Partida Rol por web

Magosto no dejaba de sentir que aquello era demasiada casualidad. Y el nombre del gurpo subversivo ese... Olía a magia del caos. Quizás no pasaban de ser un grupo de revolucionarios de la matriz, pero no se fiaba de nada. Eso le había permitido llegar a viejo.

Salió al espacio astral, donde podía curiosear sin miedo al plomo. Tampoco pensaba estar mucho tiempo allí. No le gustaba la idea de dejar su cuerpo indefenso detrás de un container, pero quería despejar ciertas dudas.

Observó el espacio astral, en busca de entidades que vigilaran o apoyaran a los Hackers de la Realidad. Quería segurarse que aquello no tenía relación con la piedra Morel.

Bum Bum retrocedió hasta la puerta del local, entró y se cubrió como pudo. Se asomó rápidamente y contó cuantos quedaban: 8 a la izquierda y 8 a la derecha.

Cargó una granada y disparó contra los hackers -¡BUMBUMBUM!- La trayectoria era casi perfecta, así que Matisse se volvió a cubrir tras la puerta.

Alguien estaba intentando jugársela en su propio terreno ¡y en su propia casa! Loky74 levantaba defensas en el perímetro exterior mientras blindaba cualquier acceso a través de posibles puertos. Aquello era una afrenta que no pensaba dejar sin contraataque pero la prioridad inmediata era frenar a quien quiera que estuviera intentando violar su seguridad.

- Te vas a acordar de esto.- juró por lo bajo mientras hacía llover código.

Iba bien pero todavía no podía cantar victoria.

La granada de Matisse explotó casi delante de las narices del grupo y los Hackers de la realidad sufrieron sus efectos. Big sitió la deflagración de la granada casi en sus narices pero afortunadamente el jodido Matisse lo había hecho perfecto.

Mientras tanto, detrás del grupo, las sonrisas socarronas de los orcos Skraacha zumbaban como abejas cerca de un panal.

Magosto conectó con su lado más mental, dejándose llevar por el espacio Astral. En las cercanías no había más rastro de magia que el de la enorme barrera astral que se encontraba frente al Big Rhino, pero él aún sospechaba que había algo más...

- ¡Eh chavales! Procurad cubrirme ¿vale?

Loki74 seguía agachado bajo una mesa intentando rechazar la intromisión¹.

BumBum contempló satisfecho su obra. -Tranquilos todos que esto está chupado.- Pero aún quedaban dos hackers vivos, así que se centró en el que se había escapado de la granada y disparó una ráfaga corta. Le alcanzó de refilón. -El flanco derecho ya casi está despejado, ¿como vamos con los orcos? ¿Les tiro un regalito?

El mago se lo primero que vió fue la evidente barrera astral alrededor del antro. Una seguridad mágica así no era infrecuente en sitios donde se reunen runners y otros elementos de ese pelaje. Y lo creía más necesario en un lugar como aquella puta alcantarilla donde se habían metido, y más visto lo visto sólo llegar. Peeeerooo había algo más. Su intuición de yayo superviviente le avisaba que se cocía algo más. Lo notaba en el aire. Aunque allí no podía oler, pues allí no había olores, sí que podía percibir con su yo astral. Era el familiar olor como de ozono, de una perturbación astral.

Dónde estas, pajarito...

Pensó mientras escrutaba su alrededor de manchas difusas de esencia ennegrecida de orcos, trolls y humanos implantados.

—¡Por fin un rastro! —pensó el mago cuando encontró el rastro astral de un objeto adentrarse en el Big Rhino.

No había visto antes un rastro astral tan sutil como ese y algo en su interior le decía que tenía algo que ver con la piedra Morel.

Loky seguía luchando contra su incursor. Lo tenía casi fuera pero estaba preparado para un último ataque.

Mientras tanto, los Skraacha abrieron fuego contra Big Cojones y Bum bum Matisse, viendo que la ofensiva de los Hackers de la Realidad había sido controlada por Matisse. Uno de ellos consiguió impactar en la cabeza del troll y, a la vez, un penetrante sonido comenzó a ser emitido de un objeto que había caído cerca de los dos combatientes.

Loky detectó algo desde su posición. Parecían unas luces de algunos vehículos de una empresa de seguridad. Rápidamente se conectó a una base de datos¹ y comprobó que alguien había alertado al Caballero Errante²

El mago se quedó perplejo ante el rastro. Se sintió como una urraca que ha visto un destello de algo brillante.

