Partida Rol por web

- Maese Lorenzo -llama desde el otro lado - debéis salir y acompañarme, debemos ir inmediatamente a la Sala de Audiencias.

Os encontráis en esa claustofóbica sala dando buena cuenta a los manjares que os han ofrecido cuando la puerta se abre y veis al senescal entrando. Por fin la espera termina, seguís a Grim Salas, que os hace un gesto para que os siga.

Grim Salas os lleva al vestibulo por dónde habéis accedido desde el exterior, os dirijís a unas enormes puertas. Dos soldados os abren la puerta tras un saludo y entrais a la Sala del Trono, que ahora está vacía. Recorréis 120 metros de longitud para llegar al otro extremo de la sala donde os espera otra puerta de doble hoja custodiado por dos soldados, que os abren la puerta con un saludo, como los anteriores. 

Ante vuestros ojos se abre una sala de grandes dimensiones, más pequeño que la anterior. Unas escalinatas conducen a una mesa rectangular de grandes dimensiones. La sala está adornada con todas las suntuosidades que podais imaginar. Vigas ornamentadas, cuadros en las paredes, lujosos candelabros de plata, estatuas de oro representando a diferentes deidades como Helmo, Tempus o . Grandes cuencos de oro  con brea ardiendo iluminan la estancia.

Al otro extremo de la mesa hay una figura femenina ataviada con una armadura de placas doradas. Junto a ella, sentado en una silla de roble, hay un hombre cuyo ropajes lo delatan como un Mago de la Guerra, mas concretamente un Mago Real. La mujer ataviada con armadura se levanta para saludar.

- Por favor, acercaros y tomar sitio.

Aunque la mesa es larga, la regente os invita a sentaros en la esquina del extremo mas cercano a ella. El mago está sentado al lado de ella.

 Sin hacerse de rogar, el joven sacerdote sale de la lujosa habitación. Viste sus ropas de templo, pues no tiene más que estas o las de viaje... y esas necesitan ser limpiadas con urgencia. Así pues, con sus viejas ropas monásticas recibe al ilustre Grim Silas.

 - Buenos días, senescal. Estoy listo para la audiencia. ¿Estara presente la regente?- Pregunta finalmente sin poder evitar la sensación de curiosidad que le despierta la figura de Alusair Obarskyr.

- Efectivamente Sir Lorenzo  - replica sin volver la cabeza - acompañado de su consejero de mayor confianza.

Descendeis las escaleras y os dirigís al lujoso vestíbulo del palacio. 

 Lorenzo asiente, sintiendo como cierta angustia va creciendo en su interior, esperando estar a la altura de los requerimientos.

 Hace el trayecto en silencio, repitiendo interiormente los preceptos de la iglesia.

Os dirijís a unas enormes puertas. Dos soldados os abren la puerta tras un saludo y entrais a la Sala del Trono, que ahora está vacía. Recorréis 120 metros de longitud para llegar al otro extremo de la sala donde os espera otra puerta de doble hoja custodiado por dos soldados, que os abren la puerta con un saludo, como los anteriores.

Ante vuestros ojos se abre una sala de grandes dimensiones, más pequeño que la anterior. Unas escalinatas conducen a una mesa rectangular de grandes dimensiones. La sala está adornada con todas las suntuosidades que podais imaginar. Vigas ornamentadas, cuadros en las paredes, lujosos candelabros de plata, estatuas de oro representando a diferentes deidades como Helmo, Tempus, y muchos más. Grandes cuencos de oro  con brea ardiendo iluminan la estancia.

Al otro extremo de la mesa hay una figura femenina ataviada con una armadura de placas doradas. Junto a ella, sentado en una silla de roble, hay un hombre cuyo ropajes lo delatan como un Mago de la Guerra, mas concretamente un Mago Real. La mujer ataviada con armadura se levanta para saludar.

-  Bienvenido, joven clérigo de Helmo, el Guardián, el Vigilante.

