Partida Rol por web

- No os quedéis aquí parados como espantapájaros, o el Jinnin no vendrá. - Dijo, deslizando su capa por encima de su armadura para ocultarse mejor y caminando a pasos rápidos hacia uno de los edificios en construcción. - Escondeos, y escondeos bien. - Dijo, antes de mezclarse con las sombras de la noche y prácticamente desaparecer de vista.

La búsqueda no salió muy bien como esperaba, pensaba que siendo ashen su amo el tendría un mejor compresión y habilidad para localizar su companera. Es lo que me temía, los bastemis tan enamorado de la complejidad, que se vuelven impracticos. No tan diferente a los Irongrads.

Pero aún así....¡ES DE SENTIDO COMUN! ¡ESTUPIDA BESTIA DE 2 PATAS! ¡DEBIDRON QUEDAR FERIALES AUN! ¡DE QUE SIRVE UNA ARMA SI NO PUEDES USARLA!

Le gruño al bastemis, mi manos apretadas y mi ganas de asaltarlo vivo. tuve que irme a un callejón, lejos del grupo. Mirando hacia atrás para que el detestable ushino no me siguera. Allí estire mi cuerpo hasta tocar el cielo, podía sentir la tensión de lo músculos. Cómo el aire se volvía un peso en mi estómago, luego soltandolo y sintiendo mi carne aflojarse, más aún debía estar rígida todavía. Aún no es el momento, puedo caer y lastimarme la espalda. Es un ejercicio un tanto peligroso si no se tiene la sultura y la concentración mental...perfecto para que yo olvidará el asunto de burj.

A llegar al pozo, que estoy más calmada. Veo los soldado ocultándose dónde podía, incluso el profeta lo hace. No entiendo mucho porque alguien quería vivir cerca de un pozo, y ser tentando de lanzar tu desperdicios allí. Pero trabajo es trabajo.

Agarró ceniza de las construcciones, destruida por una explosión. Me lo hecho encima hasta cavar una pequeña tumba, me sumergí adentro. Pero me ahogo, así que salgo y hago una pose. Mirando fijo en la lejanía, esperaba que la arena me hiciera parecer una estatua.

Ameri trato de ocultar la desesperación en sus ojos al ver cómo los guardias se interponian entre él y Rhea, apretó los dientes y salio del cuarto junto a Elihu a pasos pesados y firmes,  tratando controlarse por no voltear o ir corriendo detrás de ella. Fue tal su intento por concentrarse que no noto que Accipitris había dejado aquel lugar hace tiempo. Ahogó un pequeño gruñido de frustración y no hablo en todo el camino hasta llegar hasta la calle del pozo.

Se adelanto a Elihu y camino hacia el pozo que se alzaba en medio de la calle, examinandolo con curiosidad, alzo su cabeza por el borde y trato de ver que tan profundo era, no fue capaz de averiguarlo porque escucho el aleteo de accipitris, posándose cerca, le agito la mano sonriente, olvidándose de porque estaba molesto con él hace unos momento atras. Dejó de saludar cuando el Profeta sangriento les crítico y ordenó ocultarse.

Apenas el profeta se alejó entre las sombras, Ameri se había ido sin dejado rastro de donde se habia metido.
 

Mientras el grupo estaba distraído viendo como el profeta se iba aprovecho para colarse dentro del pozo, con ayuda de la cuerda y las piedras que mantenian la forma de aquel lugar.
Que fueron de parejas y uniformes a ser más separadas entre ellas y desordenadas.
A decir verdad no lo había pensado mucho, había creído que era buena idea, pero estaba resultando más difícil de lo que parecía mantenerse colgado.

Miro hacia arriba a la boca del pozo, y me lamento que nada ilumine un poco aque hoyo oscuro en el suelo.
Si no estuvieran sus amigos alrededor de aquel lugar, la soledad le ahogaria… de hecho, ya le estaba costando respirar, estan alli afuera? me habran dejado solo? intento de controlar su respiracion y intento buscar un punto de apoyo en la oscuridad para sus pies en aquel pozo.

Apolo miro a todos lados buscando un buen escondite, pero los mejores ya estaban ocupados, luego penso en ir con Dido pero ella...estaba escondiéndose de alguna manera muy creativa.

Paso un tiempo pensando hasta que vio a un grupo de jóvenes lanzando unos dados contra la pared, ese era, el mejor escondite para el.

Se acerco a ello y se unió al grupo para poder lanzar los dados.

