Barrik: en este juego la vara solo hace 1d4 y obligatoriamente tienes que usarla a dos manos, con lo que 4 es el daño máximo. El modificador se aplica a la tirada de ataque, pero nunca al daño. Lo pregunté en su momento al editor porque en La Marca, por ejemplo, es diferente y me dijo que era así. También el nivel máximo que se puede alcanzar es el 14, en lugar de 20.
Beohal: sí, es nuevo turno, puedes atacar.
Tirad iniciativa, había olvidado decirlo.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 4 [4]
Motivo: Inicitiva
Tirada: 1d20
Resultado: 6 [6]
Motivo: Inicitiva
Tirada: 1d6
Resultado: 6 [6]
Ignorad el 1d20.
Por cierto, ¿Dasig tiene su maza?
Conseguimos conectar varios golpes contra él y por momentos parecíamos tenerlo contra las cuerdas. Pero con una criatura de esa naturaleza se podía esperar cualquier cosa. No había que confiarse.
- ¡No bajéis la guardia, casi lo tenemos! ¡Démosle con todo!
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+2)=15 [13]
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 5 [5]
Dasig: sí, la tienes, has podido recuperarla.
Ya en un escondite lejos de la visión del sapo gigante sigo atacando con mi honda, pero esta vez uso piedras que encuentro en el suelo y son más manejable que los abrojos. Mis compañeros, cada uno con sus habilidades, van dando cuenta del monstruo lo que seguro me da ventajas para acertar con precisión.
Motivo: Ataque
Tirada: 2d20
Dificultad: 13+
Resultado: 14(+3)=17, 20(+3)=23 (Suma: 40)
Exitos: 2
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
Hago ataque con ventaja, pero sino es posible que el DJ disponga.
Atacáis con todo lo que tenéis al debilitado demonio, que trata de aprovechar las estalagmitas de forma estratégica, teniendo en cuenta vuestra superioridad numérica. Lord Kroakus esquiva el bastonazo de Barrik, el hachazo de Beohal y el golpe de maza de Dasig, pero es incapaz de hacer lo mismo con la lanzada de Dasron, la cual atraviesa su oscura piel, que sangra con un líquido oscuro. La criatura grita de dolor, y todavía más cuando recibe una pedrada de Garsam.
El demonio, al sentir que su fin está próximo, decide huir. Corre como lo haría un hipopótamo malherido hacia la galería por la que los kobolds llevaban los huevos que ponía la bestia. Los kobolds siguen desorientados y no defienden a su amo, que ha perdido el control sobre todos sus esclavos.
Si logra escapar, tarde o temprano la pesadilla volverá y puede que no tengáis la suficiente fuerza como para detenerla.
Motivo: Iniciativa Lord Kroakus
Tirada: 1d6
Resultado: 3 [3]
Motivo: Moral Lord Kroakus
Tirada: 2d6
Dificultad: 6-
Resultado: 12 (Fracaso) [6, 6]
Iniciativa: Vais vosotros primero (por el 6 que ha sacado Dasig en 1d6).
Tomo la tirada de 1d20 de Dasig como la tirada de ataque (por concluir el turno).
Garsam: en este juego no existe la tirada de ventaja, esa fue una novedad que se introdujo con las reglas de D&D 5. La primera tirada de ataque es suficiente para impactar.
PG de Lord Kroakus: 11 - 5 - 2 = 4
El monstruo fracasa su tirada de moral y trata de huir.
Con la criatura huyendo de los ataques salgo de mi escondite tras ella.
—¡No huyas demonio! —grito lo más alto que puedo y e lanzo otra pedrada. Animo a los otros para que no dejemos escapar al batracio—. ¡Vamos Dasing, Barrik, Behoal, Dasron...! ¡Ya lo tenemos casi derrotado! Démosle muerte para que su maldición desaparezca.
Pero aunque el monstruo es enorme, fallo en mi intensión de impactarle nuevamente.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 7(+3)=10 (Fracaso) [7]
Beohal trata de perseguirlo golpeandolo con su hacha
Motivo: Hachazo
Tirada: 1d20
Resultado: 2 [2]
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 3 [3]
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
Supongo que estoy cerva..... Si no cual es la tirada para arrojarla y cual es el daño?
Al ver que el demonio huye, decido sacar mi honda y rebusco en mis bolsillos para coger algunas piedras. El caos en la sala es generalizado, los kobolds están desorientados, nosotros estamos combatiendo, la bestia huye arrasando con todo, la sangre y las vísceras de los huevos destruidos están desparramados por el suelo... Apunto y disparo, acertando en la espalda del sapo.
-"¡Que no escape!" Grito.
Motivo: Pedrada
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 14(+1)=15 (Exito) [14]
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
Beohal: con la tirada que has hecho es suficiente, pero no aciertas porque tienes que sacar igual o más de 13 en 1d20.
¡El maldito intentaba escapar! No podíamos permitir que se fuera. Curaría sus heridas y volvería más fuerte, seguro. El destino del Árbol Esmeralda estaba en nuestras manos y no podíamos fallar. Con un gesto en el aire agarré la lanza y la proyecté hacia la criatura. Su cuerpo enorme era un buen blanco pero... fallé. ¡Maldición! La lanza se perdió en la oscuridad y recé para que mis compañeros lo remataran. O tendría que continuar la lucha lanzando piedras.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+2)=11 [9]
Dasig se lanza con furia divina contra el demonio:
- ¡Regresa al abismo, engendro!¡Aplastaré tu forma impía hasta la nada!
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+2)=7 [5]
nada, no hubo suerte...
