Partida Rol por web

La estaca se clava en su brazo y comienza a caer la sangre. Por unos pocos centímetros no dio donde tendría que haber dado en el pecho. La herida del brazo se cierra apenas sacas la estaca.

Notas que es una estaca preparada. Es de plata, por lo que debe conocer de ustedes. Sabes que tenes que andar con cuidado.

Lo tenes encima tuyo y te cuesta moverte. Pero tenes otra carta escondida. Con suerte puedas atacarlo y terminar matándolo de una vez. Si no te arrepentís en el ultimo momento. No sabes a que puede llevar la situación. Las palabras de tu madre resuenan en tu cabeza.

"Mata a todas esas criaturas Catherine... Matalas a todas..."

Te dice con su voz llena de autoritarismo.

Cuando ve que se le tira encima, y que había calculado mal el tiempo, Cat empieza a sentirse nerviosa. Eso, sumado a la proximidad de él, hacían que su adrenalina aumentase hasta niveles imaginables...

Se está enfadando, quiere salir de ahí, se siente agobiada, pero a la vez desea que la situación no fuese de esa manera...

Una voz resuena en su cabeza... "Matarlos a todos... Eso es lo que debes hacer..." No debía entretenerse ni distraerse....

Poco a poco, sus ojos van tornándose verdosos, cada vez más... Apretando los labios, la joven mira a la bestia que tiene sobre sí...

-Nunca vencerás... Nunca...-intenta soltarse, tenía que pegarle en la herida que se cerraba, o simplemente volver a clavarle la estaca.... Pero aquéllo estaba resultado más complicado de lo que pensaba...

Sobre todo sintiendo esa fragancia que emanaba de él y que la atontaba un poco más...

No es en si el tiempo lo que pasa, sino que Bones ha reaccionado bastante rápido. Demasiado. Demasiado varonil en tu rostro, en tu boca, en tu interior. Quizás quiere despertar ciertas sensaciones en tí.

- No quiero vencer, gatita. Si gano, ambos ganamos - cuando retira los labios de ti. Parece que le ha gustado - Pero esto no significa nada.

Con una fuerza que no puedes combatir pone tus brazos a tu espalda.

- Podemos hacerlo a las malas o a mi manera, cielo. Pero te aseguro que de ambas disfrutaré. La pregunta es si quieres disfrutar tu.

Con una facilidad propia de levantar una pluma, pega tu torso al suyo. Su frente es duro como la piedra, anguloso y musculado. Su presencia sobre ti es sobrecogedora, sensual y cálida. Por un instante podrías pensar que no desea hacerte daño.

Gira y todavia con la presa sobre tus manos a la espalda, te tumba sobre sus rodillas y se sienta en el lugar del piloto.

- ¿Vas a estarte quieta? ¿O prefieres que te deje inconsciente?

Una mano sujeta tus muñecas, y la otra, de repente empieza a explorar todo tu cuerpo. Tu espalda, tus costados, la entrepierna el pecho... hasta que da con lo que busca.  El tacto de sus manos fuertes sobre ti debería provocar oleadas de calor desde el interior. Pero no era más que un cacheo demasiado intimo. Cuando me hago con la estaca la tiro por la ventana.

Esta tocándote. Sin duda se esta aprovechando de vos. No podes permitir que te trate así ni que haga lo que quiera con tu cuerpo y menos con tus armas. Por suerte lo que tiro fue la estaca de madera, la cruz todavía la tenes.

No podes controlar tus ojos. Sentís como la ira crece en tu interior por su burla constante hacia vos. No podes permitírselo. Es hora de demostrar quien manda.

Ves como sus ojos se ponen verdes. ¡No puede ser! ¿Acaso ella es...? Pero es humana... tiene pulso. Su corazón late, esta tibia. Algo no esta bien. No podes evitar estremecerte con aquello.

Cat siente de manera irrefutable cómo ese vampiro la estaba haciendo perder los estribos..

