Partida Rol por web

La comitiva fue saliendo del bastión desde el gremio de guerreros, habían pocas personas en la calle pero algunas os despidieron haciendo ondular algunos pañuelos, la verdad es que los miembros del baluarte estaban bastante asustados sin saber apenas que hacer. Pero por suerte estabais vosotros para intentar solucionar los problemas con los espíritus.

Poco a poco fuisteis abandonando el bastión, dejasteis atrás las grandes puertas de madera para iros adentrando en lo que seria la espesura. Conforme ibais pasando notasteis que el hedor del pantano, aquel hedor nauseabundo se intensificaba. Tanto los miembros del gremio como las invocadoras, se llevaron unos pañuelos a la nariz con un perfume de flores que impedían que el veneno penetrara con mucha rapidez en el cuerpo. Estar demasiado tiempo respirando ese aire no era recomendable para ningún humano, incluso para los espíritus, pero su tolerancia era mayor.

En un par de horas, cerca de que el sol estuviera ya en el punto mas alto del cielo, pudisteis vislumbrar el pantano y era una visión bastante desagradable. El camino que cruzaba el pantano estaba llena de una especie de viscosidad negra que se movía como si tuviera voluntad propia, las piscinas parecidas a las ciénaga burbujeaban con un hedor que mataría a cualquier animal que estuviera cerca, la superficie estaba cubierta de una neblina verde que cubría toda la extensión. Alastor levanto un brazo y hizo que todo el mundo parara. -Bien, todos el mundo a preparar el campamento base, acamparemos aquí. Reclutas! Repartid estas antorchas en un circulo completo y cuando me refiero a uno perfecto me refiero a uno perfecto! Entendido! Alejara esta peste durante unos días, al menos mientras estemos aquí, empezaremos a entrar en unas horas. Preparaos bien. Invocadoras, descansad un poco, pronto comenzara vuestro verdadero papel. Cualquier duda avisadme.

Iba callado y cerrando el paso, no tenia humor para hablar o siquiera para entablar una conversación. Mire a todos lados mientras las personas nos despedían, ellos sabían que eramos su única salvación.

Me centre en observar hacia el frente cuando salimos del bastión, el pantano era bastante elegante, yo no me fijaba en lo que mis ojos veían sino en todo lo que ese lugar desprendía. Teníamos que hacer algo porque no eramos los únicos furiosos.

Al caminar durante un tiempo, el jefe nos ordeno parar y hacer el campamento base, nadie sabe que mis palabras escritas pueden ocasionar daño. Yo no era un invocador tan solo alguien capaz de utilizar un poder mas grande que el.

Si señor. Tome una antorcha y fui a colocarme en una posición exacta para que el circulo no fallara, ahora mucha gente dependía de los invocadores y su fuerza. Axel no te muestres, deja el trabajo a ellos. Tu eres un soldado y nada mas que eso. Estaba en conflicto porque una parte de mi quería intervenir como invocador.

Por fin se habían puesto en marcha, Kitsu estaba agradecida de poder caminar por fin fuera de ese lugar lleno de humanos que no terminaba de entender porque le ponían muy nerviosa. El camino por el bosque no fue especialmente agradable ya que el olor no era algo que le gustase demasiado a la kitsune aunque más o menos podía soportarlo y por lo que veía mejor que los humanos, aun así la caminaba no era agradable y ella no estaba acostumbrada a andar tanto, a fin de cuentas apenas se había despertado ayer y que ella recordase solo había andado dentro del bastión y muy poco, aun así trato de hacer el camino cerca de Shiro y Alice.

Cuando llegaron a donde estaria el campamento se quedo observando intensamente el pantano, no sabía porque pero le decía que algo pasaba allí, algo más oscuro de lo que parecía en un primer momento, sin embargo no dijo nada, tal vez serian sus miedos o sus nervios, pero se sentía incomoda, ciertamente incomoda, y esperaba que pronto no tuvieran que soportar ese hedor

El estado del pantano era realmente lamentable, pero peor aún era el hedor que desprendía. Por suerte, tenía mi pañuelo con el que a duras penas podía aliviar aquel nauseabundo y venenoso olor.

—Te vendría bien taparte el rostro con esto — rasgué parte del pañuelo y se lo tendí a mi espíritu —. Es probable que este olor sea perjudicial para ti también, y te necesito en plena forma.

Aquel fue el primer gesto generoso que tuve con el demonio, pese a lo difícil que sería de intuir teniendo en cuenta la seriedad y contundencia de mi tono de voz. De todas formas, no mentía cuando decía que necesitaba que estuviera en plena forma... ¡quién sabía contra lo que nos enfrentábamos!

¿Qué habrá pasado aquí?

