Partida Rol por web

Astérope

Incoming Students Atlaneva F.E.E.

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26/07/2020, 18:54
Adam Dyer

Y, como suele suceder, el refranero popular no estaba dispuesto a fallar aquella vez. No hay dos sin tres. Ahora eran tres las chicas que revoloteaban en torno a Adam que seguía tratando de ocultar su expresión tras las gafas de sol. Su ceño fruncido igualmente podía adivinarse y su más que evidente gestus de incomodidad terminaban el cuadro.

La monja nórdica sonreía. La glam punk rockstar se pavoneaba. La chica nueva de pelo ensortijado como una oveja hablaba de él como si el propio Adam no estuviese presente. Y, sin embargo, al otro lado del aula, una chica guapa, interesante, estilosa y, a juzgar por el moleskine, inteligente... miraba y respetaba las distancias. ¡Cuánto habría deseado Adam teletransportarse allí junto a la chica del penacho blanco para, directamente, no dirigirle la palabra en (mínimo) todo el semestre!

Clic... clic... clic...
Clic... clic... clic...
Clic... clic... clic...

- Creo que es un poco reservado 

Creo que necesita tiempo 

- Encantada Adam.

- Encantado, Branwen. Encantado, Ingvild. Encantado igualmente... chica rubia que aún no se ha presentado. Yo soy Adam. Adam Dyer. Y soy canadiense. Un lugar extraño dónde la gente que no te conoce no se pone a hablar de ti delante tuyo como si fueses un caballo. No sé si en Gales ahora es cuando enseñas mi dentadura a las demás contertulias o si lo dejas para una segunda cita.

Adam cerró su cuaderno con aparente molestia y se levantó de su asiento airado. Caminó hacia la parte delantera de la clase con determinación. Justo a dónde se encontraba la chica del penacho blanco. Había un asiento libre a su lado y, casi como un Terminator, había fijado ese objetivo en su retina. Hasta que se encontró a escasos dos metros del mismo. En ese momento paró en seco y dudó durante unos segundos. Transcurridos continuó caminando y pasó de largo. Un par de filas más adelante... casi en la parte delantera del aula. 

Justo dónde NO quería sentarse.

Clic... clic... clic...
Clic... clic... clic...
Clic... clic... clic...

Notas de juego

Por alusiones ^_^

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26/07/2020, 19:30
Branwen Glyndwr

Branwen suspiró abatida a la vez que se quito la gafas como si liberada de su peso se pudiera aligerar aunque fuera levemente la descarga de irritación que se  le había abalanzado.

Respuestas a decenas, en relación la dentadura y los ojos del muchacho, se le apelotonaron en diferentes grados de broma, burla o pulla pero, más que una gracia, comprendía que el chico requería una disculpa. Ya la tendría. Pero no ahora.

Con lo ojos en la tarima de la mesa, su mochila, el trajín inconsciente de sus manos y algún vistazo lateral tentativo a las dos compañeras nuevas, se dió cuenta que estaba sacando toda su parafernalia de estudio sin un plan definido, solo liberación de zozobra y que sus labios estaban moviendo, a la voz de un murmullo, sus pensamientos.

- ¿Que clase de Elefante eres Branwen? El de la cacharrería por supuesto. Que si no... ¿Caballos? A lo sumo caballas. A la fuerza ahorcan si aprendí de pescado... - masticó palabras casi convirtiendolas en un galimatías de idiomas - Ych-af-i! - se lamentó sin poder remediarlo. Luego respiró. Hondo. Las suficientes veces para no tener la perspectiva de la situación boca-abajo - Calma. Tiene derecho a enfadarse. Aunque podía haberme pedido que me callara y ya está. Pero eso lo haces tu - dudó en un susurro - a él igual no le sale.

Luego cayó en la cuenta de como Adam se había expresado y parpadeó. ¿Como que una segunda cita?

Notas de juego

Respuesta cortita a la alusión. ^_^

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26/07/2020, 20:58
Nikita Pontecorvo

Mientras observaba llenarse la sala, a Nikita le llamó la atención una chica de melena blanca y estética pseudo punk. La forma en que giraba sobre sí misma admirando su alrededor como si hubiera entrado en una catedral o un museo le cautivó por cómo transmitía todo su entusiasmo. Se había quedado observando sus movimientos cuando cruzó miradas con Bediviere. Levantó la mano para devolverle el saludo y sonrió después entre resignado y divertido al ver cómo la chica volteaba su rostro inmediatamente para mirar a nada en particular. No lo tomó como algo personal pero captó el mensaje; bromeó para sí mismo pensando que debería esperar para preguntarle cuánto podía crecer el pelo posmortem.

Antes de que le tocara sentarse en primera fila reaccionó buscando algún asiento que pudiera ocupar sin tener que hacer levantar a nadie. Una vez allí saludó con un escueto "hola" y una sonrisa a la persona a su lado y tras comprobar que había quitado el sonido a su móvil, dejó caer la mochila junto a sus pies.

- Tiradas (1)

Motivo: lugar del asiento: par hacia el inicio impar hacia el final de la sala

Tirada: 1d6

Resultado: 5 [5]

Notas de juego

Un post cortito para responder y situarme en la sala (lo he echado a suertes y el asiento está hacia el final de la sala también). :-)

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26/07/2020, 21:42
Ingvild Hoem

Ingvild arqueó una ceja ante las palabras del chico tímido, Adam. Con cierta exasperación se dirigió a Branwen y a la otra muchacha rockstar.

—Bueno, yo soy noruega. Un lugar donde los asientos de a pares están tácitamente reservados para una persona, sin importar lo lleno que se encuentre el autobús —se encogió de hombros— Pero ahora estamos en Astérope. Había entendido que los asteropeses eran cordiales y extrovertidos, aunque ya veo que por el momento somos todos extranjeros.

Había pasado mucho tiempo viajando y en contacto con gente de todas partes. La extroversión de los habitantes del sur de Europa se le antojaba deseable y natural, y con el tiempo había logrado romper esa barrera de hielo invisible detrás de la cual se esconden los corazoncitos escandinavos. La vida era más disfrutable así, en su opinión.

