Hudson bajó del coche. No tan sigilosamente como Sauch, sabía que a la distancia a la que se encontraban no hacía falta tanto silencio.
Sauch, sería mejor que se quedara en el coche. La idea de tener al periodista pegado a él no le hacía ninguna gracia, pero sospechaba que la recomendación sería ignorada.
Joseph se giró para mirar alrededor, hacía tiempo que no visitaba aquel lugar. Ya estuvo allí una vez por un caso de contrabando. Creía recordar lo suficiente de cómo era la zona como para seguir a aquellos tipos sin que se percataran de su presencia.
Comenzó a andar tras el trío ...
Motivo: Seguir a los sospechosos
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 6(+1)=7 (Exito)
-Pero ¿qué dice? No pienso dejarle sólo en esto-le digo amigablemente-. Tengo ganas de desentrañar este nudo, Hudson, tantas ganas como usted-le digo seriamente.
Luego simplemente continúo mi paso firme junto a Hudson tratando de no hacer el menos ruido.
¿Hay que tirar otra vez?
Por unos segundos fue como si le cortaran la respiración, se sintió nerviosa y torpe. Sin duda su reacción no había sido muy profesional, sin embargo, dado el papel que se supone debía interpretar en aquella farsa que Peter inventó para salir del paso, ésta venía bien y daba credibilidad a la escena.
Cogida de la mano de Blood, recorrió las callejuelas por las que el sujeto a quien seguían se iba escabullendo.
-Creo que ya podemos soltarnos las manos -susurró a su compañero cuando el tipo ingresó a la casa-... Tenemos que acercarnos más. ¿Crees que el niño esté ahí?
La verdad Sam, no lo sé, pero tenemos que averiguarlo.
Tras decir, esto se quitó su abrigo y el sombrero, dejando entrever su nada agraciadas orejas y las dejó en un barril cercano.
Sam, ese hombre se habrá fijado en nosotros, aunque parecía nervioso. Voy a acercarme a la casa a ver que puedo ver. Quizás sin sombrero y sin el abrigo, no me reconozca... esto último lo dijo sin convencimiento.
Sam, esto puede ser peligroso, ¿te quedas aquí o vienes?. Dijo esto sabiendo que la respuesta de Sam, sería ir, por supuesto.
Vamos que nos acercamos a la casa, con discreción a ver si podemos ver algo desde una ventana o algo similar.
-Ya sabes la respuesta, no se para qué preguntas -le susurró al tiempo que comenzaba a seguirlo.
A diferencia de Peter no se deshizo del sombrero ni del abrigo. Se mantendría oculta intentando ver u oír algo a través de las ventanas. Sam seguía con esa sensación de que el secuestro del niño no era lo único de lo que debían preocuparse. Los Cornelisz ocultaban algo y no era precísamente que el niño no fuera realmente hijo de ellos, sino algo más.
Lamentaba no podido indagar más acerca de los dibujos de las piedras.
En ese momento un grupo de tres personas aparece por uno de los callejones y se dirige hacia la casucha del muelle. Los tres tienen un aspecto rudo, son grandes y fornidos quizás uno de ellos fuese boxeador. Pero antes de que podais hacer nada veis dos figuras que los siguen detrás. Son el detective Hudson y Erick Sauch que parecen concentrados en esos tipos.
Blood les chista cuando los hombres están ya cerca de la cabaña y asi se reunen los cuatro investigadores.
Podeis postear para los cuatro
Tras un breve paseo entre los enrevesados callejones los sospechosos llegan a la zona de los muelles. Se dirigen directamente a una casucha destartalada. La zona parece poco concurrida ademas de vosotros mismos y aquellos tipos.
Chsssst-escuchais detras de unas maderas que hay tumbadas no muy lejos de donde os encontrais. Veis que desde hay el señor Blood os hace gestos con una mano. Cuando os acercais veis que esta junto con la señorita Clarkson, escondidos tras las tablas.
Podeis postear para los 4
Os encontrais al otro lado del embarcadero donde se encuentra la casucha de madera desvencijada, donde parece ser que se ocultan los sospechosos. El embarcadero es poco transitado, y lo único que hay son tablones de madera y bidones de metal por aquí y por allá.
La casucha de madera tiene dos pisos y las ventanas están tapadas con algún tipo de tela para que no se vea el interior. Está situada al fondo de ese mismo embarcadero.
-La pandilla junta otra vez -murmuró cuando se volvieron a reunir. ¿Por qué hizo esa mala broma? Difícil saber. Ni pretendía enfadar a nadie ni mucho menos estaba a disgusto por la presencia de ellos. Simplemente soltó el comentario y, lo peor, es que lo hizo con sarcasmo.
-¿De dónde salieron esos tres? -quiso saber- No parece que vayan armados, pero su aspecto... Las ventanas están cubiertas. ¿Alguna idea?
Peter, murmulló... Creo que para saber a que atenernos deberíamos saber lo que ha ocurrido.
Dejenme que les resuma lo que hemos vivido nosotros... Seguimos al Sr. Cornelisz hasta un vagón de tren, en el que se vió con un hombre evidentemente nervioso y muy sospechoso. Se sentaron juntos en el último vagón.
