Partida Rol por web

Después de comer y dormir un poco en tierra seca, el grupo regresó a la costa. Con la ayuda de uno de los pupilos de Dido, obtuvieron un barco con relativa facilidad y al anochecer regresaron al mar para seguir su viaje. 

Aunque habían dormido durante el día, el trayecto por el mar era tan monótono y se había vuelto tan repetitivo que algunos entre ellos volvieron a dormir, tan solo para hacer el tiempo transcurrir mas rápido.

El barco navegaba cerca de la costa, haciendo el camino contrario por el cual habían pasado algunos días antes.

Dido cargaba algo diferente esta vez. De entre las cenizas del Carthagross, una pequeña bola, semejante a un huevo, pero hecho de un material suave y blando, había aparecido. Dido sabía que, en la mañana siguiente, aquel "huevo" iba a cambiar de forma, asumiendo la apariencia de una cría de Carthagross.

Apenas el sonido calmado del agua y el mecer crujiente del barco pesquero se escuchaban en aquel momento.

Apolo llevaba rato en la proa del barco admirando el cielo, no habia otra cosa que hacer y el cielo era la segunda cosa mas interesante en todo el barco. Despues de ver las mimsas estrellas que veia todas las noches decidio desviar su atencion a la segunda cosa mas interesante: Dido y su bola de lodo.

Hey Dido, ¿que planeas hacer con el?, quiero decir, ¿te lo llevaras como si fuera tu nuevo hijo?

Apolo parecia calmado mientras veia la bola de lodo y ceniza pero de un momento a otro la expresion en su rostro cambio subitamente, se alejo del borde del barco y camino hacia el centro.

Todo el mundo atento, mi sexto sentido me dice que la noche dejara de ser aburrida.

Tengo el huevo entre mi manos, admirandolo por unos momentos cuando la voz de Apolo me saca de mi pensamientos. Levanto la mirada y le asisto con una sonrisa en mi rostro.

Luego Apolo se pone rigido y asustado, capto algo oculto entre las aguas.  Guardo el huevo en mi ropas y voy hacia el resto de compañeros, le toco la pierna para que se despierten y esten alertas.

Ameri paso el tiempo distrayéndose ayudando y entreteniendo al que se hacia cargo del barco.
Al principio parecía un poco desesperado buscando caerle bien, y hacerl forzar hacerl sentir bien para quitarl un poco de comida, pero a medida que se iba saciando, sus modos pasaron a ser mas sutiles, hasta el punto que a mitad del viaje había organizado una pequeña fiesta entre sus compañeros y el por un viaje que se había tornado como uno mas, pero este especial por... y bueno los motivos iban cambiando con cada brindis que daba.

Los presentes vieron que hacia lo posible por no incomodarlos pero tambien buscaba no morir de hambre.

Despues de danzas y cantos el humor se fue contagiando en aquel pequeño barco, algunos habian terminado ebrios y otros como el se habian desmayado por el esfuerzo realizado durante aquel dia, por donde se pudiera, ameri se encontraba durmiendo entre ellos, comido con lo suficiente y feliz de estar en compañia, se le veia comodo despues de bastante tiempo, pero su descanso duro poco, se desperto de golpe al sentir que la anciana intento tocarle la entre pierna.

Se alejo de ella, y se puso a buscar alguna tela que podría servirle para vestirse y ocultar sus rasgos. Casi sin emocion y tratando de no mostrar su incomodidad le dijo secamente.
*- Si vas a escribir algo hazlo. 
Susurro, para no despertar a los demas.
Encontro algunas telas comunes, apenas manchadas de cerveza y sonrió.
*- Estas pueden servir
murmuro y comenzó a guardarlas, y se puso una como poncho.
Miro de reojo a nana que parecía tener un buen sueño por la sonrisa que tenía, casi como si le hubiera dejado de interesar buscar cosas con que vestirse, se aproximó a ella, con interés.
*- … ha sido una buena noche sin duda.
Volteo al ver que la anciana continuaba alli.
*- ya voy ya voy.
Dijo desganado.

Todo el mundo atento, mi sexto sentido me dice que la noche dejara de ser aburrida.

- Zzz... Ah...! Eh...? Porque...? Hay máz bebida? - Tambaleó Nana, apoyándose el na borda del barco. - ¡Lo sabía...! ¡Eztabaz llevando... Hic... Bebida en ese zombrero todo este rato...! - Se volteó a la parte frontal del barco. - ¿Oíste eso, Jusifal? - Pero no había nadie allí. - Uh... ¿Jusifal? - Miró en ambas direcciones. - Oye... ¿A donde ze fue el barquero...?

Ameri aún adormilado le tomo por sorpresa no ver al pesquero con ellos.

Viendo a los dormidos con ellos, noto algo raro. 

Se molestó un momento hasta que entendió 

- Creo que aquí falta alguien.

Camino hasta donde estaba nana, temiendo que le pasara algo.

- Alguien me dice que ha pasado?

