Partida Rol por web

¿Qué clase de ruido fue el que escuchaste? ¿A quién fué la primera persona que viste al salir de donde te escondías?- Empieza a impacientarse un poco y emite dos preguntas seguidas. Es un error, pues el que las contestase tendería a dar menos detalles en cada una de las respuestas. Tras un carraspeo y corregir su postura trata de rectificar. 

Conteste por el momento sólo a lo primero, ¿qué clase de ruido fue el que escuchaste?

Mansión del Gorrión Cantarín. Hora de Togashi.

-Estaba cerca del despacho del señor, como ya le he dicho, cuando oí uno ruído y pude ver mientras huía al señor Masao en el despacho. Buscaba algo, pero no quise quedarme para no ser descubierto. Justo en ese momento oí además el grito del señor Takao.

Quizás he sido poco claro en la pregunta. ¿Qué clase de ruido escuchó? No hace el mismo ruido un cristal al caer que una puerta al cerrarse ni que una palmada.

Mansión del Gorrión Cantarín. Hora de Togashi.

Hyobe se inclina en señal de perdón.

-Mis disculpas, señor. Quizás no he sido claro. El ruído que oí fue del señor Masao rebuscando entre las cosas de mi señor.

Entiendo. ¿Hay algo más que quiera decirme?

Mansión del Gorrión Cantarín. Hora de Togashi.

-No sé, ¿qué quiere saber?

Creo que nada más voy a preguntarle por ahora. Si me hace el favor, vaya a buscar a Kanjiro, necesito su ayuda.

El investigador sale al pasillo a esperar a kanjiro.

Mansión del Gorrión Cantarín. Hora de Togashi.

El mayordomo se dirige a la habitación cuando es llamado.

-¿Desea algo más el señor?

Tatsunabe observa el panorama fuera de la sala, para ver cómo están los ánimos y dónde está cada cual.

Muchas gracias, Kanjiro, y disculpa por las continuas interrupciones en sus labores. Me gustaría que hiciera pasar a Masao-san a la sala y le ruegue que me espere un instante. Después diríjase a la entrada principal, yo le estaré esperando allí. 

Mansión del Gorrión Cantarín. Hora de Togashi.

Al asomarte a la sala ves como el ambiente sigue siendo tenso. Ya ha pasado casi una hora desde que empezaste los interrogatorios y aún no se sabe nada. La gente habla en grupitos, algunos beben para ahogar las penas, otros no paran de dar vueltas por la habitación.

Cuando sales de la habitación hacia el balcón piensas en sus conversaciones. Eres el investigador y esperan respuestas.

Kanjiro aparece al poco en el lugar acordado. Diciéndote que Masao ya espera en la salita.

Bueno, suponiendo Masao y Kanjiro actúan tal y como pretendía, Masao espera dentro de la sala que uso para las interrogaciones y Kanjiro se presenta fuera de la mansión, donde Kitsuki Tatsunabe le estaba esperando. Tras esto, le pide que le acompañe a al despacho de su difunto señor:

Gracias por su premura, Kanjiro. Necesito que me acompañe al despacho del señor, necesito revisar algo. ¿solía usted entrar en él por algún motivo?

Realiza la pregunta a la vez que le hace indicación para empezar a andar

Mansión del Gorrión Cantarín. Hora de Togashi.

Kanjiro camina de forma veloz y cómoda, como alguien que se siente cómodo por donde pisa. En un espacio brevísimo de tiempo ya os encontráis en el despacho del difunto.

El despacho es una sala de tamaño reducido, con una mesa sobre la que se amontonan algunos documentos, algunos cajones y armarios alrededor, todo ello sobre una gran alfombra que cubre la práctica totalidad del suelo. Los motivos de la alfombra te resultan exóticos y desconocidos. Su factura, impecable.

Al preguntar al mayordomo, éste responde con tranquilidad:

-La verdad es que sólo cuando el señor me hacía llamar, o quizás para dirigir al resto de sirvientes en alguna tarea específica. El despacho era uno de los lugares "sagrados" del señor y no solía permitir que nadie entrase en general, a menos que él mismo lo ordenase. -Tras una pausa. -No obstante, no solía cerrarlo de manera especial.

Tras escuchar atentamente a Kanjiro, comienza a explorar la sala con la mirada, deteniéndose en cada detalle que le llame la atención. Busca sobre todo por aquella parte que parezca más desordenada. Mientras intento mantiene entretenido a Kanjiro con preguntillas:

¿De dónde es esta alfombra?

¿Se reunía con su socio aquí en esta sala?

Mansión del Gorrión Cantarín. Hora de Togashi.

La alfombra llama poderosamente tu atención, por lo extraña que es. Ves que los papeles de la mesa no están ordenados, sin duda alguien ha estado andando en ellos sin mucho cuidado.

Kanjiro no se fija en tu mirada inquisitiva alrededor de la habitación y contesta como si nada.

-Creo recordar que el señor la compró a un viajero que dijo haberla traído de más allá de las Arenas Ardientes, de Medina-nosequé. Lo siento, señor, no se me dan bien los nombres gaijin. - Tras tu segunda pregunta, continúa. -Creo recordar que sí, que se solía reunir con su socio y con su secretario aquí. A veces, incluso con la música esa tan hermosa que sin duda habrá visto.

Se acerca a una distancia tal a los papeles desordenados que pueda leerlos y trata de saber de qué tratan dichos papeles. Mientras tanto sigue manteniendo entretenido a Kanjiro.

-¿Medina-Azahara tal vez? Esa ciudad tiene una curiosa historia que le contaría encantado.

Mansión del Gorrión Cantarín. Hora de Togashi.

Kanjiro te mira con curiosidad, pero niega con la cabeza.

-Desconocía que el señor tuviese unos conocimientos tan profundos acerca de lo que hay más allá del gran desierto, pero ese no era el nombre de la ciudad. De eso estoy seguro. Aunque quizás la señora, Masao-sama, Ienobu-sama o quizás incluso Hisato-sama recuerden el nombre.

Símplemente ojeo los papeles revueltos, para saber qué tratan (cuentas, certificados de propiedad, cartas de amor, chistes...) ya que deduzco que los que Masao buscaba estaba ahí, puede que así me haga a la idea de qué buscaba.