Partida Rol por web

Cuando finalmente llegamos al lugar asignado para los viajeros me permití quitarme finalmente el bolso de viaje, soltando un largo suspiro mientras daba un vistazo a toda la belleza de ese sitio, toda esa gran vista y la montaña que nos ocultaba del frío viento del norte. Y así por primera vez en el viaje empezaría a silbar, una tonada calmada y suave en un volúmen bajo mientras sacaba una de las tiendas que traje y empezaba a armarla con calma, escuchando la conversación de Trinity y el tal Tobías, que al parecer no era un niño como pensaba.

Por su comentario no puedo evitar reír, y aún dándole las espaldas y siguiendo con la tienda digo. -Mejor calvo que muerto, aunque conozco a alguna personas que preferirían estar muertos... Lo máximo que podría pasar es que esa cosa verde haga que el cabello lo tengas más suave.- Y entonces di el último martillazo al clavo de la tienda, mirando con satisfacción como estaba lista, antes de darme la vuelta y ver dichas flores en el cabello del chico. Por su pregunta me limité a encogerme de hombros antes de buscar de nuevo en mi mochila, y sacar de ella otra tienda la cual le mostré al grupo. -No sé que tan preparados estén, pero si hace falta traje otra tienda de acampar, ¿A alguno le hace falta?-

La noche pasa sin incidente alguno, el fuego de la hoguera os mantiene calientes a pesar de que la temperatura baja algo por la noche, pero es mejor que aguantar el calor del medio día, aunque lentamente se va haciendo más agradable a medida que se acerca el otoño. La cena con las raciones de carne seca y los champiñones de Trinity resultan ser todo un manjar que no solo os sirve para llenar los estómagos sino que parecen tener propiedades reconstituyentes.

Os despierta la brillante luz del día y descubrís que la noche ha pasado sin ningún altercado. Al parecer ni los animales ni las plantas salvajes se acercan a ese lugar. Tobías se revisa el cabello y descubre con alegría que, ciertamente, aquella sustancia había hecho maravillas con su pelo, ahora más suave y brillante, aunque lo que había guardado en la cantimplora ahora olía a agua de pantano estancada y muerta...

Aprovecháis las primeras horas para tomar algo de comida y recoger el campamento, procurando dejar todo más o menos como os lo habéis encontrado y comenzáis con el ascenso por la montaña. El viaje va a ser largo, pero al menos vuestra primera noche al raso ha sido bastante tranquila.

Los primeros tramos de ascenso son bastante tranquilos y los caminos, aunque muy poco transitados, están en muy buen estado. Los altos árboles de la base han sido sustituidos por matorrales bajos y todo está cubierto de un verdor brillante que os relaja la vista. A la lejanía podéis ver manadas de animales que viven sus vidas tranquilas en comunión con la naturaleza, y dado el aspecto fiero de algunas de esas bestias dais gracias a estar lejos de zonas más peligrosas. Vuestra primera etapa del viaje termina en un pequeño terraplén cerca de una formación rocosa que os sirve como barrera contra el viento que empieza a soplar con verdadera fuerza a medida que ascendéis. Sin leña consistente, os tenéis que conformar con un pequeño fuego protegido de las corrientes de viento que se arremolinan sobre las paredes de piedra, y aunque pasáis un poco de frío y necesitáis más protección durante la noche, no llega a ser realmente tan incómodo como el ruido de las aves nocturnas resonando por doquier.

Con todo, aunque os cuesta dormir más que unos kilómetros más abajo, conseguís pasar una noche más o menos tranquila. El suelo está duro, las piedras están afiladas y no termináis de encontraros cómodos, pero al menos habéis podido descansar vuestros músculos, fatigados por el viaje que habéis acometido hasta ahora.

Ligeramente somnolientos, apuráis las raciones de viaje y continuáis la marcha.

A las pocas horas de viaje, el camino se estrecha serpenteando peligrosamente por la ladera de una pared de piedra que ofrece más bien poca seguridad. Aunque podéis pasar de uno en uno, el suelo bajo vuestros pies no ofrece demasiada seguridad, y es un buen sitio para que las aves depredadoras os hagan una emboscada. Un paso en falso, un simple descuido, y os espera una caída de unos diez metros por pared vertical que termina en una no menos peligrosa ladera empedrada...

***

Todos deberéis pasar una Prueba de Destreza + Atletismo, Dificultad 7. Se necesitan al menos 2 éxitos para pasar sin problemas.

