Partida Rol por web

Pese a que la sala en la que os encontráis, está moderadamente caldeada por
la hoguera que arde rabiosamente en la chimenea. Todavía no habéis sido capaces de quitaros ese frío que os ha entrado por todos los huesos, pese a los fuertes ropajes, pero la furia de la tormenta de nieve os pilló de camino y tuvisteis suerte de encontrar este refugio. ¿Quién sabe qué habría ocurrido de no haberos topado con él?

Todavía nieva copiosamente en el exterior, pero justo en el momento en que mirabas por la ventana vuestro anfitrión se acerca con un cuenco de madera lleno de un caldo espeso y humeante.

Toma, esto te hará entrar en calor.

El hombre rudo que al parecer vive aquí, vuelve a la olla donde sigue
ebulliendo la sopa. Es un hombre de mediana edad, posiblemente la vida en esta inhóspita región se ha cobrado una dura cuenta con él y le habrá robado años de esa apariencia dura. Su musculatura es destacable y bajo las pieles y cueros que viste, se ve un cuerpo hecho con trabajo físico. La cara llena de arrugas porta una poblada barba castaña que hace juego con la cabellera, aunque ésta se encuentre salpicada de canas.

El hombre coge otro cuenco y lo llena de caldo.

Todo el invierno apenas ha venido nadie por aquí, y ahora de repente, cinco personas de golpe y porrazo.

En ese momento mirais a vuestro alrededor. La verdad es que ciertamente es curioso que tanta gente haya decidido recorrer este camino un día como hoy...

Sentado cerca de una de las esquinas del refugio se distingue a una figura envuelta completamente en piles de distintos animales, una melena larga y descuidada de cabello negro tapa casi por completo sus facciones de un color gris con algunos toques de verde, en las que destacan unos ojos rojos. Cerca de el, apoyado en la esquina del refugio se ve un grueso garrote de roble, y un gran escudo de madera recubierto de pieles descansa encima de una tosca mochila tambien hecha con pieles. A sus pies esta acurrucado lo que parece un perro de gran tamaño, o quiza un lobo, completamente de color blanco. Por ahora no ha dicho palabra alguna, pero notais que os observa con interes

Sentado cerca del fuego que usa Gadon para calentar la sopa, se encuentra Thanlish, envuelto en una manta de invierno, aparenta una gran corpulencia, en su largo pelo cobrizo todavia quedan restos de nieve, al igual que en su espesa barba. Al respirar todavia se hace visible su aliento en forma de humo(vapor), mientras sus ojos negros muestran destellos dorados observando el fuego. En el suelo junto a él se ve una mochila, una aljaba con flechas y un arco. Parece absorto en sus pensamientos, ajeno a lo que le rodea.

Un hombre de mediana edad, con ropajes rojos y cubierto por una gran capa negra con capucha, se echa la capucha hacia atrás, su aspecto sería el de un habitante de ciudad más (se ve que no está curtido de viajar) excepto si haces caso a ese sexto sentido que te dice que hay algo antinatural en él, evidente pero intangible. Sonríe y acepta un cuenco de sopa de Gadon, se sienta en la mesa y se la toma.

Una joven de larga melena plateada y ojos azules, viste con ropajes oscuros con bordados plateados, tiene rasgos muy bellos y delicados, por lo cual se podría deducir a primera vista que no es una humana, extrañamente porta una espada muy grande que contrasta con su delicadeza pero le da un aspecto más exotico, se encuentra sentada al lado de Gadon y acepta de buen agrado el caldo. -Muchas gracias buen hombre, mi nombre es Édelwen.
Miro a cada uno de los presentes.
-¿Con quién tengo el placer de compartir esta confortable morada?.
Y sigo mirandolos mientras tomo mi caldo.

Despues de terminal el cuenco de sopa Karhack se levanta y se acerca a Gadon, seguido de cerca por el lobo que se acurrucaba a sus pies, al que devuelve el cuenco.

