Partida Rol por web

Aventuras en la Marca

Parte II. Ruta con Éomer

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13/05/2020, 09:10
Helmgund

-¡Señor! ¡Gran lanzamiento! - Helmgund quedó asombrado del acierto del mariscal a tanta distancia, no menos asombrado que del sujeto que estaba a su lado.

Pero, por supuesto, ya estaba su entusiasta Rhoffar dispuesto. Un ataque clásico entre ellos. De hecho, se lo habían prohibido hacer entrenando, porque habían destrozado a varios muñecos de entrenamiento que eran imposibles de arreglar, años atrás. Sonrió.  

- ¡Vieja táctica, amigo, me encanta! - Azuzó al caballo para mantenerlo al lado del otro, hasta que llegado el momento, en un giro sutil de la rienda, desvió el caballo de forma que "se abriera la tijera" y al llegar al punto convenido, viendo como Rhoffar gritaba, cargó por su lado, para dar el "corte" definitivo de la tijera a la situación. - ¡Vuelve a tu antro, engendro!

- Tiradas (2)
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15/05/2020, 10:24
Director

Turno 6:

Tan sólo quedaba un orco en pie. Sin más preámbulo (tan sólo unas ligeras palabras de acuerdo sobre las monturas), os abalanzásteis sobre el orco, pero antes de embestirle os separásteis un poco y cada uno le atacó, casi al mismo tiempo, en una vieja jugada coordinada. El orco no sabía qué hacer. Mientras Rhoffar lo empaló por la espalda, haciendo asomar la punta de su lanza por el pecho, Helmgund le cortó la cabeza, aprovechando que no podía moverse y ahora era un blanco fácil.

Daño: 5+7

Notas de juego

Fin del combate. Enhorabuena.

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15/05/2020, 10:36
Éomer

Éomer corrió hacia vosotros, y antes de hablaros tomó su lanza, clavada sobre el último orco que había ajusticiado. Detrás de él había un tipo, un hombre de Rohan, por las prendas. Las cabañas del campamento seguían ardiendo.

Helmgund, Rhoffar, ¿estáis bien? Éste es un prisionero, ¿cómo os llamáis? -le preguntó el Mariscal girándose hacia él-. Explicáos tanto como podáis.

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15/05/2020, 10:36
Erthrond

El hombre no tardó en hablar.

Mi nombre es Erthrond, soldado de Rohan, señor -hizo entonces una ligera reverencia, pues conocía la identidad de Éomer-. Fui retenido por los orcos hará una semana -señaló-. Pero no son los únicos que recorren estas zonas. Un grupo de... numenoreanos negros están aliados con estos orcos. Fueron estos hombres quienes me raptaron y me vendieron para darse conmigo un festín. Por lo que he podido averiguar desde mi cautiverio, los infieles hombres de Númenor han estado suministrando armas a los orcos. Creo también que, mi señor, según las conversaciones que he podido oír, esos tipos proveedores el bosque de Fangorn. Por lo visto, aprovechan la oscuridad del bosque para ocultarse, dada la cercanía con las criaturas de Saruman con las que negocian.

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15/05/2020, 23:11
Rhoffar

-Soy Rhoffar, jinete la marca, ahora al servicio del mariscal Éomer, encantado de conocerte Erthrond -se presentó el veterano guerrero al recién liberado por su mariscal-. Debemos comunicar todo esto al rey para que ponga remedio cuanto antes. Aunque...

El rohir se quedó pensativo y luego miró a Éomer.

-Podríamos mandar a alguien para que le cuente todo esto al rey y los demás quedarnos para investigar, así, cuando lleguen refuerzos, tendremos información de primera mano para obrar en consecuencia, ¿qué le parece mi mariscal? -preguntó el guerrero a su superior.

-Pero antes de nada, me gustaría ver que hay en las demás chozas. No me gustaría que alguna "alimaña" se escondiera... no sé si me explico -dijo Rhoffar preocupado por asegurar la zona-. Además, si me lo permiten, me gustaría limpiar y curar la herida que he sufrido...noto que he perdido más sangre que la que gustaría fingir. ¿Me acompañas, amigo mío? -preguntó a Helmund, para la tarea de mirar las chozas.