Lo dijo calmo, pero en su voz se notaba que estaba exigiendo una respuesta.

- Soy yo o... - Nana observaba el mar con curiosidad. - Hay algo... Bajo el agua... - Su mirada se volvió espanto, y rápidamente se echó atrás, tropezándose con Ameri. Algo brotó de adentro del agua, una figura humanoide, su piel escamosa azul parecía oleosa, reflejando la luz de la luna. Sus colmillos dorados se abrían como las fauces de un tiburón para atrapar a la psíquica.

La criatura falló en agarrar a Nana, sujetándose a la borda del barco antes de volver a caer en el agua.

No venía solo, ya que, antes de que cualquiera pudiera darse cuenta, dos criaturas semejantes escalaron silenciosamente el casco del barco y subieron a bordo, sus fauces abiertas casi imposiblemente para atrapar a los integrantes, que se hallaban de espaldas contra ellos.

Las garras de las bestias se ven retenida por mi barrera psíquica. En ese estado confunsion que aprovecho para darle un buen golpe en toda la bolas de forma repetitiva.

Al ver lo cerca que estubo la criatura de morder a Nana, le tironea la ropa desde atras apartandola del borde, cuando sus sensibles oídos escucharon algo a su espalda el cual apartó de una violenta coz que la criatura esquivo, apartándose de él y la irongrad.

Al verse rodeado trato de mantenerlos alejados dando un rugido que parecio hecha por varias voces a la vez.
A medida que el estruendo de su voz se fue alejando, se comenzaron a escuchar las pisadas de varias cosas, de dos y cuatro patas acercandose. De a poco se fueron alejando, algunos sintieron que les faltaba algo como si se hubieran olvidado de un sueño, entonces de repente dos de aquellas criaturas comenzaron a mirar a su alrededor y a tomarse la cabeza, mientras comenzaba a chillar.
Mientras Ameri se mantenía haciendo ruidos raros de garraspeos, llantos y risas, con la mirada perdida en sus víctimas, se le comenzaba a dibujar una sonrisa chueca en su rostro.

Apolo vio a las crituras salir del agua, tles seres horrendos casi humanos eran una vista dificil de asimilar, sus facciones humanas y animales estaban mezcladas en un aborrecible ser humanoide.

¿QUE RAYOS SON ESAS COSAS?

Apolo no se limito a preguntar y rapidamente convenzo a deformar el aire frente a el para crear su espada psiquica y apuntarla contra el primer y el segundo Dagon.

Mientras los Dagones trataban de atacar con mordiscos a los miembros del grupo, este por su parte intentaba defenderse lo mejor posible.

Dido, rápidamente y casi por instinto, empezó a lanzar repetidas patadas a las partes bajas del bichejo, tratando de hacerle la Circuncisión Murciana. Pero para su horror y espanto, se percató con una horrible premonición de un detalle que hizo su mente ahogar en pesadillezca impresión: aquel ser del inframundo, cuyo nombre enloquecería un hombre de tan solo pensarlo... ¡No tenía pene!

Apolo, por su lado, trató descuidadamente de usar su técnica de la espada psíquica. El aire al rededor de su brazo se deformó y se iluminó, mientras este lo movía en un angulo de modo a que el filo psion se chocara contra la madera del barco y rebotara en zig zag para darle a dos de los Dagones. No obstante, falló sus cálculos por la prisa, haciendo con que la lámina golpeara el mástil del barco en vez del Dagon. Aun así, la energía hizo un rebote, dirigiéndose hacia donde el otro Dagon estaba, afuera del barco, pero este rápidamente se sumergió, desapareciendo bajo el agua negra. 

Ameri fue el que tuvo más éxito. No logró absorber las emociones del otro Dagon por la distancia, pero rápidamente se alimentó de todo lo que tenía el monstruo más cercano, e inmediatamente quedaron en un estado de aturdimiento los dos... Ameri más que nadie, cayendo hacia atrás mientras miraba al cielo de forma inexpresiva.

Por su parte, el Dagon delante de Dido parecía hasta sonreír con la forma en que las patadas de la vieja no le surtían efecto... Bueno, no sonreía, lo que si hacía era enseñarle los dientes por algunos segundos, antes de abrir la boca cual gran tiburón para intentar tragarse a la vieja de un mordisco.

Apolo escuchó el agua detrás de el agitarse...

Dido activa su escudo para protegerse de la bestia, sus dientes van perforando su protección divina y la anciana sin más opciones le queda reforzar su escudo con su fuerza voluntad.

Salvando su vida, a costa debilitar su mente.  Dido sin más peligro corre hacia la bestia inmunda congelada y esta vez aprendiendo de su error, le golpea apuntando a la rodillas de estás.

Cita:

Apolo volteo hacia el borde del barco, aunque no podia ver nada en la oscuridad sabia que al menos una de las crituras seguia en el agua, sin otra opcion mas calra apunto de regreso al primer Dagon.

El aire alrededor de su brazo comenzo a zumbar y rapidamente Apolo lanzo su ataque contra la criatura.