Partida Rol por web

Bajo vigilancia

1- KDD en Groove St.

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06/06/2015, 21:33
Director

La vida de Savannah había sido ya lo suficientemente caótica e inestable y ahora los martes habitualmente eran un martes cualquiera (por suerte), mas aquel estaba marcado por un acontecimiento banal pero importante para la secretaria. Tenía una cita en un local de Groove St. con varios de los miembros del foro Strangers among us, aquel en el que había conocido a su actual pareja con la cual vivía. No podía evitar sentirse emocionada por el plan, una manera de romper la barrera de hastío que la atenazaba últimamente y que sólo aguantaba gracias a su pareja que era todo un cielo con ella.

Sin embargo él no se había interesado por la idea pero apoyó a su chica para que acudiera y se lo pasara bien con la promesa de que le contaría cómo eran el resto del grupo a la vuelta. Así que allí se encontraba: sentada en el bus de la línea 36 para llegar al local que habían alquilado ella y sus colegas del foro para aquella noche. Algo para picar, unas copas o unas cervezas y muchos temas de los que hablar, conocerse y ponerse al día era el plan que más interesante parecía aquella noche.

Si a Savannah no le fallaban los cálculos serían 13 personas, un número bastante considerable para las reuniones a las que ella estaba acostumbrada. Una voz enlatada anunció que la suya sería la próxima parada.

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06/06/2015, 23:25
Director

Tras una frugal cena y un rato sentada junto a la chimenea para continuar el libro que estaba leyendo la fotógrafa llamó a un taxi desde casa para dirigirse a Groove St, la calle donde se encontraba el local que un puñado de conocidos de Strangers among us (el foro de conspiraciones y ocultismo que solía visitar a diario) habían alquilado junto a Sarah para tomar algo juntos tras cenar y conocerse por fin en persona. Ellos 13 eran con mucho los miembros más activos del foro y aunque la fotógrafa siempre solía postear para tirar abajo las locas teorías del resto y no se creyó ni una de las historias que se contaban de alguna manera le había cogido cariño a la gente con la que había compartido tantos ratos de debate.

El taxi la llevó por las calles de Nueva York en dirección al local y Sarah comprobó que las nubes del cielo anunciaban lluvia, pero la tormenta no había estallado aún y si no tardaba mucho en llegar era probable que se librara de un chaparrón. Además había querido ir en taxi para ahorrarse problemas: no había decidido aún si iba a beber o no, pero en caso de hacerlo no quería preocuparse del coche para volver, así que pagar un taxi para que solucionase ese problema se antojaba como una buena idea.

Tras parar un poco más abajo del local, Sarah pagó la carrera antes de que el taxista la dejara en la acera y el frescor del otoño le hiciese el contraste con la calefacción del propio taxi. Tenía verdadera curiosidad por conocer al resto y descubrir quién se ocultaba tras aquellos nicks de los que conocía tanto y a la vez tan poco...

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07/06/2015, 01:19
Savannah Moore
Sólo para el director

Savannah dejó de mirar a través de la ventanilla al oír la voz enlatada anunciado su parada, era la primera vez que visitaba la zona sur de Manhattan y se sentía como una turista, algo perdida, desubicada mientras procuraba memorizar el trayecto e intentando guardar en su retina los establecimientos más interesantes durante el recorrido.

Durante el trayecto en bus se encontraba animada y relajada en su asiento, pero al ponerse en pie para apretar el pulsador empezó a sentirse algo inquieta. Nada que no pudiese arreglarse con un cigarrillo antes de presentarse en sociedad, además, curiosamente, la timidez de la joven generaba que se comportase de una forma mucho más social en este tipo de situaciones.

Cuando las puertas de bus se abrieron presionó con fuerza su bolso contra el cuerpo y descendió con decisión, caminó con cierta prisa sobre sus botines para cruzar la calle antes de que el muñequito se pusiese en rojo para los peatones y una vez cruzada la calle miró a su alrededor para ubicar su posición. Le pareció un buen barrio al comprobar que aparcados había algunos coches de gama media-alta, una zona bastante tranquila tratándose de Manhattan, pero aun así, aquello no era Austin y no se sentía especialmente cómoda andando sola por la calle tras el anochecer. En aquella misma acera vio un grupo de gente de su edad a unos metros calle abajo, bajo el luminoso de la puerta de Starbucks coffe, se dirigió hacia la puerta del establecimiento y aprovechó para encenderse un cigarrillo en una zona que estaba más iluminada.

Dio un par de fuertes caladas al cigarrillo de forma despreocupada para después buscar su teléfono móvil en su bolso. El cigarrillo y aquel olor dulzón que salía desde el escaparate del establecimiento le resultaban agradables, estaba de buen humor mientras mandaba un wasap a su novio.

