Partida Rol por web

El viejo estaba en el suelo, sangrando, con la mirada perdida en su golem, más muerto que él. El ruido de los disparos y los gritos le llegaban como lejanos, amortiguados.

- El golem ha perdido su forma, pero su esencia sigue presente en el plano astral, aunque dispersa. Sí, eso debe ser morirse. Me pasará como al golem. Dejaré el barro de mi cuerpo y mi ba y mi ka se integrarán en el plano astral. Al lugar al que pertenecen...

Le sabía mal por la Piedra Morel y la srta. Craig. Habría sido muy interesante saber más cosas de ese artefacto arcaico.

- No te quejes. Has tenido una vida plena.- Se contestó el mago, con un amago de sonrisa. ¿Cómo se tomaría aquello aquel orco furioso? No muy bien, pero no dolía. Esperaba que doliera más.

Bum Bum volvió a salir en dirección al pasillo pasando por debajo del dron, se giró y abrió fuego contra el trasto aquel que les había jodido bien. El disparo le dió pero el trasto echó menos chispas de las que el runner hubiera deseado... 

Miro su arma incrédulo. -¡BRUJERÍA!

Dado que todo el mundo estaba pies en polvorosa, el troll decidió que lo mejor era cerrar el camino. Cuando llegó, se encontró con el mago malherido, y con el orco dispuesto a rematarle.

Acercándose a éste, le agarró por el hombro para decir—. Te dije que luego me ocuparía de ti

Acto seguido, Big descargó un brutal hachazo contra el orco que hizo que su cabeza rodase por el suelo. Con una sonrisa, y sacando un puro, añadió—. Idos. Yo encargo del dron...

Bum bum disparó contra el dron mientras se movía hacia el pasillo con el resto de sus compañeros. Con sus disparos consiguió desestabilizar al dron unos instantes pero pronto volvió a centrarse. Mientras Big Cojones había acabado con el último guardia orco, tal y como le había prometido.

El dron cargó una minigranada en el hueco de su parte inferior pero, quizá por el disparo de Bum bum, el mecanismo de eyección de la granada no funcionó y explotó dentro del dron destrozándolo en mil pedazos.

Después de mucho tiempo, por fin tenían un momento de silencio. Se habían apagado los zumbidos de los drones y el lugar estaba en silencio. Pero no duró mucho ese silencio, pronto escucharon un nuevo zumbido en el almacén de la derecha. ¡Llegaban refuerzos!

Los runners tenían la opción de huir pero... tenían tres trabajos por cumplir y solo esa puerta de metal al final de la escalera les impedía hacerlo. ¿Iban a marcharse como unos principiantes?

Tras observar con ojo clínico la explosión del dron -Pffff un 4, mala ejecución- el runner retrocedió cubriendo a sus compañeros -Echadle una mano al viejo- y tomó posición junto a la puerta controlando así el pasillo...  Ese zumbido no le gustaba nada...

Loky se mantuvo parapetado en el umbral cogiendo el arma con su mano mala. Respiraba con dificultad y le costaba enfocar la vista. Su brazo derecho era un muñón inservible.

—No sé como lo veis vosotros... cogh... pero yo en estos momentos... cogh... no estoy para mucho trote.

Se apoyó pesadamente el umbral, intentando mantenerse fuera de la posible lluvia de plomo.

—Magosto: será mejor que retrocedas hasta aquí y te pongas a cubierto cuanto antes.

¿Aquel zumbido era real o era producto de su mente, debido a las heridas? Si el resto lo oía no era cosa suya. No podían huir. Quería huir, largarse, pero no podía. No podía dejar escapar la jodida Piedra Morel.

Levantó la mano, como restando importancia a la proposición de Bum Bum y asintió a la propuesta de Locky, así que se incorporó pesadamente y fue hasta donde estaba el decker y allí se dejó caer pesadamente, con un sonoro resoplido.

Aún podía intentar algún hechizo, pero desde luego no iba a ser su mejor conjuración.

Big se encogió de hombros. Si morían, habría más dinero para él. Ellos sabrán a lo que juegan.

En vista de las circunstancias, y que parecía que venían más drones decidió que lo mejor era resguardarse en la esquina, para saltar a por esos drones en cuanto viniesen. Vale que eran máquinas, pero seguro que el troll podía sorprenderlos.

Ahora solo tocaba esperar. Aunque igual Matisse podía lanzar otra granada y ver qué pasa...

El zumbido se apagó de repente y Big Cojones vio como una compuerta en el techo del almacén se cerraba apagando ese zumbido que venía de ahí¹. Además, Big se fijó que la puerta que cerraba el paso al piso superior estaba dañada, probablemente por la explosión de la granada de Bum bum, y había un hueco en un lateral por el que se podía acceder a la electrónica de la misma. Alguien con cierta habilidad quizá podría desbloquearla. Por último, Big vio como uno de los orcos de la sala de servidores se arrastraba hacia el terminal informático.

Mientras tanto, Bum bum echaba un vistazo al pasillo y pudo ver algo que les había pasado desapercibido hasta ese momento. En el techo, junto a la plancha de acero que hacía de puerta la piso superior², había una cámara que se movía hacia diferentes sitios sin un patrón aparente.

-Tenemos un mirón...- Bum Bum apuntó a la cámara y esperó a que mirase hacia él. Cuando el ojo electrónico le apuntó directamente apretó el gatillo. La idea era que la bala entrara directamente por la lente. A cámara lenta ba a ser precioso.

