Partida Rol por web

Dellanie observó con diversión la respuesta de las hadas ante la regañina de Sayna, viendo como se zafaban momentáneamente desapareciendo hacia el suelo. Sin embargo les perdió el rastro por completo cuando su mentora captó toda su atención, girándose hacia ella y observándola con detenimiento. Depositó cuidadosamente una mano en la nuca de la elfa por tal de corresponder aquellos besos con cierta pasión, únicamente deteniendo el roce de los labios para replicar con un tono juguetón.

—Vaya, pensé que esto trataba de apaciguarlos a ellos, no a tí —dijo guiñándole un ojo, sin perder de vista su figura. Lo cierto es que apenas miró de soslayo a los cuerpos que habían tomado los espíritus, fuera porque obedecía las palabras de Sayna o por que había quedada prendada de la visión de su cuerpo. Tardó apenas unos instantes en alargar una mano para tantear uno de los pechos de su compañera, presionando con delicadeza el pezón con el pulgar, para luego tirar con suavidad del mismo buscando estimularlo— Tú también eres bien sensible, ¿verdad? —preguntó retóricamente de manera sensual, buscando avivar la llama del deseo— No te preocupes, soy tu aprendiz, por tanto me debo a tí —expuso en un fingido tono servicial, mientras aproximaba los labios al pecho opuesto, por tal de besuquear su sensilidad, observando el rubor que empezaba a invadir el rostro de su guía.

Sólo interrumpió aquello para corresponder sus besos, sintiendo un cosquilleo en el estómago y como empezaba a cruzar una línea de no regreso. Deslizó la diestra entre los cabellos de su compañera, en parte para afianzarse en aquella situación, en parte para repeinarla suavemente.

—¿Qué puedo hacer por tí, maestra? —articuló en tono bajo, fingidamente respetuoso. Estaba claro que Dellanie se lo estaba pasando bien y que a esas alturas ya estaba más que juguetona.

Aunque aún seguía vestida, su vientre y gran parte de sus brazos y piernas estaban a la vista. En los últimos movimientos se había terminado de posicionar sentada sobre sus talones, aunque inclinando su peso hacia su mentora, ofreciendo una buena vista trasera a quien se encontrara detrás, y ofreciendo su escote a quien se estuviera delante. Su piel, aunque había tomado algo de color fruto del entrenamiento en el exterior, seguía contrastando con sus oscuros cabellos, además de sus ojos negros, que miraban con devoción a su amante. Una ligera nota de rubor empezaba a cubrir sus mejillas, si bien el deseo seguía pintado en su expresión.

Sayna cerro los ojos en cuento noto como jugabas con sus pechos, sentía tus labios recorrerlos y tus manos apretándola, tanto que ella misma también se estaba poniendo cariñosa, dejo de besarte para que te pudieras concentrar en disfrutar de su cuerpo mientras ella misma te ayudaba a quitarte la ropa. Empezó quitándote la parte de arriba, dejando tus pechos balancearse mientras observaba como las “hadas” se ponían nerviosas ante lo que estaban viendo, la perspectiva de tus muslos y de tu culo marcado por el cuero era algo que las estaba volviendo locas, tan solo Sayna las mantenía a quietas. -Disfrutar…-Susurro esta mientras pasaba una mano por tu mejilla. -No te preocupes por nada...tu solo disfruta conmigo...te va a gustar lo prometo.

Las manos de Sayna pasaron por tu cintura también, bajándote los pantalones hasta las rodillas dejando que tu misma te los quitaras si te molestaban, pasando sus delicados dedos por el borde de tu ropa interior tentándote riendo suavemente antes de indicar a las criaturas que se acercaran. Notaste unas manos suaves pasando por tus nalgas, se podía definir como unas manos frescas por alguna razón, como si estuvieran mojadas con agua, una lengua pasaba por tu zona lumbar mientras otra pasaba por tu vientre, no sabias si era el del hombre o el de la mujer pero lo mismo pasaba con Sayna, dos espíritus para cada una y ambas estabais siendo mimadas a su manera mientras la elfa te distraía con caricias y besos.

Arranco un gemido de sus propios labios cuando pasaste los labios por una zona sensible, acariciando tu nuca antes de tomarte de los hombros y con una ligera vuelta quedar ella encima de ti y tu debajo, sentándose en tu zona pelvica mirando hacia atrás, hacia las criaturas. -Con cuidado, no seas ansiosas eh. -Las riño antes de volver a bajar hacia tus labios notando como dos cabezas, el de las mujeres, juguetonas se acercaron a tus pechos y tomaron un pezón cada una, notabas su lengua dando vueltas alrededor de ellas mientras los hombres hacían lo mismo pero con Sayna, haciendo que la propia elfa gimiera de placer.