(WASAP:) -Acabo de llegar Bebé, estoy un poco nerviosa pero seguro que lo pasaremos bien. No me esperes despierto, pediré un taxi si se me hace tarde a la vuelta. XXXO Tq.-

Tras enviar el mensaje dio la última calada a su cigarrillo y lo dejó caer mientras pensaba en Alex, su nuevo novio. Estaba sorprendida de que no la acompañara a conocer a la gente del foro, no tenía ninguna sospecha de que tuviese algo en contra de que ella acudiera a aquella curiosa cita, pero no era a lo que él la había estado acostumbrando desde que se mudó a New York, siempre tan atento. Savannah en realidad no tenía ningún problema en acudir sola, al fin y al cabo, aquella era una ocasión para demostrar a un novio que ella era una mujer independiente, además, nunca estaba de más hacer nuevos amigos, sobre todo si eres una chica nueva en la ciudad.

Guardó su móvil en el bolso y se acercó a uno de los jóvenes apoyados en la pared del establecimiento mientras rebuscaba algo en el bolsillo de su chaqueta.

-Disculpa, ¿puedes decirme dónde encontrar este sitio?- dijo con una bonita sonrisa en los labios para después mostrarle un post-it con una gordita y redondeada letra en el que se encontraba la dirección del local al que se dirigía.

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07/06/2015, 02:34
Director

Martes de Burguer King. Era de mal cristiano faltar a las tradiciones y el martes era día de ponerse hasta las cejas a hamburguesas... aunque para diferencia del resto de semanas del año al terminar la cena Duke tenía otro plan que paja y cama (o puta y cama, según como de llena tuviera la cartera esa semana). Hacía unos días que alquiló junto a otras 12 personas, todos miembros de un foro super turbio de internet llamado Strangers among us donde una panda de fracasados contaba su retorcida visión del mundo y de los lagartos que dominaban el mundo en las sombras como si se tratase de la serie de V.

Gentuza que no tenía una vida plena, como Duke. Bueno, o eso le gustaría pensar a él... Cogió su coche y puso la radio más cañera que tenía en las guardadas y puso rumbo a Groove St, que era donde la reunión tendría lugar.

Tenía motivos de sobra para estar animado, ¿no? Esa gente no conocía su vida: no conocía su trabajo. Le verían la cara, pero siempre podía sacar lo mejor de si mismo y hacerse pasar por un tío mucho más guay de lo que era. ¿Cómo le iban a descubrir? ¡Nada podía salir mal!

A los quince minutos había aparcado ya en las cercanías y sólo tenía que llegar hasta el... ¿cómo era? Tuvo que sacar el papel donde había apuntado la dirección completa. Número 70, parece. Estaba en el 57, así que se encontraba cerca... y fue entonces cuando le vino a la cabeza la disposición sexual de la reunión de aquella noche. Salvo que hubiera alguna sorpresa, iban a ser una buena cantidad de hembras para lo que estaba acostumbrado a encontrarse por internet...

Oh si, Duke. Aquella podía ser una buena noche.

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07/06/2015, 20:07
Sarah Wells

Había sido un día de esos que prefieres olvidar, el diario como es de costumbre me encomendó participar en un festival importante de cine, todas las celebridades estarían allí y para mi sería lo suficientemente arduo no por sacar las fotos en si, sino por lo que conlleva editar durante horas a cada actor o actriz porque tienen miles de cláusulas que uno como profesional debe cumplir porque está en juego mi profesión y me costó muchos años de esfuerzo para estar en este lugar. 

Me encontraba en un ambiente demasiado hostil de trabajo, al margen de que lo amaba, era inevitable padecer la ironía o la presión de las celebridades y también estaban los que querían sacar ventaja de ello comprándote una foto incómoda de alguien por una suma espasmódica de dinero que me haría millonaria de por vida. Al margen de eso, prefería el perfil bajo, conservar mis principios y no venderme por una foto que expone lo peor del otro, por lo tanto no negociaba con la viveza moral y el negocio mal logrado.

Ya eran las 20 hs, necesitaba darme una ducha y cenar, por fin en el foro ocultista se dio la posibilidad de encontrarnos entre todos, a decir verdad, no tenía una buena relación con ellos porque me consideraba un troll en potencia por mi falta de credibilidad en estas cuestiones, pero no pude evitar querer saciar mi curiosidad y colaborar para el alquiler del salón, así los conozco en persona. No sé que impresión les daré, por lo pronto no sería buena.

Luego de la cena y un poco de lectura, elijo un vestido bonito con intenciones de retirarme definitivamente de mi casa. Tomo un taxi y al llegar, siento como una pequeña sensación me abraza, evidentemente eran los nervios. Estaba muy acostumbrada a ser una fotógrafa de prestigio y fama, pero detrás de aquella máscara frívola se escondía la verdadera Sarah, justamente la que estaban por conocer estas personas.