En todo caso, el efecto había sido el deseado. El chico de la boli se había alejado y volvía a reinar la paz auditiva. Aunque se sintió un poco mal por el flaco, suspiró satisfecha.

Brawnen comenzó a mascullar algo ininteligible. Tampoco pasó por alto la forma brutalmente honesta con la cual se había expresado delante del chico. Decidió retomar la conversación con la curiosa irlandesa.

—Gracias —respondió con una sonrisa— Aunque en Noruega nadie realmente lleva motes. ¡Sería un escándalo! —añadió volteando los ojos— Branwen también es un nombre bello.

No le preguntó si tenía mote, pero internamente le adjudicó uno que resumía su primera impresión de la chica: «Rulitos Perfumados».

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26/07/2020, 22:54
Bryony J. White

La mirada de Bryony detuvo su paseo por la sala para fijarse en la chica que le respondía desde el fondo. Se rió con lo que entendió que era una broma sobre la esencia de la carrera que iban a comenzar y no tardó ni un segundo en levantarse para acercarse a ella y a su amigo. Por el camino se le unió otra chica con unos rizos adorables y la sonrisa que había amenazado con aparecer, terminó de instalarse en los labios de Bry. 

Dejó su mochila en una butaca y apoyó el culo en el respaldo de otra, observando a aquella extraña panda. No estaba segura de si se conocían ya o qué, pero supuso que sí al ver que Branwen hablaba por el chico. Abrió la boca para presentarse y responder, pero antes de que pudiera hacerlo el chico se revolvió y la cerró de nuevo para contemplarlo con curiosidad, sus labios entreabiertos y una ceja ligeramente alzada. 

—Soy Bryony. Es un placer, chico canadiense —le dijo a su espalda mientras él se marchaba. 

Se volvió para mirar a las dos chicas y se encogió de hombros, con aire divertido. Notó que Branwen había empezado a hablar sola, así que su mirada pasó de ella hacia la otra chica, como preguntándole con los ojos si sabía qué estaba pasando. La verdad, se iba entusiasmando más a cada segundo que pasaba en ese salón de actos. Todas aquellas personas parecían peculiares y eso le encantaba. Carraspeó, intentando reubicar la conversación.

—¿Por dónde íbamos? —Lo sabía de sobra, pero preguntó sobre todo para sacar a la galesa de su autoconversación—. Ya, sí, soy de Londres. Chelsea de nacimiento, SoHo de corazón. ¡Así que bingo, querida Watson! Me has cazado. ¿Es tu superpoder o es que lo llevo escrito en la frente? —bromeó, de un humor inmejorable para después seguir parloteando—.  Sería la caña que nos pusieran un misterio para resolver... Ojalá tengáis razón y no sea una aburrida charla de presentación sin más. Ayer me dijeron que la mejor salida para esta carrera sería ser asesora de empresas tecnológicas —Frunció los labios, con un gesto que decía: «aburrido»—, pero estoy segura de que tiene que haber algo más creativo que sacar. ¿Vivís por aquí? —Cambió de tema sobre la marcha como si nada, expansiva en su forma rápida de hablar—. Estoy pensando hacer una fiesta en mi casa este sábado, pero aún no conozco a nadie más que mi compañera de casa... —Se encogió de hombros con gracia— y vosotras.

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27/07/2020, 10:06
Roger Colberto

Se abrió una doble puerta en la parte frontal de la sala y entraron unas diez personas que por su aspecto y edad debían ser profesores o conferenciantes.

Uno de ellos, que vestía el traje con total naturalidad, sin corbata y con la americana abierta, subió al estrado con agilidad. Era delgado y curtido sus rasgos eran duros pero había algo en su expresión que los suavizaba. Trasteó con el micro hasta que la gente guardó silencio y comenzó a hablar.

—Hola. Me llamo Roger Colberto y soy el Decano de la Facultad de Estudios Esotéricos. Bienvenidos a la Universidad de Atlaneva.

Paseó su mirada por los estudiantes.

—Desde los cuatro años he visto presencias. A veces ecos de humanos, otras almas en pena, otras espíritus. Me pasé hasta los veinte años intentando averiguar qué demonios me ocurría pero después dejé ese enfoque para centrarme en ellos, en qué era aquello que yo y unos pocos más podíamos ver.

Una chica de unos cuarenta años que había entrado con el grupo de profesores subió y le ayudó con el micro, que empezaba a oírse mal. Lo solventó en unos segundos.

—Estudié historia y me hice antropólogo cognitivo. Busqué en las selvas del Amazonas el entendimiento que no pude hallar en mi tierra.

Hizo una pausa dramática.

—Sé que muchos de vosotros sabéis lo que es vivir algo así. Nuestro trabajo será que ese estigma, esa soledad intelectual, acabe… hoy, aquí. Que acabe el apagón sobre todo lo que se suele llamar "más allá" que ha sufrido la cultura occidental. Que acabe el espaldarazo que le ha dado el mundo académico, el científico y los campos del saber que se disputan el dominio sobre la definición de lo que es real, o importante.

Sonrió.

—Seguro que estos días os ha venido a la cabeza el pensamiento ¿En qué demonios me he metido? A mi también.

Viéndose respaldados por las risillas de algunos profesores muchos alumnos rieron también.

—Tengo la intuición de que estoy ante la vanguardia de lo que será una revolución mucho mayor de lo que fue la Mecánica Cuántica. Una que Occidente no ha vivido en los últimos cuatro o cinco siglos ¿No lo sentís vosotros también? ¿No se respira en el ambiente? Siento el peso de una gran responsabilidad que quiero compartir con cada uno de vosotros. Un paisaje ignoto se abre a cada paso que damos y haremos juntos el viaje respetando la tierra que pisamos. Hallaremos fuegos hace tiempo apagados, ocultos, pero que existen...

Bebió un vaso de agua.

—Muchas veces serán cosas tangibles, vitales para el futuro de la humanidad. Ya estamos trabajando en algunas, lo veréis en las clases. Y no exagero si os digo que estáis en uno de los lugares intelectualmente más estimulantes del mundo.

Y termino con el mejor consejo que os puedo dar… Por favor, aprovechad esta ocasión. Aprovechémosla juntos.