A medida que pasaba el tiempo, Dellanie se puso más melosa. Buscando el contacto con el cuerpo de Sayna y tentando continuamente sus pezoncitos, sus atenciones estaban puestas en acariciar y complacer a su mentora. Su rostro empezaba a adquirir ese rubor característico de aquellas circunstancias: no había esperado aquella intervención directa de los espíritus tan pronto, pero no podía negar que aquello era de su agrado. Su cuerpo reaccionaba: su suave piel empezaba a desprender cierto calor producto de la excitación, del mismo modo que las hadas podrían notar los salientes de su busto tomar mayor más consistencia, endureciéndose.

—S-sí, disfrutar... esta es una lección agradable... —bromeó por lo bajo, aunque su tono de voz había disminuido, hablándole en almibarados susurros— Espero no decepcionarte —mostró la lengua a Sayna, a medida que ésta se colocaba encima. Le cedió la iniciativa inicialmente, si bien empezó a acariciar el costado de su maestra hasta toparse con sus braguitas, momento en que empezó a tirar juguetonamente de las mismas, dirigiendo la mano despacio hacia su sexo. Las yemas de sus dedos acariciaron en un gesto lento pero inexorable la cara interior de los muslos de su compañera, y si no encontraban freno seguramente acabarían recorriendo sus labios inferiores en oscilantes movimientos verticales, tras colarse bajo la ropa interior.

Su respiración se tornaba algo agitada cuando aquel magreo comprometía los puntos de su cuerpo más sensibles, y es que no había disfrutado de aquel tipo de contacto desde que había llegado a Elsmera, más allá de algún jugueteo previo que había sucedido ya entre ambas y del cuál tenía ciertas lagunas.

-No lo hara….aaas...mhn…- Se mordió el labio cuando metiste la mano por sus braguitas, podías notar algo de vello, un triangulo encima de su vagina pero no era desagradable, notaste los labios vaginales bastante cuidados y era curioso porque apenas se separaba de ti, quizás usaba algún truco o algo por el estilo. Jadeo, la notabas caliente y movió de forma insinuante la cadera mientras la acariciabas, tomando tu mano con la suya y mirándote desde arriba te acompaño la mano hasta su vagina para que la pudieras sentir bien. -Te gusta?- Pregunto la elfa pero para poder concentrarse chasqueo los dedos y dos de los espiritus estallaron en una cortina suave de flores quedando tan solo un macho y una hembra. -Tendréis que conformaros, tantos nos distraían...mhn...aqui.

Bajo la cadera y su silueta haciendo que ambos pechos quedaran unidos, frotandose un poco mientras notabas dos cosas, la primera era que la propia Sayna te estaba abriendo las piernas desde su posición y la segunda de como el macho de planta se estaba acercando a vosotras dos. Una risa cristalina salio de Sayna mientras te susurraba. -Después te comeré yo…- Notabas como la mujer de planta se metía entre tus piernas y sin pedir permiso te retiraba las braguitas dejándolas a un lado, solo tomando la tela para poder lamer tranquilamente, si oponías resistencia Sayna te mantenía las piernas abiertas para que te relajaras ya que no iba a hacerte nada malo, solo quería atención.

La lengua de la criatura de hierba era igual que una lengua humana, pasaba por tus labios vaginales y muslos buscando tu humedad antes de hundir un poco entre ellos para sorber parte de los fluidos. Mientras la hembra se ocupaba de ti, el macho se coloco en una posición en la cual el miembro verde se había puesto entre ambas. Saina le dio un pequeño beso en el glande mientras te miraba traviesa. -Lo compartimos?

—Claro que me gusta, me gustas toda tú —contestó rápidamente a medida que se sonrojaba aún más. Sus gestos se volvían algo más descontrolados, pues estaba claro que Dellanie era fácil de excitar. O por lo menos carecía de un autocontrol demasiado desarrollado. Dejó que guiaras su mano, de manera en que recorría cuidadosamente tu sexo una y otra vez, si bien apenas cobró suficiente confianza, trató de colar un par de dedos en tu interior, acariciando a la altura del clitoris con el pulgar, con un movimiento bastante preciso. Quizás la francesa no había tenido mucha experiencia con mujeres, pero conocía su propio cuerpo y trataría de aplicar ese conocimiento al de su mentora.

Dió un pequeño respingo cuando el par de espíritus se desvanecieron inesperadamente para ella, sin embargo ensanchó un tanto su sonrisa, depositando un nuevo beso, ahora en tu cuello.

—P-podrás hacer como quieras... —dijo antes de escapársele un pequeño gemido, cuando aquella mujer se coló entre sus piernas buscando rápidamente su intimidad. Apenas percibió como su lengua la acariciaba por primera vez, su sexo se humedeció con mayor intensidad, a medida que sus piernas temblaban muy suavemente— S-sí... veremos qué le cuesta estallar —expuso bastante divertida, antes de inclinarse y lamer y besar la bolsa del varón. Poco a poco ascendería con pequeños chupetones por el tronco, con el objetivo de finalmente besarte, manteniendo el glande del espíritu entre los labios de ambas.