Una vez hayáis tirado todos, seguimos con el viaje (tranquilos con las provisiones, vais a tener oportunidad de conseguir comida y agua en breve)

Un solo tajo, un arco de sangre verde trazado en el aire y la criatura callo muerta a un lado del samurái. La mitad superior de su cabeza salio volando por los aires, dejando una estela verde tal como la cola de un cometa y de la parte inferior brotaba una cantidad significante de sangre que se confundía con el suelo verde. Cuando el samurái volvió a ponerse en guardia esperando a su próximo enemigo, se percato de que ya no habia necesidad de seguir luchando, pues las bestias restantes tomaron la decisión correcta y escaparon del grupo.

Harosuki agitó su espada con fuerza en el aire haciendo saltar la sangre fuera del metal, y luego la enfundó con la elegancia y presencia que todo samurái debe tener al final de un combate. Después de enfundar su katana, llevo su mano de nuevo hacia su nuca, donde presiono otro botón. La mascara volvió a reaccionar y esta vez se retrajo detrás de su cabeza. Tomo una respiración profunda y se dio la vuelta hacia sus compañeros. Todos parecían estar tan bien como el o incluso mejor. Eso era algo bueno, tener compañeros inútiles seria de lo peor que le podría pasar, y parecía que hasta el chico (Quien se identifico como Tobias) seria mas útil de lo que aparento en un principio, aunque su actitud relajada seguía molestando a Harosuki. Quedarse calvo por matar unos seres extraños o peor aun, convertirse en uno de ellos era una idea estúpida… Aunque considerando que Harosuki no conocía nada de este tipo de criaturas, ni de como funciona la naturaleza, le pareció una opción posible en primera instancia.

- Volverte una planta como esas es una posibilidad que debes tener en cuenta muchacho. Deberías asegurarte de que no halla entrado nada en tu boca.

Harosuki no era una persona tonta ni mucho menos, pero cuando se trataba de la naturaleza se podría decir que no era el mas listo al fin y al cabo.

Durante el camino Harosuki ni intento buscar algo para comer. Conciente de su propia ignorancia de la naturaleza temía que era capaz de seleccionar algo así como una seta venenosa o algo por el estilo, así que decidió mantenerse al margen y solo siguió el camino que les indicaba la guiá del grupo. Para el momento en que llegaron a ese “campamento” Harosuki decidió que por lo menos debía buscar algo que hacer para ayudar al grupo. No seria como el niño quien se dedico a dibujar, el seria “productivo” (o por lo menos así es como lo veía el) así que fue en busca de leña para hacer una fogata.

Cuando Maxerll se puso a silvar su tonada melancólica, Harosuki se sentó en seiza y cerro los ojos para meditar al tiempo que disfrutaba de la tonada del mercenario. Así entro la noche. Calentados por la hogera y alimentados por las raciones que tenían. Al terminar de comer agradeció por los alimentos con cordialidad, en especial a Trinity por sus champiñones y se acostó a dormir.

De nuevo, Harosuki se despertó por reflejo mas temprano que los demás. Dedico los primeros de la mañana a meditar de nuevo. Estaba en una misión, necesitaba tener la mente fresca lo mas que pudiese. Entonces, después de arreglar todo, el grupo prosiguió con el viaje. Esta jornada fue mas tranquila que la anterior. No se encontraron con ningún otro animal mitico frente a frente ni tampoco se enfrentaron a ningún otro grupo de criaturas extrañas. En otras palabras, todo salió bien esta vez, sin embargo, Harosuki no pudo dormir esa noche mas de tres horas. Estuvo despierto durante la mayor parte del tiempo. Habia algo que le impedía dormir, ya sea el mismo u otra cosa desconocida, al final es imposible saber. Se dedico la mayor parte del tiempo a entrenar, no tenia nada mas que hacer al fin y al cabo.

La mañana siguiente llego y la próxima jornada empezó al poco tiempo de que sus compañeros se despertaran. Otra vez no ocurrió nada peligroso, hasta que llegaron a un terreno problemático. Harosuki estaba seguro que la mayoría de sus compañeros no tendrían problemas, y lo mas probable es que el tampoco, pero por mera seguridad, decidió que lo mejor era que el pasase de ultimo, pues su cuerpo era el mas grande y podría estorbar a los demás si algo llegase a pasar. Aun así, la idea de pasar por allí no le gustaba mucho.

- Señora Trinity. ¿esta segura que esta es la única ruta? No protestare si no hay mas opción pero aun así, seria mejor si pudiésemos encontrar otra ruta.

 El pelirrojo remarcaría sus intenciones de no perder el tiempo ni las energías con criaturas como esas cuando estas emprendieron su retirada y él no hizo esfuerzo alguno por detenerlas, soltando un suave suspiro antes de dirigir una mirada a su grupo, esperando que estos le pudiesen confirmar su estado.