Impaciente y ansiosa, toco el timbre del lugar esperando a que me brinden el acceso. -Ha llegado el momento, espero que me sea leve.-  manifiesto en mis pensamientos contando los minutos de espera. 

 

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08/06/2015, 16:02
Director

Un solo vistazo al cielo bastó para que Cobb supiera que aquella noche de martes las nubes iban a descargar un chaparrón sobre las calles de Nueva York. Normalmente era motivo suficiente para agriarle el humor pero aquella noche quizás podría no ser tan apestosa como habían sido las anteriores: hacía un par de semanas que el escritor había apalabrado una reunión con un grupo de usuarios de Strangers among us, un foro de conspiraciones al que se había unido poco después de su vuelta a Estados Unidos, más por pasar el rato y tener algo que hacer que por verdadero interés en lo que se podría encontrar dentro.

Sin embargo, el foro parecía tener menos imbéciles de los que se esperaba el escritor y al final se quedó como habitual allí: entre toda la palabrería y discusiones estúpidas había noticias e historias verdaderamente interesantes que le habían servido de inspiración para al menos pequeños relatos que le quitaban el óxido literario. Por eso, cuando Frohike propuso hacer una reunión entre el círculo más activo del foro (en el que Cobb se encuentra) él aceptó, un poco a regañadientes pero con curiosidad. Iban a ser, si los cálculos no le fallaban, unas 13 personas, así que se puso en camino hacia Groove St, número 70, para ponerle por fin cara a los que habían sido casi (casi) sus compañeros durante los últimos meses.

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08/06/2015, 19:14
Cobb Farrell

Cobb había pagado un extra al taxista (un tipo rumano cuyo acento encontraba irritable) para que apagase la maldita radio y le dejase fumarse un cigarrillo en paz en la parte trasera. Pasaba de largo el mediodía y el escritor ya no podía recordar de qué color eran las pastillas que se había tomado antes de salir. “Te harán olvidarte de las preocupaciones”, había dicho Amelia, y tenía razón. El humo entraba más fácil y apenas había escupido un par de quejas. Incluso la posibilidad de un chaparrón resultaba agradable si lograba disipar la polución que se había conglomerado últimamente. No recordaba la última vez que la niebla se había asentado durante tanto tiempo incluso en la vigesimocuarta planta de su edificio.

Jimmy no dejaba de insistir en que necesitaba socializar más, y una reunión de aspirantes-patéticos-de-un-foro-cualquiera era tan triste como ir solo a un bar. La diferencia es que nadie le había invitado al bar y a allí sí. También era mejor idea que una reunión de AA. Solo esperaba no encontrarse de repente en medio de una panda de quinceañeros, que para eso prefería ver a sus críos aunque estos no quisieran verle a él. La edad del pavo, decía su mujer. Su padre habría dicho que había usado demasiado poco el cinturón, pero el viejo ya estaba en la tumba y Cobb nunca había sido muy partidario de la violencia. Sólo esperaba que se les pasase pronto, por Dios, aunque eso significaría que volarían del nido y... en fin. Esas cosas.

De una sacudida se sacó aquellos pensamientos de encima apurando el cigarrillo y tirando la colilla por la ventanilla. Exhaló y cerró el cristal agradeciendo el silencio. De alguna manera se encontraba nervioso y al mismo tiempo le importaba todo un comino. Mejor disfrutar el momento, carpe diem.

Notas de juego

Jimmy es su hermano, though

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09/06/2015, 01:37
Duke Burrows
Sólo para el director

Llevaba el estribillo martilleándole la cabeza cuando salió del coche. Mierda, claro que si. Era un puto friki. Pero nadie lo sabía ni tenía porqué saberlo. Además, ¿A dónde iba? A una reunión de frikis. ¿Iba a destacar con su carita de bebé imberbe y sus problemas para relacionarse? Claro que no. Seguro que era de lo mejorcito de la fiesta, con su camisa nueva azul marino, esa colonia de tíos duros que anunciaban tanto en la tele y... Oh, ¿Qué tenía en el zapato? ¿Una mancha de ketchup? Puta vida. 

Volvió al coche, rebuscó en la guantera por una de esas toallitas húmedas para bebé que usaba de vez en cuando para quitarse el olor a prostituta de la cara y se limpió el zapato con sumo cuidado. Tenía que dar una buena primera impresión. Todos sabían que era un tipo alucinante en el Foro, con su humor negro, sus trolleadas y su fino sentido de la ironía. ¿Pero en la vida real? En la vida real era un puto gordo con cara de pringao. Si no daba la mejor primera impresión de su vida estaba jodido, por mucho que el porcentaje de hembras fuera sorprendentemente alto. 

