Partida Rol por web

Domingo 16 de Octubre,

Un toyota sedán azul de 2007 viaja por la interestatal I-69 llegando a Lansing, Michigan. En él viajan cuatro personas: dos en los asientos delanteros, conduciendo, Walter Brandon, Policía de Lansing ahora fuera de servicio, que viene de hacer de profesor ad hoc en unas jornadas lúdicas y de convivencia en el Lago Hemingway, a una hora de distancia aproximadamente. Al lado su novia Sue Lane, que ha ido a acompañar el fin de semana a su novio y de paso, como periodista del Detroit News que es, a cubrir el acto. Haciendo unas entrevistas aquí y allá, las lleva grabadas en su grabadora portátil y ya tienes esbozado un boceto de artículo para mañana lunes para las noticias locales; Y dos personas más viajan en los asientos traseros, detrás de Walter su hermano Bobby , Scout y estudiante elemental en Lansing e Ian Hawk  detrás de Sue, vecino de los Brandon y monitor de scouts ocasional, su verdadera profesión a casi jornada completa es aparcacoches para ganarse la vida.

El finde ha sido estupendo, pese a la lluvia persistente que ha caido todo el fin de semana. Por cierto dejó de llover una hora atrás cuando salísteis, salió un poco el sol pero ahora el cielo está negro como el culo de un cuervo, anunciando lluvia en breve. En la radio está sintonizada Boss Radio, sonando ahora mismo la canción Dancing in the moonlight. Se nota el cansancio y las pocas ganas de empezar mañana con la semana, con la vida cotidiana, después de lo a gusto que habéis estado en el lago. Pero todo lo bueno tiene un final...

Pasando una curva a derechas en un cambio de rasante... de repente os topáis con ¡UN ATASCO DEL COPETÍN!

-... que tenia que bajarse del capó. Al final el bueno de Dave pasó la noche en la celda de la estación, y por eso anoche casi no pude dor... -interrumpo mi anecdota al ver el súbito atasco y doy un brusco volantazo girando todo lo posible hacia la derecha.

Mantengo bien el control del vehículo y freno a tiempo de quedarnos con una buena vista del atasco mirando por la ventanilla de la izquierda.

-¡Madre mia!

Sue había oído esa anécdota al menos 4 veces en esta semana por lo que iba escribiendo con el móvil alguna ideas para el artículo que tendría que preparar esta noche. La agobiaba un poco la prisa de tener que tener todo entregado para que saliera mañana en el periódico, pero por otro lado, esto era lo normal en su trabajo.

Evidentemente por ir con la vista pegada a la pequeña pantalla no vio el atasco y el volantazo de Walter casi hace que su teléfono salga despedido de sus manos, pero logra hacerlo caer entre sus piernas al tiempo que se agarra a la manera móvil que hay sobre la ventanilla como por acto reflejo.

-¡Walter es que no...! - le iba a reprender por el volantazo antes de ver el motivo pero cerró la boca e inmediatamente giro la cabeza a la parte de atrás.- ¿estás bien Bobby? ¿Os habéis hecho daño por ahí?

Bobby, que se estaba durmiendo tras un intenso fin de semana, el ruido del motor, su hermano contando de nuevo la misma historia y la radio de fondo, se sobresalta con el brusco movimiento del automóvil. Jopé, qué mala suerte, se lamenta para sus adentros. En su sueño, estaba a punto de coger de la mano a Sarah Miller, su amiga del colegio.

Volviendo a la realidad, mira a su alrededor ojiplático y desubicado. En su frente puede apreciarse una zona de tez roja por haberse dormido contra el cristal.

Asiente tímidamente ante la pregunta de Sue, que parece preocupada. La chica le cae bien y es agradable con él, pero le da vergüenza. Las chicas mayores dan vergüenza.

Cantaba la cancioncilla de Toploader, tarareándola de manera inconsciente. Cuando aparcas un coche en un garaje o una zona para ello, nada más arrancar, suena la radio y a veces dan una buena canción. Durante un rato disfrutas con esos cochazos... Jolines, luego tienes que bajarte y seguir con el siguiente. Tal vez de eso me sonaba esa música.

