Partida Rol por web

Aventuras en la Tierra Media, El Abismo de Helm.

El Abismo de Helm, Lore y mapas.

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23/02/2021, 00:31
Narrador

Algo de Historia.

 

Cantares de los jinetes.

   Los jinetes de la Marca tienen recuerdos lejanos, pero no profundos. Comparten su historia en canciones, no libros, y los maestros del saber de Gondor parecen saber más sobre la historia de Rohan que muchos de los rohirrim.

   Los antepasados de los rohirrim se asentaron primero en los Valles del Anduin en tiempos ya olvidados, donde encontraron veloces caballos de salvaje y poderoso galope y adoptaron el nombre de éothéod, el pueblo de los caballos. Están emparentados con los habitantes de dichas tierras del norte; los hombres de Bardo de Valle, los hombres del bosque de las Tierras Ásperas y los beórnidas. Pero su pasado se remonta mucho más en el tiempo, a días casi legendarios, pues descienden de los antiguos norteños de Rhovanion, príncipes obligados a Gondor por juramentos de lealtad.

Lazos de Sangre.

   Los lazos entre los señores de los caballos y Gondor comenzaron en los días de Minalcar, regente de dicho reino. En aquellos días (hace unos 1700 años), Minalcar hizo la guerra a los orientales del este del Bosque Negro, ayudado por sus aliados: hombres del norte que habitaban la región. En el año 1248 de la Tercera Edad, Minalcar consiguió hacer que sus enemigos retrocedieran más allá del Mar de Rhûn y adopto el nombre de Rómendacil, “Vencedor del Este”. Fortifico la orilla occidental del Anduin hasta el Rio Limclaro y construyo los Pilares de los Argonath.

   El rey Rómendacil de Gondor reino en paz durante muchos años, a pesar del descontento que se extendía entre la longeva aristocracia de Gondor y que era provocado por los lazos familiares del rey con los hombres del norte, un pueblo que muchos veían como una raza foránea, ajena a la nobleza de los hombres de Oesternesse. El descontento fue tornándose lentamente en preocupación, para terminar con el estallido de una rebelión abierta en las provincias meridionales de Gondor. Cuando Vinitharya, el hijo de Valacar y su esposa norteña Vidumavi, subió al trono sesenta años más tarde con el nombre de Eldacar, la rebelión se extendió y la guerra llego a Gondor.

   La guerra fue una amarga trifulca en la que luchaban hermanos contra hermanos, y vino a ser recordada como la Lucha entre Parientes. El principal enemigo de Eldacar fue Castamir, un hombre cruel y despiadado que quemo Osgiliath en su intento de derrotar a Eldacar, lo que resulto en la destrucción de la ciudad y sus muchos tesoros. Con el tiempo, Eldacar se impuso sobre Castamir con la ayuda de los hombres del norte de Rhovanion, cimentando para siempre el lazo de amistad entre estos y Gondor.

Los Señores de Los Caballos.

  Corría el año 1851 de la Tercera Edad cuando los hombres del norte de Rhovanion se vieron dispersados y conquistados por los aurigas. Eran fieros invasores del este que luchaban desde carretas y carros de guerra, que esclavizaron a los hombres del norte y gobernaron sobre Rhovanion durante cuarenta años. Una tribu de hombres del norte quiso escapar de la esclavitud viajando hacia el oeste, más allá del Bosque Negro y hacia el norte, adentrándose en los Valles del Anduin. Se asentó en los Valles Intermedios del Gran Rio y allí fue conocida como los éothéod por su amor y dominio sobre los caballos.

   Con el tiempo, los éothéod se trasladaron de nuevo y fue así como un joven y bravo cacique llamado Frumgar llevo a su gente a los valles más septentrionales, donde el Rio Greylin se encuentra con el Langwell y las Montañas Nubladas se encuentran con las Montañas Grises. Aquella tierra era el hogar de poderosos caballos y los éothéod expulsaron a los dundelinos que vivían allí y construyeron una gran ciudad sobre una colina. Los años pasaron tranquilos, después los siglos y los éothéod prosperaron en los valles que se convirtieron en su reino ancestral.

La Hueste de Eorl.

   Quinientos años transcurrieron, entonces llego la alianza con Gondor. Eorl, hijo de Léod, era su señor. En el año 2510, un mensajero procedente de la distante Gondor llego a los salones de Eorl trayendo consigo noticias de guerra y una petición de ayuda. Una hueste de salvajes del noreste, ayudada por orcos de las montañas, había invadido la tierra de Calenardhon. Estos balchoth (horda cruel) ya habian invadido las tierras al este del Bosque Negro, impidiendo que los hombres del norte de Rhovanion honraran sus antiguos juramentos. Los éothéod recordaron su antigua alianza y Eorl reunio una gran partida de jinetes y partio hacia el sur a lo largo del Gran Rio.

