Al momento de escavar me mantube cerca a Diego,aunque pensé ofrecerme para el trabajo,cuando vi que tomo la pala primero no le dije nada,sinembargo,use mi alfange para ayudarle a ablandar rapidamente la tierra.
Hey,no te lleves todo el trabajo tu amigo!
Al cabo de varios minutos topamos con algo.El tesoro?
Hemos encontrado algo!Y paraece grande!
Digo mientras intento sacar los cofres a la superficie y abrirlos.
Diego tira junto con Albatros de los cofres hasta la superficie. Ni siquiera se plantea el abrirlos, aunque no sería complicado romper el cierre. No era ese su trabajo. Simplemente agarra uno de un lado y dice:
-¿Esto es? Bien, llevémoslo al barco y vámonos de esta isla de una vez. ¿Se habrán ido los indios de la cala?
Los castellanos somos austeros, pero un cacho de pan ; )
looo.. looo tenemos??? siii... arggg.. merece la pe... naa perder un par.. argg de dientes
*Digo esto mientras me froto las manos...
Juan, lamento no poder fromtarme las manos, pero lo celebraremos más tarde.... dijo, mientras les brindaba a todos una sonrisa.
Creo que debemos marchar cuanto antes señores, pero somos pocos para llevar los cofres y yo sólo tengo un brazo...
Habría que llevarlos dos y dos y Lan vigilando o abriendo la comitiva...
Puede Juan ayudar a cargar? Lo ideal sería Juan y yo, y Rodrigo y Santiago.
Sí, Juan aunque todavía algo atontado sí puede cargar con el equivalente a la mitad del peso de uno de los cofres.
En ese momento aparece uno de los piratas que vino con vosotros en la chalupa mirandoos pero sin veros, balbucea algo ininteligible , escupe una flema de sangre y cae al suelo con tres flechas en su espalda.
Rodrigo y Santiago cargan con uno de los cofres mientras que Diego y Juan cargan con el otro, Lan va delante abriendo camino a machetazos a través del espeso bosque. Esta vez la selva está sumamente callada, lo cual os parece muy mala señal.
Después de más de una hora de marcha entre matorrales y lianas, llegáis con todas las precauciones y observando desde la cistancia el claro dónde tenéis la chalupa. No hay ni rastro de los indios. A pocos metros está vuestra barca salvadora que os llevará de vuelta al barco.
-¡Esperad! -Susurró Diego.
Esto era muy diferente a las arboledas que había conocido en Castilla, pero más de una vez se había enfrentado a salteadores de caminos, y todo aquel silencio le olía a emboscada.
-Dadme un momento...
Dejando con cuidado el cofre en el suelo, hizo gestos para acallar y pedir que esperaran a sus compañeros sin tener que repetirlo. Entonces, sin hacer ruido, se movió lo suficiente para comprobar los lugares donde les podían tender una emboscada, buscando los escondrijos de los indígenas. ¿Cuál sería la mejor manera de llegar a la chalupa?
Tirada: 1d100
Motivo: Táctica
Dificultad: 22-
Resultado: 4 (Exito)
Quizas haya desperdiciado mi suerte en una tirada paranoica, pero más vale prevenir que crear un PJ nuevo.
Siguiendo la táctica que has aprendido en tus múltiples combates, recuerdas una historia que alguien te contó sobre una guerra que no recuerdas en la que contaban que tal Conde y sus hombres ante el peligro de una emboscada decidieron que cuando alguien tiende una emboscada tan evidente, precisamente lo último que espera es que el enemigo salga y eso es precisamente lo que hizo el conde con sus hombres. Todos salieron en tropel cayendo en la emboscada. Sorprendieron al jefe enemigo que esperaba que dieran vueltas antes de salir y la acción fue tan rápida que masacraron al enemigo que no tuvo tiempo de reaccionar.
Claro que vosotros estáis cargados, aunque un hombre de un sólo brazo sin peso puede llegar a la chalupa bastante rápido en línea recta y al hacer de cebo , el líder puede comprobar si es una emboscada o no.
Diego miró a Lan un momento, luego a sus compañeros. Habló en voz baja.
- Creo que nos están emboscando. Podríamos dejar aquí los cofres y combatirlos, pero no sabemos cuántos son, y puede que no podamos volver a por ellos. O podríamos... Usar un cebo. Si alguien corre hacia allá... -Guardó silencio, pensativo. - Pero es arriesgado. Preparad vuestras armas, en cualquier caso. - Añadió, cebando un poco más de pólvora en el cañón de su mosquete.
Yo tambien me huelo algo.... pero quizás sólo sea una suposición y estemos paranoicos.
Se puso su mano en el mentón, como gesto pensativo.
La verdad es que mi vida vale más que un brazo, lo que podríamos era intentar escondernos y tirar los cofres al claro, improvisar y ver la reacción de los que nos emboscan. O los cofres o unas piedras... quizás haya trampas.
Vosotros decidís qué hacer. Cuando lleguéis a un acuerdo rolead lo que hacéis.
-No creo que eso sirva de mucho. Por muy indios que sean, no creo que confundan a una piedra con uno de nosotros. - Miró de nuevo los cofres. - Si no tuviéramos que cargar con eso... - Exhaló. - Si nadie tiene una idea mejor, voy a caminar hasta el centro de la playa. Si no me atraviesan, cargamos los cofres. Si llueven las flechas... Los mandamos a que Cristo los juzgue.
Voy a esperar a que postee el resto antes de narrar tu acción.
Claro. Sólo lo he propuesto a la espera de alguna otra idea, por si acaso. Aún no me he lanzado. Si nadie ofrece una alternativa, vía libre.
Yo.. noo qui.. quiero re.. recibi... otro fle.. flecha... flechazo, asi que, sacare un.. un cuchillo arggg, y es.. tare... atento..
*Dice esto mientras se va sacando uno de sus cuchillos...
No hay necesidad de hacer un cebo,si lanzamos solo una bala aca,pueden pasar dos cosas:Si sus sospechas son ciertas,empezará el combate,y todos estaremos relativamente cerca para proteger el cofre.De lo contrario,asi llegasen a oirlo nosotros nos perderiamos antes de que llegasen al punto de origenDigo mirando de una forma calculadora.
Tomad esto en cuenta,si alguien hace de cebo,puedes darlo directamente por muerto,y eso no nos conviene.A ninguno de nosotros.
Observo a mis compañeros,algunos en tan demacrado estado,y sin embargo,mejor que muertos.Si podia evitar una baja de nuestro lado,lo haria.Todo hombre es necesario en este tipo de situaciones.
-Si yo estuviera emboscando no saldría a lo loco al oir un tiro. Pero claro, son indios. Quizás no han oído muchos tiros en su vida. Está bien. Me parece una buena idea.
Dicho esto, avanza con cuidado, da dos pasos fuera de la espesura y dispara al aire su pistola. La deja a un lado y empuña su mosquete, tenso, mientras espera unos largos segundos.
La bala atraviesa el claro y véis claramente como impacta contra el agua del río. No sucede absolutamente nada, sigue sin escucharse nada. Como si la selva estuviese muerta.