Partida Rol por web

Frank arranca el reposabrazos del desvencijado sofá, y lo acerca a la llama del lado opuesto. -Sí, esto puede servir -murmura.

Se acerca a Martin. -Tu idea de la hipnosis no es mala, pero sinceramente no me creo capaz de lograrlo. Si quieres ser el primero en probar, haré cuanto esté en mi mano -dice mientras apoya su mano en el hombro de Martin.

Probemos a devolver la luz primero a ésto, abuelo. Luego podremos intentar la hipnosis e investigar más, aunque ir solo con la luz de la linterna es demasiado arriesgado. Y más cuando solo tenemos una pistola. ¿Por qué tanta prisa, 57?

Me vuelvo hacia 52.

Eres valiente, joven. Si crees que podrás llegar hasta los plomos mientras los zombis son entretenidos en la puerta de la cocina, sería fantástico. Por si acaso, yo podría quedarme cubriéndote las espaldas y dispararía en caso de que algún enemigo quisiera atacarte.

Y seguidamente me vuelvo hacia Liz.

Y para eso necesito pedirte que me prestes la linterna para poder iluminar al joven y así cubrirle las espaldas adecuadamente.

Supongo que el mechero bunsen esta en el suelo así que puede tomarlo quien quiera.
La rudimentaria antorcha que ha creado frank (51) también podría funcionar.

Mira a martin.
Como prefieras, pero yo necesitare una luz tambien que sino no me aclarare de donde ando.
Se rasca la cabeza distraidamente.
Pero primero saquemos unas mesas y sillas del comedor para bloquear su entrada a la habitacion central despues de abrir la puerta a la cocina...

con la antorcha improvisada de frank quizás tengamos suficiente para seguir por el pasillo. echo a andar detrás del abuelo y le hago un gesto con la cabeza a 7, para que se venga con nosotros. que os vaya bonito, si necesitais ayuda..., os jodeis.

- Yo me voy al pasillo, aquí os quedáis.- Digo al resto.

Este plan es demasiado peligroso, pero puede que salga bien .

Toma Martin, si te hace falta la linterna y pidiéndola con educación como has hecho, no hay problema para que te la preste .

sonrío al oír el comentario de liz, mientras junto al número 1 y el número 7 entro de nuevo en el pasillo, debilmente iluminado por la antorcha que lleva el abuelo. a saber qué plan van a liar estos tres, así que ayudadme a poner el sofá en la entrada del pasillo, por si a algun zombi le da por venir hasta aquí. espero a que entren y empiezo a empujar el sofá.

Frank levanta todo lo que puede la antorcha para que el humo no les moleste, y sigue a los chicos (7 y Janette) con la intención de ayudarles en su -lo que a todas luces parece evidente- locura transitoria.

Jeanette se va, y no es de extrañar, pues su locura es tan grande como su simpatía. Pero 57 y 51 me parecían mas cuerdos.
¿Os habéis vuelto todos locos? Es peligroso que os vayáis. ¡No tenemos la luz eléctrica! ¿No podéis esperar 10 malditos minutos en lo que devolvemos la luz a este sitio? ¡¡¡Los plomos se encientran AQUÍ y no en ese pasillo!!!! dice el detective señalando la puerta situada mas allá de la máquina de Coca Cola.

bien. frank parece dispuesto a venir con nosotros, mientras martin se queda vociferando en la habitación central. pues devuélvele la luz a este sitio, no nos necesitas para nada!! grito ya dentro del pasillo. vamos frank, a ver que tenemos un poco más adelante.

Frank, Jeanette y 57 se pierden en la oscuridad desapareciendo de vuestra vista aunque aún percibís el atisbo de luz que ellos emiten.

¿Mientas tanto que vais a hacer vosotros?

Hablando con Martín.
olvídate de ellas, encarguémonos de lo que tenemos en mente y ya esta.
Luego habla con los demás en general.
Y si vosotros queréis podéis echarnos una mano.
Mira hacia el comedor.
Empecemos trayendo unas pocas mesas para bloquear la puerta desde aqui.

Sin problemas movéis las mesas y sillas del comedor sacando a la habitación central tres mesas y cinco sillas. El esfuerzo no os lleva mucho tiempo ya que colaborando entre todos resulta muy fácil.

Lastima que los sonidos de esas cosas encerradas en la cocina se sigan escuchando provocando que estéis nerviosos en todo momento. Incluso cuando en un momento los golpes se vuelven a escuchar tras la maquina de refrescos pero al apartaros todo vuelve a la tranquilidad.
También se oye el cántico que procede del exterior y que os pone aún más nerviosos. Es un sonido repetitivo y cansino que no deja de escucharse en todo momento (una especie de cántico asiático tipo ohhhmmmm).

El esfuerzo físico os abre el apetito por lo que volvéis a sentir hambre y no hay nada para saciarlo

No son necesarios, pero habría estado bien que se hubieran quedado en la puerta de la cocina atrayendo a los zombis. Mira hacia 54 y se pasa la mano por su pelado craneo.
Luego me dirijo de nuevo hacia 52:

La fuente de iluminación que deberías llevar habrá de ser una antorcha, y yo me encargaré de cubrirte con la pistola y la linterna. Con la peste que emite la antorcha a trapo quemado, camuflará tu olor y quizás seas invisible a sus ojos.

Y se vuelve hacia Liz y hacia 58. En especial hacia este último, cuyo autismo comienza a ser preocupante.

Necesitamos que seáis valientes. Recordad que no corréis ningún peligro. Solo tenéis que quedaros en la puerta de la cocina al comedor, atrayéndoles. Pero las barricadas de mesas y sillas os protegerán y no llegarán hasta vosotros. Solo tenéis que aguantar el pánico. ¿Créeis que podréis hacerlo?

¿No hubo una vez un equipo de rugby cuyo avión se estrelló en los Andes?, y no había nada que comer salvo.... carpaccio de carne humana. Y sobrevivieron. Y algunos de mis antepasados en el África devoraban los corazones de sus enemigos para ganar su fuerza y su valor... ¡Joder que hambre tengo! y 54 es bastante joven y su carne debe estar bastante tierna y ...NO, NO AGUANTARÉ UN POCO MAS.

Pero, ¿y si esas cosas nos atrapan? .

Voy a intentar ser valiente, pero no prometo nada, si vienen esos seres a comerme .

Hablando de comer, pero que hambre tengo .

Asiente ante las palabras de Martin.

Habia estado aqpoyado contra el marco de la puerta todo el tiempo, viendo como todo ocurría a su alrededor mientras una nube ocupaba su mente.

Volvía a encontrarse mareado después de la subida de adrenalina de hace un rato, quizá eso le vendría bien, parecía que esa sustancia le hacía encontrarse mejor.

Muy bien, yo iré al comedor a intentar distraer a esas cosas, 52, si puedes intenta recoger el maletín que se me coló antes dentro por favor...

Parecía mentira que hubiera podido soltar una frase tan larga con ese hilo de voz.

Grrrrr.

Las tripas le sonaron en la oscuridad.

Mierda, lo que me faltaba, hambre...