Partida Rol por web

Asesinato en el Ordo Arcana

Una cálida noche de verano

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21/08/2018, 23:24
Narrador

Era una cálida noche de verano y podías notar aún el calor de la mañana suspendido sobre la ciudad. A pesar de que la brisa marina ayudaba a relajar el ambiente nocturno, para los que estaban en sus casas pudieran dormir. Podías olerlo desde allí, y pensabas en tu barco, tu adorado Tardarith, deseabas pasar una mañana navegando tranquilo por la bahía, viendo sus velas desplegadas al sol.

Entonces miraste arriba, viste la luz blanca de la luna brillando sobre el marmol de los exuberantes edificios del círculo interior donde patrullabas. El enorme Foro Magno se abría en el centro, como era habitual. Al fondo, la Plaza del Honor se abría en una elipse rodeada de columnatas, con el gran edificio del Senado Etrexio presidiendo la plaza. En uno de los extremos, el gran Templo de Helios, con una estatua de Diana la Grande frente a él. Al otro lado, recortado contra la negrura de la noche se alza la torre de la Academia Arcana.

Caminaste adentrándote en la plaza, admirando los edificios. Sin duda aquello era mucho más tranquilo que el puerto y sus mercaderes, porteadores y marinos malablados y que gustan demasiado de la bebida. Solía haber algún disturbio menor cada noche. Robos, peleas en el bar, poca cosa. Aquí todo es más tranquilo, al menos por ahora.

Notas de juego

Responde solo para el Director. De momento seguiremos para que vayas entrando en el personaje, moldeándolo un poco a ti e introduciéndote en la ciudad y la ambientación.

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22/08/2018, 11:24
Thelerion Nimrodil
Sólo para el director

Thelerion estaba empezando acostumbrarse al calor veraniego de Etrexia, la brisa marina le ayudaba a refrescarse en las largas noches de guardia. La brisa olía a mar, y no podía dejar de pensar en Tardarith, y en los viajes que habían recorrido juntos. Aquella nave era su hogar y su bien más preciado, y ansiaba poder recorrer la bahía navegando tranquilamente a la sombra de las velas durante la mañana.

La luna brillaba en el cielo aquella noche y podía verla desde el Foro Magno, iluminando sus calles. Las magnificas edificaciones etrexias, completamente distintas en estilo y diseño a las de su tierra natal, no dejaban de maravillarle. El estilo más sobrio pero imperial de la Plaza del Honor, o la belleza de la estatua de Diana la Grande que la miraba desde lo alto, eran dignos de admirar. Caminó entre los edificios en su ronda habitual, era una noche tranquila, y aquella zona de la ciudad rara vez tenía movimiento durante la noche, a diferencia del siempre bullicioso puerto.

Las noches de guardia acostumbraban a ser tediosas, pero estaba donde quería estar, con sus sentidos élficos pendientes de cualquier anomalía, protegiendo la ciudad que le había acogido. El calor estaba empezando a darle sed, y no podía dejar de pensar en una buena cerveza fresca o un vino especiado.

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23/08/2018, 23:38
Narrador

Aquella mañana, Jano, el Edil Popular, ante el cual la Inquisición rendía cuentas en primera instancia, no se había mostrado de buen humor. Sin duda, el hecho de que la guardia de la ciudad se hubiera llevado todo el mértido de salvar a Nubesetereas, el magnate athario del mercado de intramar. Eso sin duda no iba a ayudar a mejorar su posición política ni su carrera para saltar al Cursus Honorum de un miembro de las clases superiores. Eso era cuanto le importaba, el poder.

Las consecuencias de aquel "fallo", que la guardia hubiera sido más efectiva en este sunto que la Inquisición, sin duda lo iban a pagar los agentes de campo. En especial Julia, que había estado investigando a aquel grupo que ya daba malos auspicios desde que habían llegado a la ciudad. El barco había atracado una semana antes con un permiso de transporte de cargas. Traían cajas de distintas ciudades pequeñas de intramar, tanto etrexas como atharias. Sin embargo, la tripulación enseguida había despertado sus sospechas. Pero habían atacado antes de lo previsto. De no ser por un guardia, un elfo, habrían logrado raptar al empresario.

