Partida Rol por web

Despacio, vas acercándote hacia los gritos desde arriba. Los gritos paran. Y tú, moviéndote con cuidado mientras trepas, ves que debajo de tí, a la entrada de una cueva, se encuentra Beyoncé, que tiene tajos por todo el cuerpo y que ha muerto por un cuchillazo entre ceja y ceja. 

Lady Gagá, llevando un impermeable y cantando, toma el cuchillo y comienza a desollarla. 

Ah... has sido una chica mala, una chica muy muy muy mala, Honey Bee 

Pero justo en ese momento resbalas, pierdes pie y ves como el suelo se acerca hasta precipitarte a unos metros a la derecha de la diva peletera. 

Lady Gagá comenzó su macabra tarea con el cadáver de Beyoncé. No se mancharía mucho de sangre pues tenía su impermeable. Pero, cuando apenas había empezado, notó que alguien resbalaba y caía a unos metros de distancia, desde su posición unos metros más arriba de la ladera de la montaña. ¡Rihanna!

—¡Otra negra desteñida! —gritó, extática. Decidió que dejaría el trabajo del abrigo para más tarde y arrancó la pistola de la mano inerte de Beyoncé—. Esta también viene a por mí, pero de esta no soy amiga. No pienso tener tanta piedad... 

Apuntó hacia Rihanna y no dudó un solo segundo en dispararla sin mediar más palabra.

Al fallar, se llevó una mano a la boca.

—Ups... tendré que usar otra estrategia.

Gagá disparo con el pequeño revolver de Beyoncé... para fallar igual que la diva muerta había fallado al dispararle a ella. ¿Estaría gafada el arma?

Evangelio de Rihanna 2:5

No es fácil caminar perfecta y sensual, con cierta lordosis buscada para alimentar el morbo de las cámaras ocultas y drones, y al mismo tiempo andar con agilidad. A ver, quien algo quiere algo le cuesta, y lo que no iba a hacer era ponerme a dar trompicones y jadear como una mundana cualquiera. Hasta para esconderse y caminar por el monte hay que tener clase. Clase es sacar culito en el momento adecuado, sí. También es agacharse estratégicamente, despacio y marcando todo. Y acariciarse los muslos cuando toca.

Todo es mejorable, hasta un paseo por la mierda.

Así que, joder, es natural que acabara haciendo una elegante aparición al lado de Lady Gaga. La vi de lejos y quise acercarme con cuidado. Puta demente.

Puta.

Demente.

De.

Mierda.

Estaba ahí despellejando a la pobre Beyoncé, haciendo tiras del árbol caído. Como si no bastara con asesinarla en la isla de la mierda y la sangre. No. Esa zorra se estaba ensañando.

Pero no me sorprendió. Nadita.

Hija de puta. Si tenía que preocuparme con alguna de todas ellas, tenía que ser con Gaga. Porque esa no era normal. La dulce Britney estaba como una chota y se rapaba por arrebato, pero era entrañable. Madonna tenía el resentimiento atascado de una vieja apartada, se podía entender. Lana sin duda tenía afición por cortarse las venas por vicio. Hannah Montana se creía atractiva. Es decir, era toda gente con cierta mierda interna, pero no necesariamente asesinas en serie.

Pero es que la tipa esta era una que se vestía de filetes. Porque sí.

Y alguien que hace eso no puede estar ni medio normal. Porque no.

Es decir, si tengo que elegir a alguna de estas como candidata de psicópata desatada, esa era Gaga. El mundo había tenido suerte de que se quisiera dedicar a ser una puta mamarracha y conquistar el mundo del entertainment, y no meterse a política y desatar un Reich. No sé, es un ¿tía? que cree haber inventado algo, cuando el escandalizar con pelucones y personajes ya estaba más que visto antes de que naciera. Pero es que no había ni dios con cojones de decírselo.

Porque tiene una legión de fanes abducidos que se sienten tocados en el corazón por «alguien diferente que nos acepta como somos». Es decir, monstruosos.

Porque es una tía que se viste con despojos.

Y sentirse tocado por alguien así es estar muy mal.

Se viste con carnaza.

Quizá para desviar la atención de su nuez de travelo.

Y seguro que para desviar la atención de que sin vivir en un carnaval perpetuo ni su puta madre le haría caso en la industria. No como yo, que soy toda clase y pura música. Calidad y piel caramelo. Y unos muslos para morir por ellos. Que te mueras tú, pajillero, no yo. Yo te dejo verlos y soñarlos.

Es una tía que seguro que decora su casa con cabezas de muñecas con los ojos recortados a tijera. Y que pasa el rato disecando fetos para darle mojama a los perros.

Algo así. Seguro. Natural que nunca haya querido hacer un featuring con ella, joder. Todavía hay estilo y clase, coño.

Una tía así no tiene filtro y su hábitat natural es una isla donde el asesinato está en prime time. Si partimos de esa base ya se dice todo sobre mi situación. Y la hija de puta lo demuestra disparándome sin saludar, que la pobre Beyoncé todavía debía estar latiendo y esta perra ya quería más filetes para su disfraz.

Porque estaba claro que esa zorra quería hacerse otro vestido de gala para los premios Jack the Ripper. Pero yo le iba a regalar un traje de sangre. De su propia sangre.

Con cariño, gagá. Porque a gente como tú más vale tenerlos lejos. Ya demás de esto va el concurso. De hacerte picadillo.

Get dem haters out your circle
Smile in your face but all they wanna do is bring ya down
See them try to mess to hurt you
And work you
Anything to bring ya down

El disparo pasó de largo, caminé hacia atrás, eché mano de una granada, tiré de la anilla con una sonrisita, dejé pasar un par de segundos y la lancé contra su cabeza.

Espero que te pique, Lady Rara.

Soltó un grito de horror al ver la granada y no tardó en saltar para esquivarla y acabar fuera de su radio. Rodó en el suelo hacia el exterior de la cueva, acercándose a Rihanna y mientras intentaba recomponerse para poder atacarla, le gritó.

—¿Pero tú quién coño te crees que eres?
 

La granada golpea a Gaga, que se lleva un chichón importante. Lo bueno es que ahora podría ponerlo de moda con algo de purpurina y unas pinturas. Sería una Gagacornio, o algo así. En toda América habría adolescentes y niñas dándose pedradas en la cabeza para ser como Gaga. Lo malo es que la granada no explota, sino que empieza a soltar un gas que irrita los ojos, la nariz y la boca de las presentes. El gas se acumulaba en la cueva y costaba respirar, había que desalojar o se asfixiarían ahí dentro.

Con destreza sobrehumana y habiendo esquivado la granada y desalojado a toda velocidad el área de entrada a la cueva donde se acumulaba el humo...

Bueno, unas pocas lágrimas...

... Lady Gagá se preparó para luchar contra Rihanna, que la atacaba dispuesta a llevarse el premio gordo. El de sobrevivir y quedarse con las fortunas de las demás.