Partida Rol por web

Sois cuatro aventureros recién llegados a la ciudad de Robleda. Dos de vosotros ya os conocíais de aventuras anteriores Alyss Blein y Grimm que viajaban juntos, Tehnial y Cirión Oveja Negra os habéis conocido de camino robleda. Los cuatro os encontrasteis en el Camino Manticora antes de llegar a Robleda y donde habéis decidido viajar juntos, ya que por estás tierras es peligroso viajar solo.

Ahora os encontráis en una de las posadas más concurridas de Robleda, Los Gamos de la Marca del Este (Los Gamos). Los Gamos es una posada de dos plantas, la planta baja construida en mampostería sólida, de muros gruesos. Sobre estos se alzan los estantes de madera de la planta superior, que acoge los aposentos de los huéspedes.

Casi todas las mesas de la posada están ocupadas principalmente por dos razas, las dos razas más comunes en Robleda, los humanos y los halfling (medianos).
En una de las paredes de la posada hay un gran tablón donde se ofertan encargos y propuestas de trabajos para aventureros y mercenarios.

Mientras descansáis del largo viaje por la puerta de la posada entran dos soldados de la guardia. Se acercan a vosotros y uno de ellos os dice: 

El Burgomaestre necesita a un grupo de aventureros para realizar una misión. Se trata de viajar al Gran Pantano y explorar la vieja torre abandonada que parece haber sido ocupada por una banda de malhechores. ¿Aceptáis el trabajo?

Alyss alzó la mirada de su plato, y sin más, la posó sobre los dos guardias que los habían interrumpido a mitad de su comida. - ¿Acaso tenemos un cartel donde pone que buscamos trabajo? - pensó, mientras evaluaba sin tapujos los rostros de aquellos dos hombres. - El local está lleno. - dijo lentamente, sin dirigirse a nadie en particular. Siguiendo el hilo de sus pensamientos y palabras, la ladrona miró a su alrededor, corroborando que el comedor no se había vaciado de un plumazo, y solo entonces, mostró una ligera e irónica sonrisa antes de, ahora si, hablarles directa y toscamente a los guardias. - ¿Y puede saberse por que nos habéis elegido a nosotros? Como he dicho, el local está lleno.

Consciente de que Grimm no aceptaría ni su tono ni sus formas, Alyss se preparó para escuchar la intervención mucho más amable y empalagosa del paladín, y a la vez, esperó a ver como reaccionaban tanto el enano como el elfo, pues a ambos apenas los conocía y le intrigaba saber como se tomarían aquella intromisión en la comida.

Cirión estaba algo excitado, no estaba acostumbrado a hacer nuevos amigos y menos a estar rodeado de diferentes razas.
Pero estaba de muy buen humor, ya ni recordaba la última vez que se había sentido tan bien. -Es una lástima que no haya encontrado a las personas cercanas al clérigo para notificarles la tragedia, pero... ¡qué demonios, soy un enano libre ahora! Ya encontraré momento- pensaba mientras devoraba su delicioso plato de salchichas.

Sumergido en su alegría y en sus pensamientos, con un poco de retraso se percató de que unos hombres se habían acercado a la mesa. "Viajar al Gran Pantano y explorar la vieja torre abandon..."

Con la cara de un niño emocionado saltó de la silla.

-¡TRATO HECHO! ¿CUÁNDO PARTIMOS?

Cirión se percató casi instantáneamente de su sobrepasada emoción. Era el foco de sus nuevos compañeros y casi de media taberna. También notó -tarde- de que su nueva compañera Albyss ya había entablado conversación con el guardia.

-Yo, eh... -revolotea su mirada buscando por donde salir airoso de su metida de pata- VAYA OREJAS PUNTIAGUDAS TIENES TEHNIAL, NO LO HABÍA NOTADO. ¿ERES UN ELFO? -La vieja costumbre de Cirión salía a relucirse de nuevo.

Tehnial estaba comiendo tranquilamente cuando aquellos guardias irrumpieron en la taberna y se dirigieron directamente a su mesa para 'contratarlos' para no se qué trabajo. El elfo se quedó con el bocado a mitad de camino y se los quedó mirando con cierta incredulidad. Cuando estuvo a punto de responder a tan inesperados comensales, Alyss les respondió con cierto sarcasmo. Tehnial no pudo contener una sonrisa al oír el comentario de la mujer y lo que ya puso a prueba el saber estar del joven elfo fue la reacción del enano. Finalmente su compostura se vio comprometida cuando Cirión trató de disimular su infantil entusiasmo con una excusa tan improvisada como evidente. Fue entonces cuando estalló en carcajadas ante la situación que se había desarrollado ante sus ojos.

