Partida Rol por web

Aventuras en los Reinos Olvidados II

Capítulo primero. El secreto de Suzail.

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07/12/2013, 22:34
Banjeela

Una bofetada de realidad: un orco había logrado meterse en el carruaje con el Consejero. A estas alturas, ni hombre guapo, ni boda, y en un futuro inmediato puede que también le arrebaten la vida. Banjeela caminaba a cuatro patas, cambiando de dirección cada vez que un orco y uno de los viajeros se le cruzaban mientras bailaban con sus armas en el fragor de la batalla. No estaba asustada. La semielfa tenía una mente viva y ya había contemplado la posibilidad de tener que salvarse solo a sí misma. Si tan solo pudiese llegar hasta los caballos...

¡IIIIIIH!

Lo que le hizo chillar de grima fue la cabeza de orco del suelo, cortesía del encapuchado. Con cuidado para no tocarla demasiado, apartó con la mano aquella cara fea y desagradable. Por un momento se retrotrajo a los Picos del Trueno, cuando los cuerpos despedazados en la nieve le daban la bienvenida a aquel templo del Mal.

No tienes tiempo para traumas, Banjeela. Estás en plena tormenta de cuchillas... en... en... en el ojo del huracán...

Se acabó el océano de piernas. Nadie estaba luchando en las cercanías. ¡Sí! ¡Lo había logrado! Estaba a salvo. Frente a ella, Bronas contenía al huargo y a dos... no, tras ese tajazo ya solo a un orco. Detrás suya, el encapuchado misterioso aguantaba como un campeón contra dos de esos brutos descerebrados. Se puso en pie y sacó su látigo. Ahora que la situación estaba más o menos controlada, podía lucirse sin correr riesgos.

Identificó en las fauces del huargo el peligro más inmediato. Lo había visto hacer en sus viajes de negocios, domadores de bestias logrando con muestras de autoridad que se mostrasen dóciles como un gatito. Banjeela llevó el brazo hacia atrás. Sin querer y sin fuerza, la punta del látigo golpeó el hombro de uno de los orcos de Garius haciéndole girar la cabeza, preguntándose quién le había interrumpido en su labor cotidiana de matar. Ese despiste bien haría el encapuchado en aprovecharlo. En el polo opuesto, la semielfa hizo restallar el látigo contra el suelo, cerca del huargo, para intentar espantarlo.

¡JEEEEEEEEPAH! ¡QUITA, BICHA! ¡LARGO! ¡UUUUUUUEH! ¡FUERA, BICHA, FUERA!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Acción de movimiento: rodear la gresca hasta las espaldas de los orcos de Garius para flanquear con él, mientras "desenvaino" látigo.

Acción estándar: intimidar al lobo (prueba enfrentada) para dejarle estremecido (-2 al ataque).

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08/12/2013, 12:31
Ark

Una vez mas allá estábamos , enfrentados a una situación que no habíamos buscado pera a las que últimamente parecía que teníamos la "suerte" de encontrarnos con una frecuencia pasmosa para un lugar tan "tranquilo" como este en el que estábamos descansando después de adentrarnos allí donde se "supone" que moraban los problemas. Tanta escaramuza me hacia preguntarme varias cosas y la primera de ellas es si no habríamos olvidado hacer las ofrendas pertinentes cuando no hicimos a los caminos , y esto no deja de ser un "recordatorio" de los dioses para que la próxima vez no me muestre indolente y descuidado a la hora de atender a mis obligaciones.

Deje estar a un lado mis divagaciones cunado me acerque hasta la escaramuza , en la que para no variar , Bronas ya estaba haciendo toda una señora carnicería, Banjeela una vez mas estaba empleando a fondo su peculiar estilo de lucha , al cual para ser sinceros no había logrado aun encontrar ningún tipo de sentido.(pero al fin y al cabo solo soy un humilde sacerdote y las complicaciones de la guerra nos son cosa mía).

Intente dejar de divagar y me concentre en el combate. De un vistazo supe que una vez mas iba a acabar mal parado , ya que el ocupante del carro había caído bastante mal herido y tenia a sus asaltantes justo encima , solo esperaba que Bronas aun no hubiese entrado en su frenesí guerrero y se percatase de que me iba a exponer por completo para intentar salvar la vida de ese pobre desdichado y acudiese lo antes posible a cubrirme. Comienzo a orar con voz clara y potente mientras me acerco al caído.