Bueno, no me alargo más. Quería dar paso a un colega sin el que no estaríamos aquí ahora. El Premio Nobel de Física Italo Miravessi, uno de los cinco del Grupo de Grenoble.

Todo el mundo allí había oído hablar del mítico "Grupo de Grenoble". Eran los físicos que habían demostrado en el 2003, científicamente, la existencia de "presencias fantasmagóricas".

Notas de juego

1 de 4

Edito: he corregido unas erratas y una expresión sin importancia para el significado del post.

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27/07/2020, 10:08
Italo Miravessi

Un hombre que rondaría los ochenta años, de piernas y brazos largos y delgados pero con algo de barriga, vistiendo un traje que parecía haberle quedado grande subió al estrado. Tras saludar con un apretón de manos al decano, que luego dio un paso atrás para quedarse en un segundo plano, se dirigió a los estudiantes en un inglés con acento indeterminado.

—Os envidio, pero no por la moto que os está vendiendo vuestro decano…

Se giró hacia atrás para sonreír a Roger que respondió con una carcajada.

—Sino por vuestra juventud… También me dais lástima… Es algo que te pasa con la vejez, comienzas a sentir lástima cariñosa por los jóvenes. Quizá es por cierto sentimiento de culpa. Porque la edad hace malos a los hombres, a la mayoría, al menos. A mí, por supuesto. Yo era mucho mejor a vuestra edad.

Bueno, a lo que vengo. Estoy confuso. No sé cómo sentirme, a veces se me pasa por la cabeza la imagen de Robert Oppenheimer y me pregunto si jugábamos a ser Dios y qué consecuencias puede tener aquello que hicimos sin pensar demasiado en las consecuencias. Me temo.

Mmmm, piénsenlo chicos. Ahora, aquí al menos, lo tenemos claro, ellos, los otros, existen. Pero ¿hasta qué punto existen? ¿Quienes existen?

Creo que es… Legítimo inquietarnos con esa duda. Yo grabé en video un fantasma… ¿Existen los vampiros? ¿O los demonios? ¿Dios? Quizá podamos pedirle… algo ¿No?

Tal y como yo lo veo estamos ante una disyuntiva. O bien se avanza en la agenda de nuestro occidente y lo sobrenatural se convierte en natural, accesible, medible, explotable y rentable… O bien unas fuerzas que se han mantenido en segundo plano desde la Ilustración están pugnando por ponerse de nuevo en el candelero.

Ambos caminos tienen sus lados buenos y sus lados malos. El primero puede ser banalizador y acabar con lo poco que quedaba del misterio, la fe y la esperanza más allá de lo material. El segundo puede traer una nueva era de oscurantismo… En las sombras hay antorchas, sí, pero sobre todo hay sombras.

¿Acaso creen que el saber trae la luz per sé? Imagínense una entrevista a un demonio en televisión, por ejemplo

Hubieron risas duditativas.

Todos han visto las imágenes de los fantasmas… ¿Quién sabe qué hallaremos más allá? ¿Qué efecto tendrán este tipo de cosas sobre la cultura occidental, tan poco preparada para enfrentarse a lo desconocido?

Bebió.

—Quizá no existan habitantes del más allá con voluntad propia o sólo podemos tratar con nuestra nueva ciencia ecos de gente que existió. Pero existen a ese otro lado seres con voluntad propia algo tendrán que opinar de todo esto ¿No creen? Y lo que es más inquietante ¿Donde están ahora mismo? Todo esto, que parece estúpido a algunos, yo lo digo sin tapujos porque sé lo que es romper la barrera del ridículo.

Parte de la educación transversal de estos estudios será enseñarles prudencia, pero no tengo claro hasta qué punto se puede enseñar eso en una clase. En la página web de mi departamento en Grenoble está mi correo electrónico. Por favor, no duden en pedirme consejo de lo que sea y cuenten con sus profesores.

Mi intuición me dice que esto puede ser un tren que descarrila si no andan con mucho tiento, y quizá ya sea tarde. Ha sido esa intuición la que me ha traído aquí, en realidad. Mis pesadillas.

Guardó silencio, serio miró al suelo y luego al frente, para acabar.

—En todo caso, si lo que hicimos es el comienzo de una cascada de eventos funestos para ustedes, les ruego que me perdonen.

Si abrimos la Caja de Pandora, ya es tarde para cerrarla.

Espero que ustedes sean mejores y tengan la sabiduría de cerrar los pozos envenenados que descubran.

Hubo un silencio donde algunos profesores comentaron en voz baja. El decano se acercó al Premio Novel y le puso la mano sobre la espalda, con confianza, casi un abrazo. Le dijo algo al oído, que no se oyó en el micrófono.

Con ese gesto los profesores aplaudieron y con ellos el resto del público.

Notas de juego

2 de 4

Edito: he cambiado el principio del párrafo que viene después de "Bebió."

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27/07/2020, 10:11
Roger Colberto

Volvió a hablar el decano.

—Una de las funciones más importantes de las instituciones es la de recopilar el saber y cuidar su práctica en beneficio de la humanidad. Desde luego que habrán desarrollos peligrosos. Nuestra obligación será vigilar su uso, reglarlo. Ayudar a hacer nuevas leyes que protejan de abusos…

Bueno, en nuestras conversaciones de cada día estarán estas cosas, pero yo creo que por hoy ya hemos hecho suficiente toma de conciencia, ahora, por favor, si alguien quiere preguntarnos algo ya sea a mi o, mejor, a nuestro insigne invitado, por favor, aprovechad que lo tenemos a tiro. Recopilaremos todas vuestras preguntas y las responderemos después, adelante, Joana, por favor.

Notas de juego

3 de 4

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27/07/2020, 10:24
Joana Arraúte

La misma mujer que había arreglado al principio el micro del ponente ahora llevaba a quien levantara la mano el micrófono, para que pudiera hacer su pregunta. Una estudiante con gafas le preguntó al físico sobre si creía que se pudiera diseñar una versión miniaturizada de la cámara de vacio bariómico –el instrumento que les había permitido la visualización de presencias- que pudiera usarse como un electrodoméstico de uso común, como una tele. Un profesor grueso con una presencia energética y la voz de tenor le pidió, también al anciano, que contara algo sobre el gran descubrimiento que les había dado en Nobel.