 -Uhm… -asentiría a modo de aprobación a las felicitaciones dadas por Trinity, antes de prestar mayor atención al chico que había sido víctima de la extraña masa verde de aquellas plantas. Por un momento pensó que el aquel limo provocaba a Tobias alguna especie de dolor por la manera en la que se retorcía en el suelo, pero parecía que el chico simplemente tenía debilidad a esas cosas… -. ¿A quién me recuerda…? -pensó en sus adentros sin poder evitar comparar al chico con cierto conocido que también se habría intentado quitar el limo a toda costa, aunque en el caso de esta persona lo habría hecho de manera más decente que tirarse a rodar en el suelo…

 Durante el recorrido Virgilio se ahorraría el esfuerzo de reunir provisiones de cualquier tipo, tal como haría Harosuki, tomándose las molestias de esperar a aquellos que se detuviesen a recolectar y darles una pequeña ayuda si era necesario, siendo que en su caso, más que no tener conocimiento, no parecía particularmente interesado en recolectar nada.

 Llegados entonces al primer punto de descanso, el pelirrojo se uniría a Maxwell al sacar de su equipaje una tienda de campaña para armar, siendo que a diferencia del mercenario él no tarareaba nada mientras la construía, acabando justo a tiempo para atender a Tobias y su preocupación por el limo.

 -Solo está afectando tu cabello, ¿no? Podrías raparlo y ahorrarte preocupaciones… -concluyó el pelirrojo con completa neutralidad, ocultando la sorpresa que le causaba la verdadera edad del chico así como su manera tan rápida de cambiar de actitud. -. Al menos ve el lado positivo…

 Virgilio se despediría del grupo luego de cenar, dirigiéndose a su tienda para poder descansar y estar listo al amanecer, siendo que para cuando saliese el sol el pelirrojo saldría pocos segundos después de Harosuki al exterior, observando los alrededores en busca de alguna irregularidad que no encontraría: fue una noche tranquila, algo que se agradecía...

 Para el hombre aquella noche de paz sería un prólogo para las verdaderas amenazas que la subida les tenía preparada, con un camino que a pesar de regalar hermosas vistas y curiosos entornos, se convertían en una incomoda molestia al momento de descansar, un martirio que muchos seguramente no soportarían, pero que en el caso de aquel grupo no tenían opción, siendo que a diferencia del samurai Virgilio sí que intentaría dormir lo más posible.

 Habiendo despertado y partido, se encontrarían nuevamente con otro obstáculo, tratándose esta vez de un camino peligroso por sí solo, al que se podían sumar las criaturas que podrían ver al grupo como una presa apetitosa a la cual tirar…

 -Uhm… -y a diferencia de Harosuki, quién se detendría a solicitar a la perfecta otras posibilidad, Virgilio simplemente empezaría a avanzar por la ladera, con su mirada neutral y ambas manos metidas en los bolsillos. De vez en cuando se inclinaba hacia el vacío, como si su cuerpo hubiese perdido el equilibrio al no querer chocarse con la pared y estuviese apunto de desplomarse, pero de manera casi robótica volvería a incorporarse hacia el centro para continuar avanzando.

Pase mis dedos por mis cabellos con una sonrisa las flores seguían intactas no me molestaban para nada, quizás ser empapado por ese limo verde no había sido tan malo pero por lo que pude ver las flores habían crecido despues de de que moje el limo, una sonrisa apareció en mi rostro mi cabello si aprecia estar mas suave -Creo que solo me crecieron las flores no es la gran cosa con el tiempo se caerán, aun así me gusta como de ve, hacen resaltar mis ojos- Intentaba no tocar mi cabello para dejar las flores en paz, la noche era bastante bella me quedaría haciendo vigilancia aunque realmente lo que había era dibujar, mientras la luna se movía en el cielo yo seguía dibujando, cuando el sol estaba asomándose por el horizonte, las demás paginas de mi libreta estaba llenas de retratos de los demás miembros del disparejo grupo, no tenia que mirarlos mas, ya les había dado un buen vistazo a cada uno.

Al ver los rayos del sol me sorprendí por que había pasado toda la noche dibujando miraría mi cabello y lo tocaría un poco estaba realmente suave y brillante, guardaría aquella libreta en mi bolsa y tomaría el frasco de limo para llenar mi cabello un poco mas quizás había descubierto un nuevo acondicionador natural, aunque mi rostro alegre se volvería una mueca de desagrado puro al abrir el frasco y sentir ese desagradable aroma semejante a un pantano, taparía nuevamente el frasco por suerte el olor dulce de mi ropa y bolsa amortiguaban el olor que se pudiera filtrar.