Nuestro hombre dejó el maletín en el suelo y este hombre lo cogió... Salió del tren y le seguimos hasta aquí.
Poco más que contar, por nuestra parte.
Nos volvemos a reunir los cuatro. La señorita hace una especie de broma absurda con tono sacástico a modo de saludo. Ni siquiera sé qeu decirla, creo que comienzo a acostumbrarme a no ser bien recibido entre ellos, pero no dejaré de hacer mi trabajo.
-Nosotros simplemente seguimos a estos tres al embarcadero... ese hombre parece ser el tal Thomas... así que... los seguimos hasta aquí. Poco más-respondo a las palabras de Blood.
Luego callo sin apartar mis ojos de los extraños.
Aquel pensamiento de culpa que cruzó la mente de Hudson cuando abandonaron la zona del intercambio se borró cuando los vio aparecer allí de improviso.
Qué demonios hacen aquí - Aunque la explicación no tardó en darse a conocer de labios del señor Blood.
Hudson miró hacia donde se encontraban los sospechosos. No quería que fueran a irse y no verlos por la distracción de los recién llegados.
Qué bien, el grupo está al completo. El comentario del detective intentó ser tan poco amable como parecía.
Se volvió a mirar hacia la casucha.
Miro alrededor para ver si hay opción de acercarse a la casucha y poder escuchar lo que dicen. Un camino por el que sea más o menos fácil esconderse si alguien sale o si llega algún sospechoso más.
El detective se asoma para buscar un modo de acercarse hasta la casucha, algo nada fácil teniendo en cuenta que es un espacio abierto. El cielo, ahora nublado, ayuda a ocultare sus sombras pero es difícil mantenerse escondido si se quieren mover hacia la casa.
Antes de poder decidir nada la puerta se abre. Un hombre joven, delgado y poco agraciado sale por la puerta en dirección este caminando tranquilamente y sin sospechar nada, aunque camina deprisa. No es niguno de los hombres que perseguíais pero por su aspecto no cabe duda de que debe pertenecer a la misma banda.
Sr. aquí se nos presenta un dilema...
Podemos esperar, a ver que más pasa todos juntos, intentar entrar... o bien seguir a este hombre. Pero la verdad es que lo que me pide el cuerpo, es algo totalmente distinto. Detengamos a este sujeto e interroguesmolo sobre lo que hay dentro en este momento mientras alguien sigue pendiente de la casa.
Dijo, esto consciente de que podría haber opositores. Pero con firmeza, convencido de sus palabras.
La idea de dividirnos no es que me apasione, pero realmente es la única manera de poder abarcar los dos campos.
-Creo que lleva razón, señor Blood. Tal vez detenerle sea excesivo, pero sí hacerle algunas preguntas. Dividámonos de nuevo en dos dúos-comento siendo consciente de que mis palabras no serán casi tenidas en cuenta.
Mis ojos siguen escrutando el edifico por si acaso ocurre algún movimiento nuevo.
Un tipo sale de la casucha solo. Este podría ser un buen momento para coger a uno de ellos e interrogarlo. Hudson intentaba pensar con rapidez.
Blood, sígame, vamos a hablar con ese tipo.
El detective comenzó a moverse antes de que Peter contestase. Si quería venir tendría que hacerlo ya, podrían perder de vista a aquel tipo en cualquier momento.
Ustedes dos quédense aquí e intenten que no les vean.
La idea es ir con Blood e interceptar a ese tipo en un lugar donde no pueda pedir ayuda.
Peter, dudo un segundo y al ver como se marchaba sin él, se disculpó con Sam, con un simple gesto y lo siguió, para ver que podían sacar.
-¿Y qué hacemos? ¿Nos quedamos aquí sin hacer nada?-pregunto algo malhumorado más al viento que a alguien en especial.
Pego una pequeña patada a una piedrecita minúscula que hay en el camino y una vez más se dibuja en mi mente la cara de mi sobrino.
-¿Qué sugiere, señorita?-le pregunto serio.
Hudson no se giró, pero sintió a Blood moverse detrás de él.
Será mejor que esperemos que se aleje un poco antes de asaltarlo. Dijo en un susurro. No nos conviene que sus amigos le oigan pedir ayuda.
Intentó moverse con el mayor cuidado posible para que no se percatara de su presencia.
En cuanto tengamos la menor oportunidad lo asaltaremos. Cuanto más esperemos mayor posibilidad de que se encuentre con alguien.
Motivo: Seguir al sospechoso
Tirada: 1d6
Dificultad: 4+
Resultado: 4(+1)=5 (Exito)
Aquello no duró mas de un par de minutos. Tras pasar un par de calles Hudson vió su oportunidad. Sin avisar salió corriendo detrás del muchacho y lo derribó contra el suelo sujetando su mano contra la espalda. El muchacho se removía tratando de quitárselo de encima pero el detective lo tenía inmovilizado.
-¡¿Pero que haces?!-gritaba- ¡quítate de encima, como te coja te voy a partir la cara! ¿Se puede saber que crees que estás haciendo imbécil?