Bien, bien, todo controlado. Le echó un último vistazo a la foto que se había hecho en el Buguer King antes de salir para la fiesta, con la ridícula corona esa que les daban a los críos de lado sobre la frente. - Eres el puto rey - Se dijo en voz alta, para animarse - El puto rey.

Y ahora si, salió en dirección a la fiesta, con el estribillo de la canción martilleándole la cabeza. Que jodidamente feo que era el Ninja ese, pero qué buena estaba la rubia. Se la tiraría día y noche. Sonrió solo de pensarlo y apretó el paso. Se estaba empezando a poner nervioso. Necesitaba una birra...

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09/06/2015, 15:19
Director

Mientras la música llenaba el vacío que en ocasiones atenazaba a la joven Moira, abrió los ojos para descubrir que se había quedado dormida en el sofá de casa tras cenar con el abrazo de las canciones de su teléfono móvil que llenaban el ambiente. En aquel momento sonaba 'Moonlight Sonata' del genio Beethoven, y Moira se revolvió en el sofá algo adormilada hasta que recordó que aquella noche tenía algo parecido a una cita.

Aproximadamente una semana atrás Frohike, el administrador de Strangers among us había propuesto romper la barrera de los ordenadores y hacer una reunión entre los miembros más activos del mismo entre los que ella se encontraba. La idea en un principio le resultó extraña, pero parecía que varios de los invitados se animaron ante la idea y no pudo evitar verse tentada por ponerle rostro a las personas que habían compartido con ella varios meses de horas y horas debatiendo frente a la pantalla del ordenador.

Decidió ponerse en marcha o llegaría tarde, así que buscó uno de los autobuses que le dejarían cerca de Groove St, la calle donde estaba el lugar que habían alquilado entre todos. Si los cálculos no le fallaban iban a ser por lo menos 13 personas, así que habría la gente suficiente como para que no se convirtiera en una reunión incómoda.

El traqueteo del bus casi consiguió que se volviera a dormir, pero al rato se encontraba ya a un par de paradas de su destino. Sólo era martes por la noche, así que la línea no iba especialmente llena lo cual era un alivio, pues las aglomeraciones en el servicio público de autobuses eran numerosas. Aunque se sentía en parte ilusionada por la reunión que habría aquella noche no podía evitar sentir como algo le faltaba por dentro, como si una pieza no encajara en toda esta melodía.

Pero... al fin y al cabo, ¿no se sentía siempre así, en realidad?

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09/06/2015, 17:51
Director

A los quince o veinte segundos de espera la puerta se abrió sin preguntar siquiera de quién se trataba: parecía tener algún tipo de apertura desde dentro ya que cuando la fotógrafa terminó de mover la puerta para abrirla no había nadie al otro lado. Aquel hall de entrada estaba llendo de trastos: alguna silla polvorienta, una mesa tapada con una sábana blanca y alguna lámpara de mano sin enchufar. Parecía haber también algo de polvo y todo estaba a oscuras, pero había una puerta en un lado de la sala entreabierta y por la rendija salía una cálida luz amarillenta y junto a ella el sonido de varias voces charlando distendidamente.

Al acercarse, Sarah abrió la puerta para mirar al otro lado y lo que allí encontró era infinitamente más agradable a la vista: había una mesa alargada con al menos quince sillas, junto a varias mesas a los lados de la sala que estaban llenas de comida: alguna tarta, bolsas de patatas fritas, refrescos, cerveza, una cafetera portátil con varias cápsulas a su alrededor...

En la parte central, a un lado de la mesa pero sin estar sentados, hablaban un grupo de 5 personas. Dos hombres jóvenes, uno especialmente jovencito y el otro que parecía rozar los 30. Charlaban animadamente con dos hombres y una mujer de mediana edad, mientras junto a ellos miraba una chica con piercings en la cara y rastas en el pelo, sin intervenir pero con una sonrisa tranquila en los labios. No parecieron percatarse en un principio de su presencia.

Notas de juego

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10/06/2015, 06:17
Sarah Wells

La puerta se abre y con ella todo el misterio del momento resplandece ante mis ojos, me sentía motivada y dispuesta a lo que pueda surgir. Dejando mi máscara de fotógrafa famosa a un costado ingreso al oscuro lugar recorriéndolo con la mirada, era paradójico ver la primer sala en penumbras, todo recubierto de polvo parecía el clásico escenario de las películas de terror.

-Sólo me falta ver gente muerta y estamos completos. -pienso entre risas mientras camino por el extenso pasillo que me conducía hacia una luz que reflejaba una puerta entreabierta. -Mientras no sea la luz del túnel que indique mi muerte. -continúo haciendo bromas internas entre susurros mentales para que nadie se percate de mis recurrentes ironías sobre el tema. 