Al decir esto se palpó la zona en la que había sufrido el tajo del orco y al levantar su mano la encontró ensangrentada. Luego bajó de su caballo y choza por choza fue revisando que no había más enemigos y sacando lo que pudiera serles últil.

Notas de juego

No sé si tenemos tiempo uso la venda para curarme.

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16/05/2020, 10:19
Helmgund

Aquellas noticias eran muy complejas, unos hombres renegados de Númenor, en connivencia con los orcos y en terreno de Isengard y Saruman... La verdad, de pronto, pareció que la Marca de los Jinetes estaba condenada, asediada por dunledinos azotados por el mago Blanco, por Orcos de Mordor e Isengard, y por peligrosos entes de Númenor, renegados. Maldición. Y en el Bosque de Fangorn, que estaba encantado... no no... 

Levantó de nuevo la cabeza al oír hablar a su compañero. Asintió a lo que comentaba: - Son hechos de extraordinaria gravedad, señor. Por cierto, soy Helmgund, del Folde Oeste. Coincido plenamente. Alguien debería avisar a Meduseld. 

Luego, acompañando a su compañero se fue a revisar  el resto de cabañas, arma en mano, mientras el Mariscal tomaba la decisión pertinente. Había que ver qué cosas tenían los orcos allí, y que no quedase nadie para dar la alarma. Luego, esperaba tener tiempo para curarse él y a Rhoffar. - Revisa, Rhoffar, por si hubiese algo que nos ayudase a curarnos. Los orcos a veces tienen ese tipo de material... Estás regular, espero que estés bien, amigo... 
 

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17/05/2020, 10:07
Director

La noticia de la presencia de Numeroneanos Negros en la zona no era alagüeña. Lo cierto es que era extremadamente grave. Éomero no os contensto enseguida, sino que comenzó a meditar qué hacer ahora. Quedó charlando con Erthrond mientras dejó que revisárais los restos de las las cabañas orcas, que ahora ya estaban casi calcinadas. Una de ellas era un almacén de cadáveres, como si los orcos guardaran allí sus piezas con la que darse sus festines de campamento; otra era una jaula con gruesos barrotes, ahora abierta, lugar donde había estado prisionero Erthrond; La cabaña más grande, ahora con el tejado venido abajo, era un barracón donde debían alojarse los propios orcos. Finalmete entrásteis en la torre en la que se levantó el campamento a su alrededor. Las escaleras de la planta superior estaban venidas abajo, por lo que era imposible subir al derruido segundo piso. Pero en la planta baja, nada más entrar vísteis que aquello era una especie de almacén de armas. Tras indagar un poco, comprobásteis que todas eran armas de facturación orca, excepto una de ellas. Como envuelta en un fardo de protección, la empuñadura de una gran espada sobresalía de su funda. El mango tenía repujados varios motivos muy bellos, y el metal con el que estaba hecha era negro por completo, con toques dorados por doquier (incluido el filo).

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18/05/2020, 08:40
Helmgund

-Compañero, no termino de encontrar nada para curarnos mejor, así que cuando terminemos, deberíamos aprovechar nuestras vendas y curarnos algo. Tu estás bastante hecho polvo, pero yo no es que ande para muchas fiestas. Bueno, veamos qué hay en esa torre... 

La búsqueda por las diferentes cabañas había sido bastante inútil, y hasta desagradable, como los diferentes cadáveres y restos que los orcos mantenían. Helmgund recitó algunas palabras en honor de aquellos que hubieran caído, y siguieron adelante. Cuando entraron en la torre, descubrieron un montón de armas. - ¡Armas orcas! Que asco, no tienen ni siquiera calidad. No se si merece la pena mirar siquiera... a ver... - apartó como pudo las armas con el pie, medio despectivamente, pero por un lado, parecía haber un fardo, que les llamó la atención: - ¿Y eso? ¿Qué es eso? - Se quedó sin palabras al cogerlo y mirarlo, de la hermosa factura del arma. Se la tendí, sin palabras, a mi compañero. - ¿Qué piensas?

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19/05/2020, 17:29
Rhoffar

Rhoffar buscaba entre las chabolas algo que pudiera serles de utilidad. Nunca se sabía lo que aquellas apestosas criaturas podían guardar como botín, sobre todo si habían asaltado a numerosas personas. Pero como esperaba todo aquello era porquería. No encontraron nada.