Notas de juego

4 de 4

Ya podéis postear (sentiros libes de que vuestros personajes participen o no en la ronda de preguntas).

:-)

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27/07/2020, 11:34
Adam Dyer

Adam no escuchó todo el speech. Le parecía realmente interesante, por cierto... pero llegado cierto punto se quedó parado. Atascado en el discurso de tal forma que se perdió el final. Su mente, como uno de aquellos discos de vinilo que se quedaban trabados en un punto fijo de la grabación y acababan reproduciendo en bucle un verso concreto, no se sacaba de la cabeza una de las ideas que había expuesto aquel anciano en su larga y, a veces también, descalabazada perorata.

La palabra le martilleaba las sienes y no se podía contener más. Casi temblaba de pura excitación y no... la cocaína que había consumido en el desayuno para despejarse tras una noche "movidita" no era la causa.

La mano de Adam se levantó como una flecha hacia el cielo. Una vez la mujer del micrófono se hubo acercado, el chico se puso en pie como un resorte. Fue a hablar cuando se percató de que aún llevaba las gafas de sol puestas. Las quitó torpemente... tanto que al final fueron a parar al suelo pero las dejó que cayeran. Ya las recogería luego. Ahora tenía que preguntar. Había recorrido medio mundo para formular aquella pregunta. No se iba a quedar con las ganas:

- ¿Pesadillas...? - preguntó inquisitivo. - Ha dicho, doctor Miravesi que sus pesadillas le trajeron hasta aquí.

El corazón de Adam brincaba en su pecho tanto que la mano que así el micrófono temblaba también. La respuesta a su incertidumbre vital estaba apenas a unos segundos de distancia. O eso pensaba él. 

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27/07/2020, 11:51
Nikita Pontecorvo

Cuando el decano habló de su propia experiencia, Nikita se recolocó en el asiento venciendo el cuerpo hacia adelante. Empezaba a perderse parte del discurso cuando la mujer arregló el problema de megafonía y atendió a cada una de las palabras como un muerto de sed que hubiera encontrado una fuente.

"Búsqueda", "entendimiento", "responsabilidad", ideas que necesitaba oír como también que se hiciera referencia al riesgo de banalización o mercantilización de que Mariam le había hablado la tarde anterior. El brillo de sus ojos aumentaba conforme avanzó el discurso. Mucho estaba por ver aún pero aquella introducción le hizo pensar que no se había equivocado. ¿Quería decir eso que no aparecerían todo tipo de empresas, servicios, asesores, etc., y que el mercado no aprovecharía para abrir un nuevo campo ávido de encontrar siempre un nicho que explotar? Sin duda todo eso surgiría —y siempre había habido gente que se había lucrado con el tema al fin y al cabo— pero en ese momento no podía importarle menos si no era ese el enfoque principal que iba a encontrar, si alguien que se había marchado a la selva a buscar la respuesta a sus visiones estaba allí para ayudarle. Las palabras del premio Nobel pretendían agitar sus conciencias y rio con la idea de un demonio en televisión (seguro que no sería el primero), pero pensó que de todos modos la caja de Pandora había sido abierta para él hacía mucho y necesitaba una guía.

Volvió a apoyar la espalda contra el asiento y miró alrededor. Contempló las caras de aquellos que como él habrían tenido todo tipo de intuiciones, de encuentros tal vez, que estarían tan necesitados o más que él mismo. Observó a Bediviere. Ya no estaba solo y aquello lo reconfortó y formó un nudo en su estómago al mismo tiempo.

La casa volvió entonces a sus pensamientos. Y las sospechas de Mariam. Volvió a mirar alrededor: ¿por qué él? ¿Por qué ahora? Esperó que esas preguntas tuvieran respuesta en aquel lugar. Y ya puestos a esperar, esperó que esa respuesta no fuera terrible, que si era un pozo envenenado pudiera encontrar la forma de cerrarlo. Él mismo había sentido el miedo a ser el detonante de algo funesto de que hablaba el anciano. Pero se dio cuenta que había sido más bien una fantasía que un miedo real. Ahora comenzaba a serlo.

Cuando llegó el turno de preguntas el nudo en su estómago apenas le dejaba pensar. Los nervios habían hecho mella en él de pronto y se sintió frente a un examen para el que no estaba preparado. Apoyó la cabeza en el respaldo y fijó la mirada en el techo. En su ensimismamiento casi pudo escuchar la voz de su amigo Sharif diciéndole si es que alguna vez se había preparado de verdad para un examen. Sonrió para sí y suspiró bajito con fingido aire de resignación. Pues sí, Sharif tendría razón después de todo.

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27/07/2020, 22:18
Branwen Glyndwr

- Puedo imaginar que sobran dedos de las manos para contar los sitios de los que viene el Glamour. - se destrabo de su propio soliloquio al darse cuenta que le habían preguntado y dirigiendose a Bryony - Siempre imaginé que Londres es uno.

Se dispuso a añadir que estaba de acuerdo que, para acabar en una Techie no hacía falta ponerse a fotografiar fantasmas, pero el comienzo del evento la ganó por la mano y se quedó con las ganas en los labios, que solo le dieron para apuntar sin voz un, “Cuenta conmigo” futurible

El auditorio se concentró en la entrada de lo que debían ser los profesores y Branwen se unió a esa misión de atender las primeras palabras de quien se presentó como el decano.

Tuvo que admitir que el claustro gozó de buen gusto al elegir a su cabeza visible.

También hablaba bién y con desparpajo y enseguida reconectó el foco sobre reflexiones que la misma Branwen había apilado en los guardamuebles de su mente, en relación a porqué había venido hasta allí.

Inquietudes que el honesto, o así se lo pareció, discurso o confesión del anciano miembro del grupo que lo empezó todo compartió después.

Una evocación de una recomendación sensata pareció resumirselo especialmente para ella.

“Abre tus ojos y luego abre tus ojos otra vez”

Se sintió como embarcandose en un asunto de magos que solo se podía afrontar con una actitud de brujas. 