Una vez que llego a la puerta golpeo suavemente, pido permiso e ingreso. El panorama resultaba ser muy distinto, eran personas de carne y huesos, humanas por sobre todas las cosas, aunque seguro si creían en lo paranormal alguna falla neuronal debían tener para delirar tanto en cuestión de horas, aunque debo admitir a regañadientes que son buenas personas y por esa razón estoy aquí. -Les he tomado cariño a estos loquitos. - manifiesto al dedicarles una sonrisa y luego presentarme. 

- Buenas noches, soy águila nocturna. - tras decir mi nick espero que las patatas vuelen por mi cabeza y la torta sea una decoración al estilo sombrero de primavera en mi cabeza.

 

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10/06/2015, 07:40
Moira O'connor
Sólo para el director

-Date prisa Moira o llegarás tarde.-

-Si mami.- La casa olía con el aroma a galletas recien horneadas, intentando disimular con el rico olor de estas, el olor a mierda que inundaba aquel ambiente, claro que un olor a mierda bastante metáforico, la casa estaba impecable y tan limpia que las personas que entraban siempre actuaban como si estuvieran ingresando a algun museo de cosas frágiles que nadie puede ni debe tocar.

-Antes de llevarte, repiteme las reglas Moira.-

-No mirar a los ojos a los hombres, pues huelen a las mujeres virgenes e ingenuas. No quedarme a solas con nadie por mas de diez minutos ni hablar de nuestra familia, pues hay muchos granujas socialités que se nos acercan para escalar peldaños de la escala social...y...-

-Y?- dijo la impaciente voz de mi madre, como sonaba cada que se desesperaba por no poder recordar aquellas tres reglas baratas.

-No llegar a casa después de las 12, por que este no es un motel de paso y mi madre no crió a una cualquiera.- la mano de mi madre se deslizó por mi mejilla acariciandola, era sorprendente la suavidad de aquellas manos, sorprendente no,tomando en cuenta que nunca hacía nada, una sirviente salió de la cocina con un bowl bastante grande cubierto por una pantalla de plástico, dijo con timidez. -Las galletas estan listas señora- Mi madre asintió observandome de pies a cabeza, y entonces me dijo.

-Nada de comer mas de 4 galletas Moira, mirate nada mas, cada día te pareces mas a un hipopótamo, y nada de tragartelas todas antes de llegar, no eres un puerco atascandose de sobras.- Bajé la vista y añadí en un tono frío y burlón.

-Que importa que este obesa mamá, de todas formas no es como que muchos chicos se acerquen a querer cogerme.- PAFF, me imagine como en esas series de batman viejas donde un globo de caricatura salía con una letra cada que batman golpeaba a alguien, la madre de mi mano asestó un violento golpe en mi rostro, lanzé un gemido de dolor y sentí las lagrimas llenandome los ojos, me habia pasado de la raya lo sabía, agaché la vista mientras la escuchaba regañarme con ira contenida, pues no quería que la sirvienta nos escuchara.

-Es la última vez que te expresas como cualquier mujerzuela en esta casa Moira Chastity O´connor, me escuchaste, no estas en el criadero de cucarachas que tu padre llamaba casa, ni estas bajo su cuidado, que he hecho para merecer a una...una malagradecida, te he dado un apellido, educacion, casa y todos los caprichos que pudieras tener, y mira como me pagas!!, hablando como si fueras una prostituta alcoholizada...debí haberte abortado cuando pude...yo sé que Dios sabría perdonarme por haberle quitado la vida a una arrogante mal agradecida como tú.-

-Perdoname mami, no fue mi intención hacerte enfadar.- Las dije con el tono adecuado, y su furia cedió un poco, pues ya veía venir una golpiza, lo primero que soltó al llegar a casa habia sido una regla de comunicación básica pero que definiría mi estancia aquí para siempre...No le gustaba que le dijera Madre por que a sus oidos, era bastante arrogante y sobervio...No le gustaba que le dijera mamá por que sonaba despectivo e igualado, por lo que mas de una vez me habia reprendido por no decirle "Mami", en esta ocasión debo haber usado un tono muy convincente, por que la palabra surtió efecto y detuvo la ira de She Hulk que mi madre podía desatar cuando se enfurecía conmigo.

"Debí abortarte cuando pude" Vaya, un insulto nuevo, debo admitir que esta vez si se habia excedido, sentí un intenso dolor en el pecho, y un increible nudo aferrando y cerrando mi garganta, pero me contuve para no llorar, sus ultimas palabras que me gritó cuando subia las escaleras hacia su cuarto fueron " Y EN CASTIGO , TE IRÁS EN SERVICIO URBANO, SI QUIERES HABLAR COMO   UNA MUJER DE LA CALLE, COMPORTATE COMO UNA, Y HAY DE TI SI VEO QUE LE PIDES AL CHOFER QUE TE LLEVE".