Kaiju se encontraba en un mar de dudas, si bien su nueva ama era amable y generosa con él,  sospechaba de que le ponia a prueba o eso pensaba, ya que le enfrentaba a un peligro desconocido. Quizas fuera una señora a la que sirviera fielmente.

Miro su nueva armadura y espada, y pensó que realmente la casa Relay había sido generosa con su nueva adquisición, cosa que le producia cierto resquemor.

Quizas le pidieran más de lo que podía dar, pronto lo descubiria en aquel lúgubre pantano.

Haciendo caso a las instrucciones del veterano guerrero, cogio una de las antorchas y la dispuso realizando una perfecta sincronia con el resto, formando el circulo que ansiaban.

Se concentro en el olor del ambiente, intentando buscar alguna diferencia caracteristica que le fuera peculiar.

La resistencia de Alice era superior a la de un espíritu normal, y aún más de un humano, pero aún así, con cada paso que daban en el pantano, podía sentir como ese hedor la debilitaba poco a poco. Si eso seguía así pronto debería ocupar su forma original. 

El aspecto del pantano era deprimente. Alice no conocía ningún humano que pudiese hacer algo como eso, por lo que supuso que algún espíritu corrupto lo había provocado. Se acercó a su invocadora mirando su alrededor y vigilando no pisar nada perjudicial. Será muy difícil arreglarlo? Le preguntó a su invocadora

La mano de Shiro acaricio suavemente la cabeza de Kitsu, pasando sus dedos por sus orejitas para calmarla mientras ella misma se quedaba mirando el pantano con ojo analitico. -Bastante no te voy a mentir, normalmente a estas misiones o vamos Akame, Mitsuki o yo. Que vayamos las tres al mismo tiempo no es un buen augurio. Por como esta la serpiente de Mitsuko, estoy segura de que esto va a ser de lo mas dificil. Contamos con vosotras dos de acuerdo? Dijo con un tono despreocupado y alegre sin dejar de darle algunos mimos a la pequeña kitsune a ver si asi se relajaba. -Sobretodo...intenta no perderte tu Alice, no te separes demasiado de mi.

Por otro lado el espíritu negro había estado gruñendo prácticamente todo el camino, mirando a todos con ojos de odio y resentimiento pero sin separarse de Akame en ningún momento, por alguna extraña razón no lo hacia aunque sus ojos también la miraban de la misma manera que al resto. Cuando le tendió el pañuelo, el espíritu no tenia forma posible de colocárselo asi que solo tuvo que cambiar un poco. La bestia se abrió como si se tratara de un huevo, de su interior salio una figura humanoide, su cuerpo parecido al de la bestia era pequeño, no llegaba a mas dle pecho de su invocadora, el resto del cuerpo de la bestia se fundió en su cabello. Con una mano le arrebato el pañuelo y se lo coloco en el rostro a modo de pañuelo, no abrió la boca solo giro la mirada hacia el pantano.

Mitsuki se acerco a Kaiju con un pañuelo también empapado en la fragancia y se la ofreció a Kaiju. -Tu raza es mas vulnerable que el resto a este olor, ponlo en tu armadura, cerca de tu cuello. Te ayudara a serenarte. Dijo sin mirarle pero sabiendo donde estaba, la serpiente de la joven invocadora parecía estar mordiendo el aire a cada instante, furiosa por estar en aquella situación.

Finalmente mientras Axel colocaba las antorchas choco con el herrero, el cual estaba aun sonriente, tenia dos pañuelos atados como si fuera uno. -Creo que no estoy haciendo bien el circulo, no soy de dibujar. Si me pidieran hacer un escudo se lo haría perfecto pero este...imposible. Échame un cable pequeño. Efectivamente, había colocado las antorchas en linea recta.

Una vez colocadas las antorchas, sentisteis un viento tranquilizador y limpio, en ese circulo la energías negativas no entraban y podíais relajaros. Al menos por el momento.

Me rei cuando el herrero me pidió ayuda. Perdón, me resulta muy familiar la escena. Como siempre Axel ayudaba sin decir una palabra pero sabia que las personas eran las mas traicioneras, a diferencia de el yo tenia un pañuelo, capaz que al ser invocador ayudaba en eso.

Ahora espero que sea mejor. En efecto, al colocar bien las antorchas, el lugar cambio aunque sabia que no iba a durar demasiado. Espero que los invocadores hagan bien su trabajo.

Me volví a preparar una tienda para mi. Herrero porque no me ayudas, es doble y no tengo drama en compartir. Ser los nuevos era feo. Luego de que quedara echa,tome mi pincel y me fui a un rincón alejado de todos, comencé a dibujar o bueno a mover el lápiz.