Selune , diosa que iluminas la noche con tu bondad , préstame tu red y que esta me envuelva como coraza de todos aquellos que me quieren hacer mal y con tus 7 estrellas brillantes poder hacer después una cerca para que pueda capturar los sueños como gotas carmesíes brotan ed este pobre desdichado perdiendose en un despilfarro que solo los Orcos pueden encontrar correcto , y concédeme tu luz para que pueda volver a encerrarlos dentro y cerrar sus heridas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

me acerco al cuerpo caído , y esperando que no se halla desintegrado con le critico le lanzo un curar heridas ligeras jugándome el tipo si es necesario.

dejo la tirada de concentración por si fuese necesaria

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08/12/2013, 20:24
Silbido

Tal y como había ocurrido en tantas ocasiones durante las últimas semanas, Bronas cargaba en cabeza, aullando el nombre de su dios lo bastante alto como para que le escuchara, aunque se encontrara en el otro extremo del mundo. Y como en tantas ocasiones, su asalto era absolutamente mortífero. Incluso en la tenue oscuridad, pudo ver cómo desjarretaba al jinete y se enzarzaba con el gigantesco lobo.

Un enano y un hombre encapuchado se habían unido al bárbaro, pasando sobre los cadáveres de los guardias del carromato, y parecían bastante capaces de defenderse solos, como demostraban los cadáveres que yacían a sus pies.

Ark, sin embargo, parecía en problemas. Uno de los orcos salía del carro con su alfanje en alto, un hombre maduro empalado en su filo. En lugar de quitarse al orco de encima, el sacerdote se había arrojado sobre el cadáver que acababa de deslizarse hasta el suelo, e invocaba a su diosa para sanar sus heridas, como tantas veces había hecho por ella misma.

Silbido se acercó a la refriega, corriendo. Estaba oscuro y no podía apuntar bien, pero la hoja del alfanje brillaba bajo la luz de la Luna. Sin detenerse, contuvo la respiración, colocó la flecha y la soltó, permitiendo que los músculos de sus brazos y su espalda dirigieran el proyectil hacia donde les señalaba con la mirada.

La flecha golpeó entre los ojos del orco, partiéndole el cráneo y enterrándose profundamente en su cerebro, matándolo antes de que tuviera ocasión de lanzar un tajo al sacerdote.

- Tiradas (4)

Notas de juego

Daño=13
Si consideras que estoy a más de 30 pies, se queda en 6 de daño, que en cualquier caso creo que es suficiente para matar al orco.
CA =17 (por moverme más de 10' en el asalto)

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08/12/2013, 23:40
Rordar Petrascudo

La refriega continuaba, aunque habíamos conseguido hacer varias bajas todavía quedaban suficientes orcos como para que al joven mago no le apeteciera demasaido acercarse.
Pensó durante unos instantes para darse cuenta de que los conjuros que le quedaban le obligarían a acercarse al enemigo, así que descolgó la ballesta de su cinturón y empezó a cargarla, mientras se fijaba en dónde podría colocar el proyectil para que fuera realmente útil.

Notas de juego

Dos de movimiento: "desenvainar" ballesta y recargar.

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09/12/2013, 09:23
Director

Turno 4.

El choque de fuerzas, en el camino bajo la luz de la luna, es inevitable.

La primera en escurrirse alrededor del campo de batalla es Banjeela; la exótica muchacha hace un par de fintas, y termina colocándose junto a uno de los orcos que están flanqueando al encapuchado, (Garius), de forma que ahora él también se ve flanqueado. El monstruo se gira dispuesto a enfrentarse a ella, ya que nada más llegar comienza a llamar su atención con una maniobra "fus, fus", que desgraciadamente no es lo suficientemente terrorífica como para amedrentar al orco, (o al inmenso lobo que se encuentra a unos metros de distancia). Sacando un látigo restallante, la joven bardo se prepara para enfrentarse al orco.

Garius, al otro lado y tras haber decapitado a uno de los orcos, intenta aprovechar la afortunada distracción de la joven para acabar con su adversario. Su espada larga lo atraviesa como un palillo a una aceituna, (5+6+2=13), y con un gruñido gutural la criatura se derrumba frente a la atónita Banjeela.

Mientras tanto, el joven sacerdote Ark corre hacia el lado contrario del carruaje, y pasa junto a los caballos que, desbocados, están dando tirones y golpes al vehículo. Sin preocuparse por su seguridad, se arrodilla junto a un hombre de cabello cano, dispuesto a sanarlo con su magia.

Sin embargo, decide guardarse su conjuro cuando se da cuenta de que está prácticamente muerto, y no puede hacer nada por él. En un estertor, sin embargo, el hombre lo mira agarrando su hombro con fuerza: "¡Hablad con... Lucius... Pieldearmiño... debéis... debéis... conocer el... secreto... de... Suzail... para salvar a su hija... ". Después cae violentamente al suelo, quedándose inmóvil.

Es en ese momento en el que el sacerdote se da cuenta del orco que, alzando su alfanjón, se prepara para cortarlo en dos. No puede hacerlo, sin embargo, porque Silbido a unos treinta pies suelta en ese momento la cuerda de su arco. La flecha vuela irremediablemente hasta la cabeza del orco, metiéndose entre sus ojos con un sonido húmedo hasta las mismas plumas. Como un muñeco de madera, el monstruo cae hacia atrás tal cual está, derrumbándose con un sonido seco.

