Partida Rol por web

Escena de juego de Amroth, el campesino de Rohan.

Año 2977 de la Tercera Edad.

Los campos estaban bien cuidados. Los entrenamientos, no se suspendian, debido a necesidades del campo. La fortuna parecia acompañar a este labrador.
Era ultima hora de la tarde, cuando recogiendo las herramientas del entrenamiento y volviendo a su cabaña, escucho el cabalgar de un caballo.
Se dio la vuelta, tomando la espada por la mano, preparado para cualquier imprevisto. No eran horas de recibir visitas, y menos, cuando no contabas con numerosas amistades.
A lo lejos, asomo un jinete. El polvo cubria gran parte de su montura, pero la armadura, lo dejaba claro, era un Rohirrim del Rey.

 - Salve - dijo cuando freno a su lado, manteniendo las distancias. Quizas por que le vio la espada, quizas, por que no quiso mostrarse como un peligro.
 - No temais - continuo diciendo - no vengo a dañaros, si no a pediros cobijo y ofreceros un negocio.

El caballero desmontó, acerco su paso, con los brazos relajados. El campesino, sabria defenderse, pero ¿estaria a la altura de un veterano de Thengel? La idea, se le cruzo por la mente al jinete y sonrio amistosamente.

- Vengo en nombre del Rey Thengel, Señor de la Marca. Me llamo, Edmun, hijo de Edomun. Y soy un mensajero del Rey, que viaja hasta la torre de Isengard. Donde se aloja, el venerable Saruman. No traigo malicia, pero si un trato, si es de vuestro agrado.  - y al acabar de hablar, estaban frente a frente. - Pero antes ¿Me dareis algo de beber?

A lo lejos veo acercarse un caballo y su jinete, al acercarse mas me doy cuenta de que es uno de los legendarios rohirrim y empiezo temer,al acercarse y saludar siento un escalofrio por su voz, espero no haver mostrado debilidad.

Al desmontar el jinete tomo mi espada con la mano, pero me dice que no me hara daño y que me tiene un negocio por ofrecer, "¿que tipo de negocio sera?" me pregunto.

Al acercarse se nota relajado, se presenta y confirmo que es un Rohirrim, "asi que vas a Isengard, eso esta un poco lejos" pienso.
Me muestro ya un poco mas relajado, al estar frente a frente me pregunta por algo de beber, me doy cuenta de que me he quedado en silencio mucho tiempo.

Respondo, un poco sorprendido por la propuesta - Salve Edmun, hijo de Edomun. Seria un honor para mi darle de beber, pero solo tengo agua y nada de alcohol, espero no sea de su inconvenencia. Se esta haciendo de noche, sigame. - Lo guio hasta la puerta de mi casa pero antes de entrar menciono - Me gustaria oir sobre ese negocio que me ofreces, si viene de un caballero del rey, deberia ser bueno. - y entramos a mi casa.
 

- Si es capaz de apagar mi sed, bienvenida sea ese agua - arrimó su paso al del campesino y juntos entraron en la casa. Alli bebió tanta agua, que la sed quedo mas que saciada.

El campesino, empezó a prepararse la cena, mientras el caballero se quitaba las piezas mas pesadas de la armadura. Cuando el campesino se sentó a la mesa, el caballero, sacó de sus alforjas, un trozo de pan, carne salada y queso, y se sentó enfrente. Ambos cenaron en silencio. Cuando terminaron, por fin el caballero se decidio a hablarle del negocio.

- Los enemigos, vuelven a poblar los lugares abandonados. Las tierras son mas peligrosas, segun pasan los dias. El Rey, preocupado por ello, ha posicionado jinetes mensajeros por toda la region. Fuertes campamentos en las fronteras y mensajeros que sepan como actuar, si ven algo que perturbe la paz de los hombres.
El Trato es que entre al servicio del Rey. Se te entregaran dos docenas de caballos, que estaran a tu cuidado, bajo el servicio del Rey. Asi, siempre podremos ponernos en contacto contigo, sin despertar las sospechas de los siervos del enemigo.
Regularmente, traeremos noticias y nos daras las nuevas que otros te traigan. Siempre atentos a todos los pasos de los enemigos.
Alguien, adiestrado en los asuntos del reino, vendra y tendras que cobijarle. Por tu servicio, el Rey te cedera mas tierras para tus cosechas y tambien, una paga generosa por el cuidado de los caballos. Ademas, de mano de obra para su debida atencion, la de los caballos y la de los campos.
¿es un trato de vuestro agrado?