Se frotó los labios con la parte carnosa de la muñeca en un tic meditabundo.

¿Que iban ellos, como estudiantes, a abordar en un mundo real, no de fantasía y que daba tanto reparo al viejo en contraste con el entusiasmo de su colega?

Se quedó pensándolo con un grado de silencio mayor que el del resto de los momentos del día, de la semana, casi de toda la vida. Ese que concita la atención de toda percepción y neurona sobre una cuestión importante que, no se podía dejar pasar de pensar, a expensas de luego ya no tener manera de afrontarla.

Estaba en un comienzo y, al contrario que en cualquiera de otros arranques universitarios que se hubiera decantado a empezar, este la inundaba de una turbación sinuosa, adulta y por momentos inverosímil de digerir. Se sintió incrustada en el corazón de su narrativa ficticia favorita en donde cada palabra que en su momento la había fascinado, encandilado y hecho regresar a por mas cogía una vida inusitada.

Da el paso - se dijo - da el paso y “No podrás decir: No es muy Culpa. No podrás decir: No es mi Responsabilidad. Tendrás que decir: Apechuga con todo esto. No tienes por que quererlo. Pero tendrás que hacerlo“

Se le puso el estómago lleno de bichos, y no eran puñeteras mariposas, pero sin embargo no claudicó.

Vale que los roles femeninos literarios, y más los del género de la fantasía de evasión, no eran los más sanos modelos de conducta que se pudieran recomendar pero en la vida de Branwen no había habido muchas opciones y las cosas son como son. Sin embargo no le habían llegado a fallar jamás y en esta ocasión porque iba a ser especial.

“Siempre confronta lo que temes. Haz lo que debes hacer. Nunca Desees. Actua”

No estaba decidiendo por un impulso de querencia, ramalazo de curiosidad o arrastre de inercia. Lo sabía.

También sabia que durante unos segundos, se sintió impulsada a levantarse y dirigir sus pasos hacia la facultad de informática de aquí o, correr a la de Liverpool, y arrojarse en aquella balsa solo habitada por tiburones y no este océano obtuso que le estaban diciendo que, mínimo, aquí hay dragones. 

No supo como llego a ver a Adam alzado y lanzado pero... ¿estratosfericamente lúcido?... exhalando una pregunta como si hubieran destripado los sellos de seguridad que la hubiera estado conteniendo. La escuchó como si no hubiera habido otra voz en varios kilómetros. Tambin observo pero no se fijó perfectamente en él si no en la mujer que repartía el micrófono.

- ¿Pesadillas...? - Ha dicho, doctor Miravesi que sus pesadillas le trajeron hasta aquí.

Sintió que en la ansiedad del muchacho por la respuesta estaba la suya propia. Quédate para darle tu perspectiva al asunto, ya sea en la distancia o como amiga. Quédate por que sabes lo mucho que pica estar sola. Quédate por que esto es lo mas parecido a ser Mago y mago es mejor que Informata. Quédate por que...

Por que ya... lo habías decidido... - rumió el descubrimiento al darse cuenta.

Notas de juego

Editado un cambio de puntuación y una palabra. No hace falta releer.

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27/07/2020, 22:58
Ingvild Hoem

Abrió la boca para replicar a Bryony, mas al contemplar la entrada del célebre científico Italo Miravessi la voz se le secó en la garganta, sus labios formando una «O» de perfecta incredulidad.

Los discursos se sucedieron, y por un extraño instante tuvo la sensación de encontrarse dentro de una de las fotos de Albert Einstein, ésa donde el excéntrico anciano estaba rodeado por decenas de científicos de renombre, otros tantos ganadores del Premio Nobel. ¿Serían los presentes en aquel auditorio las imágenes primigenias de los que devendrían en afamados científicos? Estaba claro que el discurso aleccionador de Colberto había despertado la ambición de Ingvild, como ella misma reflexionaría más tarde, sintiéndose entonces algo ingenua.

En todo caso, y como le había explicado a Giulá y a su primo la noche pasada, para ella lo esotérico radicaba acaso en la unión entre el arte y la ciencia. Se alegró al comprobar que la ciencia estaría presente. Por el momento el arte… se encontraba en el asiento de su derecha, custodiado por largos mechones decolorados y un rostro encantador. Bryony. Le sonrió con timidez, dispuesta a aceptar la invitación de la chica a la menor oportunidad.

Italo Miravessi, sin vestir con dejadez, evidenciaba por su apariencia su naturaleza de científico. Cuando este mencionó la caja de pandora, no pudo evitar pensar en su propia caja. Esa que había dejado a salvo en su habitación, dentro un pequeño baúl con llave, y que disimulaba con la apariencia de un libro de tapa dura algo vetusto. Esa que ella tampoco se animaba a explorar al límite de su potencial. Cuando el orador insinuó la posibilidad de una segunda inquisición, el corazón de la joven comenzó a palpitar aún con más fuerza. ¿Era todo casual? Ingvild había adivinado el rol de la religión en ocultar lo que ella había por fin desenterrado, pero las palabras del científico no hicieron sino reforzar sus convicciones. Le encantaría hablar con él, pero no se atrevía a ser tan explícita delante de todo le auditorio. En cambio, se acercó al oído de Bryony, deleitándose en su perfume, para susurrarle:

—Cuenta conmigo para la fiesta.

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29/07/2020, 04:12
Bryony J. White

Cuando los profesores empezaron a entrar en el salón, Bryony se sentó en la butaca en la que había dejado su mochila y se puso cómoda. Su postura era algo lánguida, aprovechando que estaba al fondo de la sala, con el culo casi en el borde del asiento, y las piernas estiradas hacia delante, en la medida del espacio que había. Sonrió a Branwen, que acababa de convertirse en la primera invitada de su fiesta, y luego escuchó atenta al decano... al menos al principio. 

Su discurso era interesante, tal vez si no tuviera resaca la habría cautivado más. Pero esa mañana la capacidad de atención de Bry era, como mínimo, dispersa. Eso y que en realidad no sintió que sus palabras fueran para ella, no conectaron con su latido. Si Bryony se había sentido alguna vez incomprendida o un bicho raro no había sido por lo que la había llevado a Astérope. 