Dicen que hay canciones que están hechas para lavarnos el cerebro. El gobierno, tal vez -dije, sin venir a cuento, pensando en realidad en llegar cuanto antes a casa-. La verdad, chaval, es que hoy te ha salido bien la prueba de encontrar las pistas de... -entonces me callé, al ver que Bobby se estaba durmiendo-. Ese día me había tocado con él en las jornadas, y al niño no se le daba mal eso de rastrear. Seguramente llegara a ser un buen monitor. Entonces vino el volantazo...

¡Ostiaaa! Perdón -dije enseguida, puesto que en realidad, al ser monitor, debía seguir dando ejemplo al haber un chavalín scout en el asiento de al lado...-. Si hago yo eso en el curro me ponen de ponen de patitas en la calle -dije-. Sí, sí, estamos bien -le respondí a la periodista-.

Con gran pericia Walter da un volantazo logrando esquivar un coche europeo negro ,que queda a la izquierda, y logra enderezar el vehículo y de un frenazo detenerlo completamente. Los neumáticos chirrian y el tufo de goma quemada se os mete dentro, el corazón os va a mil. En apenas un par de segundos, coches van parando detrás vuestra. Escucháis un golpe detrás, alguno no ha sido tan hábil como Walter al volante.

Delante vuestra veis dos docenas de coches parados y más adelante aún, humo negro que asciende al cielo. La gente de los coches que os preceden, salen fuera y caminan despacio hacia delante para ver qué pasa. También hay coches en los arcenes, la autovía está totalmente bloqueada, pero también en sentido contrario hay atasco y coches bloqueados. Si ha habido un accidente ha tenido que ser brutal para bloquear ambos sentidos, teniendo en cuenta de que hay una doble mediana en cada uno.

¡¡PAAAFFF!! -El golpe por atrás fue tremendo-. El maletero seguramente se habría hundido, y necesitaría una reparación. Como trabaja con vehículos, sufrí por dentro más profundamente la sensación de impacto.

¿Pero cómo es que hay tanto atasco? Voy a mirar, chicos, a ver qué ocurre -añadí-. A este paso no llegaremos a casa, ya verás... Entonces me quité el cinturón y abrí la puerta del Toyota. Algunos de los conductores no muy lejanos parecían hacer lo mismo. Anduve unos pasos hacia delante para ver de qué me podía enterar. Alzaba el cuello hacia arriba para ver más allá de toda la fila de coches. Al final me iba a perder el partido de los Cubs por este desastre, ¡maldición!

-Que extraño...¿Acaso habrá volcado un trailer? -lanza la pregunta al aire con el ceño levemente fruncido. Recupera su teléfono del asiento y teclea rápido en el móvil

Un accidente tan grave ya debería estar siendo cubierto por algún periódico en redes sociales o en diarios on line... piensa mientras escribe en Google "accidente interestatal..." e introduce el nombre de la carretera y el kilómetro a ver si sale qué lo ha provocado.

Abro la puerta del coche y me quito lentamente el cinturon.

-No lo se, pero este atasco es brutal. Tengo que llamar a la central por si necesitan ayuda.

Antes de salir, me giro hacia Bobby, y despues hacia Sue.

-¿Estas bien, amiguito? Dime si te duele la cabeza o el cuello, ¿Vale?

>> ¿Tu estas bien, nena? No tengo ni idea de que ha podido pasar...

Salgo del coche y voy caminando hacia donde veniamos, quedandome a unos 10 metros del coche, señalando con una mano a los conductores que vienen que deben pararse, y marcando el número de comunicación interna de la policia.

-Central. Aqui Brandom, 178964... Joder, ¿Que demonios ha pasado en la I-69, a la altura del...? joder, este atasco llega hasta el horizonte.

Bobby mira a Walter, asustado por las reacciones de sus acompañantes, de su familia. 

- Es-Estoy bien -logra responder, sobreponiéndose-. ¿Qué ha pasado? ¿Vamos a llegar a casa? Estoy cansado, tengo miedo. Hay mu-mucha gente aquí -observa, estirando mucho el cuello para conseguir ver por la ventana trasera. 