Fue asi como decidí posponer la partida un poco, me quedé escuchando musica en m i celular en la sala, y tallandome la mejilla para que no se viera roja, me levanté del sofá cuando decidí que ya habia esperado lo suficiente, cogí el tazón de galletas y me dirigí a coger el autobús que me llevaría al lugar de reunión.

Alguna vez has querido ser otra persona por un solo día?, alguna vez has querido ver las cosas atravéz de otro par de ojos?... Bueno...a mi me pasa bastante a menudo. Me dije a mi misma, mirando a una señora obesa, comiendo un helado, de la mano de otra niña igual de obesa con un helado igual de grande, ambas riendo y haciendose bromas, madre e hija sentandose al final del autobus. Me puse los audifonos, escuchando música, lo único que lograba consolar mi alma aveces, y dejé caer la frente con un movimiento pesado sobre el vidrio de la ventana, mientras mis finas uñas, rasqueteaban el plastico del tazón de galletas.

Iba vestida con una blusa de terciopelo de color negro, con amplias mangas estilo siglo XVI, sombra de ojos y delineador negro, y apenas una fina capa de polvo en mis mejillas, los labios sin maquillar...casi nunca los pintaba, vi mi reflejo en el vidrio gracias a las farolas que se encendían de noche, y me vi a mi misma como una versión rubia de Merlina Adams. Por debajo, una falda larga hasta los tobillos, de color negro también, botas de corte militar amarradas con fuertes agujetas, y en la cabeza un pasador para el cabello con plumas de color negro. Miraba a la gente de reojo que me volteaba a ver, no los culpaba, con aquel aspecto parecía que iba a un funeral, y el tazón de galletas no ayudaba en mucho.

El autobus llegó donde segun la invitación tenia que bajarme, y caminar un par de calles antes de llegar.

"Tan joven y bonita, y mirala, pobrecilla, seguro que alguien de su familia debe haber muerto, vaya aspecto que luce" escuché a una señora murmurandole a otra al pasar a su lado, sonreí tristemente, ese era mi aspecto de siempre...mi aspecto de siempre...

Me detuve ante la casa donde nos ibamos a reunir y llamé a la puerta dos veces, recordando las palabras de mi madre

"La gente vulgar que no tiene servidumbre no puede atender la puerta al primer toque, asi que por educación solo da dos breves timbrazos para hacerte notar" Me quedé parada en la puerta, sin inmutarme en acomodar mi enmarañado cabello rubio, que parecía la melena de alguna fiera, cogí el tazón en mis dos manos y lo puse a la altura de mi pecho. Esperé en silencio...Esperé este momento...en casi todo mi vacío existencial, conocer personas, era uno de esos pocos gustos que mi madre aun no podía quitarme.
 

Notas de juego

Espero no quedara muy largo...si fue así lo siento.

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11/06/2015, 01:00
Director

Al salir del autobús Savannah se dió cuenta de que las nubes del cielo anunciaban lluvia, aunque rezaba porque la misma no le cogiera de camino al local o al salir de éste. El frescor del otoño conseguían que uno se ajustara bien el abrigo para que nada de la fría brisa se colara bajo la ropa y la falta de paraguas era una mala señal, pero había que confiar en el clima por una vez.

Los jóvenes que estaban charlando animadamente sobre uno de los últimos videos de sus youtuber favoritos cuando la mujer les interrumpió. Al principio la miraron algo extrañados, pero la amplia sonrisa les relajó bastante y un par de ellos miraron a la dirección con interés.

- ¿El número 70? Es un local que está un poco más abajo, justo después del 7-Eleven pequeño que hay siguiendo en esa dirección. - le dijo uno de ellos señalándole hacia donde se refería - Creo que está para alquilar o algo así, hace mucho que no me fijo. -

Siguiendo las indicaciones del chico no tardó mucho en llegar al que debía de ser su destino, una puerta metálica con un timbre y un cartelito de metal que ponia '70' con unas letras gastadas.

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11/06/2015, 10:34
Savannah Moore
Sólo para el director

Una vez en la puerta, esperó unos instantes frente a ella mientras rebuscaba en su bolso, comprobó sin sacar del bolso que su móvil aún no había recibido la contestación de su novio, algo que la extrañó, pero a lo que no le dio ninguna importancia. Después, sacó de su bolso un pequeño espejito y un pintalabios con un tono muy natural para retocar sus labios y comprobar que no se había manchado los dientes.

Guardó sus cosas y miró al cielo mientras adecentaba la melena recogiéndola hacia un lado y colocándola sobre su pecho, aun no acababa de acostumbrarse al clima de New York, parecía que la noche empezaba a refrescar un poco más.