Pero todo cambió cuando llegaron a la armería. Allí al principio tuvieron la misma suerte, pero cuando Helmgund movió un par de armas, vieron que algo relucía bajo algunas armas melladas. Helmund extrajo lo que parecía una espada de color negro. El rohir se la tendió a Rhoffar, quien la cogió y la desenvainó. Su filo y su guarda eran de un material negro, repujados en algo dorado. 

El guerrero la observó y se encogió de hombros.

-No me suena la manufactura-. Dijo escrutando la hoja y sus delicados repujados y filigranas-. Se la llevaremos a Éomer para que le eche un vistazo y decida qué hacer con ella.

Al volver donde habían dejado a Éomer con el prisionero Erthrond, los jinetes les contaron lo que habían visto: suciedad, muerte y derrumbes. Por último le mostraron la espada que habían encontrado.

-No sabemos de qué material está hecha, pero lo que es seguro, es que no es orca -dijo Rhoffar con una sonrisa en la cara-. No sé si será incluso impía, por el color y los adornos. Pero está bien equilibrada y parece de muy buena factura -dijo tendiéndosela a su mariscal para que la cogiera y la analizara.

Notas de juego

Perdón por la tardanza, he tenido unos días bastante complicados.

Con respecto a la espada, supongo que se la quedará Éomer, pero si no, ya que la has "encontrado" tú, Helmgund, quédatela si quieres. Eso sí, si te la quedas, déjame la tuya, para tener yo una con la que luchar.

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20/05/2020, 10:58
Éomer

No había nada de interés en los orcos. Ellos no acostumbraban a llevar provisiones (puesto que capturaban presos para comérselos), tiendas de campaña (puesto que levantanban un improvisado campamento con chabolas) o utensilios de curación (puesto que si alguno de ellos era herido y lastraba al grupo, acababan con él y se transformaba en la cena del día). El caso es que llevásteis la extraña espada ante Éomer, que seguía hablando con Erthrond.

Vaya... -decía al tenerla entre sus manos-. Ésto no es un arma orca, sin duda. Demasiado bella para sus toscas manos. Se trata, creo yo, de un arma de los Elfos. Ningún otro ser podría repujar tan bien esta hoja, y bañarla de metales de tal modo. Tal vez debamos llevarla a Su Majestad Théoden, al regreso. Pero de momento... no podemos regresar. Los Numeroneanos son ladinos, tan infames como los propios orcos, y no pienso dejar que campen por la Marca. Iremos al Bosque de Fangorn y los buscaremos en el linde. Ahora sí, trataremos de evitar más luchas -decía el Mariscal al ver vuestro estado-. Habéis luchado con honor: quedáos esa espada y luchad con ella, si queréis -os dijo Éomer, devolviéndoos el gran arma-. Érthrond vendrá con nosotros. Nunca está de más toda la ayuda posible.

El hasta ahora prisionero asintió, y le explicásteis vuestras historia desde el encuentro con los dunlendinos en el Paso de Rohan, la subida a las Nubladas y la emboscada orca que os llevó hasta ese lugar, hasta el momento de rescatarle. Acto seguido, el Mariscal ordenó quemar todo el campamento (lo que quedaba de él) y también los cuerpos de los orcos (excepto sus cabezas, mandadas a rebanar y colocar clavadas en maderos y sobre la torre en ruinas para advertencia futura).

Notas de juego

No te preocupes Deheval, tardanza ninguno, ni te preocupes :)

Repartiros las espadas como queráis. Si no tenéis nada que decir, o bien optáis por otra opción, iremos al Bosque de Fangorn. Espero vuestra confirmación.

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20/05/2020, 19:48
Rhoffar

Rhoffar asintió a las palabras de su mariscal. Él también veía la necesidad de seguir investigando lo que estaba ocurriendo allí, por lo que no quería tener que marchar en aquel momento. Pero también veía necesario comentarselo al rey Theoden pues a lo mejor quería investigarlo más a fondo mandadno más efectivos y, si algo les pasara a ellos, por lo menos saber lo que estaba ocurriendo.

-Mi señor. Pienso como usted que es necesario quedarse para investigar lo que está ocurriendo por la zona con los montaraces negros y la implicación de Saruman y los dulendinos -comenzó a explicarse-. Pero creo que es necesario que alguien se lo diga a Theoden, y si algo nos pasara, que supiera lo que está pasando en la zona.