Así que sus ojos abandonaron al decano filf para pasearse, curiosos y descarados, por sus compañeros. Encontraba cierto encanto en ver sus rostros y dilucidar quiénes se sentían iluminados por el discurso, quiénes se ofendían y quiénes se asustaban. En ese recorrido su mirada cayó sobre una mujer más mayor, con una estética tan misteriosa e interesante que se preguntó cómo no la había visto antes. Parecía perfecta para los planos que había estado imaginando en el avión, si es que disfrutaba o toleraba que la grabasen. Había gente que simplemente no lograba abstraerse del objetivo que les apuntaba. Tamborileó con los dedos sobre su pierna y decidió que luego le preguntaría si había posado alguna vez. 

Volvió a mirar al decano, que ya terminaba de hablar para dar paso al ancianito adorable. Le daba ternura verlo hablar y le hizo gracia que intentase meterles miedo. También decía cosas interesantes, pero de nuevo el ánimo de Bry no era el mejor para atender a discursos largos. Era una lástima que al final no les hubieran puesto un misterio para resolver. Y que no se le hubiera ocurrido llevarse un termo XXL lleno de café. Pero así estaban las cosas. 

Se abrió la ronda de preguntas y ella andaba pensando en el experimento de Grenoble. En su madre y en Lilla, en lo que ellas esperaban conseguir. El susurro de Ingvild la salvó antes de que se le escapase un bostezo y le sonrió ampliamente. Sacó su móvil con extrema discreción y escribió algo en la pantalla, para después pasárselo a la chica. Le hizo un gesto cómplice alzando las cejas y antes de que le pudiera responder se puso en pie y llamó la atención de la mujer del micro. 

—Señor Miravessi. Supongo que conoce las fotografías de las hadas de Cottingley... En general se consideran un fraude, pero las autoras mantuvieron toda su vida que al menos una de ellas era verdadera y que realmente podían ver las figuras que representaban ahí. ¿Cree que podríamos estar ante un fenómeno similar?  Es un ejemplo, están también las de Brian Froud y Alan Lee o muchas supuestas fotografías con «algo». —Contemplaba al viejecito con interés al llegar al meollo de la pregunta—. ¿Se han estudiado este tipo de casos en retrospectiva, teniendo en cuenta el conocimiento que tenemos ahora gracias al experimento de Grenoble? Y, de ser así, ¿se ha encontrado alguno que se confirmase real? —Hizo una pausa, breve, mientras sus ojos se desviaban de ese hombre al otro—. Y, señor Colberto. ¿Podría contarnos algo sobre el programa de la carrera y qué asignaturas tendremos? 

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29/07/2020, 05:53
Bryony J. White

En la pantalla del teléfono:

Ey, apúntame tu número y así te paso luego la ubicación y los detalles 

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29/07/2020, 23:18
Ingvild Hoem

Ingvild estuvo algo dispersa durante la pregunta de su compañera, ocupada en escribir en el móvil que le habían pasado. Sin embargo, lo que escuchó fue suficiente para captar su atención. Creyó detectar, en las palabras de Bryony, cierto interés por la fotografía. Arrugando ligeramente el entrecejo, se percató con desánimo que aquella circunstancia amenazaba con romper el encanto inicial que había sentido por la británica.

Cuando Manet y su seguidores, los impresionistas, propusieron con su arte un retorno a la Edad Media, lo hicieron —consciente o inconscientemente— sublevándose contra la tendencia del Renacimiento de representar lo más fielmente posible a la realidad. Luego, la fotografía llegó y aplastó aquel arte mezquino de imitación, pero los impresionistas y sus largos tentáculos de otras -istas perduran hasta el día de hoy.

Sin embargo, no ignoraba la ironía que aquella reflexión suponía respecto a sus propios experimentos. Aunque lo de ella era distinto. Ella sí lograría captar la realidad, conservando lo subjetivo y de una manera menos efímera y falaz que la de los medios modernos.

Suspiró con cierta tristeza. ¿Cuales eran las probabilidades de que la primera muchacha gentil e interesante con la que entablaba conversación perteneciera al bando contrario? Pero tal vez no era así. Seguramente se estaba precipitando. Además, el tiempo le había vuelto menos intransigente. Intentaría resolver aquella cuestión más tarde.

Cuando Bryony finalizó su interrogatorio, Ingvild le devolvió discretamente su móvil con una sonrisa. Luego rebuscó en su mochila una libreta y comenzó a dibujar con cierto aire soñador.

- Tiradas (1)

Motivo: Dibujar

Tirada: 2d6

Resultado: 10(+7)=17 [4, 6]

Notas de juego

Percepción más Arte.

Además tiene Dibujo en 2, así que supongo que eso bajaría al dificultad, que la he dejado en blanco pues no sabía muy bien qué poner :)

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30/07/2020, 00:24
Bediviere Lafayette

Observó la disrupción de la conversación entre las tres féminas y el chico, desde su privilegiado lugar como espectadora, sin alzar las cejas, entendiendo, comprendiendo aquel aspaviento, aunque estuviese sazonado por la irritabilidad ansiosa y la quemazón quizá, de una juventud aún rozagante. Lo vio acercarse a su fila, y acto seguido pasar de largo, y al seguirlo lánguidamente, con la mirada, encontró a Nikita buscando asiento hacia el final de la sala. 

Suspiró, y se acomodó en su asiento, colocando su maletín en la butaca libre, a su lado. Un indicativo claro de que no deseaba compañía, en ese momento. No tardó en tensarse, al ver cómo se abrían las puertas. 

El decano, habló, y si bien su discurso retuvo lo suficiente su atención, fueron las palabras del anciano las que calaron hondo. Bediviere se cruzó de brazos, escuchando, circunspecta. La responsabilidad que yacía en todo aquello, y la posibilidad de desatar consecuencias nefastas eran aspectos en los que había pensado alguna vez. La destrucción de la fe, la pérdida del misticismo y la inocencia espiritual eran una posibilidad dolorosa, aunque para ella, lejana. No obstante, ahí estaba.