Sonreí acercándome a los demás para comer con ellos alegremente aunque sin decir mucho, no iba a alardear los retratos que hacia de ellos por mejor que me hubieran quedado, al terminar de comer tome mis cosas y ayude a recoger las de los otros para poder emprender nuevamente el viaje, mientras avanzábamos sonreí me gustaba ver tanto color como animales mis ojos volvían a moverse de un lado a otro viéndolos cuidadosamente para poder retratarlos cuando llegara la noche, aunque mi entusiasmo me empujaba a ir a tocar alguno mi conciencia mezclada con un instinto de supervivencia primario me advertían no hacerlo, seguí caminado ya era algo cansado mis pies se empezaban a sentirse pesados y comenzaban a arder un poco.

Aunque me sentía agotado al ver aquellas estructuras de piedra que terminarían en un estrecho camino ver a el pelirrojo pasar tambaleándose un poco me haría sonreír de oreja a oreja -Se ve bastante divertido, siempre salto entre los techos de la ciudad o me muevo entre callejones y pequeñas brechas- Aun manteniendo la emoción inicial caminaría por aquel borde como si de un juego se tratara moviendo un pie tras otro como si fueran saltos consiguiendo cruzar de tres saltos aunque igual soltaría un suspiro aliviado al llegar al otro lado -Deberíamos informar lo que vemos por estas zonas incluso podríamos armar un pequeño puente o hacer algo para que la caída no nos cuente un par de brazos rotos- Con una sonrisa pensaría un poco sobre lo grande que era el cuerpo de Harosuki comparado con el resto, me dirigiría a Virgilio aunque no conseguía recordar su nombre -¿Si alguno se cae podrías usar tus ojos locos para atraparlo?.

          - Muchas gracias guapo por tu generosidad!   Yo traje un saco para dormir debajo de las estrellas, pero si a ti te sobra una tienda yo te la agradecería si a nadie más le hace falta! -.    Responde Trinity con aparentemente agradecimiento, más por darle valor al detalle del mercenario a creer necesitar su ofrecimiento y le sonríe solo un momento mientras toma la tienda y la arma de manera estratégica para que el campamento pueda ser de fácil defensa en caso de un intento de ataque por bestias en la noche, entonces solo se queda despierta para hacer la guardia que le toque y descansa el resto de la misma.

         - Aunque no soy la guía, sino la líder del grupo podría revisar en el mapa si hay alguna otra opción!    Pero si no es así debemos intentar cruzar el angosto recodo uno por uno! -.    Responde Trinity al samurai mientras qué revisa el mapa y si no hay una mejor opción le indica a Harosuki que será el último en intentar lo

Al día siguiente continuamos tranquilos el viaje, y a pesar de un ligero dolor de espaldas que me dio al dormir en el otro lugar donde descansamos, no tenía ninguna otra molestia. De momento solo estuve siguiendo al grupo, y al igual que Tobías no paraba de mirar a mi alrededor con cierta maravilla, pero una vez llegados el momento de cruzar por esa ladera me sentía nervioso, tanto que al ver el vacío llegué a palidecer un poco, pero a la hora de ser mi turno de cruzar logré recuperar el color y la valentía, pasando sin ningún problema por allí, enfocándome solo en el grupo que iba delante de mi.

Una vez superado el primer escollo en vuestros ascenso descubrís que tres horas después la ruta está bloqueada por un desprendimiento. Revisando el mapa no encontráis una ruta alternativa; vuestras opciones serían limpiar las enormes piedras con cuidado para despejar el camino, lo que os llevaría demasiado tiempo y no disponéis del equipo adecuado, o intentar una escalada, lo que podría ser si cabe más peligroso.

Por suerte, los sentidos entrenados de Trinity descubren una ruta alternativa; un poco hacia el oeste, escondido entre enormes formaciones de piedra hay un camino que se abre paso a través de la piedra, al parecer cientos de años de erosión por un pequeño arroyo han abierto una grieta en la piedra que os podría ofrecer una ruta alternativa. Es arriesgado y es posible que os retrase un poco en el camino, pero decidís seguir el instinto de la mujer.

