Partida Rol por web

Después de la ceremonia regresas a la cantina a esperar aburrido a que tus compañeros regresen. Algunos pilotos y mecánicos están allí charlando tranquilamente hasta que la voz del teniente Gaeta se escucha por la megafonía de la nave:

-Atención, condición 2 en toda la nave. Esto no es un simulacro.

-Joder, justo hoy- maldecia mientras miraba a todos sitios hasta centrar la vista en el otro grupo que había en la cantina. -¿A qué coño esperais? Vamos, todos  a correr a ver que coño está pasando- gritó mientras aceleraba el paso hasta los barracones, a ver si podía enterarse qué coño pasaba.

En la cantina de Galáctica apenas había gente. Solo unos cuantos marines fuera de servicio en un rincón y a Crashdown sentado sólo en una mesa. El joven levantó un pequeño vaso mientras hacía un brindis a la nada.

-Por lo último que queda de la humanidad -murmuró antes de apurar el licor de un único trago.

Boomer se acercó al decaído Crashdown. Su ánimo no estaba mucho mejor. Pidió un trago para sí y se sentó a su lado levantando la copa a su vez.

-Por lo que queda de la humanidad- de un trago apuró su copa. No estába de ánimo para conversaciones pero sentía que necesitaba compañía. Eran de los últimos supervivientes, apenas un puñado de seres escapando en medio del vasto universo, amenazados de extinción, cuando apenas unas horas antes el mundo parecía eterno.

-¿Sabes que va a pasar? ¿Apollo ha dado alguna orden?- a pesar de su desgano tenía que forzar una conversación. No quería estar sola, no podía estar en silencio. No podía estar sin hacer nada.

-Apolo está de patrulla con Kat y Starbuck -dice Crashdown sirviéndose una nueva ronda. Dudó durante un momento antes de llenar el vaso de Boomer también-. Me dijeron que cazaron a un pájaro de los cylon. Al parecer estaba escondido cerca de la estación.

-Espero que le hayan llenado el culo de balas.- Las imágenes de la estación convertida en miles de pedazos de basura galáctica, la explosión de los vipers de Strabuck y Kat, la aparición de ese monstruo metálico se sucedieron ante sus ojos haciéndola estremecer. -Llena mi copa otra vez. No creo que pueda dormir si no.

Crashdown vuelve a llenar ambos vasos y los dos pilotos brindan silenciosamente. Entonces por la megafonía interna de la nave se escucha:

-Teniente Valeri, piloto Quartararo, preséntense en el hangar inmediatamente. Repito, teniente Valeri, piloto Quartararo, preséntense en el hangar inmediatamente.

La teniente apuró su copa antes de levantarse. Sentía un leve mareo pero estaba segura que se debía al cansancio más que a la bebida. Habían pasado muchas horas desde su último descanso.

-Vamos Crashdown, no hagamos esperar a los jefes-

-Ya hemos dejado vuestro paquetito en el Hangar -bromeó Boomer al ver llegar al trío-. El jefe tendrá trabajo cuando regrese de Ragnar.

Kat asintió con una sonrisa a las palabras de Boomer. Gracias, Boomer, lástima que no hubiera más cylons por allí para acabar de probar el sistema de armas.

Voy a aprovechar este rato de reposo para darme una ducha, que parece que se haya muerto alguien dentro de mi traje.

Lee fue a la cantina acompañando a Kat y Kara más que nada por saber cómo estaban los animos entre los pilotos. Aunque lo que realmente quría era tratar de averiguar algo más de lo que pasaba. Esperaba luego poder hablar con su padre y que este le informara.

Cuando llegaron ya estaba Boomer.

Me alegra oir eso.
Si esa nave era cylon cualquier cosa que averigüemos de los restos nos será util. Me extrañó que no intentase dispararnos. Parecia armada.

-Por el aspecto parecía una nave de transporte ¿No has pensado en eso, Apolo? Si estaba ahí acoplada tal vez era para desembarcar algo.

Bueno, pues si han desembarco algo o alguien en la estación, para eso están los Marines, apunta Kat a punto de salir en dirección a las duchas.

Lee asiente ante el comentario de Boomer y de Kat.

Sí, yo también pensé lo mismo e informé a Galactica cuando vi los restos. Habrán tomado medidas para ello no te preocupes. Como bien dice Kat, para eso están los marines.
 

Kat se despide de vosotros y se marcha a las duchas. Sólo quedáis vosotros cuatro alrededor de la mesa.

-¿Será verdad lo que están diciendo ahí fuera? -pregunta Boomer-. Sobre lo de que todas las colonias han desaparecido y que ha estallado la guerra de nuevo.

Kara llegó y fue directo a la barra en busca de una botella de licor y vasos para los demás. Mientras Kat se despedía y Apolo comenzaba a conjeturar, se sirvió una medida que bajó de un trago y luego recién, se acercó a la mesa con los demás.

-Pues no tengo ni puta idea de lo que está ocurriendo ahí afuera. Pero te puedo asegurar que si esos cabrones de hojalata han venido por nosotros, pienso patearles bien el culo.- Sirvió las cuatro copas y volvió a apurar la suya.

Lee cojió uno de los vasos que sirvió Kara y lo bebió poco a poco.

Despues de la preocupante pregunta de Boomer, la respuesta de Kara levanta un poco el animo.

Han habido muchas bajas. Pero quiero creer que hay más convoys de naves como el nuestro. No podemos ser lo único que queda de los humanos.

-Pero, ¿y si así fuera? Pensadlo por un momento. Este grupo de naves que se esconde dentro de una tormenta electromagnética sería lo único que quedaría de una civilización de miles de millones de personas. Borradas de un simple plumazo. Es como para volverse loco -Boomer agarró su vaso y lo vació de un trago.

-Vamos a sobrevivir. ¡Por todos los Dioses de Kobol que no nos acabarán estas máquinas de mierda! Después de todo las creamos nosotros. Nunca podrán superarnos- Kara se veía realmente cabreada. Las palabras de Boomer expresaban lo que ella intentaba negarse a sí misma y lo único que podía hacer era maldecir y embriagarse para no pensar. Pues si se ponía a ello tendría que asumir que estaban realmente jodidos. Si todo lo que quedaba de la humanidad eran esas pocas naves que se habían refugiado en la nebulosa, la extinción de los hombres sería en breve una realidad.

-¿Jugamos cartas? ¿O ya se cansaron de perder contra mí?- sonriendo de costado, buscó un puro en su chaqueta y lo encendió. Ahora sólo quedaba beber y olvidarse de todo por un rato.