Estuvo a punto de alzar la mano y pedir la palabra para formular su propia pregunta cuando la chica del pelo decolorado formuló la idea que rondaba por su cabeza, que no era otra que la de saber que aquello no se encontraba totalmente improvisado. Saber si había asignaturas. Si había aunque sea un esbozo de un plan de estudios. Si sabían cómo abordar aquel material parcialmente explorado.

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30/07/2020, 09:52
Italo Miravessi

Otros estudiantes le pidieron, al Nobel, que contara algo de cómo llegaron al descubrimiento y le preguntaron si alguna vez habían tenido algún roce con alguna presencia que se manifestara con violencia, si era verdad que un fallo en el reactor de la cámara podría dar lugar a un agujero negro, si creía en la existencia de vampiros y si podía dar una idea de cuánto pensaba que el mundo podría llegar a cambiar.

Al decano le preguntaron qué nuevas profesiones podrían ejercer, si existiría algo así como un colegio profesional propio, si en las clases harían cosas prácticas, del tipo invocaciones y cosas así, y si enseñarían a hacer exorcismos.

Ambos se turnaron para ir contestando las preguntas no de una en una, sino en un discurso coherente.

Primero habló en Nobel.

El descubrimiento fue fortuito.

Recorrió con su mirada a algunos de los chicos aumentando la expectación y el silencio.

Sabéis, en realidad todo es mucho más misterioso de lo que le parece. La luz es uno de esos misterios que nos lleva de calle, la energía, en realidad. La luz es un algo invisible que incide contra las cosas reflejando su forma y su color…

Nuestro grupo investigábamos por qué los fotones son capaces de recorrer distancias tan enromes en el cosmos sin ser absorbidos por la radiación de fondo. Una de las hipótesis es que, bajo determinadas circunstancias, los fotones se pueden convertir en axiones. Los axiones son partículas subatómicas peculiares que se propusieron para cuadrar las teorías sobre la simetría de carga de las partículas del Universo, Wilczek, su, llamémosle, descubridor les puso ese nombre de detergente porque limpiaban el problema de la Materia Oscura. En contraposición a la materia axiómica, indetectable para nosotros, llamamos materia bariómica a la que conocemos. Pues bien, en su viaje por el espacio los fotones cambiarían de bando axiomizándose… O sea, estábamos dispuestos a aplicar la solución del detergente a nuestro problema…

Aprovechamos el prototipo de reactor de Fusión Fría que se estaba estudiando en nuestra facultad para emular las condiciones en las que los fotones cambiarían de bando. Para evitar que las altísimas temperaturas que alcanza el núcleo del reactor fundan sus paredes se genera un campo magnético de una magnitud enorme. Pues nuestra hipótesis era que ese campo sería capaz de generar algo parecido a un vacío de sustancia bariómica. Y mediante unas rendijas atravesamos ese vacío con un haz de luz. Al salir incidía en una pantalla donde pensábamos estudiar su comportamiento.

No podéis imaginar la sensación de verdadero pavor cuando en esa pantalla, en lugar de algún patrón de onda, se proyectó la imagen de la pequeña Yumeko, la hija de cuatro años que nuestro colega, el profesor Kawase había perdido hacía sólo tres meses tras meses de terrible enfermedad. Estaba ahí y sonrió al ver a su papá, porque nos vio. Todos supimos, inmediatamente, que nos veía. Imaginaos... Fue algo muy personal e intenso, en gran medida terrorífico pero también hermoso. Algo ocurrió en ese encuentro, algo bueno, porque Yumeko no volvió. Creo que encontró la manera de despedirse de su padre. Kawase insistió en llamar a nuestro invento, la "Cámara de Axiomización" o "Cámara de Vacío Radiante" Yumeko uno. Hoy he visitado los ajustes del Yumeko 8 que están construyendo en el departamento de "Energía Proyectiva" de la la facultad de Física de vuestro campus.

Bebió agua y tomó aire, mirando al suelo, para volver luego la vista al frente y continuar.

—Por lo que comenta la señorita de las hadas de Cottingley, el caso no es similar porque los registros de la cámara de axiomizción cumplen con los criterios de reproducibilidad y repetibilidad científicos y son más objetivos que los de Neuroimagen, por ejemplo, porque no hay interpretación computacional que trabaja las imágenes. Son directas y nada ambiguas. No son un borrón, son activas e interactúan con los experimentadores.   

Nuestra cámara es una construcción enorme que gasta tanta energía como una ciudad pequeña, así que esa instalación no puede ser móvil, ni creo que pueda serlo nunca. Nunca será un electrodoméstico como cámara de axiomización un microondas. Eso dificulta su uso para autentificar casos en retrospectiva porque no la podemos meter en una casa o llevar a ese sitio donde se hizo la foto. La cuestión no es sencilla porque la forma de representación puede haber sido un fraude pero lo representado podría haber estado ahí y ser captado por la imaginación de alguien muy sensible.

Luego está el problema de la luz ¿qué capta la luz? ¿Qué es de verdad una imagen? ¿Existen imágenes banales o todas tienen algo del sujeto que las proyectó? Por ejemplo, hicimos el experimento de proyectar diapositivas de la vida de una persona, del álbum familiar de un voluntario y se formó una imagen fantasmagórica suya que parecía consciente. Fue muy efímera pero expresaba pesar y tristeza. Como veis estamos en un territorio desconocido y misterioso donde tendremos que enfrentarnos al problema de distinguir las manifestaciones que son seres por derecho propio de las imágenes animadas y si éstas pueden tener alguna entidad más allá de la imitación…

La cuestión de investigar la autenticidad de fenómenos de este tipo como fotos, reliquias, etc, es muy peliaguda. Muy sensible. Me consta que hay un encendido debate porque esto puede ser un arma de doble filo… Puede servir para desmitificar y para mitificar también, algo que bien saben las partes interesadas… No es sólo cosa de las distintas organizaciones religiosas, hay también reliquias de Lenin… Hasta se están planteando muy en serio exponer a la momia de Jeremy Bentham a la cámara…

Como supongo que ya estáis imaginando, más que presencias agresivas hemos tenido encuentros inquietantes. Presencias que nos miran con estupor…

Creo que habría que ser muy insensible para no tener pesadillas después de participar de algo así. Yo entiendo que es una forma en que el inconsciente nos avisa. Si no el inconsciente, visto lo visto, lo que algunos de vuestros profesores empiezan a llamar “metaconsciente”, un sentido que nos comunica con "lo otro", sea lo que sea eso y que nos habla en el lenguaje de la poesía y los sueños... En general creo que hay que tomárselos en serio.