El Worg, una vez terminados los guardias, se gira entonces hacia Garius dispuesto a devorarlo. A punto está de hacerlo antes de ver a Bronas, seguramente uno de los seres humanos más grandes de los Reinos, corriendo hacia él como un energúmeno, con las venas del cuello tensas como alambres, la tez colorada, los dientes crugiendo y los ojos inyectados en sangre.

Los impulsos atávicos de la criatura, una vez libre de su jinete, pulsan en su interior observando a tan desafiante contrincante. Rápidamente, antes incluso de que el bárbaro pueda tomar el impulso necesario para la carga, el monstruo se lanza él mismo en una carga brutal, que hace temblar el suelo bajo sus sangrientas pezuñas, y termina saltando por el aire como un gruñente montón de dientes y garras, estrellándose contra el inmenso pecho de Bronas y pegándole una dentellada terrible, que hace brotar sangre en todas las direcciones. El bárbaro, bajo el inmenso peso de la criatura, se ve derribado al suelo, las sanguinolentas mandíbulas del monstruo chasqueando sobre él.

El orco que había abierto el portín al asesino de Drogan se da la vuelta, y se encuentra con la escena en la que su compañero orco es atravesado por Garius gracias a la participación de una exótica mujer morena. Con un grito de frustración se lanza contra ella, pero esta le ve venir y se agacha justo antes de que la plancha metálica del alfanjón rebane su precioso cuello.

Su compañero, al ver llegar a Barundar segando las vidas y las rodillas de sus compañeros, se lanza contra él alfanjón en mano para descargar el arma contra el hombro del enano. El hierro se hunde terriblemente entre las escamas de su armadura, y la sangre salta como el agua de una fuente; Barundar se echa atrás inconscientemente, tambaleándose por el terrible impacto, y el orco sonríe con sus horribles colmillos amarillos pensando que ha terminado con él. Cuando nota la hoja del hacha enana penetrar en su cráneo y repartir su sesos por los alrededores se da cuenta de que un enano no huye; toma carrerilla.

Mientras tanto, el orco que estaba flanqueando a Garius, y que ve como éste mata a su hermano orco aprovechando la distracción de Banjeela, aprieta los dientes con furia y descarga su alfanjón contra su espalda. Pero el elfo encapuchado ha aprendido la lección, y no va a caer en el mismo truco que el orco al que ha atravesado. Con un quiebro, desvía la hoja del alfanjón con su propia arma.

Es el turno de Bronas, que se agita en el suelo intentando sacarse al monstruoso lobo de encima. Con su gran fuerza, coloca los pies sobre la barriga de la criatura, y con un impulso la levanta del suelo. Apenas alzándose, con su cimitarra a dos manos, lanza un tajo terrible contra la garganta de la criatura, bañando de sangre los alrededores, (y causandole al monstruo el daño destinado en el ataque al primer orco: como está solo con el lobo, no hay hendedura).

Mientras, más alejado, el mago enano Rordar pasa desapercibido mientras saca su ballesta y la recarga para disparar el asalto siguiente.

¿Qué haréis ahora?. ¡Es vuestro turno!.

- Tiradas (10)

Notas de juego

Situación.

Silbido y Rordar se encuentran los dos algo apartados del vehículo, a unos treinta pies, disparando sobre los orcos, de los que solo quedan dos. Ambos se enfrentan a Garius, a Barundar y a Banjeela, que están en combate con ellos. Ark, al otro lado del carruaje, acaba de ver morir a Drogan. Y Bronas, también a unos treinta pies del vehículo, permanece tumbado por culpa del ataque del inmenso Worg, solo contra la terrible bestia.

Piticlín, piticlín.

Bronas gana 30 px por postear.

Silbido gana 30 px por postear.

Ark gana 30 px por postear y 10 px por obtener pista de trama.

Banjeela gana 30 Px por postear.

Rordar gana 30 Px por postear.

Garius gana 30 Px por postear.

Barundar gana 30 Px por postear.

Experiencia.

Bronas: 3.305 + 30 = 3.335 Px.
Silbido: 3.230 + 30 = 3.260 Px.
Ark: 2.995 + 30 + 10 = 3.035Px.
Baljeela: 1.520 + 30 = 1.550 Px.
Rordar: 1.400 + 30 = 1.430 Px.
Barundar: 1.405 + 30 = 1.435 Px.
Garius: 1.430 + 30 = 1.460 Px.

Iniciativas.

Banjeela 23

Garius 22

Silbido 18

Worg 18

Orcos 16

Barundar 14

Bronas 9

Drogan 7

Rordar 5

Ark 5

Guardias 4

Personajes en el combate.

Guardia primero- 12 daños por mordisco + 13 daños por lo mismo. (Se murió).

Guardia segundo- 13 daños por alfanjón en la cabeza + 7 daños por alfanjón estomacal. (Se murió).