Sin pensarlo demasiado tocó el timbre, su curiosidad por conocer físicamente a sus compañeros del foro mató rápidamente el reparo y la vergüenza, o quizás fuesen las ganas de tomar el primer trago de la noche, en cualquier caso, no tenía intención de pasar frio tontamente esperando a las chicas y tampoco le importaba demasiado ser de las primeras en llegar.

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11/06/2015, 19:19
Director

La puerta se abrió a los pocos segundos con un clic, pero sin nadie al otro lado, así que Savannah dedujo que debía de tener apertura automática desde el interior, como los porteros automáticos de los edificios.

La sala que vió a priori daba algo de pena y dolor: estaba bastante llena de polvo, a oscuras, y había unos cuantos trastos tirados por el suelo cogiendo mierda con el paso de los días. No era una imagen muy agradable, pero en una esquina salía una rendija de luz de una puerta entreabierta, de la cual se oían un coro de voces animadas charlando. Se acercó con cautela y abrió para echar un vistazo.

Allí había una mesa alargada con al menos quince sillas, junto a varias mesas a los lados de la sala que estaban llenas de comida: alguna tarta, bolsas de patatas fritas, refrescos, cerveza, una cafetera portátil con varias cápsulas a su alrededor... En la parte central, a un lado de la mesa pero sin estar sentados, hablaban un grupo de personas. Dos hombres jóvenes, uno especialmente jovencito y el otro que parecía rozar los 30. Charlaban animadamente con dos hombres y una mujer de mediana edad, mientras junto a ellos miraba una chica con piercings en la cara y rastas en el pelo. El que debía tener 30 estaba acercándose a una chica un poco más bajita que ella con una sonrisa.

- ¡Pero si es la mejor troll del foro! - le dijo él, ampliando la sonrisa - Yo soy Frohike, bienvenida. -

En ese momento la puerta junto a Savannah se abrió y pudo ver como entraba un chico joven, algo regordete y con gafas.

Notas de juego

Marca a Sarah y a Duke en tu próximo post.

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11/06/2015, 19:20
Director

El administrativo aparcó su coche en la paralela a Groove, bajando al ritmo de la canción que se había quedado en su cabeza. Aquella noche Duke quería comerse el mundo, literalmente al menos, pues pese a la visita al Burguer King la gula era un pecado bien presente en él y que le era tan difícil de satisfacer como la propia lujuria.

Pero sí, era el puto rey, y con esas pasó a la calle del local que había alquilado junto al resto, buscando al número 70. Había estado por allí alguna vez así que no le costó ver de lejos el lugar y para su dicha vió una figura de pelo largo que parecía una mujer por la ropa, justo delante mirando hacia dicha puerta.

Sin embargo aunque intentó acercarse rápido para verla mejor la chica se perdió en el interior del portal. Una lástima no haberla podido ver, pero sabía que ella iba a estar dentro... Aceleró el paso para llegar hasta el 70, que era una puerta metálica con un timbre. Vaciló un poco antes de pulsar definitivamente y la puerta se abrió a los pocos segundos con un clic, pero sin nadie al otro lado. Debía de tener apertura automática desde el interior.

La sala que vió daba algo de pena y dolor: estaba bastante llena de polvo, a oscuras, y había unos cuantos trastos tirados por el suelo cogiendo mierda con el paso de los días. No era una imagen muy agradable, pero en una esquina salía una rendija de luz de una puerta entreabierta, de la cual se oían un coro de voces animadas charlando sobre algo que Duke no entendía desde ahí.

Al acercarse, Duke abrió la puerta para mirar al otro lado y lo que allí encontró era infinitamente más agradable a la vista: había una mesa alargada con al menos quince sillas, junto a varias mesas a los lados de la sala que estaban llenas de comida: alguna tarta, bolsas de patatas fritas, refrescos, cerveza, una cafetera portátil con varias cápsulas a su alrededor... Comida. ¡Jodida comida!

En la parte central, a un lado de la mesa pero sin estar sentados, hablaban un grupo de personas. Dos hombres jóvenes, uno especialmente jovencito y el otro que parecía rozar los 30. Charlaban animadamente con dos hombres y una mujer de mediana edad, mientras junto a ellos miraba una chica con piercings en la cara y rastas en el pelo, muy follable. El que rondaba los 30 parece estar acercándose a dos chicas, una que se parece mucho a la que vió entrar y otra más bajita que también estaba para darle un buen meneo.

Notas de juego

Marca a Sarah y a Savannah a partir de ahora.
 

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11/06/2015, 19:21
Director

El que ronda los 30 se acerca a Sarah con una amplia sonrisa, mientras el resto la mira con curiosidad.