 El joven Lorenzo de la Cruz efectua una pronunciada reverencia ante su regente. Una vez mostradaos los respetos debidos se incorpora con facilidad.

 - Gracias, mi señora. He sido enviado en respuesta a su solicitud a la Iglesia de Helmo. ¿En que puedo serviros, mi regente?

 Responde a magnífica mujer que tiene delante.

Tras degustar el vino, el senescal entra en la sala y pide que le sigan. Yenian le sigue por varios pasillos hasta llegar a una sala, donde se queda asombrado por la cantidad de riquezas que hay en esta. En dicha sala también se encuentra una mujer que le pide que tome asiento y el que parece ser un mago real.

Yenian toma asiento.
-Saludos. Es un honor encontrarme aquí con ustedes.

La intriga de Yenian crecía por momentos.

¿Quien sería el tercer invitado que esperaban y cuál sería el motivo por el cual se encontraban allí?

- Bueno, estáis todos. Aquí estáis los tres únicos en que podemos confiar - su mirada se centra en el mago - Yenian, joven prometedor, el Consejo de Magos Reales sigue tu trayectoria con interés - ahora fija su atención en el maestro herrero - Maestro Herradur, tu trabajo es expléndido, esta vez vamos a necesitar tus dotes como explorador más que tus conocimientos en caballos - finalmente se acerca junto al clérigo -  Joven Lorenzo de la Cruz, la Iglesia de Helmo acude en nuestra ayuda. El maestro Kharas te tiene en gran estima a pesar de tu inexperiencia.

La Regente regresa a su asiento y concluye:

- No os haré perder más tiempo, sé que ardeis de deseos de saber por qué estais aquí - señalando al Mago de Guerra de ropajes lujosos - Aquí está mi consejero de mayor confianza: Dagast. Pedimos discreción, el asunto es delicado y estamos aquí de forma clandestina, nadie debe enterarse de lo que aquí se va a hablar.

 El joven sacerdote se foja en los otros recién llegados y en las presentaciones y comentarios de Alusair Obarsyr y del consejero. Luego llegan las palabras que causan el parpadeo en los ojos de Lorenzo. Clandestino. ¿Un asunto clandestino en la misma corte de Cormyr, en la que participa la misma regente es un asunto clandestino? Sin lugar a ddas merecía la pena terminar de escuchar lo que vendría.

 El joven hizo un asentimiento asegurando su confidencialidad con respecto al tema a tratar.

- Bueno, pasamos por unas circunstancias especiales en los que no voy a entrar en detalle, sólo me referiré a los acontecimientos que nos conciernen - Dagast se levanta y mira condetenimiento a los tres aventureros - Últimamente parece ser que hay una gran confluencia de trasgos, especialmente Hobgoblins y Osgos, cada vez mayor está arrasando aldeas y granjas aisladas como único: fin el saqueo y la destrucción. No contentos ahora están atacando las caravanas de comerciantes que discurren por nuestra tierras causando estragos. - el mago hace una pausa para aclararse la voz y prosigue - Al parecer, su centro de operaciones es el viejo castillo ruinoso de las colinas septentrionales del Bosque del Rey. Pero eso no nos preocupa. Su número es inferior y aniquilarlos sería un juego para nuestro ejército de Dragones Púrpuras y Magos de Guerra.

Hace una pausa para asegurarse de captar la atención de los tres aventureros.

- El problema es otro. Como sabéis la Regente comparte sus decisiones con el Consejo de Magos Reales, un grupo selecto de Magos de guerra sabios y poderosos; a este consejo pertenezco. Sin embargo, hay un traidor en el Consejo. Su propio hermano ha seguido sus pasos y piensa que trama algo contra la Regente. No es secreto que muchas familias nobles andan detrás del trono de Cormyr, gente que piensa que una mujer no debe llevar el control, gente que piensa que el poder de los Obyrsyr se ha debilitado y el trono debe ser entregado a una familia más poderosa. Así pues,  Imptur descubrió como su hermano Káned se entrevistaba en las cloacas con trasgos y en una posada de mala muerte con el Conde Aras de Vandeshat. Sabemos que algo traman.