Al parecer, para castigarla, la habían mandado a perseguir rateros al puerto. El trabajo era tedioso. El hedor hediondo de los bares en los muelles era repulsivo, el griterío de marineros, porteadores, mercaderes y vagabundos llenaba al aire mientras maldecían, se insultaban y lanzaban retos y apuestas al viento. La bebida tíbia de barriles baratos corría por allí, y eso era lo único positivo, pues aflojaba las lenguas. Había estado siguiendo la pista de un grupito de maleantes, la mayoría jóvenes, que se dedicaban a asaltar por sorpresa a viandantes, a veces obligándolos a que los llevasen a sus casas. Sobre todo llevaban a cabo sus coreidurías por el círculo exterior, especialmente por el puerto, la zona de tabernas y los barrios atestados de apartamentos para los trabajadores más pobres de la ciudad.

Sin embargo, se estaba cerrando el círculo, y creía haber dado con alguien que podía conocerlos. El tabernero de aquel antro, llamado "La mar y el viento", debía haberlos visto, pues dos de los asaltados los días anteriores decían haber estado allí por la noche, así que era posible que pasasen por allí para acechar a sus víctimas. Era hora de ponerse manos a la obra...

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23/08/2018, 23:38
Narrador

La tarde había sido intensa. Tras una mañana atendiendo a varios de los feligreses en el Templo Magno de Helios, en la Plaza del Honor, justo frente al edificio del Senado, cumpliendo con los deberes convenidos por su sacerdocio. La tarde, mucho más de su agrado, la había pasado en el Foro Marítimo, al norte de las instalaciones portuarias de Luxion, que poseía una de las mayores flotas mercantes del mundo conocido.

Allí, dando algunas de sus peroratas y abriendo viejos debates entre las varias plazas del foro, increpando a viandantes, mercaderes y trabajadores para que entrasen en el debate, mientras el sol golpeaba su piel y la cerveza su gaznate. Esa era sin duda la vida que le gustaba, la de filósofo, más que la de sacerdote. Su fe era importante para él, primordial. Pero entendía que la luz de Helios no era solo para el espíritu, si no también para la mente, no comprendía la luz solo como fuente de calor, si no también de saber.

La velada había continuado con un paseo por los diferentes tugurios del puerto, mientras la luz caía y daba paso a la noche. El ambiente de las calles cambiaba súbitamente cuando ya solo quedaban las luces procedentes de tabernas y hogares para iluminar las calles por las que transitaban los trabajadores del puerto y los marineros venidos de todas partes del Intramar, y algunos de más allá del Oceano.

Llegó a un sitio llamado "La mar y el Viento", que destilaba ese hedor a vino especiado de dudosa calidad y cerveca tibia. Las voces dentro acallaban cualquier pensamiento que pudiera tenerse, y el sonido de los dados cayendo sobre la mesa y los vítores y maldiciones llenaban el ambiente. Amadeus observó las miradas perspicaces que despertaba su presencia allí, pero en cuanto iniciaba alguna conversación absurda con los habituales, todas las dudas se disipaban. ¿Qué irreverencia iba a demostrar aquella noche? Comenzaba a ser conocido en aquellos lugares por armas discusiones que a veces llegaban a salirse de madre, así que la mirada suspicaz del tabernero no se apartaba de él.