No quería forzar la barrera astral. Al menos no si podía evitarlo, por lo que hizo un rodeo alrededor del local protegido, por si el rastro había atravesado el local en algún punto o bien no había salido del local, lo que querría decir que tendría que entrar allí.

Y ya puestos, buscó alguna grieta en aquel muro. Las hebras de los muros astrales eran algo muy sutil, como todo lo existente en el mundo astral. Todo allí tenía vida. Vida de verdad, no la parodia de la carne. Un usuario del Arte podía generar un muro y vovler al cabo de dos meses para descubrir que no era tal y como lo había creado. No confiaba en encontrar un paso tan grande como para que entrara él, pero con algo de suerte habría una sección que se podría ensanchar pulsando un único par de hebras, sin afectar mucho a toda la estructura.

Venga, venga... Dime donde estás... ¿Estás ahí dentro, pajarito?

Al parecer uno de esos molestos tipos estaban intentando disparar al bueno de Big. Mientras éste detenía las balas con la frente, una granada aturdidora explotó a su lado. No tenía tiempo para eso, las explosiones le resbalaban

Cuando encontrase al que le disparaba, acabaría con él. Empezaban a ser muy molestos. Así que sin pensarlo mucho, se aproximó a los dos hackers que quedaban. Aunque ellos no le disparasen, pero por si acaso..

Spike miró a Loky con cara de sorpresa.

—¿Te has dado cuenta? —le susurró mientras le señalaba al horizonte. Y en ese mismo instante el cuerpo de Spike abandonó la consciencia.

Mientras tanto, los Hackers de la realidad se vieron superados por la situación y comenzaron a huir. Uno de ellos, presa de la confusión y la amenaza del gigantesco troll acercándose hacia él, dudó un instante y finalmente trató de escapar. Su compañero, sin dudar un momento, comenzó a correr hacia unos edificios cercanos.

Pareciera que Magosto era el maldito conjurador de esa barrera. Alargó una mano y la barrera prácticamente le permitió el paso sin oponer prácticamente resistencia.

Al otro lado estaba lo que suponía que era el interior del Big Rhino. Era un lugar muy activo mágicamente... de un primer vistazo pudo ver varios espíritus guardando el lugar.

Si quería sacar algo en claro tenía que actuar rápido antes de que lo vieran.

- Me voy a cagar en sus muertos.

Loky se introdujo en el sistema con la intención clara de rastrear a quien le había echado los huevos suficientes como para intentar penetrar en sus sistemas.

- Procurad seguir vivos para cuando vuelva. Por cierto: al loro que alguien ha llamado al Caballero Blanco.

Su avatar estaba buscando un rastro de datos. Esas malditas arañas cibernéticas que ahora se replegaban a toda velocidad tendrían que ir a algún sitio. ¡Sólo había que dar con el final de la hebra!¹

Aquel antro iba a resultar que era un jodido bunker mágico. Esas cosas a veces pasaban. Los lugares más anodinos a nivel material resultaban ser un hervidero mágico. En el Big Rhino se cocía algo. Nadie se tomaba tantas molestias.

Por un momento pensó en convocar a un espíritu aliado, pero iba a hacer el trabajo mucho peor que él... Pensó en convocar a uno para que le sirviera de distracción, pero no dejaba de ser un ser sintiente al que iba a condenar a sufrir en manos de los guardianes... Y también temía que su conjuración llamara la atención de los espíritus.*

Lo haremos al viejo estilo...

E intentó seguir el rastro Morel, ver a donde conducía dentro del local, antes de decidir qué coño hacer.

Los rastros eran confusos, había demasiadas auras mágicas ahí y, al parecer, varias barreras más cubrían el acceso indiscreto. Para Magosto estaba claro que las señales venían de debajo de la tierra así que, posiblemente los subterráneos orcos tendrían algún papel en esa historia.

Los Hackers y los Skraacha orcos empezaron a dispersarse casi a la vez que Loky daba el aviso. En ese momento Bum bum y Big vieron la patrulla del Caballero Errante acercarse hasta el lugar.

¿Quién demonios había llamado al Caballero Errante? Eran conocidos por ser bastante expeditivos.

El rastreo había sido fácil. Uno de los hackers de la realidad que estaba huyendo ahora era el origen. Pero no estaba en la VR¹ y aún así, sus habilidades eran bastante contundentes.

¿Qué querría de Loky?