-Perdón, perdón...- Decía el elfo mientras intentaba recuperar el aliento y la compostura. -Ah... Lo siento, pero uno no oye esta clase de comentarios todos los días.- Comenta a los guardias aun conteniendo la risa. -Bueno, ¿qué es lo que querían?- Empieza a hablar visiblemente más centrado. -Ah, sí. El Burgomaestre nos necesita... Pues me temo que comparto la reticencia de la señorita Alyss. No me negarán que esta manera de abordar a la gente en medio de la comida es un tanto extraña.- Comenta con una sonrisa un tanto burlona. -Pero ya habéis visto el entusiasmo de nuestro compañero enano y sería una descortesía por nuestra parte desperdiciar el tiempo y esfuerzo que habéis invertido en venir a buscarnos.- El tono de Tehnial destilaba sarcasmo, pero solo era un pequeña reprimenda por la interrupción pues también tenía curiosidad por escuchar de qué se trataba la susodicha misión. -Por favor, contadnos en que consiste ese trabajo.- Terminó diciendo con una expresión enigmática que pretendía incomodar un poco a los guardias.

El viaje a los Gamos resulta la mar de entretenido y no es que Alyss sea un cúmulo de palabrería; pero cuando se nos unen el enano y el elfo todo cambia; el intercambio de pullas "sin mala intención" entre ambos hace aflorar en mas de una ocasión la sonrisa de la joven y eso es bastante improbable de conseguir, así que doy gracias al señor por semejante compañía.

Ya en la posada y con un buen plato de estofado ante mi hago los honores y comienzo a llenar el estómago, las raciones de viaje no son malas pero donde se ponga un buen plato caliente que se quite lo demás.

Un par de soldados se personan en la posada y sin duda al ver mi medallón han optado por escogernos para tamaña hazaña.

Al igual que Tehnial hecho a reir al escuchar preguntarle si es un elfo; - disculpadnos señores, me temo que  tan largo viaje nos ha afectado a todos un poco; Alyss no parece haberse tomado a bien que la interrumpan en plena comida y no le falta razón; - como bien dice la señorita el local está lleno y me parece una descortesía el presentarse con esas formas; de ahí su pronta respuesta; hago un pequeño aspaviento con la mano quitando importancia al asunto; - pero bueno dejemos eso a un lado; ya pasó y no se puede remediar; y como bien dice el joven de mi derecha podrían ser un poco más explícito con el tema.

Al enano se le ve sobreexcitado y eso que solo llevamos una ronda de cervezas; no quiero ni imaginar que hará cuando llene su barriga.

Los dos guardias se miran el uno al otro y tardan unos segundos en responder. - Siento la intromisión pero esto es una ciudad pequeña y el burgomaestre se ha enterado de que cuatro forasteros han llegado a la ciudad, y pensó que podrían estar interesados en ayudar. Han pasado ya casi dos años desde que los últimos héroes desaparecieron en el bosque viejo. Desde entonces los alrededores de Robleda se han vuelto peligrosos y no somos suficientes guardias para asegurar toda la zona. Por eso buscamos aventureros, mercenarios o a alguien que este dispuesto a ayudarnos a restablecer el orden fuera de las murallas de la ciudad. - Los dos guardias agachan la cabeza y en sus ojos se ve la desesperación por encontrar a alguien que pueda ayudarles.

Al parecer el buen talante reina en esta ciudad puesto que los guardias se disculpan; - por mi no habrá ningún problema, ayudaré en cuanto pueda; pero necesitaríamos mas información, que creen que les ha podido pasar a los anteriores?; que les amenaza, bandidos, algún monstruo?; esas cosas ya saben...

Miro al resto del grupo esperando que confirmen su aportación por tan buena causa; mientras hago señas al posadero para que llene las jarras; - póngales también un par de jarras a los señores de la ley, gracias.

Miro a la pequeña quien parece estar un poco molesta por la intrmisión de antes y espero que las disculpas sean mas que suficiente; - bien Alyss estás preparada para echar una mano a esta buena gente de los Gamos?.