Worg (Ataca y derriba a Bronas antes de que consiga llegar al vehículo). 21 daños por corte en cuello.

Orco 1 (Ataca a Banjeela)

Orco 2 (Ataca a Barundar. Mala idea).

Orco 3 (Intenta atacar a Ark pero le sale una flecha en el cráneo)

Orco 4 (Ataca a Garius y se muere)

Orco 5 (Intentaba atacar a Banjeela, pero Garius acaba con él)

Orco 6 (Ataca a Garius)

Orco 7 (Ataca a Barundar y no puede montar en bicileta)

Orco jinete- 4 daños por alabardazo en el pecho. (Se muere mucho).

Barundar (18 daños por enorme corte en el hombro).

Garius

Rordar

Bronas (Mordisco para 17 daños en el pecho)

Ark (Escucha los estertores de Drogan).

Silbido (Acaba con el orco que quería matar a Ark).

Banjeela (llega, desenfunda y llama la atención de los orcos).

Drogan. (Ahora parece un donut, y además está agonizante perdido).

Aviso

Próximo turno el jueves día 12 de diciembre!

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09/12/2013, 11:16
Bronas

 La sangre manaba a raudales de la feroz herida que el Wargo había causado al Pielescarcha, la sangre manchaba la coraza de acero reluciente y abollado allí donde los colmillos se abrieran camino hacia la carne del ilushkano. No obstante el aguerrido norteño le había dado un buen corte bajo el cuello tras levantarse. 

 Pero lejos de abandonar ninguno de los dos, estos se enzarzan en un nuevo asalto, los dos gruñiéndo y aullando. Ente las acometidas entre uno y otro, acosándose para no dar sitio al otro para atacar con fuerza, el ágil bárbaro se hecha a un lado logrando tener cierta ventaja y listo para descargar el golpe fatal, pero aquella bestia logra, en el último instante, ladearse lo suficiente como para evitar la peor parte del golpe que por poco le cercena la cabeza...

- Tiradas (3)
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09/12/2013, 12:00
Garius

Vaya, una semielfa había venido a ayudarle. Dió un extraño grito de batalla y con buén sentido se colocó al a espalda de uno de los orcos a los que se enfrentaba. Sin embargó sacó un arma... particular, eso no era un arma de guerra.

Escuchó el gruñido de Barundar y le miró de reojo, al parecer le había dolido más a él que al enano, garius sin duda habría muerto, aunque también le gustaría pensar que habría esquivado el golpe. Cuando iba a ayudar a su amigo, sete simplemente le hundió el hacha en la cabeza a su agresor. El warg, el enemigo más peligroso (y feo) estaba haciendo de las suyas pero no tenía tiempo de seguir atontado con el combate de los demás, tenía un orco delante, bueno, dos.

Confiando en su habilidad para parar golpes dío unos pocos pasos para atacar por la espalda al orco que no le estaba prestando toda la atención que debiera. Lo pagó con su vida y después se centró en el que quedaba.

Id a ayudar al seguidor de tempus con el lobo.

Dijo sin hablar a nadie en particular.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Me coloco para flanquear con banjeela y ataco a su orco. Vuelvo a tirar que se me olvidó el bono(+4) ataque defensivo y flanqueo. Toco justito.

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10/12/2013, 11:37
Banjeela

¡Iiiiih! ¡Socorro! ¡Bronas! ¡Bronas, por la Amiga del Mercader, deja de jugar con ese estúpido perro y ayúdame!

Banjeela exhaló un suspiro. Podía controlarlo. Solo era un tipo enorme con un arma afiladísima. Si lograba fintarle, podría alcanzar su espalda para luego enroscar el látigo en torno a su cuello. Con los pies en su espalda podría hacer suficiente fuerza como para que se asfixiara sin lastimar a nadie, y así dejarlo inconsciente para reducirlo.

A la porra, Banjeela trató de alejarse lo suficiente como para poder desenvainar su pequeña daga y la lanzó contra el orco. La semielfa no era lo suficientemente intrépida para hacer tanta filigrana con un látigo.

No fue malo el tiro. Por lo menos dió en el blanco, que ya es algo a lo que Banjeela no estaba acostumbrada. Pero ese orco necesitaba la puntilla. Entonces recordó el conjuro que lanzó Rordar.

¡Ey, enano! ¡Tú, sí, tú! ¿No puedes lanzar otro proyectil mágico de los tuyos?

- Tiradas (3)

Notas de juego

Me alejo 5' como acción gratuita para no provocar AdO por atacar a distancia. Desenvaino la daga como acción de movimiento y arrojo la daga como acción estándar.