Entramos a la casa, la atmosfera se siente calida pues habia dejado hirviendo el agua con mi cena, al parecer, el caballero tenia mucha sed pues bebe como si el mundo se fuera a acabar. Empiezo a mover la olla de frijoles que cenare, al tiempo que el caballero se quita piezas de su armadura, me sirvo una buena cantidad de frijoles en un cuenco y pienso que huelen deliciosos, al mismo tiempo el caballero saca queso, carne salada y pan de sus alforjas, cenamos en silencio, lo cual es muy comodo considerando de que no sabria de que hablar con un caballero.

Al terminar de cenar el caballero se dispone a hablar, lo hace tranquila y lentamente, como si quisiera que asimilara todo lo que esta diciendo, por supuesto pongo mucha atencion, al escuchar sobre enemigos me pongo nervioso pero me tranquilizo al oir que el rey ya ha tomado cartas en el asunto, al mencionar los 24 caballos pienso donde los podre poner y como los cuidare, pero despues me dice que me daran mas tierras y mano de obra para ayudarme a cuidar los caballos, "es una oferta muy tentadora" pienso, "ademas, me pagaran y ayudare al rey".

Me quedo en silencio un rato, mirando mi sopa, me la termino de un sorbo y digo: El trato parece ser muy bueno, pero estoy pensando que tambien pongo mi integridad y la de mis campos en peligro, mi unica peticion seria que usted me enseñe lo que sabe sobre el arte de blandir un espada, y que los adiestrados en los asuntos del reino igual. - hago una breve pausa y lo miro a los ojos, no tiene ninguna expresion en la cara, y continuo - Por todo lo demas, el trato me parece muy justo, despues de todo, para mi sera un honor estar al servicio del rey. - Me levanto de la mesa sin darle la espalda y digo: Ahora sigame, le mostrare donde dormira. Lo llevo a mi habitación, no es l agran cosa un camastro un poco incomodo pero nada insoportable, lo dejo y le doy las buenas noches, y me dirijo a un rincon de mi choza, acomodo  un par de cobijas y me acuesto, mi ultimo pensamiento es que quiero que el caballero me enseñe.

El alba llego y con ella, la partida del caballero. La noche anterior no se habia pronunciado sobre la peticion de aquel campesino. Cuando le escucho la peticion, solamente asintio lentamente la cabeza, sopesando cual seria la mejor manera.
Cuando ambos se sentaron para desayunar, el caballero por fin le dio respuesta a su pedido - Sera en verdad un trabajo costoso. Entrenarse no es obra de un dia, requiere tiempo, practica y mas practica. No es decirte haz esto y ya esta. Seria demasiado tiempo del que dispongo, pues no podria demorarme mas de una horas. Pero hare llegar tu pedido y que el Rey decida. - aun no habian terminado de desayunar, cuando el caballero se levanto de la mesa -  como no tenemos mas que tratar, partire de inmediato. En una semana estaran aqui los caballeros.  - hablaba como si el trato ya lo hubieran cerrado - tenlo todo dispuesto.

Dejo el comedor, se armó la armadura para partir antes de que la mañana llegara a iluminar todos los campos.

Era muy de mañana y me sorprendi al ver al caballero ya en pie, parecia muy urgido de irse de la casa, me pregunte si habria rechazado mi proposiciony me desespere, lo intente ocultar. Nos sentamos a la mesa a desayunar en silencio, "Sera en verdad un trabajo costoso. Entrenarse no es obra de un dia, requiere tiempo, practica y mas practica. No es decirte haz esto y ya esta. Seria demasiado tiempo del que dispongo, pues no podria demorarme mas de una horas. Pero hare llegar tu pedido y que el Rey decida". Dijo, y sin mas se levanto de la mesa, se armo con su armadura y dijo antes de partir "Ten todo dispuesto" y marcho, no me despedi de el, en el aire quedaron sus palabras, flotando, como si fuera una promesa cercana sentia un aire de alegri y esperanza que no habia sentido en un largo tiempo. Termine mi desayuno y recoji todo, limpie la casa un poco y me dispuse a cortar las espigas, mañana iria al pueblo a venderlas y a buscar a los ayudantes, sonrei al pensar en la hija del tendero, cais nunca hablabamos pero siempre que lo haciamos tardabamos horas sin importar que yo volviera ya en la noche a mi casa. Termine de cegar las las espigas y empeze a limpiar el campo, siempre era duro, me alegre al pensar que ahora alguien mas lo haria por mi.