Definitivamente no, no se puede formar un agujero negro. De ocurrir un accidente, el más grave que da el simulador es una buena explosión que afectaría a un par de plantas del edificio pero nada que vaya a destruir nuestro planeta. Que yo sepa.

Sobre los vampiros. Estoy seguro que existen, pero no creo que sean los señores glamurosos y ocurrentes que pintan en las películas. Me los imagino de peor humor. Pero sólo son fantasías mías, por supuesto. Yo creo que el mundo va a cambiar mucho los próximos años. Quizá porque soy viejo intuyo que lo hará a peor, pero creo que vosotros tenéis si no la última palabra algo que decir al respecto…

No sé lo que tiene mi colega que decir a todo esto… En todo caso su disciplina va mucho más allá de nuestro descubrimiento. La herramienta que diseñamos ha sacado su campo del armario, pero sólo es un recurso más que puede serles útil para apoyarles en sus observaciones, que han existido desde que el hombre es hombre.

Notas de juego

1 de varios

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30/07/2020, 10:04
Roger Colberto

El decano tomó el micro.

Haremos lo que podamos para que el mundo cambie a mejor. Yo soy optimista, en serio. Creo que vivíamos de espalda a una parte importante de la existencia que va a enriquecer nuestras vidas y nuestra sociedad… No elucubro, hay muchos ejemplos en marcha.

Mirad, hace un mes, en la Yumeko 4 de Oxford proyectaron unos objetos del Museo Británico. Entre ellos más de un centenar de ushebtis, también llamados "replicantes" o "los que responden". Son estatuillas hechas a imagen del muerto —en realidad, una reproducción en miniatura del ka de su momia—, para que hicieran el trabajo por él en los Campos de Osiris, tras el viaje al otro lado. Al principio se hacía con los propios criados, pero luego los sustituyeron por las figuritas, cosa mucho más práctica. Bueno, pues de las cien que llevaron a la cámara, tras proyectar su imagen, noventa y nueve estarían trabajando en los campos de Osiris porque no "respondieron" pero una parece estar allí. Proyecta la imagen de un hombre que, aunque confuso, responde como puede a las palabras de los investigadores. A día de hoy, ese ser alicaído es el único hablante de Egipcio Angituo que existe. Oxford ha inaugurado una revista de Estuidos Esotéricos. El Abstract of Esoterics Sciences y un equipo de lingüistas y egiptólogos informará en un artículo de ese primer número sobre sus primeros hallazgos. Conozco el artículo porque lo he revisado yo mismo y os digo ya que va a ser una bomba... Imaginaos el valor que tiene algo así para tantas disciplinas. Claro que habrá colegio profesional propio y no sólo nuevas profesiones sino también un hueco en las antiguas.

Y el plan de estudios… Lo primero será enseñar una base de conocimiento suficientemente amplia sobre nuestra materia para luego ir pasando a problemas más concretos y casos más prácticos. Y con ellos ya entraremos, en los últimos cursos, en la especialidad de cada cual en la que tendréis que exponer la resolución de un caso práctico como proyecto de final de carrera. Luego podréis cursar los Másters. Yo por ejemplo coordino el de Chamanismo Farmacológico en el Amazonas.

En todo caso desde el primer día haremos trabajos de campo y organizaremos visitas y entrevistas a investigadores.

Sobre el plan de estudios, ya os lo detallaremos en clase. En primero las asignaturas se agruparán en torno a cuatro campos fundamentales: Arte, Historia, Ciencia y Tradición. La guía la tienen que estar colgando ahora en Internet.

Sonrió.

Y bueno, con esto creo que ya podemos dar por concluida la presentación del curso. Ahora veréis en el hall las listas y las clases. Cuando estéis en vuestra aula un profesor pasará para dar la primera lección. Tened en cuenta que vais a conocer muchas cosas muy interesantes que por estar en el proceso de investigación y contener información con derechos de autor no se han publicado todavía y no son todavía del conocimiento del público. Es alucinante, en serio. Por supuesto que estudiaremos los exorcismos, pero no penséis que es algo fácil que puede hacer sin gran dedicación… Quien se crea que esta carrera será cosa de un puñado de historientas curiosas y jugar con una güija, se va a llevar una gran sorpresa. Seremos muy exigentes y quien no tenga verdadera vocación no pasará el filtro del primer curso. Esto pensamos que es muy importante, porque esta será una profesión de verdad vocacional.

Bueno, y ahora os pido un aplauso para nuestro invitado. Aprovecho para pedirle que venga en persona a las clases, cuando demos la cámara de Vacío, con la doctora Farkas, de la Universidad de Roma.

Notas de juego

2 de varios. Avisaré dándoos paso con el último.

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30/07/2020, 12:50
F.E.E.

El dibujo que había hecho Ingvild captaba el aura de Bryony con tanta energía que parecía que los trazos quemaban el papel.

Los alumnos recogieron sus bártulos y salieron como un rebaño hasta el hall. Allí unas listas en un panel de anuncios en la pared indicaban a qué grupo pertenecía cada cual. El de ellos seis era el grupo C, cuya aula estaba en el primer piso. Una clase que a pesar de ser pequeña daba sensación de amplitud, por sus altos techos y sus grandes ventanales desde la los que se veían las copas de los árboles -muy cercanas- y el edificio de la Biblioteca que compartían con Filosofía y Letras.

En el aula no había tarima ni bancos fijos. Los asientos eran todos móviles –sillas con pala abatible para escribir, cómodas- y la mesa del profesor tenía una pizarra a su espalda. En el suelo habían bases de enchufes donde podían conectar los portátiles. Para conectar el wifi hacía falta identificarse con el nombre de usuario y la clave del correo electrónico de la Universidad.

Iban entrando los alumnos. En esa clase eran veinte.

Notas de juego

Edito: he cambiado la última palabra (el número de alumnos)