-De todas formas es solo una sugerencia. Yo quiero seguir investigando y creo que los demás también -dijo girándose hacia Erthrond, que era el único del que no sabía la respuesta obvia a esa pregunta, pues con Éomer lo tenía seguro y con su amigo Helmgund ni se molestó en pensarlo.

Luego cogió el que le dio Éomer y asintió con la cabeza. -La usaremos bien, se lo aseguro. 

Girandose hacia su amigo Helmgund, se la ofreció-. Ten, aunque tu tienes la tuya de tu familia, la has encontrado tú y eres más diestro que yo en su manejo...no mucho, casi imperceptiblemente -dijo sonriendo ofreciendole el arma que había encontrado.

Notas de juego

¿Máster, podemos curarnos Hemgund y yo? creo que tenemos una venda cada uno.

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21/05/2020, 09:41
Helmgund

Helmgund asintió a lo que dijo Éomer sobre la espada, y la recibió de vuelta de parte de su amigo Rhoffar con mucho respeto. Él la había encontrado, pero sabía que eso era circunstancial. Miró el arma, la valoró, la sopesó. Era verdaderamente hermosa. Le apetecía quedársela, al menos de momento, hasta poder ofrecérsela a su rey, lo cual sería lo más bello y hermoso que podría hacer en su vida de soldado, casi seguro. En cualquier caso, siguió atento a la conversación, y comentó: 

- No sabemos cuantos son esos numenoreanos, pero estoy dispuesto, señor Éomer, a perseguirlos y echarlos fuera de la Marca de los jinetes. No conozco bien los lindes del bosque, pero no tengo ningún miedo a esas historias de las abuelas sobre ese bosque. Hay que eliminar la amenaza cuanto antes. - Miré a mi amigo, y a la par, indiqué que estaba de acuerdo sobre su indicación. - Hay un problema con no avisar, y es que nadie sabe lo que tenemos entre manos. Aunque que nuestro compañero venga con nosotros será una tranquilidad. 

La verdad, era una interesante encrucijada, aunque para él y para su amigo, sólo quedaba una opción: seguir hacia delante, a seguir a aquellos que hollaban la tierra de los hijos de Éorl, bajo los auspicios de Saruman. - Lucharé a su lado de nuevo, señor. Aunque deberíamos tratarnos las heridas antes. -Tenía tantas ganas, que estaba dispuesto a partir ya en su cabalgadura. Aunque, por supuesto, tendrían que curarse antes, quizás hubiera 10 o 15 minutos para ello. Esperó el permiso del mariscal para hacerlo. 

Notas de juego

¿El arma tiene mejor bono que la mía? Si tiene más, quizás deba quedármela, pero si no me mejora, podría quedársela Rhoffar. En cualquier caso, Rhoffar gana una espada :)

¿Nos podemos curar pues?

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21/05/2020, 10:52
Erthrond

Mi Mariscal, estos jinetes tienen razón -añadió Erthrond-. Tal vez esos numeroneanos sean bastantes, o tal vez no. El caso es que deberiamos avisar.

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21/05/2020, 10:52
Éomer

Éomer asintió, entonces, una vez marchásteis hacia los caballos, le entregó en suyo propio al jinete de Rohan. 

Cabalga hacia el Sagrario, no a Édoras -le espetó-. El rey tiene bastantes "quehaceres" -en realidad el Mariscal sabía que la salud de Su Majestad Théoden no era muy buena, por algún extraño motivo, por lo que quiso enviar al Helm a soldado-. Avisa a mi primo, el Mariscal Théodred, y cuéntales lo que te hemos relatado y nuestra posición, así como nuestro destino. ¡Cabalgad y no hagáis noche hasta allí! ¡Apresto!

Erthrond asintió, se subió a la montura de Éomer y cabalgó, saliendo de allí. De momento teníais las espaldas cubiertas, aunque aún implicaba esperar unos días.

Amigos, descendamos a Fangorn. La calaña nos espera -confirmó el Mariscal-.

Notas de juego

Cerramos escena. Si, sí: en la próxima escena podéis lanzar cada uno un 1d4 por vendas y curaros. En cuanto a la espada no tiene bonus adicionales, asique confirmadme quién la lleva en el próximo post (que será en otra escena)