Termine un poco antes de lo que pense, cansado, me diriji a ir por agua al pozo al final del sendero, llene dos cubetas y me las eche al hombro,y regrese a la caza, las deje donde tomo habitualmente mi baño y me dispuse a ir por File de la noche, ahora la tomario mas encerio puesto que no queria parecer un novato si el rey aceptara mi peticion, entrene hasta que se puso el sol, me lastime la muñeca en una estocada mal dada y fui a vendarme y tallarme, tome mi baño y me cambie y fui a la cama pensando en mañana.

En una semana llegarian los caballos, tenia que tener a los dos ayudantes listo e informados dos dias antes para estar preparado para la llegada del encargado en lo sasuntos del reino, mañana tendria en el pueblo no podria hablar con la hija del tendero tendria que concentrarme al 100% en encontrar ayudantes, tal vez algunas de las personas que vagamente recuerdo podrian aceptar, eso estaria bien, y con ese ultimo pensamiento cerre los ojos y me dispuse a dormir

Si los has tirado mal, pero por descuido mio, que no os dije como iban las tiradas xD.

1d8 + atributo+ habilidad y sacar mas que la dificultad.
Tira 1d8 + Inteligencia + Conocimientos. (dif.7) para ver como van las ventas del campo.
Tira 1d8 + Carisma + Sociales (Dif.7) para ver como te llevas con los ayudantes.

Amroth, cargo todos los bultos para partir al pueblo. Alli venderia parte de su cosecha, podria contratar gente para su nuevo negocio y de paso, ver a la joven.

Cuando llego el pueblo, tras un tranquilo viaje, comprobo que todo seguia igual. Fue a los graneros y le compraron la carga por un buen precio. Amroth, salio mas contento que los capataces, pero ambos sabian que el trato resulto justo. Luego logro encontrar gente capaz rapidamente. Dos alegres muchachos que les gustaba de cantar para armonizar la jornada. Tras acordar con ellos los pormenores del trato, pudo por fin, visitar a la joven doncella. Alli estaba ella, tal como la recordaba, siempre alegre, siempre amable. No habia cambiado nada. Se entretuvo con ella hasta entrada la noche.

.......

El tiempo paso, el dia acordado, llegaron los muchachos y entre los tres comenzaron las tareas de preparacion. Termino la semana y ya lo tenian todo listo. Cumplio la semana de tiempo y siendo media mañana, alli estaban los jinetes, a lomos de los caballos que tendrian que cuidar.
Cuando llegaron a la puerta de la casa, desmonto uno. Por el yelmo, se le reconocia como alguien distinguido. Un capitan, tal vez.
Asi era, cuando se presento lo hizo con ese cargo - Buenas nuevas - saludo inclinando la cabeza, costumbre de aquellas tierras - soy Edomun, Capitan del Folde Oeste de la Marca. Y estos son mis hombres - extendio un brazo para abarcar a todas sus tropas.

Los dos jovenes, se hicieron cargo mientras Amroth, hablaba con el Capitan. Al parecer, ellos dejarian aqui los caballos, cada dia, un grupo vendria y los cambiarian, de esta manera, siempre estarian en contacto contigo. Al menos mientras terminaban el fuerte. Luego en un contexto mas personal le diijo - Me han informado que deseais aprender a usar la espada, bien, supongo que a eso podremos ponerle remedio. Yo, si se me permite decirlo, soy un veterano en el uso de la misma - sus canas lo confirmaban, al menos, la parte de "veterano"- con gusto te enseñare lo que el tiempo me permita.

El aire se sentia diferente esa mañana, al menos para mi, me levante mas temprano de lo normal y empeze a preparar el desayuno, esa mañana llegarian los caballos, el esperado dia, por el que habia esperado con tantas ancias llego. A las 2 horas los dos muchachos se levantaron, era raro pero por poco por llevaran de concerse, se llevaban muy bien, los habitos de los jovenes eran parecidos a los mios, por lo tanto nuestros horarios se podian acoplar, la cosecha habia hido muy bien, habia conseguido un trato muy justo por vender su cosecha, parece que el destino le habia sonreido desde el momento en que acepto el trato que le ofrecio el caballero.