Muchas gracias, de no ser por ti no se que habria sido de nosotros, es una de las peores ventiscas que he visto nunca

Despues de esto se gira un poco, intentando no quedar de espaldas a nadie y vuelve a hablar, esta vez en un tono mas alto

Mi nombre es Karhack, y el es Colmillo, no os preocupeis por el, no os hara ningun daño

Saludos, mi nombre es Lódion, es un placer conocerlos, aunque sea en estas circunstancias es un momento feliz, de no ser por ti, Gadon, habría sucumbido al gélido abrazo de Auril, gracias.

Con el cuenco de sopa todavia entre mis manos giro mi cabeza para buscar con la mirada a las personas que se han presentado. Tras observarlas detenidamente, incluido al blanco animal que se paseaba entre las piernas de su dueño sin detenerse ni un instante, vuelvo a girar la cabeza mirando al cuenco de sopa.
Parece que hemos sido muchos los afortunados que hoy hemos encontrado este refugio.
Vacio el cuenco y se lo devuelvo a Gadon que se encontraba cerca de mi.[b] Gracias, te debemos más de lo que nunca podremos darte. Mi nombre es Thanlish, si necesitas algo cuenta con mi ayuda.

Parece que estáis entrando en calor y se os está soltando la lengua. Diciendo esto último, el hombre suelta una risotada.

Pero contadme. ¿Qué hacíais en mitad de este terreno agreste? Si bien es cierto que la gente se anima a viajar por estas fechas, la garra de Auril no se termina de soltar de estos terrenos inhóspitos...

Mientras habla con vosotros observas que entre las pieles de Gadon se deja entrever el símbolo de Mielikki, un unicornio.

Miro a Gadon con una leve sonrrisa en la cara.
Ya me encuentro mejor, gracias
Me quito los restos de nieve del pelo y la barba, tras dejar la manta que me cubria junto a mi mochila. Desvelando mi cuerpo fuerte y musculoso, cubierto por un armadura de cuero tochado y una gran capa con capucha.
[b]Me dirigia a Mithril Hall.....y me piyo la tormenta.......... se sobrevivir en el bosque, pero este temporal me cogio por sorpresa. Ha sido una suerte encontrarle...

Ya de vuelta al rincon en que estaba sentado y con Colmillo de nuevo acurrucado junto a el levanto la vista fijandola un poco mas de tiempo que antes en la cara de Thanlish

Es curioso, nosotros tambien nos dirigimos en esa dirección, llevabamos ya un buen trecho andado hoy y al comenzar la tormenta decidimos buscar un sitio para descansar

Giro ligeramente la cabeza para mirar a Gadon

Lo que no esperabamos era encontrar un sitio tan agradable, gracias de nuevo Gadon. Como es que no buscais tierras mas calidas para pasar el invierno, como hace mucha gente de estas zonas?

Me quedo un rato pensativa con la mirada perdida.

Yo también me dirigía a Mithral Hall con unas compañeras, pero las tormenta nos atrapó de camino y me separé de ellas, y la verdad es que no conozco bien estas tierras y fue una suerte encontrar este refugio.
Que exraño que ellos también se dirigieran a Mithral Hall,¿será una coincidencia o una señal? Puede que los dioses hayan decidido que encontremos por alguna razón...o puede que no sea nada mas que una coincidencia.

Por cierto, gracias Gadon si no fuera por este refugio y por ti no habría sobrevivido mucho tiempo.

Si, gracias Gadon, ha sido una suerte que mi historia no acabase con una pronta llegada a los salones de Kélemvor
Sonrío y hago una reverencia.
Yo también me dirigía a mithril hall en busca de aventuras y oro
¿Hay algo que podamos hacer por ti en compensación por tu valiosa ayuda?

Gadon emite una risotada y palmea con fuerza la espalad de Lódion.

Agradezco tu oferta jovenzuelo. Por aquí siempre hay cosas que hacer pero no os preocupéis por mí.

Aunque sigo sentado se me ve ponerme un poco mas recto con una expresion que parece un poco intranquila. Al mismo tiempo Colmillo levanta la cabeza, mirandome

Edelwen, te separaste muy lejos de aqui de tus compañeras?, no me gustaria que se hubieran quedado sin refugio con la que esta cayendo, podria costarles la vida