Partida Rol por web

Ju...Me ha llamado Tai...¡Ésto marcha bien!

Sube en su moto e introduce la llave en el contacto para arrancarla. El sonido parece distinto...Ahora escomo un auténtico rugido de una bestia. Sonrie feliz y hace un ademán de girarse a hablar con Sasha...cuando aparecen los Matsugami y...

¿¡¡20 millones!!? - El cigarro que llevaba en la comisura del labio cae automáticamente al suelo.

Tai acababa de ver su sueño hecho realidad: Una casita con jardín en las Maldivas para llenarla de churumbeles y perritos...Pero por otro lado...si quería tener churumbeles...Se giró hacia Sasha, encima de su moto, con el casco bajo el brazo.

- Preciosa... - Sonrió intrigante - Me encuentro ante un cruce de caminos y te dejo a tí la elección de mi vida...Puedo ir detrás de esa casita en las Maldivas con jardín andante o ... - Le tendió el casco - Invitarte a tomar algo para celebrar el nacimiento de esta bella amistad.

Se asustó al ver aparecer a los Matsugami y sacó su pistola inmediatamente... pero apareció el chico de los 20 millones, les dio una tunda a todos y se largó... Sasha se quedó mirando la nada, con una rara expresión en su rostro.

¡Qué chico más guapo...! ¡Y qué fuerte...!

El efecto Chico-Guapo se le pasó enseguida... y carraspeó para serenarse de nuevo, aunque aun seguía sonrojada. Arqueó una ceja y sonrió escéptica al escuchar a Tai y se rió luego.

¡Claaaaaaro! ¡Subiré a tu moto para que me entregues a los Matsugami! Que te haya arreglado la moto no significa que confíe en ti - ladeó un poco la cabeza, dejando entrever que en el fondo, sí le gustaría ir a tomar algo con Taisei.

Se giró y empezó a andar, cogiendo la mochila con la mano, sin colgársela aun. El cabello se movía al son de sus pasos mientras se iba alejando.

Taisei metió puño. Las explosiones del motor eran la más bella música que podían escuchar sus oidos. Parecía que se iba a ir en dirección contraria a la de Sasha pero dió un rápido giro al manillar, pasando veloz junto a la joven y cruzándose delante de ella, cortándole el paso.

- ¡¡Oh vamos!! Tu eliges el lugar... - Sonrió con fingida inocencia - ¿Cómo iba a entregarte cuando has hecho esta maravilla con mi princesa? - Parecía realmente sincero en estas últimas palabras.

Se lo quedó mirando, algo impresionada... lo miró a los ojos intentando saber si mentía o no. Finalmente suspiró y sonrió.

Un helado extra grande de cinco bolas, dos de chocolate, una de straicatella, una de turrón y otra de fresa, bañadas en caramelo y con un para sol clavado encima. ¿Vale?

Volvió a ladear la cabeza, sonriendo con inocencia y con maldad a la vez.

Un helado extragrande....

Tai se había quedado con las 3 primeras palabras únicamente.

- ¿Puedes comerte todo eso...?

Espero llevar dinero suficiente...

Tras un momento de confusión, volvió a sonreir mientras le tendía el casco - A donde usted ordene , señorita. - E hizo un movimiento con la cabeza para que subiera en el asiento de atrás.

Sonrió divertida y se empezó a poner el casco que él le tendía

Soy pequeña pero matona... y necesito comer - se sonrojó y bajó la mirada - Y el helado me encanta.... : D______ - rió y se bajó el casco del todo, luego se lo ató.

Si me entregas mataré a tu moto - volvió a reirse, aunque esta vez era una risa macabra, mientras se cogía con fuerza a la cintura de Tai - Ve con cuidado, ahora la moto te corre bastante más, acostúmbrate a su nueva velocidad antes de hacer el idiota.

¿¡Por qué me preocupo por él!? -.- - dejó de abrazarlo con tanta fuerza con sus delgados brazos.