La mañana paso y el tenia todo dispuesto para la llegada de los caballos, y asi fue, antes del atardecer, se veian en le horizonte los caballos, al llegar a la entrada uno desmonto, parecia veterano por las arrugas en su cara, el caballero se presento y me sorprendi al escuchar que era el padre del caballero que me ofrecio el trato, espere con ansias que hubiera aceptado mi respuesta, y cuando dijo que asi habia sido una felicidad me desbordo, si no salte, fue por respeto, Amroth le hizo señas a los muchachos para que se hicieran cargo de los caballos.

Invite al capitan a tomar un cafe, paso y se quito las partes pesadas de la armadura, curiosamente justo como su hijo, le causo gracia, le sirvio el cafe y comenzo a hablar, - Antes que nada, muchas gracias por haber aceptado mi propuesta. Quisiera que me explicara como me entrenaria, si solo seria usted o varios caballeros de la orden del rey. Me gustaria que apreciara mi espada, que la midiera y que la contemplara en todos los aspectos buenos y malos. Los caballos se quedaran aqui todo el dia y la noche mientras el fuerte se termina, pero, me he preguntado ¿puede haber algun problema durante ese tiempo? me refiero a si el enemigo, se entera de que los ayudo, ¿como se que estoy protegido?. - Y espere su repuesta, mirando a esos ojos llenos de experiencia que el tiene.

Mientras tomaban un poco de cafe. El Capitan y el anfitrion, conversaron. Amroth, parecia preocupado por si se veia asaltado por el enemigo y el capitan trato de consolar sus temores - No debes de sentir miedo. No eres un objetivo para el enemigo. Solo eres un campesino que nos da cobijo durante unas horas y despues, solo seras un campesino que se ocupa de sus caballos. Nuestros mensajeros, no pareceran menos campesinos que cualquiera de tus muchachos, pues vendremos a por noticias y no necesitaremos de armas o armaduras para tal fin.

Luego, relajando mas el tema, el capitan tomó la espada y la calibró. Parecia buena, un arma de calidad y asi se lo dijo. - Sin duda esta espada sera capaz de atravesar decenas de orcos, si su portador sabe un poco sobre como esgrimirla. Si eres buen aprendiz, no tardaras en ser un buen guerrero. Mis soldados te enseñaran, y yo te dare clases tan a menudo como me sea posible. Pero no ahora. Debemos de proseguir el viaje, al campamento. En una hora, mas o menos, volveran tres jinetes con todos los caballos. Dales cobijo esta noche.

Dicho esto, el Capitan termino el cafe, se volvio a armar con la armadura y salio al patio. Los jinetes, se levantaron a su vez y montaron en sus caballos.

- Buenas noches - se despido con un tono muy formal - ¡Caballeros! - gritó - ¡En Marcha! - y tan pronto como habian llegado, se desvanecieron con los ultimos rayos de sol.

Aquella misma noche, pasada la hora de la cena y ya llegando la hora de dormir. Dos jinetes y toda la escuadra de caballos, llegaron a la casa. Tal como habian acordado, guardaron los caballos y les dieron cobijo.
Aquella noche durmieron como bebes.

Al oir las palabras del capitan me tranquilize, no podia perder todo lo que mi padre habia labrado, calibro a filo de la noche y me senti orgulloso al oirlo decir que era una buena espada, como si sintiera que la espada fuera mi hijo, terminamos el cafe y ya acordado el asunto de como me enseñarian me sentia pleno, sin preocupaciones, se marcharon mientras un hermoso ocaso se ponia al horizonte, con un aire de esperanza.

En la noche ya, llegaron dos jinetes con todos los caballos, nunca habia visto tanta cantidad de caballos, llame a los muchachos para que se ocuparan de los caballos y yo recibiera a los caballeros, estos parecian tener prisa, solo uno se presento y solo dijo que eran caballeros de la orden del rey y querian hospedaje, los muchachos regresaron despues de un rato diciendo que los caballos estaban guardados y seguros, los caballeros ni siquiera cenaron solo les indique donde dormirian y calleron como troncos.

Llame a los muchachos y les dije que se movieran en silencio - Andiun, Andúril, vengan - ellos respondieron - ¿Que pasa señor? - yo respondi - Estos caballeros no me dan buena espina, siempre todos han sido amigables y se han presentado como es debido nombre y rango, en cambio estos solo han dicho que eran caballeros de la orden del rey, me preocupa - Andiun dijo - Amroth, creo que te estas subliminando, tal vez solo estan cansados por el viaje, no creo que facil transportar tanta cantidad de caballos entre dos jinetes - Andúril agrego - Concuerdo con Andiun, no te preocupes todo esta bien, los caballos estan en perfecto estado. y con eso los despedi y di las buenas noches.