   Los jinetes cabalgaron a las tierras del sur con el tiempo justo. Los orientales y los orcos habían empujado al ejército de Gondor por la llanura de Calenardhon y lo habían arrinconado contra el Rio Limclaro. Los éothéod cruzaron el Anduin por la zona en la que el rio serpentea formando grandes meandros y se vuelve lo bastante poco profundo como para vadearlo y atacaron a los balchoth desde la retaguardia. Los éothéod y los hombres de Gondor destruyeron a los balchoth y a los orcos en toda la región.

   Después de la gloriosa victoria, que más tarde se conocería como la Batalla del Campo de Celebrant, Cirion decidió reconocer el gran servicio que habían prestado los éothéod a Gondor. Haciendo uso de su autoridad como senescal, Cirion ofreció a Eorl la tierra de Calenardhon como presente, para que tanto el cómo sus herederos la tuvieran en posesión. Eorl acepto y, en una hondonada secreta que solo conocen los senescales de Gondor, los dos gobernantes pronunciaron solemnes juramentos de amistad y ayuda mutua, ante la tumba de Elendil.

 

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26/02/2021, 12:55
Narrador

Lugares y sus gentes.

   Rohan es una tierra verde, la mayor parte es una extensión vasta y sin árboles, un mar verde atravesado por ríos serpenteantes. “Marca” es un término antiguo que hace referencia a los límites de una tierra, y por ello la Marca de los Jinetes es un nombre acertado. Rohan es un reino habitado y gobernado por hombres. Jinetes del rey, señores, mercaderes y manadas de caballos atraviesan sus caminos.

Edoras.

   A la sombra del Monte Írensaga, en una ancha colina tras una alta muralla se alza Edoras, la corte del rey. Las aguas del Nevado corren  a los pies de la colina amurallada y un vado poco profundo cruza el arroyo donde el Gran Camino del Oeste lo atraviesa. Más allá del vado, una senda amplia y llena de baches serpentea a través de hileras de grandes montículos cubiertos de hierba a ambos lados (los túmulos de los reyes, repletos de flores blancas), hasta llegar a las puertas donde muchos lanceros hacen guardia. No son simples lacayos: son los guerreros de la Guardia del Rey, los soldados de confianza del Señor de la Marca. Estos guardianes de la puerta preguntan a los visitantes su nombre y que motivo tienen para ir allí, escuchando detenidamente en busca de engaños, y envían informes a Meduseld, el salón del rey Thengel. En la cima de la colina de Edoras resplandece Meduseld, el Castillo de Oro.

   Edoras es la capital de Rohan y cuenta con la mayor cantidad de habitantes de toda la Marca de los Jinetes. Los líderes y los señores locales viven en Edoras. No hay siervos en la ciudad; los trabajadores reciben un sueldo por sus labores, aunque son arduas.

El Valle Sagrado.

   Al norte de la gran colina de Edoras, el Gran Camino del Oeste viaja hacia el Folde Oeste a un lado y a través del Folde Este hacia Gondor al otro. En dirección norte, una ruta de caballos se aleja de las montañas, siguiendo el Nevado hasta los sauzales, donde se encuentra con el Entaguas, y después gira al norte hasta los vados del Vado del Ent.

Un tercer camino marcha al sur, remontando el serpenteante arroyo hasta bien entrado el Valle Sagrado, una larga depresión que se abre en las sombras del poderoso Pico Afilado. Extendiéndose muchos kilómetros, el Valle Sagrado resuena con los saltos de agua de pequeños arroyos que se unen al rio. Los pinos y abetos se alzan de las ásperas hierbas del suelo del valle y se aferran a las empinadas paredes ascendentes. El baluarte del Sagrario es un refugio construido sobre un escarpado acantilado por un pueblo desaparecido en la antigüedad. Esta situado en la falda de tres montañas: el Írensaga al norte, el Pico Afilado al sur y el imponente Dwimorberg (el Monte de los Espectros) al este.

   Aquí vive un pueblo que desciende de aquellos de entre los eorlingas que decidieron establecer aquí su hogar hace mucho tiempo, adaptándose a la vida en las montañas. Muchos hombres y mujeres de las gentes del Valle Sagrado son de cabello oscuro y ojos grises en vez de pelo rubio y ojos azules; señal clara, dicen algunos, de que la sangre de un pueblo hoy olvidado corre por sus venas.

Las Llanuras de Rohan.