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25/08/2018, 23:37
Helia Lux Julia
Sólo para el director

El castigo había llegado, cada vez que la guardia acababa por encima de la inquisición alguien lo tenía que pagar, los de arriba igual en muchos sitios, en lugar de trabajar para el bien común, lo hacían pero siempre que hubiese un beneficio propio. En esta ocasión la cabeza de turco era la mía, tantos días de trabajo y ahora me mandaban a este trabajo, los carteristas y ladronzuelos no eran cosa nuestra, sin embargo no pude evitar recordar otro tiempo en el que yo era uno de ellos, tratando de ir a casa con una bolsa que me permitiese comer ese día y con suerte toda la semana. Las calles llenas de gente con su dinero muy descuidado la mayoría de las veces, los puestos abarrotados cuando llegaba la mercancía. Tantos recuerdos.

Las calles mantenían su olor de siempre, su bullicio y trabajo para la guardia de la ciudad que ahora debía hacer yo, no parecía tan preocupante ni importante para que la inquisición se metiera de por medio.

Entré en la taberna que era nuestra única pista por el momento, parroquianos tomando sus consumiciones, chicas de vida alegre intentando hacer su negocio y una multitud variopinta, si algo tenían estos lugares era que acogían a todo el mundo, otra cosa es lo que les pidiese a cambio.

Tras observar un tiempo al camarero parecía poco sospechoso, pero en estos lugares tampoco era mucho lo que la apariencia decía de cada uno. En un momento en el que había poca gente requiriendo de sus servicios me acerqué para hablar con él. Me acerqué discretamente de miradas y oídos ajenos. Puse unas monedas encima de la barra.

- Buenos días, estoy buscando información de unos "socios" que andan robando a demasiados clientes y parece que esta taberna es su punto de reunión o acción, lo que no es bueno para su negocio y usted, porque o le van a quitar muuuchos clientes o están llamando demasiado la atención de la guardia de la ciudad. Tengo que dar con ellos y su ayuda podría ser muy nesaria. 

 

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27/08/2018, 20:19
Nero Clavio Amadeus

La noche había alcanzado al puerto, lentamente la presencia de Helios en el firmamento había dado paso a centenares de estrellas que colgaban del cielo. La presencia de luz dependía ahora de la voluntad de cada hombre, había quienes encendían luces y había quienes llevaban la luz consigo mismos, Amadeus era uno de éstos últimos. No había mejor lugar para que las mentes sumergidas en la oscuridad de la ignorancia pudiesen iluminarse que allí dónde se agrupaban, así que como tantas otras veces, el sacerdote entró a una taberna en busca de esos hombres.

"La Mar y el Viento" lo recibía una vez mas, caras conocidas lo miraban en una mezcla de afecto e incertidumbre, el fuego resultaba siempre impredecible, y ellos sabían tan bien como él que esa noche se encendería una llama. Saludó al tabernero y ordenó una jarra de vino, para luego acercarse a una de las mesas. Buscó una de las mas grandes, priorizando que ya estuviese ocupada, con apenas un par de lugares libres. Se sentó sin preguntar, como lo hacía en cada lugar, pues Helios estaba por sobre todo y sobre todos, y ninguna voluntad tenía autoridad sobre él. Bebió un sorbo de su vino, no era de lo mejor pero a esa hora sus pretensiones no eran altas y labios agradecieron ser empapados. - Ahh, cuan noble es el fruto de la vid, hasta la más pequeña de las uvas puede hacer algo grandioso - dijo mientras saboreaba la bebida, y luego miró a los que hablaban a su lado - Ustedes que son bastante grandes por lo que puede verse, imagino que habéis hecho cosas aún mayores, verdad? O debo pensar que un pequeño fruto os lleva la delantera? - preguntó, provocando a los hombres - A ver quién de ustedes ha hecho algo que valga la pena ser recordado- dijo alzando la copa y riendo, mientras su mirada aguda se posaba en quienes lo acompañaban.

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29/08/2018, 23:30
Narrador

Hacía tiempo que el sol había caido, hubieras podido observar el sol poniente tras las montañas hacia el oeste si hubieras mirado por alguno de los múltiples ventanales de aquella segunda planta de la biblioteca de la Academia Arcana. Pero tu concentración radicaba completamente en los libros esta tarde. Estabas caminando por las inumerables estanterías de aquel enorme recinto, buscando algunas escrituras sobre adivinación, sus implicaciones y la lectura de los sueños.

