Partida Rol por web

Mientras esperaba una respuesta, cayó en la cuenta que habían divisado los establos y podían dificultar enormemente la organización del campamento si los inutilizaban. Por desgracia tendrían que valorar el tiempo que perderían en preparar su emboscada, pues primero habían de encotnrar algún lugar adecuado. Antes de alejarse demasiado sugirió a su evaluador la oportunidad que se les había escapado. ¡Sir Haugen, los establos! Gritó mientras señalaba con su mano la dirección.

Escuche como Sir Haguen daba instrucciones a Vargad sobre donde prender el fuego, pero no me gire a ver si lo conseguía o no... ahora mismo lo importante era llegar cuanto antes al río.

Tenemos que poner la suficiente distancia como para poder despertarlos y así armar una emboscado, o estaremos en problemas- pensé mientras espoleaba a mi caballo, esperando no retrasar a mis compañeros.

Corro rápidamente a la posición que me ha indicado Sir Haguen y reuno toda la magia que soy capaz para tratar de dar más posibilidades a nuestro examinador.

A continuación monto en mi caballo y me junto con mis compañeros, tratando de huir lo más rápido posible.

Subo al caballo con cuidado recordando que los jumentos no me suelen tratar bien y consigo recordar las lecciones. Todo parece ir bien.

Había que darse prisa. Sujete las riendas con firmeza y me incline ligeramente sobre el animal. Intentaba cabalgar a la máxima velocidad posible, pero teniendo cuidado de evitar los obstáculos que podía dejar aquel oscuro bosque.

Cabalgando a prisa el grupo logro alejarse en poco tiempo de los lindes del campamento de los bandidos. Ahora, ubicados en una zona que consideraban satisfactoriamente defendible, decidieron montar su emboscada.
El ultimo en detenerse había sido Vargad quien se había demorado un cierto tiempo debido a que le prestó una ultima ayuda a Sir Haguen encendiendo un gran muro de fuego. Ahora que estaban ya a considerable distancia, podían notar a simple vista que el hechizo de Vargad había producido un efecto imprevisto. Y es que el bosque negro, no era oscuro por que estuviera vacío sino todo lo contrario; con semejante poder de fuego era poco probable que el incendio se apagase pronto a pesar de la humedad y el agua en los alrededores de aquella región.
Y eso conllevaba a inesperadas circunstancias, pronto la columna de humo seria tan grande que se vería con completa facilidad en Longerswold, y por tanto en los campamentos del Bann Trumhall y del Manor Krole también seria fácilmente vista. Aunque una posible ayuda seria beneficiosa, por mas prisa que se dieran, le tomaría más de 7 horas llegar a cualquier jinete debido a que los legionarios estaban muy internados en el bosque.
Por lo anterior, la emboscada no solo debía ser eficiente, si no que debería de permitirles causar el mayor daño posible e incluso resistir lo suficiente.

Por suerte, y a pesar del terreno, pudimos cabalgar lo bastante deprisa como para poder disponer de tiempo suficiente como para montar una emboscada a nuestros perseguidores, por lo que cuando encontramos un lugar adecuado nos detuvimos a prepararla, mientras a lo lejos se podía distinguir claramente la columna de humo provocada por el fuego de Vargad.

Con un poco de suerte el bann y el manor lo verán y vendrán a investigar- pensé -Pero dudo que lleguen a tiempo- me dije, quitándome la posibilidad de la cabeza y centrándome en la emboscada.

Este lugar es bueno, si les atacamos en este camino estrecho, podemos pillarles en un fuego cruzado- les dije a mis compañeros señalando ambos lados del camino -Si ponemos cuerdas allí y allí y las levantamos en el momento exacto les haríamos tropezar y caer, deteniéndolos justo en medio donde les atacaríamos fácilmente- les expliqué -Y si además el camino está rodeado de arbustos y lleno de hojarasca le podríamos prender fuego fácilmente- añadí, mirando a Vargad, el cual había demostrado ser muy capaz en ese tipo de tareas -Por desgracia, esta vez no podemos permitirnos perder tiempo debatiendo que hacemos o nos alcanzaran los bandidos, así que si tenéis alguna otra idea decidla ahora- añadí.

Una vez terminamos de hablar, sin perder más tiempo, me puse a colocar las cuerdas en el camino.

Tras huir de forma apresurada siento como algo se muere dentro de mí al ver como el fuego se extiende por el bosque. Maldición, esa lacra ha provocado que haga tanto daño a este preciado bosque.

Cabalgamos hasta un estrecho camino en el que Gareth nos indica que nos detengamos y comienza a darnos órdenes. Doy un rápido vistazo al terreno y me apresuro a añadir -Son muy buenas ideas Gareth. Tal vez podríamos atar una de esas cuerdas a un árbol y cortar bastante su tronco para que, cuando tensemos la cuerda, este caiga sobre nuestros enemigos, matándolos y cerrando el paso. También creo que sería buena idea cavar agujeros y poner estacas en ellos en las zonas accesibles a nuestro escondite y al final del camino, por si tratan de huir por la parte delantera.

Saco de mis alforjas las cuerdas y me apresuro a ponerme a uno de los lados del camino para, con la ayuda de alguno de mis compañeros, crear la trampa.

Parecía que nuestra huida había tenido relativo éxito, pero no podía evitar sentir cierta preocupación por Ser Haguen y por aquella columna de humo que comenzaba a alzarse por encima del bosque.

Ese humo seguro atraería alguna clase de ayuda, pero para que bando. Si de verdad el Bann esta aliado con ellos, mandara a sus hombres para proteger su secreto. Por fortuna estamos a cierta distancia del origen del fuego y con un poco de suerte habremos terminado con todo esto antes de su llegada. Pensaba para mi mientras por otro lado oía de fondo las palabras de Gareth y Vargad.