Sin embargo algo me seguia molestando, no se que era, me quede dormido con ese pensamiento...

no se cuantas horas mas tarde desperte, pero al fin habia algo muy raro, el capitan dijo TRES jinetes, no DOS, no sabia que pensar o hacer, solo pense que los dos jinetes eran impostores, pero no habia que precipitarse, solo acerque mi espada a mi cama, y espere por lo mejor, no pude dormir en toda la noche.

El corazon de Amroth le habia advertido bien. Aguanto despierto tanto como pudo, pero el campo era un trabajo pesado y cuando la noche ya estaba bien entrada, comenzo a cabecear de nuevo.
Un ruido le arrebato todo el sueño. Tomando la espada salio del dormitorio y lo que vio le helo el alma: Fuego.

Alguien habia prendido en llamas su casa. Corrio gritando el nombre de sus ayudantes, pero el fuego se extendia y estos no respondian. Lucho en vano, para apagar las llamas, pero el fuego fue consumiendo la casa y sus pertenencias.
Mientras las llamas barrian su casa, algo lo alerto aun mas o quizas la ausencia de no escuchar aquel "algo" fue lo que le dijo la verdad - Los caballos - asi era, todas las monturas habian sido robadas, estas huyeron pisoteando todos sus campos, toda la cosecha que le quedaba habia quedado destrozada y el amargor se hizo mas fuerte cuando se dio cuenta de que sus dos ayudantes tambien habian huido.

Se quedo tirado en el suelo, viendo como las llamas terminaban con su faena y solo dejaban un monton de cenizas, un gran humo y una enorme tristeza. El sol asomo sobre los campos.

Me senti devastado, impotente, triste y decepcionado, lo habia perdido todo, justo cuando todo empezaba a ir bien en mi vida, estos malditos impostores tenian que venir a arruinarlo todo, lanze algunas lagrimas en la memoria de mi padre y su tierra, jure venganza - ¡Juro por la tumba y la espada de mi padre, que vengare su tierra y mi honor! y tome un puño de cenizas de la tierra combinada con cosecha, aun estaba caliente, peor no le di importancia y la impregne en el pecho, quedo una marca, me la quitaria cuando terminara mi proposito.

El sol se alzaba en el horizonte y yo recojia las pocas cosas que se salvaron, algunas cobijas, ollas y dos o tres bolsas de cosecha y dinero, suficiente para sobrevivir 2 meses, iria a vender lo poco que tenia de cosecha, probablemente me dieran poco pero serviria, fui al pueblo, me dieron menos de lo que espere, pero estaba demasiado trsite para protestar y me diriji a mi casa, llegue y me di un baño, me vesti y le eche una ultima mirada al campo que abandoria por ir en mi busqueda, buscaria el rastro de los caballeros o de los jinetes cualquiera seria bueno. Guarde las ollas  en una mochila, me la eche la espalda, la espada en la cinturera y emprendi el viaje intentando encontrar algun tipo de rastro dejado.

 Cuando estaba a punto de partir, vio acercarse a no mucha distancia a unos cuantos soldados. Frente a ellos andaba el capitan en su montura. No era sensato marcharse sin antes hablar con ellos, podrian interpretar mal su accion. Cuando el Capitan estuvo a su lado, a pesar de su severa mirada, no parecia culpar al campesino. 

- Temo que llegamos tarde - le dijo - nuestros exploradores avistaron a un grupo, no muy numeroso al oeste, en el paso del valle. Galoparon hasta dar el aviso, pero ellos llegaron antes. Vamos a partir en su busca, lamento tener que decirte que tus empleados son complices. Te damos la oportunidad de emendar tu error y salvar tu honor. - antes de dejar que respondiera termino diciendo - partiremos al alba, con nuevas monturas. Esta noche descansaremos aqui. 

Toda la compañia planto en una planicie su campamento e hicieron noche en aquellos campos. Al alba, la nueva escuadra llego con monturas para todos. 

Al ir partiendo, m eencontre con el capitan y me detuve, fue una especia de alivio verlo, me tranquilizo pero no me quito el enojo y la tristeza, dijo que venia una compañia al alba para que fueramos tras los impostores, me dolio oir que los muchachos con los que yo creia tener una buena relacion fueran complices.