No logra controlar sus ojos, el único signo de que ella no era del todo humana, estaba fuera de sí: se transformaban y se volvían verdes más que verdes.

Aquél toqueteo constante la estaba entre mareando, dejando con ganas de actuar, y con serios deseos de matarle. Emite un leve gemido cuando la toca, pero, no más allá de ello sale de entre sus labios. Abre los ojos de forma casi exagerada, y sus labios se tuercen en un gesto de desprecio:

-¡Suéltame! ¡Ahora!-Intenta deshacerse de sus manos, luchando contra el instinto que le dice de "dejarse llevar"-¡Suéltame y prometo no hacerte sufrir!

Puede que sus manos estuviesen apresadas, pero sus piernas no. Con un esfuerzo casi sobre humano, le pega una patada donde puede, para distraerle y soltarse así...

Además, ahora que se había delatado, era posible que él no se lanzase a por ella de esa forma...

Al lograrse deshacerse de la prisión de sus manos, saca la daga-cruz y la empuña, poniendo distancias entre ambos: 

-¿No te han dicho nunca que está mal tratar así a las mujeres? Acércate y te juro que reducirás tu esperanza de vida a un 1%...

Estaba cabreada, muy cabreada...

Y aunque quizás en otra situación le besaría con pasión, esta vez el odio y la rabia habían ganado, por lo que, aprovechando la situación, se baja rápidamente de la camioneta, y alerta, intenta buscar también la estaca... 

Suelto un suspiro de cansancio, como si la situación me aburriese, pero me fascina ver ese verde profundo en sus ojos de doncella.

Casi la dejo que me de una patada, la curva de su nalga me ha distraido, pero cuando consigue salir de la camioneta, aparto de un manotazo indolente la daga y antes de que su ojo lo perciba estoy encima de ella.

Cat boca abajo en el suelo y yo encima de ella, con toda la largura de mi masculinidad envolviendo su espalda y sus piernas.

Mi antebrazo se coloca en su nuca y mis manos comienzan a apresar las muñecas de las suyas, esta vez con menos humor

- Te dije que no me cabrearas Cat. No quería hacerte daño.... pero... no me dejas mas remedio. Te lo vuelvo a preguntar. ¿Te vas a portar bien o te dejo inconsciente?

Arranco una de las tiras de la manga y con mi cuerpo encima presionando paso la tela por las muñecas varias veces haciendo un nudo recio.

Mis piernas se pasan por sus muslos y se las abro

- Podría hacer contigo lo que me diera la gana ahora mismo y no quedaría más de ti que una sombra de lo que eres. Pero eso me haría ser el monstruo que deseas que salga ¿verdad? - el aliento vuelve a ir su oreja y vuelven a ser palabras con una fuerte carga de sensualidad.

La mano que ha terminado de anudar la tuya, comienza a explorar tus hombros y baja a tus pechos

- Pero no te voy a dar ese placer. El de obtener placer haciéndote pasar por victima. Prefiero que me ruegues por el deseo que no vas a volver a sentir con nadie

Arranca otro trozo de manga y ahora notas como con una mano te sostiene el cuello hacia abajo mientras se retira de ti y cambia de posición sujetando tu espalda con su pierna y anudando tus tobillos.

Cat cierra los ojos...

Ya no podía... No podía...

Sin previo aviso, sin mediar palabra, sin hacer cualquier sonido, la joven alza la cabeza y besa de forma apasionada a su captor. Pasa su lengua por los labios de él, despacio, la mete dentro de su boca, y luego muerde sus labios jugueteando de forma perversa...

Durante un buen rato está así, besándole de forma salvaje, lamiendo sus mejillas y pasando a su oreja, mordiéndola leve.

Luego se retira despacio, y le mira, para volver a besarle, esta vez más suave, pero con cierto rastro de ansias...

-Suéltame... Suelta mis brazos... Será más divertido si lo haces... Suéltame...-Sigue besándole...-Quiero tocarte... Suéltame...