- ¡Bah! La velocidad es lo mío - Contestó con autosuficiencia. Se bajó las googles que llevaba en la cabeza para que así el viento no le molestara en los ojos. Solo tenía un casco e iba a ser para la chica. - ¡Allá vamos! - Fue acelerando poco a poco (lo que el entendía como poco a poco) pasando por todas las marchas hasta la última, en la que se mantuvo todo el trayecto.

- ¡¡ERES UNA FIERA!! - gritó eufórico con el viento golpeándole la cara. Parecía estar en su salsa...y de hecho lo estaba. ¿Semáforos? Eso no existía para él, solo la carretera y el viento...y en ese momento, unos bracitos que se aferraban a él.

Llegaron a una coqueta heladería. Aparcó en el lugar en el que era menos posible que le rozaran la moto. Se subió las googles, dejando al descubierto sus ojos de color miel - ¿Qué tal el viaje? - Se puso frente a la chica, dispuesto a ayudarla a bajar de la moto si era necesario y esperando a que le diera el casco para guardarlo.

Se bajó de la moto sonriendo de oreja a oreja. Excepto algun viaje que había hecho cuando estaba al Clan nunca había subido a una moto, y menos a aquella velocidad. Se sacó el casco rápidamente, dejándole los pelos liados, pero no pareció importarle.

¡¡¡Ha sido genial!!! - exclamó riendo, y además contenta porque él había mantenido su palabra y no la había entregado - ¡¡¡Tenemos que volver a repetirlo!!!

Le dio el casco y se quedó mirando la moto - Pedazo de pepino que te he montado - añadió, orgullosa de si misma.

- Seeeeh... - Dice mirando la moto orgulloso. Guardó el casco bajo el asiento y se dirigó al interior de la heladería. Fue cuidadoso a la hora de elegir mesa, escogiendo una que estuviera lejos de las ventanas y que no se pudiera ver desde el exterior. Se repanchingó en la silla, en una de esas posturas chulescas que a él le salían tan naturales como el respirar - Bueno preciosa, ¿Dónde has aprendido a ser tan buena con las motos? - Tenía auténtica curiosidad por ese talento.

Se sentó a una de las sillas después de haber pedido el camarero el helado extra grande de cinco bolas, dos de chocolate, una de straicatella, una de turrón y otra de fresa, bañadas en caramelo y con un para sol clavado encima.

Miró a Tai, empezó a jugar con el colgante rojo decorado con anillas de oro a su alrededor con sus manos.

Pues no lo sé, creo que es un don. Desde pequeña se me han dado bien montar y reparar cosas. Soy una manitas - saca la lengua, divertida - ¿Y tú? ¿Cuándo empezaste a ir en moto? ¿Y por qué cazarrecompensas?

Taisei espera que le traigan la cerveza que había pedido, dándole un gran trago cuando le colocan ésta delante. Parecía sediento.

Vaya tela de helado se está comiendo... Yo necesitaría una semana para digerir eso O_O

- Veamos...- Comienza a hacer cálculos mentales - Llevo montando en moto de forma clandestina desde los 12 - Rió - Aunque la primera propia que tuve fue a los 16 años. Esta preciosidad que teno ahora la compré hace un año - Le encantaba hablar de su afición - Comencé a trabajar como cazarrecompensas hace 2 años - Se puso más serio de repente - Necesitaba el dinero y me daba libertad para moverme de aquí para allá...

Hundió la cuchara al helado y lo sacó con un buen pedazo cogido... y se fue directo a la boca.

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¡Está riquísimo...! - exclamó, no muy alto, mientras seguía comiendo mientras escuchaba al chico.

Lo escuchaba mirándolo como si al mundo solo estuvieran él, ella, y el helado.

Pues... - tragó - el tiro te ha salido por la culata, si no piensas cobrar la recompensa que yo te daría - hundió de nuevo la cuchara y se la metió entera en la boca, tras unos segundos de tragar, volvió a hablar - Me caes bien - le miró y le sonrió con inocencia.