Esa noche solo un pensamiento inundaba mi cabeza,"venganza", nada me lo podia quitar de la cabeza y no era para menos, haberme traicionado de esa manera y aparte haber destruido la tierra de mi padre, pagarian por ello, si lo harian y me dormi.

Al alba dibise a una compañia de caballareos montados acercandose, me emocione, los caballos siempre me habian parecido criaturas majestuosas, tal vez por su pelaje o por su cola, desfortunadamente, nunca habia montado uno, le comente al capitan mi mala suerte y el me dijo -Joven campesino, el arte de montar a caballo no se domina en un dia, no tienes que ser un maestro de la equitacion para montarlos, solo mantente en linea recta, no caigas y estaras perfectamente, iras en el medio de la formación-. Se giro y ordeno a la compañia que habia llegado con los caballos tomar posicion ahí por si volvia a ocurrir algun tipo de accidente.

Podria vengarme, tarde o tempreno, al fin mi vida tenia un objetivo y una direccion. Oi al capitan gritar -¡Caballeros, ayer unos impostores destruyeron la tierra de nuestro leal servidor y quemaron sus cosechas, tomaron nuestros caballos y sus monturas, les daremos caza hasta que los encontremos y el filo de nuestra espada los atraviese sin piedad alguna!- se guiro hacia mi y me dijo al oido -Respecto a tu entrenamiento en el noble arte del manejo de la espada, espezaremos hoy pero mas tarde, ahora tenemos un largo tramo por recorrer, ten todo dispuesto en 10 minutos porque nos marchamos- vi como todo el campamento se recojia rapidamente y los primeros empezaban a subir a sus corceles y tomaban posicion al frente de la formacion, tome mi posición y oi al capitan gritar -¡Caballeros!, ¡en marcha!- y todos avansamos a la par, le eche un ultimo vistazo a la tierra que probablemente no volveria a ver pero que si vengaria.

El alba llego. Despues de un breve descanso, todos partieron. Seguir el ritmo de los jinetes, fue muy duro para el sencillo campesino. La cabalgata fue larga, muy larga y dura, muy dura. Cuando hicieron un alto Amroth, noto un palpitar en su trasero. Era el resulato de todo aquel galope, que le habia sacudido y aun cuando habian parado, el dolor le duraria un rato.

- Aqui hay huellas de muchos caballos - dijo uno de los exploradores - pero quizas no sean las que buscamos, pues un poco mas adelante hay otro rastro que toma rumbo al norte.

El Capitan decidio hacer un descanso, se acercaba la hora de comer y tomaron un bocado mientras los exploradores buscaban rastros mas lejanos. Al cabo de una hora volvian a estar en marcha.

Se hizo la noche, levantaron un improvisado campamento y descansaron haciendo guardias. No le obligaron a hacer guardia al campesino, pero eso no le sirvio de mucho, el dolor en las posaderas y las piernas, no le dejaron descansar bien.

El segundo y el tercer dia, fueron similares. Al cuarto era un jinete mas. Habian dejado atras las tierras de Rohan, adentrandose en la salvaje Enedwhait, al oeste del reino de los caballos. Las guardias se incrementaron y Amroth, tambien tuvo que hacerlas.

El sexto dia, ese era el dia del encuentro. Un explorador trajo la nueva de que un campamento corsario; enemigos de Gondor y aliados del Señor Oscuro, se habia establecido en la region y que habian avistado a los hombres que sirvieron a Amroth. Tambien estaban todos los caballos. Se alejaron dejando guardias, al anochecer harian el primer asalto y con la mañana atacarian el campamento.

Aun no habia llegado el alba, cuando un pequeño destacamento se unio a las filas. Eran hombres de Rohan o al menos lo parecian, una compañia pequeña que vigilaban las tierras mas alla de las fronteras.

Hablaron con el Capitan, intercambiando noticias y se quedaron para ayudarles en el asalto, aunque sus ordenes eran otras. Aun en el campamento, con los preparativos de ultima hora, Amroth, le parecio ver algo raro, mas bien alguien extraño. Era un hombre, de buen porte y cabellos oscuros, una rareza para ser alguien de Rohan. Vestia como los Caballeros del Reino, pero no se parecia a ninguno de los demas. Hablaba el Rohirrico con fluidez y gozaba del cariño y respeto de los hombres con los que cabalgaba. Algo desde luego insolito.

Amroth aun no lo habia identificado bien, cuando el hombre se perdio entre otros y la señal de batalla fue dada.

Era el momento de atacar.