Partida Rol por web

Se olvida de lo evidente. Que hay muchas otras formas de entrar que no sean por las malas con muchas pistolitas y bang bang bang.-digo en voz baja haciendo la forma de una pistola con las manos- ¿Acaso le hace sentir más hombre? No tengo nada en contra de pedir refuerzos siempre y cuando la situación lo requiera y no sea peligroso. Pero se olvida de dos cosas. La primera que no podemos hacer saltar la liebre, y la segunda que tardaran horas en venir y vendran, cómo siempre, armando un gran escandalo

Me quedo en silencio unos segundos antes de continuar.

De todos modos si no trabaja solo y trabaja para los bajotierra como les llamo ese hombre....o gusanos-digo con un visible escalofrío- puede que sea el nombre de alguna mafia y en ese caso, no estarán en el mismo lugar que el crío, sino muy lejos.

Joseph se fijó que Sauch y Blood apenas intervinieron en la conversación que mantenía con Samantha. Desde luego, visto desde fuera debía parecer más aconsejable dejarlos a ambos.

Desde luego prefiero investigar antes de llamar, pero aquí parados poco vamos a hacer.

Hudson sacó un cigarrillo que traía preparado y lo encendió, dio una gran calada y exhaló el humo.

¿Vamos?

Sauch y Blood les habían dejado calarar sus diferencias, desde luego era lo mas seguro para ellos dos. Cuando al fin habia terminado todo se encogieron de hombros y reemprendieron la caminata...sin saber muy bien ha donde iban.

-Vayamos...¿se nos "estropeará" el coche o prefiere usted entrar por las malas?-digo sacando otro cigarrillo y fumandolo nerviosamente

Veamos cómo es la casa y los alrededores y decidiremos entonces. Dudo mucho que puedan dejarnos llamar por teléfono en la casa con la excusa del coche.

Mientras hablaba continuó fumándose el cigarrillo. El humo pasando por sus pulmones le hacía tranquilizarse.

Caminais unos metros y rodeais la vieja iglesa. El imponente edificio parece en desuso cosa extraña pero no le dais mayor importancia. Mas adelante, a los pies de una colina podéis ver una casucha de madera y el techo echo con planchas de metal. Tiene aspecto de vieja y abandonada, casi como el pueblo, pero según lo que os han dicho los Wisner viven ahí. Al otro lado de la colina a unos cien metros de la casa hay un pequeño bosque de coníferas.

Una gota cae en la mejilla de Samantha, el cielo ha estado nublado todo el dia pero parece que ahora a roto a llover, la lluvia no es demasiado molesta pero os empapa en unos minutos.

Mientras siento cómo se empapan mis ropas por segunda vez en el día observo la casa, que parece abandonada. Permanezco unos minutos en silencio mientras nos vamos acercando y arrojó el cigarrillo al suelo.

miro a mis compañeros y digo

Bien, llamemos...si la escusa del coche no sirve, está claro que esta lluvia si puede hacerlo-finalizó con un sonoo estornudo mi frase

Hudson observa como Samantha tira el cigarrillo al suelo. El suyo se terminó hace rato, o más bien el agua se encargó de apagarlo. Trató de cubrirse tanto como pudo con su abrigo, pero terminó con agua hasta el cuello.

Supongo que tendremos que improvisar sobre la marcha.

Dicho esto golpeó con fuerza la puerta para llamar la atención de quien estuviera dentro de la casa.

Por cierto Blood, ahora que caigo, tendrá que decirme en algún momento qué hizo con aquel muchacho.

Lo dejé esposado en la oficína de telégrafos-respondió Blood- Cuando llamé a la policía les dije que lo apresasen... Ahora que lo dices, puede que eso le salvase la vida...

La lluvia resonaba fuertemente contra el techo de metal. Dentro no se escuchaba nada... un momento... algo si se escuchaba. Un bebe acababa de romper a llorar... pero se escuchó algo mas... un chasquido metálico. Peter Blood reconoció el sonido.

¡Al suelo!-gritó.

Y entonces se desató la tormenta.