Partida Rol por web

Estáis fatigados, hambrientos y sedientos tras el último esfuerzo. La idea de volver a enfrentaros a esas cosas no os resulta para nada agradable y a algunos los rugidos que proceden de sus estómagos se mezclan con esa especie de cántico que se oye del exterior del edificio. ¿Que será?

Mientras discutís vuestro próximo movimiento la puerta sigue abierta a la espera de que una fuente de luz ilumine el lugar. Mientras tanto los sonidos del interior de la cocina se siguen escuchando intermitentemente ya que esas cosas siguen ahí esperando teneros lo suficientemente cerca como para cojeros.

como veo que nadie más va a decir nada que nos ayude a salir de aquí, y paso de seguir con los brazos cruzados, abuelete, voy a hacerme con tu idea. me acerco al sofá, me pongo en el extremo más alejado de las llamas y empiezo a empujarlo hacia la puerta recientemente abierta. aparto la cara hacia un lado, en un inútil intento de no tragarme todo el humo asqueroso que proviene de las llamas. si alguno de los que teneis la linterna y la bombona quiere venir, me ahorrará un gran trabajo. en la oscuridad voy moviéndome con cuidado para no tropezar con nadie. apartaros, porqué no os pienso esquivar.

Oiga, Frank, usted que es psiquiatra, ¿no puede hacer nada por ella? porque... El detective queda pensativo un instante, interrumpiendo su frase abruptamente y su rostro parece iluminarse de nuevo. Sonriente vuelve a mirar al abuelo.

Si usted es psiquiatra, o psicólogo, existen grandes posibilidades de que sepa como dirigir una sesión de hipnosis ¿no? es algo bastante usado en psicología clínica. Nuestros recuerdos están en el subconsciente y no afloran mas que en pequeños retazos, pero una sesión de hipnosis puede hacerlos llegar al nivel consciente, ¿no? ¿se siente capacitado?

uix, pues siento decirte que el diván es mío, no te lo pienso dejar, para tus sesiones de hipnosis. sigo empujando el sofá hasta llegar a la puerta, y colocándolo entre el marco lo hago pasar hasta el pasillo. ala, ya tenemos luz, alguien más se apunta a la aventura o vais a seguir pasando de mi?

Oye Martín, deja de hacer que te preocupas por nosotros, que ya te hemos calado, lo único que quieres es sacar tu culo a salvo de aquí y si es pisándonos, te la sopla me quedo extrañada de lo que acabo de decirle a Martín, pero ya no podía aguantarme mas.

Si, Liz, si. Y lo demostré en el laboratorio huyendo el primero de ese engendro, ¿verdad?

Pierdo la sonrisa. Me parece increible lo que escucho de las palabras de la niña tan tímida. Una mirada asesina y furibunda se dirige directamente hacia sus ojos.

Mientras todos huiais, yo os cubría la retirada y entretenía a ese demonio para que Jeanette pudiera llevarse el mapa. Y tampoco quiero decir nada de cuando arriesgué mi negro trasero para batallar contra los zombis que os acosaban. No todos estában allí, al pie del cañón, ¿no? ¿tú dónde estabas?

dejo el sofá por un instante cuando oigo las palabras de liz, no puedo evitar una sonrisa. me giro hacia los demás, aunque no pueda verles. ala, te la han metido doblada, tu necesitabas ese mapa tanto como nosotros! y cuando luchábamos, por decirlo de alguna manera, contra los zombis, tu estabas en la mejor posición, fuera de su alcance. y deja de decirnos que eres negro, que con la luz que hay ahora todos somos casi del mismo color!

Sonrío por el comentario sobre el color de piel de Jeanette, pero intento alejarme de la discusión; por eso me acerco al sillón para ver que hay dentro de la nueva habitación.

miro un instante las dos posibilidades que se presentan ante nosotros, la puerta, o el pasillo. detrás de la puerta el murmullo irritante, en el pasillo, solo oscuridad, pues la llama del sofá no alcanza para más. voy a abrir la dichosa puerta. anuncio mientras regreso a la habitación donde están todos, cojo la pata de una silla por si hubiera alguna sorpresa al otro lado, tener algo con que defenderme. si alguien quiere venir, que lo haga, y si tiene una linterna, una pistola o las dos cosas, ya te cagas. vuelvo al pasillo y espero por si alguien se decide.

Espera Jeanette, que yo te ayudo en lo que pueda voy con ella para ayudarla en lo que va a hacer.

Mientras Jeanette se burla de Martin, éste baja con calma la cremallera de su chaqueta y seguidamente se eleva la camiseta, dejando ver un feo moratón allí en su pecho, allí donde la mesa que le lanzó el demonio impactó contra su pecho. Si, Jeanette, y esto me lo hice subiendo a la máquina, ¡no te jode!

Algunos están decididos a irse sin haber recuperado antes la luz eléctrica. Pero no hay posibilidad de razonar. Una conversación con la pútrida novia de 54 era mucho mas productiva.