Seguia al grupo muy de cerca hasta el pozo, manteniendose bien atento en todo momento en caso de que algo ocurriera, miraba de un lado para otro los edificios mientras sus orejas apuntaban a varias direcciones en caso de notar algun ruido sospechoso, sus pupilas ya delgadas como cuchillas y fijas como el mejor de los arqueros a su blanco, se aseguraria de que no los pudieran sorprender otra vez, mientras estaba en ello

Le prestaba atencion a la irongrad roja al ver como  le gruñia un poco y aprobechaba el momento para pasarle discretamente una tablilla, para luego hacer como si nada hubiera pasado.

Acto seguido sacaba otra tablilla y se ponia a mirar el pozo mientras anotaba en ella pensamientos que le pasaban por la cabeza, como la forma del pozo o los detalles de las paredes internas de este, para dar la ilusion de que la estaba investigandolo y asi parecer una presa facil pero sin dejar de estar atento como de costumbre.

BUSCA A BURJ CON MARIPOSAS
USA MARIPOSA PARA GUIARLO
A LOS POZOS SECUNDARIOS DE
AGUA
EL EFECTO DEL JINNI PODRIA
FUNCIONAR EN CUALQUIER POZO

Con todos ocultos en la oscuridad de la noche, un silencio cayó sobre el grupo, expectante y alerta por la llegada del Jinnin. Los minutos se arrastraban como si fuesen horas, y cada miembro en aquella misión luchaba contra su propia impaciencia, tan solo para que aquel plan saliera bien.

Pasó un tiempo indeterminado, el grupo no sabía bien cuanto, pero al final, parecía ser que el Jinnin no aparecería aquella noche...

Dido concentró su otra mariposa en buscar a Burj. La ciudad era grande y le llevaría un rato. Lo malo era que ahora tenía que mantener atención en tres cosas - la calle del pozo, la habitación donde estaba Rhea, y la mariposa de Burj. Suerte que estas dos ultimas le alertarían en caso de cualquier movimiento extraño, por lo que podía enfocarse más en la calle del pozo.

Dido ya sentía el cansancio de la viaje y el aburrimiento apoderarse de su cuerpo, cuando de súbito, el alerta mental de sus mariposas le hizo dar un brinco. Abriendo su "tercer ojo" para observar que veía su tercera mariposa, notó que esta había encontrado con éxito a Burj - su caja chocándose contra una pared en una de las calles, sin rumbo.

La anciana estaba por dar la buena noticia a Ashen cuando notó que su otra mariposa también le estaba alertando algo.

Al mirar por su tercer ojo, la anciana casi tuvo un infarto. 

La habitación que vigilaba, la cual horas antes habían estado todo el grupo reunido y discutiendo, estaba completamente bañada de sangre. Habían guardias y pedazos de guardias caídos por todas partes, tantos cuerpos que Dido ni siquiera conseguía distinguir si Rhea se encontraba entre ellos o no.

La figura encapuchada del Jinnin se hallaba parada delante de la pared llena de mosaicos. Este se volteó sin mucha cerimónia, y se retiró por la puerta principal.

Entrar y ver por una mariposa, es un trabajo muy fácil. Solo debo activar mi tercer ojo, tal y como me enseño aquel Kuludaras. Pero nunca me explico como manejar mas de 1....

La cantidad de murmullos, ruidos y sonido que captan cada mariposas a veces chocando entre si y la división de mis pensamientos me distrae, pierdo el enfoque. Antes que me de cuenta, solo observo los grandes detalles y no lo pequeños, incluso olvido para que la llame en primer lugar.

Me concentro aun mas, ignorando los sonidos y aun es muy difícil. Es como hacer 4 cosas al mismo tiempo, no tiene la suficiente agilidad mental y te sobrecargas.

De puro milagro, logro obtener una pequeña información. Sonrió y volteo a Ashen, me bajo de mi escondite. Total si el Jins aun no ha parecido, entonces no debe estar presente aun.
Caminando hacia Ashen, cuando me detengo en seco. Empiezo a sudar y a temblar en la manos. Pienso en escribir, pero es mucho tiempo perdido.
En su lugar, aplaudo para llamar la atención de todo. Me señalo a mi misma y empiezo a correr desesperada hacia el palacio. Dejando atrás mis compañeros.

Antes de correr, ordeno a mi mariposas moverse. El de lo muelles, lo pongo en el rostro de Ashen y hago que vuele cerca de el de forma errática y dando vuelta volando hacia el camino hacia Burj, pero no muy lejos para despues regresar a Ashen. Si Ashen sigue la mariposa entonces la llevo hacia donde se encuentra Burj

La mariposa donde Burj le hago lo mismo que Ashen, pero en su lugar intento guiarlo hacia el palacio.

La mariposa donde el palacio, esperando que salga el Jins de la habitacion ensangretada la pongo a buscar entre los cadaveres si alli se encuentra rhea.