   Son un gran mar de pastos que se mece verde y amplio a lo largo de cientos de kilómetros. En los límites de las llanuras, la tierra se rompe y crece salvaje; las antiguas marañas de Fangorn, los profundos valles de los Foldes Este y Oeste y los muchos ríos de la Marca. Parecería como si buena parte de las praderas careciera de habitantes, pues los eorlingas no mantienen asentamientos permanentes en las llanuras. Aquí, los cuidadores adoptan un estilo de vida nómada, siguiendo a los animales a su cargo que vagan por la región y dirigiéndolos solo si es necesario.

   Los eorlingas no trazan mapas de las praderas. El Rio Entaguas divide las grandes llanuras de Rohan en las regiones principales. El Oestemnet (o llanura occidental) se extiende al oeste del rio, entre el Folde Oeste al sur y Fangorn al norte, y termina en el Paso de Rohan. El Estemnet (o llanura oriental) se ondula al este del rio, entre los esteros del Entaguas al sur y las tierras altas del Páramo al norte, y termina en el límite trazado por los recodos del Gran Rio Anduin, al este. Los cuidadores de caballos de Rohan construyen sus hogares en las llanuras. Aunque no tienen viviendas fijas, con frecuencia eligen volver a sus lugares preferidos para montar sus campamentos.

Flora y Fauna.

   Las llanuras de los Foldes Este y Oeste son el hogar de un gran número de animales, los enormes rebaños de reses y manadas de caballos de los rohirrim, pero solo las yeguas y los sementales indómitos que corren libres sobre los herbosos prados pueden ser considerados “salvajes”. La presencia prácticamente continua de los cuidadores y de sus rebaños mantiene alejada a la mayor parte de otros animales de cierto tamaño. Los lobos deambularon en su día por las llanuras, al acecho, pero los rohirrim, temiendo por sus rebaños y amedrentados por el peligro de las estampidas, los cazan sin piedad al menor signo de su presencia. Los viajeros de vista aguzada pueden avistar incontables animales pequeños entre las hierbas: topillos, ratones, conejos, erizos y musarañas, y delicados ciervos rojos saliendo de los bosquecillos que llenan los valles. Los armiños y los veloces zorros dan caza a estas pequeñas criaturas. Las más incautas de entre ellas son atrapadas al vuelo por los búhos reales y los halcones pálidos que planean en las alturas.

 

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26/02/2021, 13:04
Narrador

El Abismo de Helm

 

   Legendario en los cantares, el Abismo de Helm es el nombre del mayor refugio de los rohirrim, aunque ha cargado con muchos nombres en su tiempo. Es una hendidura abierta en el espolón septentrional de las Montañas Blancas, en el límite oriental del Valle Bajo, una hondonada verde que da al noroeste del Valle del Folde Oeste. Un cauce que recorre el valle, la Corriente del Bajo, se vierte desde las alturas tras la hendidura. En el extremo más alejado de la garganta, unas oscuras cuevas se abren bajo el suelo, donde se alzan escarpados los riscos altos y llenos de cuervos del Thrihyrne, con sus tres puntas. Una fortaleza imponente descansa en la boca de las profundidades, donde el Valle del Bajo se estrecha y un largo espolón de roca sobresale de la pared septentrional de la montaña. Fue construida antaño por los hombres del oeste y todos en la Marca dicen que la erigieron con la ayuda de gigantes, por lo altas que son sus murallas de piedra. Pocos saben que su antiguo nombre era Aglarond y que fue construida como una gemela de Angrenost (ahora llamada Isengard) al norte, para que las dos fortalezas pudieran vigilar el acceso a los Vados del Isen.

   Su torreón principal recibe el nombre de Cuernavilla, pero los rohirrim lo llamaron primero Súthburgo, la “fortaleza del sur”, donde siempre había tropas custodiando el Paso de Rohan. Cuando Helm Manomartillo se refugió en Súthburg durante el Largo Invierno, hizo sonar su gran cuerno desde las alturas para advertir a los dunlendinos de su llegada, el sonido reverbero en los riscos y los enemigos de la Marca huyeron presa del pánico; los rohirrim renombraron la fortaleza como Cuernavilla para honrar a su malhadado rey e incluso ahora, cuando se hace sonar una trompeta desde lo alto de la torre, resuena en la grieta que hay detrás, como si las huestes de Helm estuvieran precipitándose a la batalla desde las cuevas que hay tras las colinas. Los hombres del oeste también construyeron una muralla que une Cuernavilla con el precipicio sur del valle, que impide la entrada a las profundidades que hay más allá. Recibe el nombre de Muro del Bajo y la Corriente del Bajo discurre bajo la misma a través de un túnel tallado con astucia.