- Era la gran sanadora de mi gente... - revelando su lugar en el culto de Chalana
Sabiendo eso, puede quedarte claro que no es la mejor asesina que podian enviarte, pues su culto les prohibe matar seres inteligentes.
- ...en cuanto a Ernalda, tan solo le rezaba por las creencias de mi padre en ella.
El senador mira a la esclava sin decir una palabra por un tiempo prudencial. Luego sin mediar palabra le abofetea, sin demasiada fuerza, en ambas mejillas
- Como te dije, no me gusta repetirme. No vuelvas a olvidar el tratamiento de domine. Y cuando te diga que hables sobre un tema, hazlo. Te pregunté si habías tenido hijos. Dos veces. También te di la oportunidad de que me preguntaras si tenias mas dudas sobre este lugar y sobre lo que espero de ti - el senador tras hablar toma con suavidad a la joven por la barbilla- ¿Lo has entendido, esclava?
- Si, Dominus... - con falta de pasión en la voz - no tengo hijos, ni creo querer preguntar nada más, los actos dicen más que las palabras Dominus
Se mantiene en su lugar
El tono del senador se hace mas suave ahora
- Y en eso cometes un error. No se trata de que yo pueda o no engañarte con lo que te diga. Es que preguntando puedes saber mejor lo que se espera de ti, y lo que te vas a encontrar. Y eso puede ir en tu beneficio. - hay un silencio- Anhara, se que es difícil. Has sido una líder de tu gente, alguien de prestigio. Y ahora tu posición jurídica es la misma de un animal, y tu amo puede hacer contigo lo que quiera. No soy un monstruo. Se lo que te pasa por la cabeza. Pero eres un botín de guerra, y estar viva tiene como precio tu libertad. Ahora, por última vez, y piensa tu respuesta, ¿seguro que no hay nada más que desees preguntarme?
- En mi tierra ni el mayor de los villanos se atreve a levantarle la mano a una sanadora de Chalana Arroy por miedo a que le niegue sus dones y le deje caer en las garras de Malia - advierte - ni tampoco vuestra novena legión, que tanto tiempo ha pasado en nuestra frontera, Dominus - añade suave, al final
Niega
- Nada más, Dominus - bastante más distante que antes del golpe
El senador no responde de inmediato, y se pasa la mano por el mentón
- ¿Y eras tú la que sabía cual era su lugar? De todas maneras tienes razón. Una gran sanadora de Chalana Arroy es alguien de gran importancia, y si fueras libre, te trataría como mi invitada. Estuviera o no en tu tribu. O en tu casa - Primus Decius Curio niega con la cabeza- Pero no eres libre, eres mi esclava, y una esclava no puede tener dignitas, que es lo que reclamas, Anhara. De todas maneras... ¿no has sido enterrada viva?, ¿no te han despreciado lo sufiente para no golpearte, no porque no te lo merecieras, sino porque eras solo una mujer?, ¿no te han usado para el lecho los guardias de un mercader de esclavos?, ¿no acabas de ser vendida como esclava? Si, en algo tienes razón: los hechos valen más que las palabras. Te dije cuando te iba a castigar, y cumpliré lo que te dije. - tras estas palabras da un par de palmadas, y la esclava pentana de antes aparece- Llevala. Que la limpien y le den ropas apropiadas para ser exhibida. Traedla a la sala de banquetes a la hora de la cena. La presentaré entonces a la familia
Se retira con la otra sirvienta para ser preparada. Sin responder a tus preguntas.
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Unas horas después Primus Decius Curio se encontraba en uno de los lugares para banquetes de la domus. Tanto él como su esposa como sus dos hijos se habían tendido en los triclinium y conversaban animadamente sobbre los espectáculos de gladiadores y sobre los acontecimientos que, relativos a la guerra, llegaban del frente. Varias de las esclavas bailaban para ellos, y esperaban que el banquete de la cena les fuera servido
Mientras disfrutabais de una velada distendida, la nueva esclava llegó adecuadamente preparada por las otras, que ya conocían bien tus gustos.
Su mirada seguía baja, no parecía una de esa esclavas que causan demasiados problemas... aunque a veces la inteligencia tambien era peligrosa.