La mariposa del muelle vuela hasta posarse en el rostro de Ashen, luego se aleja de su mirada por unos centímetros 1, volando de forma errática y dando vuelta. Voltea y aletea hacia uno de los tanto caminos el pozo, pero no por mucho. Unos 2 metros, luego regresa hacia Ashen y repite el mismo proceso de acercase al camino, regresar donde ashen y asi sucesivo.

Dos pequeños destellos dorados se vieron sobresalir del pozo del agua, casi viendo con curiosidad que estaba pasando para salir a los pocos segundos disparado detrás de Dido.

Cuando volvió a estar bajo las luces de la calles y las estrellas, la criatura se dejo ver que era Ameri corriendo detrás de la anciana irongrad con la misma expresión de preocupación, no necesito las palabras para comprender que algo realmente malo pasaba aunque no sabia que era.

No quiso preguntar… por miedo a hacerle perder tiempo o peor, causar que ella se enojara con el…
no le quedó más remedio que seguirla de cerca. 
Tras correr un poco se preguntó porque estaba corriendo detrás de dido, alzó la mirada y palideció, parecía que corrían hacia el palacio.
- No me digas que!?
Se mordió la lengua y siguió corriendo con Dido, se veía ansioso por adelantarla, pero no se atrevió a despegarse de ella. 
Miro a su alrededor buscando si los demás le seguían o si accipitris sobrevolaba cerca.
- El p-palacio, el palacio! Rápido!!!
Soltó un carraspeo de frustración, sin saber que hacer, mas que correr hacia alli.
- Que no le pase nada, diablos
Murmuro para el mismo.

Apolo se asomo por encima de la pandilla de jugadores, miro como Dido corría como loca seguida mas de cerca por Ameri gritando algo sobre el palacio.

Lo lamento chicos, debo retirarme.

Dijo no sin antes lanzar los dados por una ultima vez y mover un poco la cabeza, como siempre los dados terminaron en 5,6,6. El grupo de jóvenes grito después de ver la tirada, siendo que Apolo era el único que sacaba números tan altos de forma tan seguida, ellos claro, nunca se enterarian que Apolo era un psíquico y que usaba su poder para tener mas "suerte".

!!ESPERENME!!

Dijo mientras corria detras de Ameri tratando se seguir el ritmo.

- ¿Que sucede? ¡Oigan! ¡OIGAN! - Exclamó Accipitris, saliendo de detrás del andamio donde estaba escondido. Con un salto, planeó por sobre la calle, siguiendo al grupo en fuga. - ¡Tropa, en marcha! - Exclamó mientras bajaba, haciendo con que sus soldados saliesen de los edificios donde se ocultaban para seguir al grupo corriendo.

El Sacerdote Sangriento, no obstante, no salió de su escondite. De hecho, ni parecía estar más allí.

El grupo siguió a Dido a toda prisa, volviendo sus pasos por las calles de Domis en dirección del palacio. Ashen no iba con ellos, había corrido atrás de una de las mariposas de Dido, siguiéndola a otra calle. Dos de los soldados de Accipitris fueron con el para asegurarse de que no corriera peligro... Aunque por la cara de Dido, eso no serviría de mucho.

¿Y donde demonios estaba el Profeta Sangriento? No los estaba siguiendo, de eso no había duda. ¿Hace cuanto tiempo se habría separado del grupo?

Dido de repente se detuvo en seco. Habían llegado a una calle algo cerrada, tan solo tenía un acceso por donde habían llegado y otro más adelante, y no quedaba muy lejos del palacio. La calle tenía un jardin con arboles y hierba bastante secos en su centro, y varias cajas y barriles se hallaban cerca de las casas, completamente a oscuras, ya que los ciudadanos ya deberían estar profundamente dormidos.

Iluminado a duras penas por las antorchas de la calle, una figura encapuchada, completamente cubierta por un manto oscuro, caminaba tranquilamente por la calle en dirección contraria a la que venía el grupo. Su atuendo era exactamente el mismo del misterioso que habían combatido en el bosque anteriormente, con la diferencia de que este estaba ahora empapado de sangre.

Sus pasos sobre el suelo asfaltado de piedra hacían eco por toda la calle en silencio.

- Uh oh... - Murmuró Elihu, retrocediendo un paso y sacando su espada tras ver la figura. Aunque no había estado con el grupo durante su primer encuentro con el ser, ya sabía, por la reacción de todos, que aquel se trataba de Melkiel, el Jinnin.

- ¡Todos! ¡Armas en mano, ya! - Ordenó Accipitris, aterrizando sobre el tejado de una de las casas. - ¡Es el! ¡Es el JINNIN! - Rugió, sacando el mismo su espada y asumiendo una posición de combate.