- Y por eso estáis aquí - interrumpió la Regente - Sabemos que Káned trama algo. Viaja con frecuencia a las ruinas del Castillo Perdido. No podemos hacer acusaciones sin pruebas. Este asunto debe ser llevado con absoluta discreción. Si esto llegara a oidos equivocados...necesitamos descubrir que trama Káned.

Alúsair hace una pausa. Sus mejillas están sonrojadas, parece ser que está sometida a mucha presión.

- No podemos confiar en nadie, las únicas Iglesias importantes de Suzail que están libres del control de las familias nobles son las de Helmo,  Tempus y Waukin, pero esta última tiene sus propios problemas políticos como para servir de ayuda. 

 La decepción inundó el corazón del novicio de Helmo.

Malditos nobles, tan ociosos estaban que se dedicaban a esparcir muerte y desgracia aliándose con trasgoides, que tanto mal han causado ya en Cormyr, tan solo por sentar sus traseros en el trono... despreciable, les iría bien un viaje a la humidad de sus vasallos para que sean conscientes de sus atrocidades.

 A pesar de sus pensamientos, le joven permaneció en silencio. Aguardando a las palabras de la regente.

- No podemos enviar a un ejército, llamaría la atención y no queremos advertir a Káned que sabemos que está conspirando, tenemos que enviar un grupo reducido para no levantar sospechas  - intervino el Mago - Por eso queremos enviaros a vosotros. Los únicos en que podemos confiar. En principio, no vais solos.  Un paladín enviado por la Iglesia de Tempus ha partido ya para recorrer los pueblos cercanos de Dhédluk, Yuntavia y Ínmermar para reclutar un grupo reducido de mercenarios "para cazar trasgos"  - Dagast se levanta - Si aceptais esta misión, partireis inmediatamente. Se trata de ir al Castillo perdido ha descubrir que trama ese Káned y que está ocurriendo en las ruinas - dirigiendose a Enghir Herradur añade: - Maestro Herradur, tú conoces el Bosque del Rey como tu propia mano, si aceptas serás el guía de este reducido grupo.

- ¿Aceptais esta misión? - pregunta la Regente levantándose de nuevo - no os lo ordeno, sólo os lo pido. Y estaré en gratitud con vosotros y, por supuesto, no olvidaré la ayuda prestada.Para los que no acepteis, sólo esto: absoluto secreto.

 El joven se quedó sumido en sus reflexiones mientras esperaba que los otros persoanjes invocados en esta... reunión clandestina se pronunciaran. Por lo que a él respecta, aceptaría, pues creía firmemente en que parte de sus responsabilidades implicaba el participar para ayudar a defender al pueblo, ¿sinó de que sirve Guardar y Vigilar si cuando es el momento se permanece de brazos cruzados?

Acepto su misión como un honor para mi noble dama , si con mi vida o con mi muerto puedo ayudar la casa que me ha dado mis mejores años cuidando los animales mas bellos de esta nuestra amada tierra, sera un honor y el menor de los trabajos como devolución a su hospitalidad mi señora.

- Estaremos en deuda contigo Maestro Herradur -  hace una leve inclinación de cabeza - ¿Qué contestáis Maestro Yenian? ¿Y vos, enviado de Kharas, noble Lorenzo?

Su mirada trasmite noblez y majestad. El brillo de sus ojos claros se clavan como dagas en vuestras miradas, sus mejillas sonrosadas destella con un aura de poder.

-Por supuesto que acepto, seria un deshonra el rechazar vuestra oferta , para mi y todo el consejo de magos.

Yenian contesto a la propuesta que le abia formulado la mujer.

-Tambien me vendra bien volver a la aventura tanto tiempo en el colegio hace que añore las hazañas de tiempos pasados.