manteniendo la sonrisa abre la puerta del bar y, sin llegar a salir del todo, se gira.

–Ah, y gracias.

Finalmente sale y se dirige a la tienda de Lucy.

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14/06/2014, 10:32
Director

La camarera se encoge de hombros y levanta las palmas de las manos.

- Haré lo que pueda, pero nadie se fía de los forasteros.

Te devuelve la sonrisa, aunque notas que es un gesto bastante ensayado y con mas intención comercial que sinceridad.

Sales de allí y te diriges hacia la tienda.
El Rincón de Lucy es un claustrobofico local lleno de estanterías repletas de objetos cuya utilidad en el mundo actual es bastante reducida.

Casi se podría llamar el Museo de Lucy, en vista de la antigüedad del material; o también el vertedero de Lucy, pues la mayoría de las cosas que posee se podrían considerar basura.
Hay un par de cajas metálicas en una esquina, son parte del surtido de la tienda pero parecen servir como cajas fuertes.
Al fondo hay una puerta con barrotes que da a una pequeña habitación, parece ser su dormitorio pero no puedes ver mucho mas. No hay otra planta, de modo que si vive aquí lo debe hacer en la trastienda. Desconoces si hay alguien allí.

No tardas en ver a la que supones es Lucy, una mujer de unos cuarenta años con el pelo corto y peinado con poca dedicación. Se acerca a ti mientras te examina visualmente.

- Otro visitante, espero que tengas algo que ofrecer, los últimos no han traído nada interesante.