Una vez pasáis por la primera formación de piedras descubrís un camino de piedra, no solo aprovechando la propia erosión, sino que alguien, hace mucho tiempo se molestó en enlosar el camino; las piedras están desgastadas y cubiertas de musgos, pero se puede ver perfectamente un exquisito y meticuloso trabajo de orfebrería. Siempre guiados por el mapa, os adentráis en lo que suponéis es una ruta que hace varios siglos que no se usa; el silencio es sepulcral y el camino se abre paso entre imponentes paredes de piedra que ascienden siete metros por encima de vuestras cabezas. Al final del camino llegáis a la entrada de una antigua mina abandonada; el arco de la entrada ha sido esculpido especialmente en piedra en un esquema que ninguno conoce; parece muy antiguo y está finamente ornamentado, especialmente diseñado para soportar el paso del tiempo. A ambos lados de la entrada se han colocado un par de pebeteros que hace mucho tiempo que se vaciaron, el metal está corrompido por la humedad del ambiente y apenas queda una forma que recuerde su antigua gloria.

El viento avanza incansable por la boca de la cueva, trayendo el olor a muerte y putrefacción desde su interior. Os detenéis un momento a explorar vuestras opciones. Si la mina sigue un camino más o menos recto debería dejaros incluso más cerca del refugio de la montaña que siguiendo la ruta inicial, ahorrándoos varias horas de viaje.

Siempre y cuando la gruta siga un camino recto.

               El derrumbe había sido solo un pequeño inconveniente para la Perfecta. Un obstáculo que podría solventar sin grandes esfuerzos.         Los sentidos desarrollados de Trinity y sus implantes la habían revelado hacía un rato que había un segundo camino que podrían tomar; estaba oculto y seguramente nadie lo hubiera transitado en mucho tiempo, pero era mejor que jugar la vida contra la montaña.

              Por desgracia el camino daba directamente a una caverna bastante extraña y siniestra; aunque las sensaciones de miedo o sospecha estaban fuera del alcance de la mujer, eso no hacía que fuera descuidada.      El olor a muerte nunca traía buenas noticias y las formas elaboradas aunque desconocidas hacían sospechar que ese sitio había sido específicamente escogido con fines desconocidos.       Sin embargo era mejor arriesgarse que atorarse con una ruta bloqueada, aunque su instinto de supervivencia la hizo sopesar una vez más todas las opciones junto con sus compañeros de viaje.

              -¿Que es lo que piensan, caballeros?- el tono de voz de Trinity no emitía ningún tipo de emoción- Esta tumba no parece el mejor camino, y aún estamos a tiempo de intentar despejar el derrumbe para seguir con nuestra ruta inicial. ¿Alguna otra idea o sugerencia?

 Poco luego de haber cruzado, Virgilio se daría la vuelta para observar al resto mientras escuchaba como Tobias continuaba desprendiendo aquellos aires de alegría y confianza. No podía negar que todo aquello tenía cierto encanto que no se podía vivir todo el tiempo en la ciudad, pero desde el punto de vista del pelirrojo el chico tal vez se lo estaba tomando muy a la ligera… Aunque teniendo en cuenta los peligros que tenía preparado el camino, tal vez no estaba de más vivir como si fuesen los últimos minutos.

 -Uhm… -el pelirrojo voltearía a ver a Tobias de reojo con sus “ojos locos”, sin verse molesto u ofendido por el comentario, pero tampoco particularmente interesado. -. Supongo que podría intentar algo… -respondió, regresando su vista al resto para verles cruzar antes de añadir al chico. -. No vayas a saltar ahora para comprobarlo…

 Continuando con el avance por aquel bosque, el grupo se encontraría con otro obstáculo que les llevaría a tomar un camino alternativo, guiados por Trinity hacia una mina de la cual nadie parecía tener conocimiento exacto sobre su estructura, siendo que la propia líder del grupo propuso la posibilidad de regresar y hacer algo con las piedras que bloqueaban el camino.

 -Ya estamos aquí: si regresamos, nada asegura que al quitar las rocas el camino no tenga más obstáculos… -opinó Virgilio respecto al derrumbe, pasando su vista hacia el interior de las minas abandonadas. -. Si queremos ahorrar tiempo deberíamos seguir por aquí, y esperar que no resulte en un laberinto subterráneo…

¿Y si resultase ser así?

...

 -Otra opción seria no quitar las rocas, sino intentar escalarlas -propuso el pelirrojo, quién tras pensarlo un poco llegó a considerar la peligrosa idea de pasar por encima del derrumbo. -. Aunque desconozco si todo el grupo seria capaz de hacerlo, incluyéndome...