- ¡Pero si es la mayor troll de todo el foro! - dijo sonriente - Yo soy Frohike, bienvenida. -

La puerta se abre y entra una chica algo más alta que tú que se acerca un poco. Apenas cinco o seis segundos después se abre otra vez y aparece un chico joven, algo regordete y con gafas.

Notas de juego

Marca a Duke y a Savannah desde ahora.

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12/06/2015, 00:40
Duke Burrows

Se quedó unos largos instantes bajo el marco de la puerta, observando la reunión, su figura rechoncha ocupaba buena parte del dintel. Su mirada fue de la mesa dónde estaba la comida hasta sus manos vacías. No se le había ocurrido llevar nada a la fiesta y en lo único que podía pensar era en atacar aquel despliegue de patatas y tartas. Tragó saliva y se ajustó las gafas al puente de la nariz, tratando de aparentar que aquello no le afectaba, que no estaba muriendo por dentro de vergüenza por desear una segunda cena.

Menuda metedura de pata lo de no llevar ni unas tristes cervezas. ¿Pero qué sabía él de ese tipo de reuniones? ¡Si apenas salía de su casa! Pensó desaparecer rápidamente y acercarse a un Seven-eleven en busca de cualquier cosa, pero seguro que ya lo habían visto. ¡Como para no verlo! Sentía las miradas de todos clavadas en él. Titubeó. Esbozó una tímida sonrisa. 

- ¿Algún reptiliano en la sala? - Preguntó mientras le temblaban las comisuras de los labios. ¿Estaba sudando? Juraría que le estaban sudando las manos, si. - Je. 

Y así, como el que no quería la cosa, Duke entró por la puerta grande de hacer el canelo desperdiciando una buena oportunidad para dar una buena primera impresión. Se debería haber preparado algún saludo mejor. 

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12/06/2015, 00:57
Savannah Moore

Savannah estaba algo decepcionada con el lugar de reunión, sobre todo al comprobar con su dedo la capa de polvo de la entrada, parecía que el local no había sido alquilado en bastante tiempo, sin embargo, no le preocupaban ese tipo de detalles siempre que tuviese un sitio cómodo donde sentarse para tomar una copa en buena compañía.

Mientras observaba al grupo a través de la puerta entreabierta, se percató de que efectivamente se encontraba en el lugar adecuado. Ver a Frohike presentándose despertó en ella una nerviosa sonrisa y cierto corte.

-"Qué fuerte, mira Frohike. Parece un tío majo"- pensó mientras sacaba de su bolso el teléfono móvil, con intención de inmortalizar el momento en vídeo. En ese momento, recordó que algunos miembros del foro le dieron la impresión de ser un poco paranoicos en el pasado, y quizás no era mejor idea grabarlos en video por eso de que se sintieran incómodos.

Cuando vio al chico algo regordete rondar por allí se distrajo con su chistaco, ya había dado al botón de grabar en su teléfono por inercia. Por los nervios y el corte se sintió un poco apurada, no quería entretenerse, soltó el móvil inconscientemente y de inmediato dentro de su bolso cuando este aún seguía grabando y sin darse cuenta.

-Ho.. ¡Hola!, yo soy Savannah… ¡Queen of Disaster!...  Siento decepcionarte pero no, no soy reptiliana, soy secretaria, lo que no sé qué da más miedo  Jaja- Dijo de forma agradable y animada, buscando la atención del chico regordete para después acercarse a él ofreciendo su mano para estrecharla de forma amable (con uno de sus dedos manchados de mugre y polvo).

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12/06/2015, 04:30
Sarah Wells

Ya me encontraba rodeada de un montón de personas, lo cual no era algo que me expondría demasiado o me haría sentir muy incómoda, estaba acostumbrada a tratar con las celebridades así que un grupo de fenómenos no sería la excepción. Por suerte la llamada a mi prestigio en el foro ha sido invocada por mi seudónimo entre los usuarios, utilizando la bella palabra "troll", es la clásica bienvenida que solo trae el recuerdo perpetuo de mis fechorías en la web.

Sin denotar disgusto alguno lo saludo con una sonrisa. - Al menos nos divertimos un poco. - inquiero descaradamente. -Un placer,  Frohike. -mis palabras denotaban una ironía escondida disfrazada por la dulzura y la cordialidad propia de una dama. Tomo asiento en un costado mientras observo la aparición de una chica que es secretaria y un muchacho con cara de "me como todo lo que hay aquí", es probable que extrañara sus snacks a esta hora.

Manteniendo la compostura y mi perfil de troll guardo silencio, era el momento adecuado para tomar notas mentales y observar sus reacciones. De por sí el comentario del "Gordito" preguntando si había un reptileano en la sala casi me hace soltar una risotada de las grandes pero me contuve y miré con mis ojos en blanco hacia otro lado, no pensaba desvirtuarles la noche. -Al menos por ahora. -