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10/12/2013, 22:35
Barundar de Mithril Hall

Aquello se habia convertido en un galimatias de golpes, lo que pasaba es que a mi me tocaba siempre bailar con la gorda y peluda, algo que no solia importarme pero claro cuando te intentan clavar un cuchillo de enormes proporciones uno lo ve diferente, y lo siente mucho peor cuando lo consiguen. Aquel dolor agudo y seco hizo que me mareara por un segundo, consiguiendo que sintiera la garganta seca, pero era un mal momento y lugar para rendirse, asi que hice caso a Garius y me encare hacia el perro enorme, aunque primero tenia que acabar con otro orko que me iba a cruzar.

Notas de juego

Tengo una duda con el reglamento...

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11/12/2013, 17:51
Ark

Justo después de escuchar las últimas palabras de ese pobre hombre, y tras rezar una breve plegaria para que su ascenso junto a su diosa fuera rápido y placentero, Ark echo un vistazo a su alrededor tratando de ver en qué zona iba a ser más necesaria su ayuda.

Tanto Banjeela como el extraño encapuchado parecían estar apañándoselas bastante bien, y tenían el apoyo de un enano vociferante que estaba cerca de ellos, así que la decisión fue tomada con rapidez. Con un giro rápido enfile la zona en la que Bronas, ahora tendido con el Worg encima, luchaba desesperadamente (o todo lo desesperadamente que puede estar una montaña de músculos con lo que parecían mas de 100 kg de perro que no paraba de dar dentelladas).

Con un grito de guerra un poco deslucido por la falta de práctica (siendo serios , Ark rara vez acababa atacando cuerpo a cuerpo , bien porque que los enemigos tenían la sana costumbre de morir antes de que el llegase a empuñar la maza , bien porque desde el principio se veía obligado a lanzar sus conjuros y demás favores de su diosa), y empuñando la maza con su mano diestra y el escudo en la siniestra , Ark se lanzo contra el ENORME ( y a sus ojos cada vez mas enorme a medida que se acercaba) Worg asestándole un mazazo en una de las corvas que hizo gañir al animal.

- Tiradas (2)
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11/12/2013, 20:42
Silbido

Solo dos orcos seguían todavía en pie. A pesar de contar con la superioridad numérica, el ataque desde dos flancos había defenestrado al osado grupo en cuestión de segundos. Osado y estúpido, joder, hacer algo así a las puertas de la muralla. Solo el gran lobo seguía suponiendo una amenaza. Ni siquiera la salvaje acometida de Bronas había sido suficiente para reducirlo. Sangrando por el enorme tajo, la bestia lo había agarrado entre sus mandíbulas, y lanzado al suelo como si fuera un simple muñeco de trapo.

Era sorprendente, y desalentador, ver al bárbaro, que había sido el garante de su superviviencia en las numerosas pruebas desde que aceptaron investigar la desaparición de ese inventor en Paso de Ashaba, manejado de tal forma. Era suficiente como para desear darse la vuelta y salir corriendo hacia la protección de la posada, a pesar de encontrarse en el bando que tenía la ventaja.

Apretó los dientes y colocó otra flecha en el arco. Ellos no la habían abandonado cuando se encontraba al borde de la muerte, y ella había aprendido a responder olvidando su instinto de supervivencia. Corrió hacia un lado, rodeando al enano y el encapuchado, que combatían contra los orcos restantes, y soltó la flecha hacia la bestia.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Daño = 12 al worg.
CA =17 (por moverme más de 10' en el asalto)
 

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11/12/2013, 22:36
Rordar Petrascudo

Parecía que la situación ya se iba solucionando, pues sólo quedaban con vida el enorme lobo, que se revolcaba por los suelos batallando contra una mole de músculos y dos orcos, prácticamente sitiados por Barundar, Garius y una extraña mujer armada con un látigo.

El inexperto enano dudó, apuntando varias veces de un lado a otro con su ballesta, pero un grito de la mujer le hizo decidirse y disparar contra ese orco, esperando no darle a nadie inadecuado.

Mientras sacaba un nuevo virote del estuche y lo colocaba en su posición gritó como respuesta.
No, lo siento, eso fue todo por hoy.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Disparo al orco de Banjeela, 17 y 4 daños. Recargar.

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12/12/2013, 08:07
Director

Turno 5

Banjeela se posiciona con su daga para atacar al orco que está intentando decapitarla; con un lanzamiento impecable, la hoja se clava en el hombro del monstruo, que gruñe sin caer del todo y se la arranca con un movimiento. La medio elfa grita a Rordar para que use su magia contra él, pero el enano parece más interesado en cargar su ballesta; ¿será este el final de la atractiva medio elfa?. ¡No!. En ese momento, el elfo encapuchado hace un movimiento apartándose de su otro adversario, y aprovechando el descuido del monstruo lo atraviesa por la espalda como la criatura impía que es. El monstruo observa estupefacto la hoja del arma de Garius saliendo por su pecho, y luego se derrumba, muerto.