Tanta broma y tanta carcajada no era del agrado de Alyss, y con el enano encabezonado en demostrar que él era el más graciosillo de los presentes, y el elfo siguiéndole el juego,  - Ahh, ¿pero no se supone que deberían odiarse? - la joven no ocultó su desagrado ante tal comportamiento y con una sola mirada, primero al enano y acto seguido al elfo, dejó claro su opinión al respecto. Y por si no fuera suficiente, el brillo de su mirada hizo hincapié en Cirión, aconsejándole que en el futuro, no se le ocurriera bromear con ella de esa forma, pues su reacción no sería parecida a la de elfo.

Y entonces Grimm tomó la palabra, y como siempre, para ofrecer su simpatía, educación y buenos modales, algo de lo que ella carecía. Pero era un buen tipo, y quitando esa habilidad para ser empalagoso, tenía aptitudes de agradecer bastante útiles.

La verdad es que no lo estaba, se dijo ante la cuestión planteada por el paladín, aunque era más correcto decir que no le apetecía en absoluto salir a explorar ninguna dichosa torre, y menos recién llegada a la ciudad, por lo que con una marca mueca consistente en fruncir los labios, y que venia a decir algo así como, ya veremos, volvió a centrar su atención en la comida, dedicando así otro antipático gesto a aquellos guardas.

- Esas jarras no saldrán de mi bolsa. - afirmó, seca, al escuchar como el amigable Grimm se ofrecía a darles de beber a aquellos dos hombres, y su posterior silencio, fue su única señal de que al menos estaba dispuesta a escuchar, pues de los contrario, se lo habría hecho saber.

Los guardias y sus compañeros seguían intercambiando palabras, pero Cirión estaba muy avergonzado para poder decir algo.
Había salido relativamente airoso de la situación, y para su suerte Tehnial se lo había tomado muy bien. -Ay Cirión, Cirión... Tu pequeña barriga podría estar llena de agujeros en este momento, ¡debes aprender a controlar tus nervios de una manera menos estúpida!- pensaba mientras miraba el borde de la mesa casi como queriéndose esconder.

Grimm había intercedido en la conversación. Llamaba la atención de Cirión porque era un hombre de porte imponente pero con una voz muy suave y cordial. Y parecía estar dispuesto ayudar, por lo que para el enano era una buena noticia; una excitante aventura y un nuevo y misterioso lugar por conocer. Rápido como el viento cambiante el enano volvía a estar de buen humor.

Mientras Grimm conversaba con los guardias, Cirión sonreía con las manos inquietas y un movimiento de mentón asertivo; como un niño ansioso esperando su caramelo.

La reacción de Alyss ante el 'pequeño espectáculo' que ofreció Cirión y la respuesta del elfo, enseguida puso en funcionamiento la mente de Tehnial; quien tenía ya formadas un par de réplicas con el objetivo de sacar partido a esa mueca de reprobación por parte de la mujer. Pero la presencia de los guardias prometía más emociones que las de molestar a la que se había convertido en una compañera de viaje. Además, las disculpas provenientes de los guardias calmaron en cierta medida el espíritu rebelde del elfo. -Entonces casi deberíamos agradecer el interés de vuestro Burgomaestre al considerarnos dignos.- Como dije, las disculpas amainaron su rebeldía en cierta medida. Ese tono ambiguo era algo inherente en la manera de hablar del elfo... Pero aun así mostró interés por lo que los guardias responderían a las preguntas del paladín.

La información recibida a las preguntas formuladas es más bien nula, por lo que parece nadie ha logrado salir con vida del bosque.

- Gracias por sus respuestas, ahora sino les importa continuaremos con nuestros quehaceres, que en estos momentos consisten en acabar tan opípara cena.

Grimm despide con un gesto a los guardias y continúa cenando tranquilamente, - tiene buena mano la cocinera, esto está realmente delicioso.

Evita pronunciarse al respecto de la "misión suicida", pues Alyss ya debe conocer la respuesta y no quiere que con su voz pueda influenciar al resto de los compañeros.

El guardia casi interrumpiendo al paladín y con gestos muy expresivos, - Nooo, has entendido mal. No se trata de ir a buscar a los aventureros en el bosque, eso sería una misión suicida. 
Vuelve a guardar la compostura y se dispone a explicarse, ya que al parecer el paladín entendió mal en que consistía los que el Burgomaestre pedía. - Me has entendido mal o no me he explicado lo suficientemente bien. - Le dice al paladín. - Nos han llegado unos rumores de que la torre abandonada de la ciénaga ha sido ocupada por unos malhechores. Lo que el Burgomaestre pide es que se investigue la torre para ver si son ciertos esos rumores, y de ser así acabar con el peligro que pueda haber, para restablecer la seguridad en la zona. Si queréis saber más, en cuanto terminéis podemos ir a la oficina del Burgomaestre y él os puede explicar más.
 