-¿Y que hay de tu habilidad, Virgilio?- Pregunté con cierta curiosidad mientras me volteaba a ver al grupo, estando yo a un extremo de este. -Puedes mover cosas, ¿Es muy difícil para ti mover esos escombros?... Y tampoco conozco hasta donde llegan tus habilidades, ¿Pero no podrías hacer algo como para saber donde terminaría la cueva? Hasta donde sé, tienes una especie de... Extensión de tu mente, supongo que con eso podrías hacer algo como para saber que camino dentro de este lugar llevaría hasta la salida, ¿no?-

Escucharía como el pelirrojo me recomendaba no saltar por aquel precipicio, aunque un gesto de genuina sorpresa apareció en mi rostro de este seguiría una sonrisa, por mi mente había pasado responderle que no era tan descuidado para cometer un acto suicida de esa categoría pero las palabras que saldrían de mi boca no serian aquellas o algo semejante -Entonces si te importo, pensé que no te agradaba o algo así pero te preocupas por la seguridad de este inocente chico- Mientras los otros tres cruzaban aquel precipicio daría un par de palmadas en la espalda de Virgilio y seguiría por el camino que teníamos al frente con mis dos manos en mi espalda dando pasos alegremente.

Seguiría el camino con aquel mapa que tenia grabado en mi memoria aun así aunque lo lógico seria seguir por este camino el hecho de tener una pila de piedras evitando el paso mezclado con la idea de atravesar otro camino oculto en el mapa llamaba mi atención, seguiría a la Perfecta para descubrir por donde nos guiaría esperando no terminar muerto, mire las baldosas en el suelo que hacían de camino había cambiado las suficientes de estas para ver cuando alguna era vieja y cuando no -Este lugar parece un museo, si el que hizo todo esto era humano seguramente ya este muerto- Igual que siempre seguí el camino junto a los demás mirando cuidadosamente cada rincón del lugar quería tener una imagen clara en mi mapa mental, lo que parecía ser la salida estaba a nuestro alcance hasta que un putrefacto olor llenaría mis fosas nasales y me haría hacer una mueca de asco -Si alguien escala esas rocas seguramente haga que las otras queden desplazadas y podríamos terminar enterrados bajo ellas, nuestra segunda opción es entrar en la cueva que tiene olor a muchos cadáveres en estado de descomposición, tenemos una misión que cumplir, el otro camino nos puede tomar horas y este por mas nauseabundo que sea es una alternativa mas rápida- Señalaría la cueva que bien podría llamarse cementerio con un pulgar y con el dedo índice de mi otra mano señalaría el camino por el cual habíamos venido -Hay otro tema del que me gustaría hablar, ¿Quién va a llevarme?, si tengo razón y hay un montón de cadáveres por ese camino lo ultimo que quiero es ver esa imagen el resto de mi vida.

 Por primera vez desde que el grupo se había reunido, Virgilio mostraría una expresión de sorpresa al enarcar una ceja por la respuesta dada por Tobias, dejándose dar aquellas palmadas un tanto incrédulo de que el chico hubiese sacado aquellas conclusiones.

 -No te equivoques, no te conozco lo suficiente para preocuparme o no por ti de manera personal. Simplemente eres alguien más del grupo, y lo último que necesitamos es reducir un equipo que de por sí ya es pequeño -concluyó de manera un tanto fría mientras su expresión volvía a ser la misma de siempre, tomándose unos segundos antes de añadir en voz baja. -. Aunque siendo un equipo o no, te habría intentado salvar de todas formas… -de momento el pelirrojo desconocía la verdadera naturaleza del chico, siendo que para él no era más que un indefenso explorador que tal vez no merecía morir, al menos no con una caída como esa...

 Pero una vez en las minas, al tener que considerar las posibilidades que podían tomar, Maxwell se ganaría la atención de Virgilio con aquella propuesta.

 -Bien pensado, Maxwell. Tobias tiene razón con eso de que las rocas podrían desplazarse si intentamos subir, y sería aún más peligroso usar mi poder para abrirnos paso moviendo las rocas o llevándonos a todos por encima de ellas -fue comentando el pelirrojo mientras se acercaba a una de las paredes para recostarse en ella. -. Pero puedo intentar estudiar los recorridos de la mina y determinar qué tan complicado es el camino… Saber lo que nos encontraremos en él ya es otro asunto -concluyó Virgilio antes de sumerger su mente en "la zona", buscando llevar su cuerpo más allá de lo físico, siendo que tras cerrar los ojos durante algunos segundos los volvería a abrir con firmeza, desprendiéndose así del individuo en la pared para salir como una figura semi-trasparente de si mismo, un espíritu si se describía de manera vaga.