—Así es, que estemos las tres juntas aquí demuestra la importancia del asunto — añadí a lo dicho por Shiro mientras me acercaba al grupo a paso lento, seguida por mi espíritu —. Nunca antes nos habíamos reunido tantas invocadoras para una sola misión, al menos que yo recuerde...

No era difícil suponer que esto no iba a ser tarea sencilla de solucionar.

—Shiro-chan, Mitsuki-chan, demos lo mejor de nosotras.

Pese a la seriedad de mi rostro no pude evitar sonreír muy ligeramente, y con bastante disimulo, al ver a Shiro acariciar con ternura la cabeza de Kitsu. Aquellas dos formaban muy buena pareja, como si de hermanas se tratasen. En cierta manera, sentía algo de envidia...

Kitsu asiente a Shiro, el contacto con la invocadora le tranquiliza, era cierto que era una humana y no sabía porque los humanos le ponían muy nerviosa y lo peor es que no recordaba porque podría ser, pero Shiro le tranquilizaba, entonces responde.

- Si... yo... hare todo lo que pueda por ayudar, es lo menos que puedo hacer

En ese momento siente un viento fresco, Kitsu observa le lugar, habían levantado un circulo con las antorchas que parecía que era lo que alejaba ese olor y esa mala sensación, Kitsu observa todo, parecía que no era normal mandar a las tres invocadoras, por lo que aquello sería peligroso, sin embargo, no se sentía para nada nerviosa por este hecho, más nerviosa le ponía la presencia de tantos humanos

Fue un alivio para Alice cuando pusieron la protección, esa aura putrefacta se había disipado un poco. Axel era mas útil de lo que parecía. Por suerte aún no debería desencadenarse, aunque le gustaba mucho más su cuerpo original, la "replica" de forma humana le permitía ser mas ágil. En ese lugar, transformarse le podría provocar algunos problemas. No iba a hacerlo sin una buena razón

Que poco confías en mi invocadora le dijo Alice a Shiro con una falsa sonrisa en sus labios Me tengo que mantener cerca vuestro, soy la uncia que puede protegeros mínimamente de este lugar putrefacto. Soltó una risita después de oír los comentarios de Akame y Kitsu. Claro, esforcémonos.

Se ajustó el pañuelo, ya que la ponzoña que cubría el aire también le dañaba, aunque menos que a los humanos.
Vio un ir y devenir de espíritus que servían a sus respectivos señores.
Los escucho y se mantuvo en silencio!
Su experiencia con los humanos no había sido muy buena hasta el momento. Su ama era diferente y emitía alguna especie de aura que tranquilizaba su esencia.I]
Acercándose a ella, exclamo:
Señora, quiero que sepa que mi lealtad es para usted!
Y os ofrezco mi servicio como gratitud.

[I]Recordando también las palabras de que era libre de marcharse, si así lo quería.

Todos ya habían acabado de prepararse y después de un breve descanso en la “Zona segura” del campamento ya estaban listos para partir. Alastor, el maestro de gremio, se dedico a seleccionar a los soldados, en los cuales estaban incluidos Axel y su compañero herrero, que iría junto con las invocadoras hacia el peligro. Su misión, intentar evitar todas las bajas posibles y llegado el momento servir de escudo mientras las invocadoras levantaban la barrera. -Muy bien, en marcha! Grito Alastor abriendo el grupo espada en mano, una espada que tenia un filo negro y otro blanco.

Una vez abandonasteis el campamento sentisteis una vez mas el hedor del pantano como volvía a intentar consumiros, esta vez al haber descansado estabais un poco mejor pero tampoco podíais decir mucho mas, era duro caminar por la poca senda que había en el pantano. Tal como visteis, el camino prácticamente había desaparecido, solo había unas zonas no cubiertas por lo que fuera aquel pringue viscoso, así que vuestra marcha fue lenta y muy peligrosa.

Mas o menos cuando llevabais una hora caminando y el campamento hacia tiempo que había desaparecido de la vista, un sonido como si se tratara de un lamento comenzó a levantarse por el pantano y por donde mirarais veíais unas luces como ojos que os observaban.

Kittsu caminaba por el sendero que habían tomado, realmente aquel camino era bastante complicado de seguir ya que no estaba muy claro por donde debían de pisar y tenían que tener mucho cuidado para no caer en algún lugar, Kitsu caminaba pendiente a donde ponía los pies, pero algo no le gustaba, no solo era por el olor que volvía a inundarle las fosas nasales, sentía algo, tenía una sensación extraña, como si algo o alguien oscuro estuviera por allí, tal vez por eso procuraba no alejarse del grupo y caminaba muy pendiente de todo lo que iba sucediendo.