Cuando lo hace, el gorro de boy scout, que tenía en el regazo, cae a sus pies.

A lo lejos ves por lo menos una docena de coches siniestrados, parece un accidente en cadena y jurarías que por lo menos un par de ellos, están en llamas.

En internet aún no aparece nada. Se ve que el accidente es muy reciente.

Mientras Ian se adelanta y hace visera para ver a lo lejos, la línea del horizonte, Sue mira en su teléfono y Walter camina hacia detrás, más vehículos se van deteniendo y chocando por detrás. De hecho cuando Walter está llamando a la central y hace gestos a los coches, un accidente en la parte trasera (¿un camión?) desencadena que los coches de atrás se vayan golpeando unos con otros, llegando hasta Walter. El coche que está parando Walter es golpeado por detrás y va directo hacia él...

-¿Central?

El coche va directo hacia el policía a gran velocidad sin que a Walter le dé tiempo a esquivarlo, impactando el morro contra su cadera y tirándole al suelo de espaldas por fortuna hacia un lado, fuera de la trayectoria del vehículo que impacta contra el parachoques trasero de vuestro Toyota.

Por suerte para vosotros, lleváis los cinturones puestos y sólo estáis doloridos. Podía haber sido muchísimo peor. El conductor del coche de detrás sale del vehículo y Walter poco a poco se pone en pie, podría haber sido muchísimo peor.

Te duele la carrera horrores, sientes un dolor punzante en el hueso y te arde todo el costado, empiezas a moverte y te das cuenta de que el móvil se te ha partido por la mitad.

Me reviso físicamente y me levanto, magullado, con una pequeña cojera y agarrándome el costado.

Cierro los ojos por el dolor y renqueo cómo puedo hacia nuestro coche.

-¿Estáis bien?

No me acuerdo de responder a la pregunta de mi hermano, y me limito a mirar con los ojos entrecerrados y confuso a Sue y Bobby mientras pienso que hacer.

Salir de aquí. Joder, mi arma ¿Donde la he puesto?

Voy a buscar mi arma y mi placa en el maletero del coche.

-Mi arma... -mascullo en voz baja.

-Estoy bien...- dice frotándose el cuello y comprobando que Bobby también. Luego busco otra vez el teléfono para asegurarse de que no tuviera daños-​ y...¿tu? -​​​​​--pregunta al verle tan adolorido, ella no ha visto el impacto del vehículo sobre el policía.

-Creo que debemos alejarnos de la carretera, salir del coche y esperar en el arcén...¿Como lo ves? Hemos tenido suerte pero otro golpe así y podriamos quedar aplastados dentro del coche. - dice bajando la voz en esto último último para que Bobby no se asustara.

Estando mirando lo que ocurría allá adelante, entre la inmensa fila de coches parados, me sobresaltó el enorme estruendo detrás de mi, justo donde estaban mis compañeros. Vi entonces el "dominó" de impactos entre coche y coche, llegando al Toyota en el que volvíamos a casa. Entonces corrí hacia esa posicion. ¡Walter! ¡Sue, Bobby! Una vez que llegué ahí vi el destrozo y a los tres golpeados por el accidente en cadena. Me tranquilizó que estuviesen bien aparte de magulladuras y moratones.

Chicos, allí adelante, donde se pierde la vista, comienza el accidente en cadena. Hay una docena de coches, al menos... Dos de ellos arden -añadí-. Algo gordo ha pasado, algo muy gordo. ¿Os ayudo a salir? -les pregunté a través de la ventanilla.

Aunque trata de no llorar, el susto y la tensión del momento, sumados al dolor de espalda ocasionado por la sacudida del vehículo y el nerviosismo de sus acompañantes confluye en un feo puchero reflejado en su cara. 

Asiente ante el ofrecimiento de Ian y sale como puede del coche, acompañándole con las manos en la cara, secándose las lágrimas para que no le vean llorar.

- ¿Vamos a volver andando a casa? -pregunta, aún con la voz algo quebrada, terminando de secarse los ojos y mirando a su alrededor, ya fuera del vehículo.