 Aquella figura, externa a Virgilio, solo dirigiría una mirada al grupo antes de separarse del suelo y levitar hasta el techo, el cual atravesaría desapareciendo completamente del lugar sin dejar nada más que una estela mágica que desaparecería al poco tiempo.

 -Será más fácil ubicar la salida al otro lado y hacer el recorrido hacia aquí en lugar de intentar probar todos los caminos hasta encontrar la salida... -explicó el pelirrojo, esperando que su figura mental fuese capaz de encontrar la salida al otro lado y, a partir de la conexión entre ambos, determinar el mejor camino.

Al desplazarte por encima de la caverna descubres que el techo de la misma se alza tres metros por encima del suelo y que la primera parte, hasta donde alcanza la vista, es un pasillo estrecho por donde con serias dificultades podrían pasar dos personas una al lado de la otra.

Todo el pasillo esta construido con un propósito y aunque apenas puedes ver, alcanzas a diferenciar formas vagas en forma de dibujos en las paredes, salpicados ocasionalmente por antorchas incrustadas en la pared. El pasillo recorre una distancia de unos veinte metros en línea recta hasta una puerta sólida de piedra, por cuyas grietas puedes deducir se cuela el olor, protegida con runas que no han perdido un ápice de su poder y que puedes ver en tu forma astral antes de volver a tu cuerpo.

 Pasado como mucho un par de minutos desde que el cuerpo astral abandono a Virgilio, quién tras explicar su plan habría cerrado los ojos para concentrarse, aquella copia suya regresaría desde el techo y se uniría nuevamente a su yo original, momento en el que el pelirrojo abriría los ojos.

 -El camino va en linea recta por un pasillo estrecho, como mucho podrían pasar dos personas juntas a la vez y eso ya seria causar muchos problemas para avanzar. Las paredes tienen unos extraños dibujos, y al fondo hay una puerta de piedra agrietada con runas activas; desde el otro lado debe provenir el olor... -tras dar aquella información, el hombre se llevaría la mano derecha a la barbilla, pensativo, dejando la otra en su bolsillo. -. La falta de luz me hace imposible saber lo que hay más allá, o lo que son exactamente los dibujos en las paredes En todo caso, hasta la puerta, es un camino directo, y no deben haber trampas de ningún tipo... -volviendo ambas manos a sus bolsillos, miraría al resto del grupo. -. No me inspira nada de confianza, pero me parece menos arriesgado que intentar hacer algo con las rocas que bloquean el paso...

-¿Runas, dices?- Pregunté con cierto interés. Aunque no esté muy al tanto de todo el tipo de magias, las runas son algo que llamaba un poco mi atención, así que alcé con levedad la ceja antes de mirar pensativo hacia la puerta por unos segundos antes de volver a mirar al grupo.

-Creo que la luz no sería problema, digamos que tengo una idea para arreglar eso... Pero con eso que dices sobre runas, dibujos extraños en las paredes, y ese asqueroso olor, puede que sean dos cosas... O algún maníaco o criatura asesinó personas y animales y los llevó adentro, o se trata de un grupo de no muertos... Si es el caso, les aviso que también puedo tener eso cubierto. Yo digo que vayamos por allí, y si el camino sigue sin que sepamos a donde, pues siempre se podría volver, ¿No?-

Aunque Virgilio afirmaba que mi muerte no le importaba en lo mas mínimo mi sonrisa permanecía en mi rostro sujetando mis manos por mi espalda, aunque no esperaba agradarle al pelirrojo lo que diría despues casi en susurros me sorprendería lo suficiente para que mis mejillas se inflaran y soltara una carcajada suave que no llegaba a ser estruendosa pero si audible, trataría de cubrir mi boca y callarme tapando mi boca con mi mano, nunca hubiera pensado que el pudiera reaccionar de esa forma.

En la cueva mientras intentábamos llegar a un acuerdo para cruzar por el oscuro y pútrido agujero que llevaba por aquel pasadizo mire como Virgilio se quedaba quieto y la espectral figura salía de su cuerpo me quedaría anonadado sobresaltándome un poco de la sorpresa -No te mueras tan pronto la plumas de Ángel fueron muy costosas- Al ver como el espíritu se encaminaba hacia la cueva miraría pacientemente hasta que volviera aquella figura espectral a su cuerpo, pero la información que nos daba era sorprendente lo mire fijamente antes de mostrar una sonrisa llena de curiosidad -¿Dijiste runas?, quiero verlas podrían decir algo útil o quizás tienen algún tipo de función, es tan divertido explorar este lugar aunque no deja de preocuparme la idea de ver cadáveres.