Perseguís a la bestia a toda velocidad. Pese a estar malherida y a su tamaño descomunal, se mueve muy rápido. Solo Barrik es capaz de herirla con uno de sus proyectiles.
El camino se abre hasta llegar a una gruta que hace de puerto natural subterráneo: es el lado opuesto de la orilla del lago tenebroso. Lord Kroakus se dirige hacia el agua, probablemente con la esperanza de que sus hijos, los sapos gigantes, lo protejan. Herido o no, en el medio acuático será capaz de defenderse y probablemente de huir. Tenéis una sola oportunidad antes de que se sumerja.
Cerca del agua, hay varios cuerpos de hembra kobold cubiertos de huevas del demonio, pegadas a propósito para que estas, al abrirse, encuentren alimento. Lord Kroakus no solo había esclavizado al pueblo kobold, pretendía extinguirlo.
PG de Lord Kroakus: 4 - 2 = 2
Estaba a punto de escabullirse el maldito demonio. Si lograba llegar al algo subterráneo, adiós, huiría. Solo teníamos un último ataque antes de que estuviera lejos de nuestras armas. Apunté de nuevo y le lancé una pedrada, que iba bien dirigida.
-"Ya queda poco, ánimo! No hay que dejar que huya." Grité.
Motivo: Pedrada
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 13(+1)=14 (Exito) [13]
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 1 [1]
Jajajaaj, como no, un 1. Por lo menos le vuelvo a dar, xD!
Barrik también atacaba con su honda y acertaba pero Kroakus seguía huyendo lo que indicaba que seguía con energía.
—No dejemos que escape, esto debe acabar —digo mientras preparo otro ataque.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 12(+3)=15 (Exito) [12]
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
Parece que el pequeño ha dado el toque final.
Seguí a los compañeros a la busca y captura de Lord Kroakus. Pretendía escapar por las aguas. Desarmado como iba sólo podía alentar a los demás.
-¡Que no escape! Está malherido, hay que acabar con él.
Lord Kroakus se desploma antes de llegar al agua, levantando una polvareda. Apenas podéis creer que hayáis logrado derrotarlo, pero es así, el demonio ha muerto. Su brazo exánime parece que intente alcanzar el lago en vano, ya sin fuerzas para conseguirlo. No os da tiempo a examinar demasiado el cuerpo inerte, pues comienza a disolverse y a transformarse en un barro oscuro que hiede a descomposición. El demonio ya no está, pero purgar su semilla llevará tiempo, dado que sus hijos todavía moran en el lago tenebroso.
Las hembras kobold despiertan y gritan horrorizadas al ver las asquerosas huevas que tienen pegadas al cuerpo. Se sienten completamente desorientadas, no saben dónde están ni qué ha sucedido. Los kobolds que hay en los alrededores tampoco.
Todavía quedan raíces del gran Árbol Esmeralda en la guarida de Lord Kroakus, es la esperanza de salvar al pueblo, aún estáis a tiempo. Aunque también os podéis quedar un poco para ayudar al pueblo kobold, ahora liberado de sus cadenas.
El gran Árbol tiene un valor sacro y sus raíces mantendrán sus propiedades curativas solo si se realiza el rito apropiado. Por fortuna, lo conocéis gracias a lo que os explicó el curandero del pueblo.
El demonio había sido vencido y nosotros habíamos sido los héroes que lo habían derrotado.
Nada más deshacerse en polvo, los kobolds despertaron de su sopor mágico, ese que les tenía atados al malvado demonio, subyugados. Ahora eran libres, pero muchos, mejor dicho... muchas hembras kobold estaban impregnadas de la descendencia de Lord Kroakus y había que deshacerse de su prole. Rápidamente intenté poner orden en el caos reinante.
-"Dasron, encárgate de hablar con los kobolds e intenta explicarles lo que ha ocurrido, que no nos tomen por enemigos, si no por sus salvadores. Que te ayude Garsam en esto; podéis poner en práctica la idea que tuvisteis al principio. Eso sí, hay que exterminar las larvas de ese demonio y mucho me temo que si no se pueden separar de los cuerpos de las hembras, habrá que matarlas. Tenéis un trabajo muy importante, sed consecuentes." Les dije a mis compañeros.
Me giré en redondo y observé el lugar.
-"Beohal, si te quedan fuerzas, debes de vigilar la orilla del lago. Muchos de esos sapos son hijos de Lord Kroakus y no sabemos qué grado de afecto le tenían. Quizás quieran vengar a su progenitor y atacarnos mientras hacemos el rito para sanar al árbol. Estate atento a cualquier movimiento y avísanos de inmediato." Le dije al nuevo integrante del grupo.
Miré a Dasig y nuestros ojos se encontraron.
-"Unamos nuestra magia, arcana y divina, e intentemos llevar a cabo el ritual para devolver la vida al Gran árbol. Todavía estamos a tiempo de poder ayudarle y que esta región sobreviva a su funesto destino." Le dije seriamente.
Empecé a mirar el techo de la estancia y los alrededores, por si hubiera alguna cosa que nos sirviera para nuestro propósito.
Ahora que el demonio estaba derrotado era momento de ponerse manos a la obra. Siguiendo las indicaciones de Barrik me acerqué hasta los kobolds para explicarles la situación.
- Lord Kroakus ya no existe. Sois libres. Venimos a socorrer al Árbol Esmeralda. Somos pueblos amigos, ¿verdad? Por favor, los que se encuentren sanos y fuertes ayudadnos a destruir los huevos. Los demás, los más necesitados, descansad hasta que podamos asistiros. Despacio, con calma... ¡He dicho con calma! ¡Tú, deja de empujar!
Mientas intentaba poner orden entre los caóticos kobolds los magos se disponían a comenzar el ritual.