Tenía un poco de chocolate a un lateral de los labios - Yo como trabajo por el estado, él me paga. Aunque no puedo tener casa propia porque siempre me acabáis encontrando

Este helado está de vicio

Sonrió antes de darle un sorbo a su cerveza, al ver como la chica disfrutaba de su helado. Algo le decía que no iba a ser precisamente barata aquella montaña de glúcidos pero merecía la pena. - Hay gente más buscada y cuya cabeza me daría bastante más... - Sonrio sincero mientras le guiñaba un ojo- Además... - Estiró el brazo, limpiándole con una caricia la mancha de chocolate de al lado de la boca - Tú también me caes bien.

Tras sonrojarse levemente por el contacto del dedo de Tai en sus labios, Sasha sonríe y baja la mirada.

Sí, bueno, parece que hemos congeniado. Algo que no me había pasado nunca con nadie - ni siquiera con Ireth, que había tardado varios meses en hablar con ella.

...

Siguió con la mirada baja y con las mejillas sonrosadas, mientrs comía del helado poco a poco.

Cruza las manos sobre la boca para disimular una sonrisa enternecida al ver la reacción de la chica. Cuando era dulce era muchísimo más adorable que cuando era mona.

Ehhhh...sooooo Tai...Ésto podría ser peligroso...

Para un ligón y rompecorazones como era, el descubrirse mirando fijamente con una sonrisa boba a una chica y teniendo pensamientos sobre lo adorable que era...era una señal de peligro.

Pero es que es taaan monaaaa ^/////^

...

_ _U

- Con lo guapa y simpática que eres no me explico como no has podido congeniar con nadie ^^ - Dijo inocentemente.

Seguía algo nerviosa, pero sonreía con sinceridad. Se mordió levemente el labio inferior, en señal de estar pensando, y tras unos segundos miró a Taisei a los ojos.

Siempre he tenido muy claro lo qué hacía y lo que no. Es decir, cuándo estuve al Clan de los Zorros, sabía perfectamente el papel que estaba interpretando, no podía permitirme encariñarme con nadie, al fin y al cabo mi intención era meterlos a todos entre rejas o... - se metió una cucharada de helado a la boca - bajo tierra - terminó de tragar el helado y volvió a mirar el chico - Así que siempre estaba en silencio siendo la mecánica de todos y demás... así podía espiarlos sin que ni se dieran cuenta - sonrió divertida - Parece que cuando la gente ve que no hablas... se creen que tampoco escuchas.

Se encogió de hombros.

Y luego ya te conoces la historia, escapando de los cazarrecompensas y de la organización Matsugami, no tenía mucho tiempo de hacer amigos.

- Mira que pueden ser pesados estos cazarrecompensas... - Puso gesto de fastidio y después rió bromista. Dió un trago a la cerveza y se recostó en la silla en una postura relajada. Era curioso como hacía poco más de una hora solo la veía como una recompensa andante y ahora...

Oh no Tai... No, no, no... Oh...NO, NO, NO,NO.... Ibas a pensar "me gusta", Tai...

- Me parece que no me equivoqué al no irme detrás de la casa en las Maldivas... - Dijo intrigante.

¿¡Y me lo dices tú que eres el más pesado de todos!? - le pregunta, estallando en carcajadas.

Deja de reir, pero sigue mirándolo divertida y contenta. Llena su cuchara de helado de chocolate, y sin previo aviso y con mirada maléfica se lo enchufa a Tai dentro de la boca, quedando las caras de los dos jóvenes bastante cerca... Sasha saca la lengua.

¿A qué está riquísimo? - le pregunta, cambiando su mirada por una de más inocente.

Tai no se esperaba la inminente cucharada de chocolate por lo que casi le golpea en los dientes, por suerte abre la boca justo a tiempo. Mientras saborea el helado se acerca incluso más a Sasha, quedándose a escasos centímetros de ella. - Fantástico... - Dice casi en un susurro mirándola fijamente a los ojos.

Sasha no se aparta, sigue manteniéndole la mirada, con inocencia.

Ha sido un beso indirecto, ¿sabes? - comenta, levantando la cuchara a modo de explicación - Es una chorrada que decíamos cuando era peque - se ríe.

Sigue sin apartarse.