- Ajá. Ahí puede haber algo interesante. - Alyss alzó de nuevo la vista de la mesa al escuchar la palabra recompensa, y algo más motivada a plantearse el aceptar la misión, escuchó como el guardia le aclaraba a Grimm el verdadero objetivo de la misión, la torre de la ciénaga, y no el resto de lo que parecían enormes problemas de la zona y ese mencionado Bosque Viejo. - De tan bueno es casi tonto. Escucha peligro y solo piensa en lanzarse a él de cabeza. La ladrona terminó de tragar un trozo de carne estofada, y con un sorbo de su copa de vino se aclaró la garganta antes de hablar.

- Mmm, ese burgomaestre, como se llama? Y lo más importante, donde vive? - inquirió, decidida a al menos escuchar la oferta antes de declinar del todo el trabajo. - Si la recompensa es notable puede que no sea tan descabellado visitar esa torre abandonada. - dijo. - Al fin y al cabo lo único que habrá allí será, a lo sumo, un puñado de bandidos.

Tehnial mostraba cada vez un interés mayor por el trabajo que les estaban ofreciendo aquellos guardias. Las palabras 'héroe' y 'recompensa' habían captado su atención desde el principio, pero mermó considerablemente cuando se mencionó que los héroes anteriores habían desaparecido en un bosque. Al elfo le gustaban los bosques, pero no aquellos que se tragaban a la gente. 

Pero tras la aclaración de los guardias todo volvía a tener sentido. La promesa de fama y riquezas se hacían posibles con la oferta de esta misión; ¡y tan solo por explorar una torre! Para esto abandonó Tehnial sus tierras, donde la gente no alcanzaba a comprender la grandeza del elfo. Por fin tendría la oportunidad de labrarse un nombre y que sus historias perdurasen por siempre jamás. O por lo menos durante bastante tiempo; sí, con eso bastaría. -Bueno, compañeros, a mí me parece una misión más que asequible para un grupo como el nuestro.- Comentó el elfo a sus compañeros. Luego se giró hacia los guardias para compartir la duda expresada por Alyss. -¿Y se podría saber la cuantía de esa recompensa, si no es mucho pedir?- Nuevamente el tono de Tehnial traicionó sus intenciones de parecer realmente interesado, pero no creyó que eso fuese impedimento para que le proporcionasen una respuesta.

Realmente parecen decididos a que Grimm no cene a gusto, pero el paladín hace caso omiso de las correcciones de los guardias y continúa con sus quehaceres.

Alyss y Thenial parecen mas interesados al escuchar hablar de una recompensa, justo lo que imaginaba; en cambio Cirión parece demasiado pensativo, quizás por la metedura de pata de antes.

- Pues según parece y ahora que os han puesto la miel en los labios, es hora de hacer una visita al burgomaestre para que acabemos de concretar...

Acaba por fin su plato de estofado acariando su estómago y llama al posadero al cual paga; - felicite a la cocinera buen hombre, el estofado estaba exquisito; al momento y mirando a Cirión; - y usted; maese enano, que opina?.

Si bien Cirión estaba más entusiasmado que sus compañeros con la idea de la nueva aventura, la insistente actitud del guardia y la mirada de su acompañante le resultaban cuanto menos curiosa.

-¡Me parece muy bien compañeros! Lo mejor será que escuchemos del mismo burgomaestre sus preocupaciones... Y más importante aún, su oferta. ¿No? -concluye sonriendole alegremente a Alyss y a Tehnial, mientras se levanta lentamente de la silla.

Cirión hace un ademán hacia lo que probablemente sería la dirección opuesta (su sentido de ubicación fuera de cavernas y cuevas era desastrozo) -¿Señores guardias, los seguimos?