La pistola se queda. Y accionaré la luz eléctrica, que es nuestra prioridad ahora mismo. No se como, pero lo haré. Necesito toda la ayuda que me podáis brindar, pero no pediré a nadie que se quede. Ya sois mayorcitos como para saber lo que tenéis que hacer.

liz se acerca hasta mi, hecho que me sorprende bastante. veremos como sale la cosa dependiendo de lo que encontremos detrás de la puerta. martin se queja otra vez, el sonido de la cremallera bajándose me pone los pelos de punta y me irrita más de lo que esperaba, salgo corriendo hacia el, apretando la pata de la silla con todas mis fuerzas. ya sé que has recibido un golpe, estaba allí, he estado allí todo el rato!!! le grito a escasos centímetros de la cara. quieres que te lo agradezca?? gracias por recibir un golpe por todos nosotros, martin!!! todos estamos sufriendo vale??!! no eres el único!! y piensa que quizás tu estés acostumbrado a situaciones chungas de cojones como esta pero nosotros no y hacemos lo que podemos joder!!! me quedo un par de segundos frente a el, mi pecho sube y baja con fuerza, el corazón me late descontrolado y me duele la cabeza. me doy la vuelta y me voy otra vez hacia la puerta, pegándole una patada a una silla que hay en mi camino, estrellándola contra la pared. vamos a abrir esa jodida puerta...

Claro, estás en una situación jodida, y para desahogarte te dedicas a meterte conmigo, ¿no? ¿Y has pensado que eso puede joder? A mi me jode:

Me jode que me acuses de actuar en mi propio beneficio, cuando me he jugado la vida por el resto. Me jode que digas que entretuve al demonio solo para conseguir el mapa. Porque hasta que no hubiera salido el último de vosotros del laboratorio, yo tampoco lo habría hecho, independiente de que el mapa estuviera o no ya en nuestras manos. Y me jode que me digas que estuve mas allá del alcance de los zombis. Si estuve arriba de la máquina fue porque allí tenía buen ángulo de disparo y no entorpecería los disparos de 57, pero obviamente bajé y me expuse a sus ataques cuando vi que estábais en peligro y no os era sencillo acabar con ellos.

Y me jode que no atiendas a razones. Estás histérica y lo reconoces, fantástico. Yo estoy muy calmado y te digo que NO podemos actuar por impulsos, NO podemos abrir la primera puerta que nos encontremos y NO podemos aventurarnos a seguir explorando esta mierda de sitio sin luz eléctrica. ¿Qué te hace pensar que al otro lado de esa puerta no nos aguardan otros peligros?

Lo prioritario es conseguir devolver la luz a este sitio. Quizás estemos todos equivocados y ese cajetín de la cocina no sea la luz eléctrica. Pero es muy probable que si lo sea.

escucho toda la parrafada de martin sin dejar de mirar la puerta. tengo miedo de abrir, "hablar" con martin no me tranquiliza, odio tener que reconocer que algunas veces quizás tenga razón. y como nos tratas tu, martin? a caso tus palabras son siempre amables? mi mano trémula se dirije al picaporte y la dejo ahí, unos instantes. abre la puerta, distrae a los zombis, haz que te sigan hasta la piscina, sal por el gimnasio, déjalos ahí encerrados o tíralos al agua, devuelve la luz a este puto sitio..., pero creo que es mejor que cada uno vaya por su lado, divide y vencerás, dicen. me giro hacia liz y asiento con la cabeza. vamos? abro la puerta con decisión y me meto en la nueva sala.

La poca luz que se filtra por el hueco de la puerta ilumina una sala que os parece rara. Se trata de una gran sala en la que solo hay una silla en el centro de la misma. El resto de la sala parece ser algo diáfano sin muebles, cuadros o elementos de decoración. De hecho el lugar parece transpirar humedad a vuestro alrededor como si llevará tiempo cerrado y el aire estuviera frío y húmedo

Al entrar en la sala os percatáis de que hay en la sala un espejo muy grande en una de las paredes. La luz se refleja en él pese a la oscuridad.

Segun ve la sala con voz monotona suelta un guay y se gira.
Guay.
Se da la vuelta mientras comenta.
Martin vamos a devolver la luz a este lugar, tengo una idea, si quieres escucharla, bueno mas que una idea es una variacion de tu plan.

abro la puerta por completo antes de dar el primer paso hacia el interor, abro bien los ojos, miro hacia todos lados, aunque a parte de la silla y un espejo, no parece haber nada más en el interior. un par de pasos y ya estoy dentro, el aire es pesado, inunda mis pulmones y me impide respirar con facilidad. la pata de la silla da vueltas en mi mano, preparada para entrar en acción en el momento en que sea necesario, aunque confío que no tenga que llegar a usarla para defenderme. noto mi cuerpo tenso, la sangre se aglopa en mis sienes, matilleando mi cabeza. que coño es esta habitación? me acerco a la silla, su solitaria presencia es algo inquietante, como si estuviera esperando a que uno de nosotros se sentara en ella. le doy la espalda y me voy hacia el espejo, escudirñando mi imagen al milímetro, como si no me hubiera visto en siglos. y ahora qué? pregunto a liz, mirando su reflejo en el espejo, poniendo una mano sobre su superficie.

Me adentro en la habitación, primero dubitativamente y después mas decidida y la examino a fondo.