Mire a los demás empezando a enumerar basándome en la información que habíamos conseguido -Solo podemos ir de a parejas así que deberíamos decidir quien va con quien, en especial porque si hay un cadáver cerrare mis ojos y me sujetare de mi compañero, uno de nosotros podría quedar solo al momento de cruzar y no quiero ser yo.

Pasar el risco no fue una tarea difícil, ni para Harosuki como para ninguno de sus compañeros. Eso era una buena señal. Lo único interesante que acontesio con relación al risco fue la pequeña conversación de Tobias con Virgilio. Ya que Harosuki tenia un ojo puesto en Tobias y que mas o menos estaba pendiente de Virgilio, no se perdió de la interacción de sus compañeros. Era interesante saber que Virgilio, quien hasta el momento ha parecido no mucho mas que un muñeco con poderes psíquicos y sin emociones puede reacción con lo que parecen ser rastros de emociones. Harosuki no se llevaba bien con el tipo de personas como Virgilio, pues el samurái a visto suficientes ojos sin vida ni emociones a lo largo de su vida como para saber que no significan cosas muy buenas.

El encuentro con la pared de rocas represento el primer obstáculo importante para el grupo y requirió que todos se pusiesen a discutir sobre como proceder haciendo una puesta en común. Harosuki se mantuvo al margen por la mayoría del tiempo. Mientras sus compañeros discutían y Virgilio paseaba por la caverna con su alma fuera de su cuerpo, Harosuki se dedico a inspeccionar la pared de roca. La idea de remover los obstáculos no parecía muy probable. Harosuki era el miembro con mas fuerza fisica del grupo y ni el seria capaz de mover las piedras eficientemente en el tiempo del que disponen, así que, a no ser que alguien del grupo estuviese dispuesto a gastar un par (o hasta mas) granadas para volar la pared, cosa que no parecía muy probable la verdad no serian capaces de moverlas, eficientemente. Así que la ruta de la caverna era la otra opción, pero en su defensa, esta literalmente no olía muy bien. De todas maneras, para cuando Harosuki termino de considerar todo esto, parecía como que si todo el grupo ya se estuviese disponiendo a moverse a travez de la caverna.

Al parecer, por temas de espacio, el grupo se tendría que dividir en parejas. Esto no era muy bueno, si el lugar era tan estrecho el rendimiento en una situación de combate se vería muy afectado. El único que tendría libertad total para usar sus habilidades seria Virgilio, mientras que los demás tendrían que luchar con el camino. Ademas, el grupo constaba de cinco integrantes, un numero impar.

- Si nos dividimos en pares para entrar, una persona se tendría que quedar ya sea atrás en la retaguardia o en el frente. A juzgar por nuestro equipamiento, considero que la señorita Trinity debe ir junto al Señor Maxwell en detrás de el joven Tobias y yo. En cuanto a Virgilio, por la naturaleza de sus habilidades puede ir donde sea, pero ya que el es el que conoce el camino, creo que debería ir al frente.

La verdad, Harosuki si dijo todo eso teniendo en consideración su situación, y la verdad era aplico el razonamiento adecuado a la situación, pero tampoco se puede negar que, considerando sus intereses y opiniones personales en ciertos miembros del grupo, esas posiciones eran bastante conveniente para el samurái.

          - Muchas gracias por tu interesante truco nuestro misterioso camarada pelirrojo!   Deberíamos si están de acuerdo caballeros aprovechas toda y cada uno uno de los detalles de información que nos ha dado, pero no hacer precipitadas conjeturas a respecto, ya que realmente no podeos estar seguros que en el pasillo a continuación o después no hay trampas ocultas esperándonos, además de que yo opino que la mayor ventaja de nuestra disposición y orden la avanzar por el pasillo no debería ser solo cubrir la debilidad de alguno de nosotros, sino sacarle provecho a nuestras ventajas particulares parra contribuir con el resto para acabar pronto con los peligros que nos acechan a continuación! -        Responde Trinity al resto tras escuchar a cada uno siquiera una vez antes de mediar lo que ella misma propondría al resto una vez que se sintiese más segura de considerar sus ideas, como la suya propia:

           - Creo que para conforma una buena estrategia tal vez Tobías y yo podríamos abrir camino y agacharnos o pegarnos a la pared para que tu nos cubras la espalda Harosuky y siempre por detrás y a la distancia podrían actuar Virgilio y Maxwell cubriéndonos la espalda desde atrás de la formación hasta la puerta que muy posiblemente encierra a las criaturas que hieden, posiblemente algún tipo de no muertos. tal vez llí podemos cambiar el orden de nuestra estrategia para enfrentar lo que haya allí! -