Sin embargo, la maniobra de movimiento para flanquear al adversario abatido no le ha salido gratis al clérigo elfo; el orco del que se apartó aprovecha la oportunidad, y justo en el momento en el que Garius golpea también lo hace él, alcanzándole en la espalda con un terrible tajo que consigue que hinque la rodilla en el suelo. Aunque es el único superviviente, el orco se ríe salvajemente.

Es el turno de Silbido, que corre por el perímetro del campo de batalla cargando su arco hasta encontrar el lugar adecuado; entonces se agacha, apunta, y lanza una flecha que se clava certeramente en el costado del enorme Worg que está atacando al bárbaro caido. Un rugido terrible y una mirada maligna hace pensar a la arquera que, en cuanto termine con Bronas, el monstruo le agradecerá sus atenciones. Y como para dejárselo claro, vuelve su enorme cabezón al bárbaro tendido y cierra un montón de dientes largos como dedos sobre su cuello, salpicando sangre oscura y desgarrando sin piedad. La vista de Bronas comienza a enrojecerse, y aunque sigue consciente se da cuenta instintivamente de que ahora mismo lo único que lo mantiene luchando es la terrible furia frenética que le embarga.

Mientras, el orco que consiguió alcanzar a Garius aprovechando su movimiento vuelve a lanzarse contra él, con la esperanza de llevarse a un elfo a la otra vida antes de caer acosado por los enemigos. Sería un orgullo para él, como orco que es. Sin embargo, Garius ya está sobre aviso y consigue interponer su escudo en la bajada del alfanjón. En ese momento, el enano Barundar, que pasa corriendo hacia el inmenso worg, aprovecha para lanzar al orco un tajo de pasada, demasiado al vuelo como para conseguir acertarle. El orco ruge de placer, al resistir el embite de las razas inferiores, que le superan ampliamente en número. O al menos lo hace hasta que Rordar, que ha conseguido cargar su ballesta, le mete un virote en el estómago. Con un rugido, se lo arranca dispuesto para seguir luchando.

Bronas, al límite de sus fuerzas, consigue sacarse de encima al monstruo antes de lanzarle un tajo brutal contra el cuello. No logra cortar su cabeza, pero sí herirlo mortalmente; en un bautismo de sangre, el potente corazón del lobo gigante riega completamente al bárbaro de sangre roja a través de la herida de su cuello, antes de que el ser caiga pesadamente al suelo, justo cuando Ark, con su maza en alto, llega con un grito de valentía que se convierte en un gritito de, "oh, he llegado tarde, vaya por Selune".

El único orco que queda, malherido por el virote de Rordar y tambaleándose, decide morirse para no alargar el combate y cae al suelo, abatido por la famosa maestría de los enanos con las armas a distancia (¿?).

El lugar se ha convertido en una escabechina. Bronas comienza a notar que, a medida que la furia desaparece, un cansancio irresistible comienza a hacer presa en sus miembros, y la oscuridad comienza a caer sobre él. Véis que, desde la posada de la Puerta Nocturna, el tullido Eldar y algunos parroquianos más se acercan para ayudar a los heridos.

Habéis terminado el combate; pronto estaréis en la posada, alrededor de una mesa o en una cómoda habitación sanando vuestras heridas. ¿Os presentaréis?. ¿Comentaréis algo acerca de este curioso incidente?. Mañana será otro día, y por lo que parece será bastante interesante.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Piticlín, piticlín.

Bronas gana 30 px por postear + 125 Px por el combate + 0 Px por salvar supervivientes.

Silbido gana 30 px por postear + 125 Px por el combate + 0 Px por salvar supervivientes.

Ark gana 30 px por postear + 125 Px por el combate + 0 Px por salvar supervivientes.

Banjeela gana 30 Px por postear + 125 Px por el combate + 0 Px por salvar supervivientes.

Rordar gana 30 Px por postear+ 125 Px por el combate + 0 Px por salvar supervivientes.

Garius gana 30 Px por postear+ 125 Px por el combate + 0 Px por salvar supervivientes.

Barundar gana 30 Px por postear+ 125 Px por el combate + 0 Px por salvar supervivientes.

Experiencia.

Bronas: 3.335 + 30 + 125 = 3.490 Px.
Silbido: 3.260 + 30 + 125 = 3.415 Px.
Ark: 3.035 + 30 + 125 = 3.190 Px.
Baljeela: 1.550 + 30 + 125 = 1.705 Px.
Rordar: 1.430 + 30 + 125 = 1.585 Px.
Barundar: 1.435 + 30 + 125 = 1.590 Px.
Garius: 1.460 + 30 + 125 = 1.615 Px.

Pupas.

Bronas = 17 + 16 = 33 puntos de golpe por mordiscos de Worg.

Barundar = 18 puntos de golpe por alfanjón orco.

Garius = 10 puntos de golpe por alfanjón orco. Garius usaba Golpe Defensivo y no ha sido golpeado.

Aviso

Próximo turno el lunes día 16 de diciembre!