-Loky, te tienes que hacer con una copia de esa grabación. Tiene que ser espectacular.- Luego volvió a centrarse en el pasillo y llamó a Big -¡Eh grandullón! Como lo ves por ahí...

—Parece que despejado... Pero yo ya no me fio, después de la que hemos tenido. ¡Malditos drones! —dijo Big mirando los restos de chatarra del suelo.

Tras el vistazo y viendo que no parecía que había ningún peligro inminente, sacó uno de sus puros. Era un momento ideal para tomarse un respiro. La pregunta era, ¿qué tal estaba el resto?

—Qué, ¿vemos que hay tras la puerta número dos, o esto ha sido mucho para vosotros? —comentó el troll viendo el deplorable estado en el que se encontraba el resto del equipo.

—Mientras os decidís, voy a ver qué se cuenta ese orco que le gusta arrastrarse... —terminó diciendo para interceptar al orco antes de que pudiese hacer nada.

Era patético ver como el decker se esforzaba en moverse rápido arrastrando los pies y llevándose la mano sana al muñón que ahora tenía por brazo. Pero de esa manera llegó al panel que había junto a la puerta.

—Veamos que puedo hacer con esto...

Por desgracia Loky estaba ahora mismo luchando para mantenerse consciente, por lo que sus dotes de decking habían mermado considerablemente¹...

Bum bum disparó de forma precisa a la cámara que voló en pedazos tras el impacto. El fisgón había quedado neutralizado.

Big Cojones, mientras, cogió al orco por la parte trasera del cuello, como quien cogía a un pequeño para explicarle una lección.

—No me mates —lloriquéo—. Por favor, no me mates.

Sangraba abundantemente por las orejas y la nariz y Big pudo ver como un comunicador se descolgaba del pabellón auditivo. En ese momento, desde tan cerca, Big oyó que alguien trataba de comunicarse con el orco desde el otro lado.

—Te daré lo que quieras, tío, pero no me mates.

Mientras tanto, Loky se arrastró hacia la puerta y trató de conectarse a los cables ópticos que conectaban el mecanismo de apertura. Pero estaban un poco lejos y no podía maniobrar bien desde esa posición.

—Pues de momento me vas a ir contando quién está al otro lado del comunicador, y qué es lo que se esconde aquí. Por no hablar de quién mueve los hilos de todo esto —preguntó el troll mientras zarandeaba un poco al orco para que viese que iba en serio.

Bum Bum avanzó por el pasillo y tomó posición de cobertura junto a la entrada de la sala de la derecha. Después de todo, por ahí habían salido los drones. Aprovechó la pausa para recargar el lazagranadas y cambiar el cargador del rifle mientras repasaba la sala no fuera que salieran más de esos trastos. -Habla moco, o mi amigo se enfada.

Loky se desconectó del sistema.

—Que puta mierda...

Fue hasta donde estaba Big Cojones intentando ignorar las punzadas de dolor que recorrían todo su cuerpo.

—Ya has oído al grandullón: ¿quién está al otro lado? Y ya puestos: quiero que accedas al sistema con tu clave.— señaló con su mano izquierda la terminal —Y como se te ocurra jugárnosla morirás con mucho dolor.

—Se llama Turner —contestó el orco de inmediato—. Nos contrató para proteger este sitio. Maldita sea, nunca debí de aceptar este trabajo.

El orco estaba visiblemente nervioso y contestaba tartamudeando sus sílabas.

—No se que esconde... solo nos contrató para proteger este sitio. Y para que le instaláramos los drones de seguridad. Está arriba, de verdad, yo no se nada más, te lo juro tío —lloriqueó.

De pronto entró Loky en la conversación.

—Mi clave, sí, sí... tengo una clave del sistema de seguridad. La clave es "COATES" —dijo mientras elevaba las palmas al cielo mostrando la imposibilidad de hacerlo él mismo.

Loky74 le puso el cañón de su arma en su nariz deforme:

—Como nos la juegues vas a suplicar para que te matemos rápido.

Dicho lo cual dejó el orco en manos de Big Cojones y tecleó con la mano que le quedaba la clave en el terminal.

El código era correcto y permitió el acceso al sistema de seguridad. Era nivel usuario pero tendría que valer. Varios controles controlaban varios sistemas de seguridad: las cámaras, los drones, la puerta de seguridad.

Las cámaras del piso inferior estaban dando error pero las del piso superior seguían operativas. Loky tuvo un acceso momentáneo a la cámara de una habitación y pudo ver a un par de guardias orcos colocados frente a la puerta de la habitación y, dentro de ella, un tipo hablaba con una muchacha atada a una silla.

La puerta de seguridad estaba bloqueada y mostraba un registro de avería.

Los drones estaban desactivados manualmente. Según el sistema, había dos drones más en reserva.

—Bueno, pues aquí tenemos a la chica y a Turner. Hay dos drones en reserva y dos orcos vivos. Creo que esto para vosotros es un paseo ¿no?

Loky74 reviso los sistemas de la puerta de seguridad. ¿Habría alguna manera de aplicar una actualización de reparación a distancia? ¿O necesitarían repararla físicamente? Si era lo segundo tenían al mejor técnico:

—Bumbum ¿crees que podrás volar la puerta a la planta superior?