Partida Rol por web

La bala de Mormorac impactó al androide en pleno pecho haciendo saltar una pléyade de chispas metálicas. El disparo no afecto a la marcha del droide que caminaba decidido hacia la tripulación del Pandora con la aviesa intención de hacerles pedacitos.

La gigante se lanza con sus hachas y su espada a por el droide. Aletea cogiendo impulso y trata de atravesar a ese robot para inutilizarle.

La enorme mutante interrumpió la carrera del droide y después le asesto dos terribles golpes.

Vale tú lo has querido, te rompo y luego te arreglo.

Dijo mientras cargaba tras Rona, con su gran llave potenciada por delante, lista para quitarle la cabeza a esa cosa.

- ¡Sabía que pasaría! - exclamó la doctora quién extrajo su pistola y apuntó al droide con instinto asesino. - ¡Vigilad con ese sable laser, parece como el que utilizamos en los quirofanos para amputar piernas... - dijo no dando demasiados ánimos. 

Tras el disparo de Mercy el robot pareció flaquear en su determinación de hacer picadillo a los intrusos pero se repuso rápidamente y siguió su marcha hacia los aventureros.

El veterano pirata siguió desplazandose a lo largo de las paredes de la sala, buscando flanquear a aquella cosa implacable mientras mantenía toda la distancia posible con aquella temible espada. Los malditos androides siempre son difíciles de abatir. Mientras se movía, volvió a disparar. Sus balas no harían demasiada mella en la carcasa de aleación de aquella tostadora asesina, pero no tenía nada mejor.

- ¡Por el puto albedo de un agujero negro! - Bramó con su voz cascada. - ¡Si tenéis un láser es hora de usarlo patanes! ¡Las armas normales apenas le hacen cosquillas!

Rona ataca de nuevo. Con todas sus fuerzas intenta penetrar con su espada y hachas.

Kimbo trata de buscar un flanco para abrirle la cabeza con la llave.

Te voy a batear montón de chatarra.

El ataque por desgracia se pierde por encima del droide.

- Me niego a acabar muertos aquí por un droide asesino después de haber conseguido salir de la maldita prisión. - dijo la doctora, preocupada por las posibilidades de supervivencia frente a aquel combate. 

Los nervios empezaban a causar efecto en ella haciéndole perder puntería. 

El droide salió de su pequeño letargo, por lo visto se había quedado colgado durante algún proceso rutinario viendose obligado a reiniciar sus sistemas. Cuando fué consciente del peligro ante el que se encontraban, intentó triangular mediante su sistema de sensores una trayectoria segura para evitar daños colaterales derivados de sus disparos. Centró su arma y apretó el gatillo que abría el contenedor de plasma, conduciendo su energía a través del cañón hacia el exterior del arma, deseando que impactase en el objetivo centrado en su retícula.

Tras la brutal embestida de Rona y el disparo de ch1ld_08 el droide cayó al suelo con todo su torso chisporroteando y sufriendo ligeras convulsiones. La espada-pistola láser cayó al suelo desde su mano inmóvil. 

Kimbo se aproximó al droide a echar un vistazo.

Bravo chicos, la habéis desactivado pero bien.

¿Lo cargo en Pandora Capitan? Tal vez roboto y yo podríamos, con tiempo y algunas piezas, repararlo.

Le echó un vistazo al arma. ¿Alguien sabe manejar una de estas? 

Ustedes dirán, pero está claro que por aquí no han pasado.

- Yo puedo Kimbo, pero tal vez alguien más esté interesado... ¿volvemos a avanzar? algo me dice que aún habrá más sorpresas.- Según terminó de decirlo miró al Capitán y después al resto de la tripulación.

- No... ¿Gracias? -contestó con cierto halo de duda por la composición gramatical de la frase.

Se habían llevado un buen sobresalto con el droide de combate, pero con la tripulación del Pandora había sido pan comido. Dado que Kimbo había señalado que era posible que la habitación no estuviese saquedada, se dispuso a ehar un vistazo en busca de algo de valor, ya fuese monetario o informativo.

La inspección de Ch1ld_01 no reveló la existencia de nada de valor en la estancia.