Durante las últimas semanas habías tenido algunas pesadillas recurrentes, y te era completamente imposible saber si eran simples pesadillas o visiones, y tal vez fueran pasado, presente, o quizá futuro. No podías saberlo ¿Cómo ibas a poder? Tan solo llevabas unos cinco años allí, y tan siquiera los maestros estaban siempre seguros sobre sus visiones, pero pensaste que tal vez hubiera alguna respuesta escondida entre los antiguos tomos que descansaban en la biblioteca.

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30/08/2018, 19:16
Aleas Nubesetéreas

Sigo mirando los libros y pensando si podria haber alguna parte de la bilbioteca donde pudeira encontrar el tomo adecuado ... o al menos que me acercara a mis respuesta ..., asi que comence a pensr donde podria encontrarlo, analizando las miles de horas que habia estado en aquella biblioteca escudriñando sus lomos durante dias ... sin poder evitar saber que sabia donde encontrar el libro .... 

Notas de juego

Tengo la habilidad que se donde encontrar un libro que responda a todo XD

 

- Investigadora [T]: Cuando intentas aprender o recordar algo, aunque no poseas la información exacta, sueles saber dónde encontrarla o quién puede proporcionártela. El DM podría decidir que una información esté demasiado oculta, pero no será lo habitual.

( no se si puedo encontrar el libro o tengo que ahcer alguna tirada ...)

 

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03/09/2018, 18:05
Narrador

La oscuridad no era un problema para ti, y aunque eran pocas las luces encendidas a aquellas horas de la noche en aquel lugar, el brillo de la Luna te bastaba para observar los contornos de las cosas, si bien no completamente sus colores, pues todo quedaba en una gama de plateados, grises y claroscuros.

Entonces, a lo lejos, en una de las magnas avenidas que cruzaba el foro, escuchaste pasos. Botas de esparto repiqueteando contra el enlosado de piedra blanca. Al girar la cabeza, pudiste ver en la lejanía una figura ataviada con una túnica, pero desde allí a duras penas podías distinguir quien era. Por su compostura y el cayado que portaba sin duda parecía un anciano ¿Pero que haría por allí a esas horas de la noche? Pues más bien era ya de madrugrada.

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03/09/2018, 18:10
Narrador

Un hombre grande y fornido, que bebía de una taza de barro algo desportillada un líquido de color rojizo como su propia barba y su cabello ralo te miró con ojos ebrios y soltó una risotada. Dio un golpe suave en la mesa, para lo que se entiende por suave en tales ambientes, y te señaló con el dedo mientras se recostaba contra la mesa. - ¿Tú me preguntas si he hecho algo grande? ¡Joder, pues claro! He navegado a lo largo y ancho del Intramar, desde Atharia hasta Halanuk, e incluso más allá, hasta la mismísima tierra de los putos elfos. - Terminó con una risotada. - Estos dos y yo somos marinos desde los catorce años, y poco mundo nos queda ya por ver, si no es aquel que no tiene mar ni puerto que visitar, que tal vez ni nos interese. Hemos comerciado con todas las razas, salvo con las que son tan hurañas que nada quieren salvo tu sangre. ¿Qué dices a eso, eh, sabio? - Contestó, mientras sus amigos le animaban con aplausos y alguna risotada que se sumó al murmullo del ambiente.

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03/09/2018, 18:16
Narrador

El camarero, que estaba en aquel momento frotando una taza de barro con un paño que debió estar limpio diez años atrás, y que ni por asomo podía pensar que ayudaba a quitar ni un ápice de roña a aquello, te miró con desdén cuando le preguntaste por su clientela. - El que vive aquí ya sabe lo que hay, no puedo yo hacerme responsable de los despitados que dejan su bolsa demasiado a la vista. Decidme ¿Por qué habría de deciros nada? Si los conociera, pues aquí viene mucha gente, como podréis ver. - Comenta, señalando en un amplio gesto de mano todo el local.

