Partida Rol por web

Miro a mis compañeros. Ninguno de ellos posee un arco, así que tendremos que llevar a cabo alguna otra acción, algún otro plan de combate. 

vale, perdemos la ocasión de combate a distancia, pero aun no me he rendido.

Hundo mis dedos en mi bolsa y encuentro un  brasero pequeño, además de una yesca para crear fuego. Prenderemos fuego a una de sus construcciones, desde la muralla, para crear el caos. Luego usare a Minazuki para atacar a quienes osen acercarse, dandoos el tiempo de acercaros y lanzar un ataque frontal contra los soldados restantes.

Si lo hacemos bien, estarán sin suministros y sin posibilidad de atacar pronto a la muralla, en caso de que caigamos aquí.

-Un fuego atraerá a todos los malditos de la aldea y alrededores. Mejor atacamos frontalmente y tu te encargasvde tu hermano , y lo mejor es hacerlonya o perderemos todas las oportunidades.

Lo cierto es que la idea de Sayuri no es mala. Si hacemos varios fuegos a la vez podríamos desperdigar a nuestros enemigos y ser una presa más fácil. Además, no parece que haya más grupos por los alrededores, todos se han lanzado contra la Muralla.

Espero que nuestros hermanos sean capaces de contenerles. La última oleada nos dejó muy debilitados.

Cuando me infiltré solo vi a un grupo muy pequeño de ellos, y creo que Kigaru-san tiene razón, no hay nadie más por aquí. Este es nuestro momento para hacer arder su campamento. Eso nos ganará tiempo. 

Si hay alguno por las cercanías, terminaremos antes de que puedan llegar, y el ejército apenas podrá tener tiempo para llegar hasta nosotros.

Comienzo a encender el brasero y a prepararlo, haciendo que las llamas se enciendan lentamente, aunque tapando el humo para evitar ser descubiertos. 

Subidme arriba y lanzaré el brasero. Al menos podremos crear un fuego, pues no tengo más cosas que pueda lanzar adecuadamente.

Una vez que se han decidido por una linea de actuación me preparo rápidamente y les ayudo en lo que puedo.Una vez completados los preparativos me agazapo en mi posición a la espera de que se ponga todo en marcha para realizar mi carga hacia el enemigo.

Tierras Sombrías. Hora de Akodo.

Kigaru aupa con cuidado a Sayuri por encima del muro. Una vez en dicha posición, lanza el brasero con cuidado a una zona medianamente apartada de la plaza del pueblo.

Con cuidado salta el muro, evitando ser vista. Las casetas más próximas parecen taparos un poco. Aprovecháis para saltar todos.

Comenzáis a oir gritos y órdenes. Poco después tres samuráis de los 6 que estaban con el hermano de Sayuri aparecen alrededor de la hoguera. Uno os ve y gritando se lanza contra vosotros.

Habíamos conseguido causar el caos en el lugar, nuestro plan había funcionado aparentemente. Ahora debíamos encontrar nuestra forma de llegar a los samurai y abatirlos antes de que fueran conscientes de ellos. Sin embargo nuestro avance no pudo conseguir su efecto deseado y fuimos avistados. 

Minazuki bailó en el aire preparada para el próximo enfrentamiento que venía corriendo hacia nosotros.

Preparaos chicos. Dije mientras mis ojos bailaron de Kigaru a mi hermano, claramente visible para mi amado, y de nuevo a Kigaru. Debía ser capaz de sobrellevar esto y enfrentarse a los samurai, debíamos abatirlos a todos y apresarlo. La idea de derribarlo a él me resultaba algo inconcebible, algo que no podía ni pensar. Luego volví a mirar a mi hermano, buscando su reacción, y finalmente al trio de samurai que se aproximaba.

Las llamas comienzan a alzarse  alli donde los carbones encendidos prenden en  los resecos materiales de las cabañas de esos malditos engendros. Esperamos agazapados para sorprenderles , pero parece ser que vislumbran algun reflejo o algo que atrae su atención directamente hacia nosotros. Llega el momento de la sangre.

Preparaos chicos

Tierras Sombrías. Hora de Akodo.

El samurái corrupto más veloz en reaccionar se lanza contra Kigaru, ya que lo tiene más cerca y trata de golpearle con un katanazo y consigue golpearle. Kigaru lanza un grito de dolor que os hiela la sangre. Rojo comienza a manar por los pliegues de su armadura. Las llamas comienzan a expandirse.

La velocidad del corrompido ser me sorprendió y no pude anticiparme a ella, viendo como su katana atravesaba a Kigaru y la sangre de mi amado comenzaba a salir de la herida. Sin embargo sabía que había llegado mi momento y que Minazuki estaba preparada. Ambas manos sostenían su guarda con fuerza y lanzaron el golpe contra el corrupto que se acercaba rápidamente hacia nosotros. No había podido evitar que uno llegase a nosotros, pero haría lo posible para que el otro no diese un paso más.

Tierras Sombrías. Hora de Akodo.

Hida Kigaru se lanza contra un samurái que aún les había atacado. Su tetsubo se mueve rápidamente por el aire describiendo un poderoso arco antes de estamparse contra el samurái corrupto que cae destrozado. Aún queda un samurái sediento de sangre.