Y finalmente sucedió, se encontraron una zona donde escucharon un lamento y donde parecía que les rodeaban, Kitsu se acerca a Shiro, estaba asustada y dice:

- Eso.... eso que es? que sonido es eso

El espíritu Kitsune empezó a temblar, tenía miedo pero no quería mostrarse cobarde, aunque realmente le costaba

El camino no era nada cómodo, menos aún seguro... pero eso era algo que ya había dado por hecho desde el momento en el que Horu-sama me comentó lo de la misión. Nunca había que subestimar un trabajo. Pero la sensación de peligro intensa no llegó hasta pasada la hora de haber partido del campamento...

Primero fueron los brillantes ojos, luego el escalofriante lamento.

Querida Kitsu, eso es el sonido del peligro.

Solo lo pensé como contestación a la pregunta del espíritu... aún así, no lo dije. La pregunta no iba dirigida a mí y, por tanto, no debía ser yo quien respondiera. Simplemente me limité a pensarlo mientras centraba mi atención al lugar del que provenía el lamento.

—Estate atenta, demonio — le ordené a mi espíritu.

Kaiju seguía la comitiva afilando sus sentidos, preparandose ante cualquier acción sorpresiva.Sabía que habían unos ojos observandolos en aquella cienaga. Si algo iba mal, esperaba que el fuera uno de los que salieran con vida de allí. El no era un cobarde, pero tampoco era un muñeco de trapo que se pudiera utilizar a su antojo.

Saliendo de sus ensoñación, el lamento de la que se hacía llamar Kitsu, atrajo su atención.

Mantente cerca y nada te pasará, exclamó. Sonriendo para así.

Obviamente, no se iban a quedar todo el tiempo en la zona segura. Cuando salieron de ella, el hedor volvió a envolverla, devolviéndole esa sensación incómoda. Empezaba a odiar ese lugar.

Alice no estaba muy acostumbrada a caminar tanto, por lo que la caminata fue cansina y aburrida para ella. Intentaba pensar en las cosas que podían pasar si salían mal para entretenerse, pero hubo un momento en que se le acabaron las ideas. Por ala o buena suerte, no estuvo mucho rato aburrida. Un lamento se oyó por todo el lugar, no se sabía ni de dónde ni a qué distancia, pero no era nada agradable y unos ojos rojizos empezaron a aparecer por todo su alrededor. Esto va de mal en peor pensó. Shiro-sama, vaya con cuidado. Tu también Kitsu. No sabía porque había dicho eso, y menos a su invocadora.

Tenia que ser el escudo de una niña mimada y eso ya de por si me enojaba. Compañero que dices, tu vida por la suya? Le susurre al herrero, necesitaba otro punto de vista que el mío o sino me moveria cuando viniera un ataque.

Intento ver mi equipo, debía controlar que hubiera un arma entre todos mis objetos. Por ahora iba a mantener mi poder quieto, no quería que se dieran cuenta de lo que podía hacer. Un lamento recorre el lugar y eso no hace mas que sonreír. Y comienza. Mirando a todos lados intentando estar pendiente de lo que aparece.

Conforme ibais pasando los lamentos y los gritos iban en aumento hasta que en mitad de aquel pantano pudisteis ver una figura, una figura humana. Parecía una chica joven con el cabello negro, sollozando y gritando mientras estaba encogida en un pequeño montículo, no se le podía ver la cara pero si que habían aun esas presencias a su alrededor. Un soldado confiado se lanzo a "ayudarla".

-Se encuentra bien señorita? Pregunto el soldado mientras la joven se iba girando lentamente. Eso fue lo ultimo que vio el soldado. La joven se lanzo rápidamente a su cuello como si se tratara de una araña que había encontrado su presa. Su rostro estaba desfigurado, con la mandíbula suelta enseñando una larga hilera de dientes bien afilados que no tardaron en arrancar la carne del soldado mientras el pobre gritaba antes de morir desangrado. El cuerpo de la chica ya no era tan dulce si lo mirabas de cerca. Sus manos eran garras, sus piernas parecían cubiertos por nas escamas duras y unos tentáculos, mas bien unas antenas salían de su boca como si fuera un insecto. Mientras la boca goteaba aun sangre mas ojos salieron del pantano, varias mujeres iban apareciendo con las mismas características. Los soldados se pusieron inmediatamente en guardia intentando repeler a las criaturas que salían.

Kaiju haciendo uso de su poder hizo crecer unas uñas largas como espadas, abalanzándose el primero sobre la vil criatura, la asestó Dos zarpazos con la intención de partirlo por la mitad.

Comete esto grito el fiero espíritu. 

Haciendo sangrar a la criatura de las tinieblas, sonrío al ver que podía herirla y eso le gusto.