- Yo no me meto en la vida de mis clientes. Les doy un sitio donde calentarse, bebida que pueden pagar y alguna cama donde pasar la noche, ellos me pagan y punto. - Añadió, y con un bufido se giró para atender a otro cliente que estaba haciendo sonar unas monedas y pidiendo un vaso de vino a voces desde el otro lado de la barra.

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03/09/2018, 19:16
Nero Clavio Amadeus
Sólo para el director

Los ojos de Amadeus brillaron como si se estuviesen más vivos que nunca al oír la respuesta del marinero. Sus palabras bien podrían haber quedado en el aire, pero habían llegado hasta un hombre que aún con signos de ebriedad parecía de lo más interesante - Que digo? Que brindo por ti, navegante!- dijo y alzó su propia copa en alto con una sonrisa - Has visto mas cosas que muchos de los que me he cruzado. Yo mismo he viajado por todo el continente, recorriendo esas tierras sin puerto que aún no conoces... Vaya, entre los dos podríamos hacer un gran mapa de todo el mundo!- sonrió afectuosamente y bebió un sorbo de vino.

Luego volvió a elevar la voz mirando a los tres navegantes - Pero mis viajes terminaron cuando encontré mi lugar... han terminado los tuyos? O acaso en todo el mundo no has hallado un sitio que sientas que es tu hogar? - con una leve sonrisa agregó - Ay de los que viajan porque huyen de si mismos, porque por más que recorran el mundo entero no encuentran reposo!- .

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04/09/2018, 10:13
Thelerion Nimrodil
Sólo para el director

Los sentidos élficos de Thelerion se pusieron alerta cuando el fino susurro de unas botas de esparto llegó hasta sus oídos. Puso una mano sobre la empuñadura de la gladius que llevaba en la cintura, pero relajó la mano inmediatamente cuando pudo distinguió la figura de un anciano encorvado y con bastón en una de las avenidas que cruzaba el foro.

Se acercó hasta estar a unos pasos, sentía que debía averiguar quién era aquel anciano que caminaba a aquellas horas de la noche por el foro. No era habitual, aunque tampoco era peligroso. No mientras él estuviera haciendo guardia en aquella zona de la ciudad.

-¿Quién va? ¿Necesitáis ayuda?

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04/09/2018, 23:47
Helia Lux Julia
Sólo para el director

Escucho detenidamente las palabras del tabernero, estudio su reacción y movimientos, no estoy del todo segura de lo que puede ser, pero si que estoy segura que no dice la verdad.

Se marcha el hombre a atender a otra gente, un intento de no estar frente a mi. Espero que la clientela vuelva a estar ocupada en sus bebidas y quehaceres varios, cuando pasa frente a mi vuelvo a hablarle.

- Yo viví por aquí y sé perfectamente lo que hay, también sé muy bien que lo que pasa en la taberna no es ajeno al dueño del lugar. Ambos lo sabíamos, el asunto era saber si estaba implicado, recibía alguna bolsa por no querer ver o si no quería ver. 

- Si yo me marcho de aquí, la guardia terminará por venir, no estoy segura de lo que pensarán sus clientes ni si lo que ha conseguido le valdrá la pena. No queremos que estas personas se pierdan lo que les ofrece, las alegrías de pago entre estas paredes son importantes para muchos y no seré yo quien lo estropee, estoy aquí para tratar de sacar de las calles a esos rateros, puede ser de varias maneras, pero esperaba que fuese la mejor para todos.

Mis palabras son parecidas a las de antes, pero espero ver la reacción ante las amenazas casi directas y a las más veladas de poner a la gente contra él. Las peleas por asuntos supuestos de honor podían ser algo a tener en cuenta, la gente pobre no tiene mucho dinero pero no tolera que se atente a su dignidad y orgullo, y si el tabernero estaba con los rateros sería un golpe duro para muchos parroquianos.