El Burgomaestre se llama Camil Hojafuerte, a estas horas lo podemos encontrar en su oficina en el alguacilazgo, seguidnos por aquí. - Los dos guardas seguidos por los cuatro aventureros salieron por la parte de atrás de la posada y se adentraron en las calles estrechas de Robleda, primero giraron hacia la izquierda y después se metieron por una calle que se estrechaba hacia la derecha, siguieron todo recto hasta llegar al alguacilazgo. Entraron por la puerta principal donde había dos guardias, uno a cada lado de la puerta y allí se quedó uno de los que le acompañaban. El guardia que encabezaba la marcha se para ante una puerta ya dentro del pasillo del alguacilazgo y llama. - Adelante. - Se oye una voz desde dentro, abre la puerta y entra señalando a los cuatro aventureros para que le sigan. - Señor, aquí le traigo los cuatro forasteros, quieren saber algo más de la expedición a la torre y también de la recompensa.

La estancia es una pequeña habitación con un escritorio en la pared opuesta a la puerta de entrada, sobre la mesa hay varios papeles y una espada larga que pertenece a Camil que está sentado en una silla apoyando los codos sobre el escritorio. Camil es un hombre de mediana edad y constitución recia, más bien bajo y algo rechoncho. Su cara es redondeada, adornada con un gran bigote negro de puntas canas. Viste ropajes oscuros, cota de mallas y capa negra. - Gracias por haber venido, necesito hombres que me puedan echar una mano fuera de las murallas de Robleda, ya que últimamente andamos escasos de guardias, las tierras de La Marca del Este se están volviendo peligrosas y son muchos guardias los que hemos perdido patrullando en los caminos. Ahora hablemos del encargo que tengo que para eso habéis venido.

A mis oídos han llegado rumores de que la torre abandonada que hay al sur del gran pantano ha sido ocupada, esto puede ser un revés para la seguridad de la villa, por eso necesito que valláis allí y aseguréis la zona.

Como ya he comentado antes, últimamente los caminos son peligrosos por eso escasea los visitantes y mercaderes que venían a la ciudad y estamos pasando una mala racha. Por eso no os puedo ofrecer mucho de recompensa, solo 25 moneda de oro por cabeza. También cualquier cosa que podáis encontrar en la torre os la podéis quedar. También os doy un mapa de la zona y 2 raciones de comida a cada uno, aunque el viaje no dure más de un día por los caminos hasta pasoraudo - Pasoraudo es el vado más importante sobre el Arroyosauce en el Camino del Comercio o de la Mantícora. Fue el primer puente construido sobre el río en tiempo remoto. - y después tendréis que atravesar por varios senderos hasta llegar a la torre.

Entonces, ¿os interesa el trabajo?

Grimm escucha con sumo interés la oferta del burgomaestre, más que los bienes gananciales el sacar de la desdicha al pueblo es más que suficiente para él, pero entiende que Alyss y sus nuevos compañeros no esten por la misma labor que él.

- Por mi no hay objeciones señor Camil, pero considero que sólo 25 monedas por la vida de mis compañeros pueda parecer algo ridículo, súbales a 30 a ellos y mis 5 monedas extra los dona a la beneficiencia del pueblo.

La contraoferta parece algo más justa, si como bien dice no tienen guardias para atender a los malhechores seguro que les saquean y demás pillerías.

- Además de atención médica si fuera el caso que lo necesitáramos, esa parte es de vital importancia, el Señor no puede permitirse de prescindir de quien actúa en su nombre, si acepta las condiciones por mi parte cerramos el trato.

Alyss enarcó una ceja ante tan baja recompensa, y meditaba ya sobre la opción de darse media vuelta y abandonar el despacho del alguacil cuando Grimm volvió a sorprenderla al tomar la palabra para declinar su pago y repartirla con el resto.

Menudo está hecho, todo por esa fe suya en salvaguardar a todo el mundo. Me gustaría ver que pasará cuando no tenga una sola moneda con la que cuidar de su estómago y fortalecer sus músculos, esos mismo músculos que usa para blandir esa espada en defensa de todo el mundo.

Disimulando una sonrisilla, y solo como consideración al Paladín, la joven se quedó para intentar, de verdad, conseguir un precio justo. - Suba la oferta a 50 por cabeza, sin contar al bueno de mi compañero, - Alyss inclinó la cabeza para señalar a Grimm -  señor Burgomaestre, y le aseguro que esa torre quedará limpia de truhanes y malhechores. Pero por menos de esa cantidad, bueno, por menos no espere algo así.

La ladrona guardó silencio, permitiendo que el tal Camil meditara la oferta, bajo su punto de vista mucho más adecuada. - Y ahora no me ofrezcas menos de 40, porque si es así, me parece que disfrutaré de un par de días de descanso en Robleda.