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12/12/2013, 11:52
Bronas

 Las fauces del warg se cerraron de nuevo sobre el norteño, y otra vez, la fuerza de aquella boca logró perforar parte de la coraza de acero, abollándola y rajándola allá donde los colmillos lograron alcanzar la carne de Bronas. Al liberarse de la presa el Pielescarcha gruñó al lobo antes de lanzarle un nuevo tajo.

 La criatura se ladeó un momento cuando una flecha se clavó en su flanco, momento en que los fuertes brazos del ilushkano lanzaron un golpe mortal al warg, la sangre oscura de la criatura se unió a la Bronas, a quien dejaron de color carmesí oscuro de pies a cabeza.

 Mientras sentía que las fuerzas le escapaban por las heridas el guerrero dejó caer la cimitarra a un lado y tras sujetar con su zurda el cuerpo metió su brazo por la brecha en el cuello. La sangre paró de manar de la herida por un momento cuando su brazo taponó la herida... hasta que con un fuerte tirón lo retiró, empapado en sangre, sujetando en su mano un trozo de carne... 

 Sintiendo como la furia estaba abandonando su cuerpo, el guerrero levantó al aire el corazón del lobo en señal de ofrenda a Tempus antes de lanzarle una dentellada, haciendo que la sangre manara de las arterias arrancadas. Con este último esfuerzo el jotunbrund se dejó caer junto el cuerpo del gran lobo muerto.

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13/12/2013, 14:40
Ark

Cuando veo caer a Bronas al suelo me acerco corriendo hacia él. La situación es preocupante a mis ojos , pero aun así se nota una sonrisa triunfal en su cara ( a pesar de que es casi imposible saber donde acaba su sangre y empieza la del monstruo).

En sus manos, apretado con fuerza, seguía manteniendo su trofeo del que aun goteaba sangre , lo que unido al cadáver sobre el que estaba casi recostado el enorme bárbaro , le daba un olor peculiar a la escena.

- Deberíamos hablar algún día de la cobardía constructiva compañero. - Digo con una sonrisa mientras conjuro sobre él para intentar aliviar en la medida de lo posible su dolor. Intentar que Bronas no se lanzara hacia el combate con u8na grito de guerra y de loor a su dios era casi tan complicado como intentar detener las mareas que Selune provocaba en el mar. -La llaman estrategia , y suele hacer que los grandes guerreros sean mucho mas grandes.

Notas de juego

lanzo conjuros sobre bronas para sanarlo , si necesitas tiradas porque podemos tener otro encuentro puedes realizarlas tu mismo master o decirmelo y yo las realizo.

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13/12/2013, 16:36
Bronas

Gracias a los rezos e intervención de Ark ante su diosa Selune, las heridas del guerrero dejan de manar y este recupera parte del vigor perdido. Sentado en el suelo, embadurnado en sangre, el ilushkano mira a su compañero sureño. Una expresión de tranquilidad embriaga sus facciones, una sonrisa sangrienta se dibuja en sus labios.

- Bendito seas Ark. Benditos seáis tu diosa y tú.

Resollando, recuperándose aún del derroche de energía, el guerrero se incorporó, mirando a la criatura abatida. A pesar de la sangre, el pelaje de la bestia estaba casi intacto, a parte del agujero causado pro la flecha de Silbido, el lobo solo tenía dos profundos cortes, uno a cada lado del cuello. Sin lugar a dudas una capa hecha con la piel de semejante ejemplar sería un buen trofeo que lucir el día que regresara al Norte. 

Sacó un paño y empezó a limpiar el filo de su cimitarra mientras sus ojos miraban el resto de la escena. La muerte era presente, tanto los guardias, como el protegido y los asaltantes estaban muertos.

- Fueron buenos guardias. Leales hasta el final, superados y muertos, pero mantuvieron su sitio hasta el final. Eso les honra.

Viendo que el resto estaba bien, y no había más peligro, el guerrero envainó la espada y, con gran esfuerzo, el guerrero cargó a hombros el gran lobo muerto. Empezando a llevarlo hacia la posada amurallada. 

 

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13/12/2013, 16:48
Bronas

Notas de juego

 La idea es desollar al warg y encontrar a alguien para que trate la piel y la trabaje para hacer una capa con ella. Lo de desollarla no debería ser problema eligiendo diez con mi supervivencia. Hablo con el dueño de la posada, quien supongo que no tendrá inconveniente en dejarme trabajar dentro de los muros de la posada. Se puede quedar con la carne, por si la quiere ofrecer como comida exclusiva :p.

 No lo desarrollo por que no sé como tienes pensado desarrollar el tiempo de la narración.