-Yo me pondré a preparar las estacas. Dije mientras me alejaba dirección sur para internarme en el bosque, pero procurando no alejarme demasiado.

Buscaba ramas lo bastante gruesas y resistentes como para aguantar el peso de un hombre sin romperse facilmente.
Las fui transportando a donde estaban mis compañeros y cuando junte un número considerable de ellas, comencé a darle forma puntiaguda a uno de sus extremos, usando mi espada.

Avanzo a galope de caballo hasta que nos alejamos lo suficiente del sitio. Nunca había avanzado a tal velocidad sobre un animal, por lo que me siento extraño pero satisfecho. Finalmente nos detenemos a la orden de Gareth en un lugar que parece ser idóneo para montar una emboscada a nuestros perseguidores. Escucho las palabras del líder, que es preciso y astuto, por lo que sonrío y agrego un poco:

 - "Si nos ponermos en esas posiciones, sería bueno llenar de rocas las entradas para que se derrumben en un intento de trepar a nuestro lugar, dándonos protección adicional. Pero para eso se necesita alguien con músculos fuertes, por lo que ayudaré con la hojarasca."

Comienzo a buscar hojarasca en las zonas donde Sondra no lo hace para ayudarle y apurar el desarrollo de nuestro plan. Si logramos colocar suficientes hojas y ramas, el infierno en el que quedarán atrapados sería lo suficientemente bueno para quemarles vivos y ahorrarnos muchos disparos.

En cuanto alcanzaron una zona más o menos defendible, los mercenarios comenzaron su organización, pese a descartar el señuelo propuesto, cosa que hubiera facilitado mucho las cosas.
Siguiendo las sugerencias de sus compañeros, amarró su corcel junto a la profundidad del bosque, donde recogió algunas ramas para elaborar rudimentarias estacas con su espada. Acompañado el ruido de los cortes intentó sacar información antes de que fueran emboscados. Se acercó hacia el bandido y le preguntó. ¿Dónde está Waldric? Si nos cuentas todo lo que sabes de él, te daremos una oportunidad escoria. El filo de su espada se acercó durante un segundo a su mejilla, para librar su boca en caso de que se mostrara receptivo.

Erackand sacó a Piedad y sin más se acercó hasta uno de los árboles que sujetaban las cuerdas.

Si dejo éste árbol debilitado caerá sobre ellos partiéndose cuando tropiecen con la cuerda.

Y se puso a ello, los golpes eran precisos. Se notaba que el enano estaba familiarizado con el uso de su arma y el árbol haría su papel eficientemente.

Cuando hubo terminado se dedicó a ayudar con las piedras

Si cuando lleguen montamos una buena zona de fuego sus caballos se van a poner histéricos

No era tiempo de pensar, era tiempo de actuar, Ciara seguiría al pie de la letras las palabras de Gareth y de sus compañeros, a ella no se le hubiese ocurrido nunca un plan así - Estos son verdaderos guerreros, yo jamás podría haber ideado algo así, y menos en el fragor de la huida - Magayos, ayúdame, pásame la cuerda - Ciara hace unos nudos con la ayuda del explorador intentando colocarlas los más preciso posible en la posición que Gareth indicó. La adrenalina empieza a fluir, el corazón de Ciara se acelera mientras ella intenta ignorar sus nervios y trata de mantener la concentración. A los apurones llevan todos a cabo el preparativo para la emboscada, Ciara no se puede dar el lujo de ser menos que sus compañeros, debe ganarse su lugar. - Listo. ¿Algo más?

Las preparaciones iniciaban a marchas forzadas en aquella ideal región que los legionarios habían elegido para tejer su emboscada. Les había tomado cerca de dos minutos decidir por que cosas hacer y como hacerlas. Ahora, trabajando arduamente parecían tener sus objetivos sumamente templados. Y aun a algunos les estaba tomando demasiado tiempo hacer su parte, en general se podía decir que llevaban muy buen tiempo, solo tenían que continuar con el esfuerzo y darse un tiempo para descansar antes de que todo iniciase.
Y mientras la mayoría trabaja en los preparativos, Cassandra hacia su parte con el prisionero,
-No se gran cosa- se le escuchó decir al mismo –se dice que es un famoso bandido de Amarantine, pero nadie sabe gran cosa de él salvo que es un bandido tenaz, fiero y muy capaz. Estoy seguro que ahora mismo esta por caer sobre ustedes con el resto de nosotros-.

Encuentro una buena cantidad de hojarasca y me pongo a ello rápidamente. No pierdo demasiado tiempo pues sé lo importante que es llenar todo de aquel desecho orgánico pues servirá para el fuego y para camuflar los agujeros para las estacas. Si el suelo no está lo suficientemente cubierto, no se quemarán y no caerán en los agujeros, así que es crítico conseguir harto de ello.

Continúo por varios minutos y viendo que Cass le ha hecho unas pocas preguntas al bandido para luego unirse a la faena, no me importa mucho:

"Quiero un par de minutos con ese condenado, aunque preferiría que fuese después de la emboscada para poder tomarme mi tiempo."

Trabajo incesantemente hasta llenar una buena cantidad de espacio con hojarasca. No la pongo de inmediato sino que la apilo en un lugar para dejarla encima fácilmente y de manera veloz una vez hayan hecho los hoyos con las estacas. Lo más difícil es juntar el material, por mientras lo reúno y comienzo a repartirlo en zonas no aledañas para dejar espacio para las estacas.

Sentada en una pequeña roca, cerca del camino, continuo con mi monótona tarea.
Tenia un oído puesto en la conversación de Cass con el bandido, pero le prestaba la atención justa, sin llegar a descuidar mi tarea. No quería hacerme un feo corte o algo peor afilando aquellos palos.