Partida Rol por web

Sonrío ante la pregunta de Halgar.

- No soy heraldo de malas noticias, sino de buenas. Aunque mentiría si no dijera que hemos tenido bajas, pero esas ya las conoces. Logré quedarme parando a la bestia, y así, pude conseguir que Domingo, Tremujin, Wulferic, Fernando, Julian y Mariano, escapasen por el lugar por donde entramos. No había nadie a sus espaldas, asi que espero que lo hayan conseguido

Amra parece bastante sorprendido

-Por Crom! Quien iba a pensar que un Aesir se iba a esconder debajo de esta ruinosa ciudad!

De que clan eres? No serás del Mjolnt, no?

Hace años que dejé las montañas, pero sus hombres y los míos combatimos cientos de veces del mismo bando. Vanires, Hyperborios... Todos caían ante nuestras espadas. JAJAJAJAJa!

Amra es un tipo que habla bastante lento, y con un acento Cimmerio muy fuerte, cosa que hace que muchos "civilizados" lo tomen por alguien bastante tonto e inepto, mas que al resto de bárbaros.

En cambio, para Halgar le resulta familiar hablar con él, pues siempre es agradable qe aun estando lejos de casa, sigue existiendo su patria.

La voz de Vizzarro suena en la oscuridad mientras se aproxima a toda prisa.

-Valenso... Ostia! menos mal que los demás están bien. jajajja.

Amra?! No puede ser... Era solo una leyenda... Amra está muerto, seguro!

Cuando Vizarro está cerca y puede veros con claridad se queda sorprendido, apenas da crédito a lo que ve.

Tu!? Que haces aquí?

Miro a Vizarro y a Amra con evidente curiosidad

- ¿Le conoces? - pregunto a Vizarro

Amra mira con una ceja levantada a Vizarro y responde a su pregunta.

-Creo que te estás confundiendo, Vizarro... Mejor que no cuentes nada de esto, no hagas preguntas.

Eh Zíngaro! Valenso te llamas no?  pues a oído como Halgar le llemava así.

Veo que has encontrado a tus amiguitos, si quieres quédate con ellos. A mi Sancha me está esperando.

Vizarro está con la boca abierta, sin ser capaz de entender nada de todo esto.

-eemm... No... Me he... Me he debido confundir...

Todos los Bárbaros me parecen iguales... No sería capaz de reconocer a ninguno.

Dicho esto se queda unos pasos apartado, en silencio, con la vista clavada en Amra, el León.

- No, Amra. Te lo dije: quiero ver a Sancha. - luego miro a mis compañeros- ¿Venís con nosotros?. Luego podremos ir a buscar al resto, pero debemos empezar a trabajar para terminar lo que hemos empezado, y Sancha puede sernos de mucha ayuda

Mientras hablaba las ideas y la suspicacia llenaban la mente del zíngaro. Era evidente que Vizarro había reconocido a Amra. Y que Amra no quería que eso se supiera. Sin duda iba a tener que mantener una charla con Vizarro, y pronto

Claaro, por que no. jajajaj

Cuantos mas seamos mas divertido será.

Dicho esto, Amra se pone de nuevo en camino.

Arquea una ceja al escuchar al Cimmerio

- Los Mjolnt? Jajaja, claro que no pertenezco a esa escoria. También he luchado con ellos en numerosas ocasiones, pero son un clan de perdedores! Jajaja

La aparición de Vizarro le hace perder la momentánea alegría al escuchar a Amra. Sin duda le ha traído buenos recuerdos. Cuando comienzan de nuevo a caminar, se coloca junto al enorme bárbaro.

- Eh, Cimmerio, no sabrás donde encontrar otra de esas verdad? - Mira a su espada con atención - Con esta cosa no podría matar ni a una rata - levanta el cuchillo de Vizarro y sonríe ampliamente

La verdad, coexistir con Amra ahora mismo os parece algo muy extraño. Cuentan las leyendas que era un hombre despiadado, un demonio del mar, no un Cimmerio, que controlaba la voluntad de los leones, los vientos y las corrientes del mar, Arrasando una por una cada nación y cada puerto de la costa Oeste, pero nunca llegó a Zíngara.

En cambio, os estáis juntando con él, extrañamente, de buen humor. Os invita a acompañarlo en lugar de descuartizaros con sus propias garras, incluso bromea ligeramente con el

AE

Æsir

-Si te interesa el mar, tal vez haya una espada y un sitio para ti en mi barco. Que me dices?

Amra retoma el camino por  las ruinas del subsuelo, según parece, para ir a buscar a Sancha.

- Si consigo salir de aquí tendré en cuenta tu oferta, Cimmerio, pero primero tengo otras cosas de las que preocuparme - Se señala el cuerpo casi desnudo y las múltiples heridas - En este estado no te serviría ni de carnaza para los peces

Valenso niega con la cabeza casi divertido y se despoja de su capucha.

- Preferiría que mi participación en el "asunto" de la carcel no fuera pública. Tal como os dije tengo que velar por mis casa, mis hombres y mi familia - dicho esto desenvaina una de sus dos espadas y se la entrega a Halgar con cierto pesar- Cuídala, que me ha servido bien. Y por cierto, aun no me habeis explicado como os las arreglasteis para sobrevivir, por Mitra. No es que me queje, pero no niego que cuanto mas lo pienso mas me sorprende.

Hecho esto mira a Amra y a Vizarro.

- ¿Vamos?

- Creo que Vizarro podría explicarte mejor que yo, porque no recuerdo mucho. Sólo sé que caí junto a aquella criatura y casi me ahogo como ella. Pude ver como se hundía la muy hija de perra antes de perder el conocimiento. Él debió arrastrarme fuera del agua, pero antes se desprendió de mi armadura y de mi espada. - Recoge el arma que le tiende Valenso y la examina sonriente - Vamos mejorando...

Amra lidera la exploración de las ruinas de la precataclísmica ciudad, está caro que ha pasado por aquí mas de una vez.

A mi me importa un cuerno tu familia o tu nombre, Zíngaro.

Todo esto es mas grande de lo que parece.

El pirata duda un rato. La verdad es que todo es bastante increible, y tiene que hacer un balance de lo que es solo su imaginación y lo que es real.

Pues verás... Al fondo de ese pozo hay un pequeño mar subterraneo. Todo esto es ahora una cueva enorme... Con esas piedras verdes que arden.

Yo tuve suerte, no me hice gran cosa. Pero este tocho se pegó un buen costalazo contra las aguas y casi se ahoga.

Menos mal que ahí estaba yo para sacarlo jajajaja.

Le corté las costuras de la armadura con mi cuchillo, se palpa en la cintura para sacarlo de forma triunfante, pero entonces recuerda que ya no lo tiene,...para poder sacarlo de ahí mientras el bicho ese del infierno se ahogaba.

Hernadez no les enseñó a nadar cuando los trajo a este mundo, jajajaj!

Luego continúa en silencio, mirando sin cesar la espalda de Amra, despreocupada...

-Halgar... Si no vas a usar el cuchillo podrías devolvérmelo, al menos...

El paseo por las catacumbas es largo y pesado, avanzando a tientas por las ruinas oscuras, llenas de polvo, telarañas y humedad, solo con el sonido de vuestros pasos sobres guijarros y rocas sueltas y el fulgor de la antorcha como compañía.

- Claro, todo tuyo - Devuelve el cuchillo a su dueño con una sonrisa - No creo que me hubiese servido de mucho, pero gracias de todas formas. Me quedo con esta otra - Levanta la espada de Valenso de manera triunfal mientras sigue a los demás hacia la supuesta salida