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13/12/2013, 21:20
Barundar de Mithril Hall

Con la duda de si masajearme el hombro o buscar un medico, guardo el hacha y me cuelgo el escudo para estar mas comodo. La verdad que habia sido un buen golpe, pero nada que no aguantara un enano de Mithril Hall pienso con una sonrisa. Me quedo mirando al extrano grupo que nos ha ayudado en este singular combate en concreto al humano grande:

Dirigiendome a Bronas - He no lo haces nada mal, ya sabes para ser un humano- digo con media sonrisa y obsequiandole con una mirada de interes las multiples sicatrices que porta y senalando el perrillo -Soy Barundar, y creo que hablo en nombre de mis amigos si le digo que les invito a una cerveza grande a usted y a todos sus companeros- dije moviendo la mano para abarcar al grupo, mientras nueva sangre fresca me chorreaba por la armadura -ya sabe, los combates dan sed- dije sentenciando algo evidente y esperando una respuesta. Aqui ya no queda mucho mas que hacer, avisar a las autoridades y beber, y hoy iba de mi cuenta dije alegre al pensar en sentarme en una mesa y beber hasta quedar dormido.

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14/12/2013, 10:46
Ark

Una vez que veo que Bronas esta lo suficientemente bien como para aguantar la noche , levanto la mirada para comprobar que tanto Silbido como nuestra particularísima bailarina/animadora/dominatrix del látigo no han sufrido heridas de consideración.

A pesar de que se que hay algún que otro herido , parece que no corren peligro inmediato , asi que dejando a Bronas que se entienda con los enanos que se acercan hacia nosotros , me alejo hasta los caídos y comienzo a arreglar los cuerpos y a orar por ellos a la espera de que lleguen los sacerdotes de su fe para realizar el rito que ayude a sus almas a ir en busca de sus dioses.

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14/12/2013, 19:02
Banjeela

Puaaaaaj...

Los actos de brutalidad de Bronas no eran del gusto de Banjeela, que tenía más predilección por la elegancia y la sofisticación de los mundos civilizados. Pero bueno, hoy se había portado. Que se comiese todos los corazones que quisiese, se lo había ganado. Espera, no... Que no ha salvado a nadie esta vez. Los guardias y el Consejero están muertos, así que se podría decir que todo el derroche de fuerzas del descendiente de gigantes no ha servido para nada.

Banjeela ya se disponía a cantarle las cuarenta a Bronas por dejar todo el trabajo con los cadáveres a Ark... Ya sería el colmo que con tanta testosterona junta tuviese que ser una mujer la que le ayudase al sacerdote a llevar los cuerpos de aquellos tres hombres para que recibiesen digna sepultura en Suzail. ¡Panda de vagos! La caballerosidad ha muerto.

Pero cambios de humor relacionados con los ciclos de la luna a parte, la semielfa se fijó de nuevo en Rordar. Ese sí había salvado una vida esta noche: la de la propia Banjeela, para más inri.

Gra... gracias, enano-dijo insegura y enarcando una ceja-Buen virotazo.

Lo menos que quería ahora, que estaba a punto de prosperar socialmente, era que un enano como Rordar se le pegase a las faldas y le siguiese a todos lados con su falta de carisma y sus inaptitudes sociales. Eso arruinaría el poco prestigio que le quedaba tras unirse a unos prosquitos. En condiciones normales, Banjeela sería más efusiva en sus agradecimientos. Quizás hasta le sonriese. Solo quizás.

Desconcertada por el mago y con los reproches a Bronas olvidados, Banjeela se centró en el carro. Si pudiese arreglar esa rueda, podrían transportar a las tres víctimas y mantener su carne a salvo de las alimañas. En realidad Banjeela no era carretera, pero sí apañada. Se había criado con una caravana de mercaderes, y este tipo de incidentes eran normales. Hubo un tiempo en el que Banjeela tenía su propio carro. Una carreta en realidad, tirada por una mula. Nada que ver con esta elegante carroza con techo y dos caballos bien sanos.

Ay, mi carro...-se puso nostálgica, acariciando la rueda. La nostalgia es otra de esas cosas relacionadas con los cambios de luna.

En fin, se puso a arreglar la rueda. Tenía un poco de masilla de pegamento en su bolsita de conjuradora. Ella no era mucho de conjurar, pero tenía bolsillitos por dentro para separar los componentes que usan los magos en sus hechizos. Por eso lo compró en su día, porque era práctico y lo de los minibolsillos era muy mono.

La mercader pegó el radio partido de la rueda y lo envolvió con un trozo de las pieles que vestían los asaltantes orcos, para dar tiempo al pegamento a que se afianzara. Luego sacó una aguja y cosió esas mismas pieles, bien tirantes, para que sujetaran mejor.

Bueno, parece que ya está remendado. Ahora falta ponerle un poco de peso para ver si aguanta o si todo esto ha sido una completa pérdida de tiempo. Ark, cielo, ¿podrías por favor subir a los guardias y al consejero al carro? Si aguanta, podremos transportarlos hasta el patio de la posada ahora, y dentro de la ciudad mañana.

Notas de juego

Uso tres conjuros de remendar en la rueda.