Arrancaste un gemido de la elfa cuando metiste los dedos en su vagina, notabas lo estrecha que era por dentro y como los fluidos bajaban por tus dedos como si fuera un bálsamo, al principio la cadera de Sayna se movió para incrementar ese placer antes claro de que tuvierais que ocuparos de las espíritus, desde tu posición era muy complicado el tocar su coñito. -Así...que hermosa...dejame incrementar ese placer, creo que te gusta la iniciativa, aprendiz. -Te tomo de las dos muñecas y las puso encima de tu cabeza, sujetándola solo con una mientras compartía el miembro verde contigo, dejando una mano libre para poder mover el miembro y que no se escapara de vosotras.

El momento era erótico a mas no poder, ambas compartíais el sabor del espíritu que era agradable, estaba entre afrutado y salado, una sensación agradable al paladar y bastante liso al pasar la lengua. Sayna te devolvió el beso justo en el glande, pasando la lengua por la tuya antes de fundirse en un beso pervertido, volviendo a atender al espíritu que estaba de lo mas inquieto por ser atendido por dos mujeres tan hermosas. Con iniciativa, los labios de Sayna envolvieron el miembro tragándolo con facilidad, llegando hacia la mitad haciendo el movimiento de felacion durante unos segundos antes de sacarlo con un jadeo y con la mano ofrecértelo a ti. -Has estado con muchos hombres?- Pregunto la elfa ayudándote a complacerlo.

Mientras todo esto pasaba podías notar como dos dedos entraban en tu vagina, masturbándote suavemente sin ser demasiado brusca mientras la lengua continuaba con su juego casi parecía que cuanto mas lubricaras mas te lamia como si quisiera alimentarse de tus fluidos.

—¿Puedes juzgarme por ello? —preguntó ante tu afirmación, risueña. Si bien dejó que detuvieras sus movimientos, se le estaba haciendo complicado alcanzar tu sexo, por lo que aceptó que desplazaras sus manos hasta posicionarlas encima de su propio cabeza. Aprovechó la situación para seguir atosigando a besos, lametones y pequeños chupetones el tronco del varón, que tan inquieto se encontraba ya— Tuve un... —tomó algo de aire, dejando escapar un suspiro de agrado— Un novio hace un par de años. Aunque tampoco hicimos tantas cosas.

Pasó la lengua por tu mejilla mientras te esforzabas en abarcar el sexo del espíritu, dándote un pequeño mordisquito en la oreja, antes de dejar escapar un gemidito en tu oído. Sin duda la otra hada estaba haciendo bien su labor, pues pronto osciló su pelvis de adelante hacia atrás insistentemente, buscando sentir más de su lengua a medida que se sentía cada vez más encharcada.

—¿Me... me toca? —preguntó burlonamente al ver como le ofrecías aquel miembro. Escondió cuidadosamente los dientes por tal de abarcar tanto como le fuera posible, pegando la lengua al susodicho y buscando extraer más de aquel agradable sabor.

El espíritu abrió la boca en un mudo jadeo, no podían articular gemido alguno pero ya ambas hacíais suficiente ruido como para que no fuera una escena para nada sosa. Sayna mantuvo el miembro quieto y recto con su mano para que pudieras tragarlo con facilidad, era como si estuvieras tomando néctar y con cada gota que bajaba por tu garganta te gustaba mas y mas, te estabas acostumbrando rápidamente al sabor. -Para no haberlo...hecho antes...lo haces muy bien. Creo que le esta gustando mucho, noto como se va a correr pronto...tranquila, no es la única carga que tiene.-

La elfa se relamió los labios dejando que disfrutaras del miembro, dejándolo suelto ya que lo podias sujetar fácilmente con los labios mientras pasaba la mano por tu vientre, acariciándolo un poco y se unió a la espiritu hembra que continuaba metiendo un dedo por tu vagina y la lengua sorbía tus fluidos. De forma traviesa, Sayna abrió tus labios vaginales con dos dedos para que pudiera acceder mejor a tu humedad mientras que con un tercer dedo estimulaba tu clítoris de forma circular con la yema de los dedos, como si fuera un pequeño masaje agradable mientras te miraba con los ojos vidriosos.

-Dime...tienes ganas de que te monte o me dejo montar a mi primero?- Pregunto con un tono bastante sensual como si ella misma estuviera ardiendo por dentro. -Una vez lo pruebes entenderás porque me gusta tanto.

Dellanie se había probado bastante golosa, aquel extraño sabor proviniente del miembro la había encandilado, y a cada segundo que pasaba trataba de dar mayor cabida al sexo del espíritu. Algún pequeño jadeo se intercalaba entre multitud de lametones, besos e incluso algunos chupetones destinados a la cabeza del mismo, como si buscara extraer cada una de las gotas de aquel maravilloso néctar que derramaba.

Te miró de soslayo cuando te dirigiste a ella, ruborizándose un tanto y mostrándose cada vez más fuera de control. Alargó una de sus manos por tal de atrapar fugazmente tu busto, para después recorrer con un par de dedos una de tus mejillas. Su otra mano se mantenía apoyada frente ella, como punto de apoyo, a medida que se mecía cuidadosamente para sentir más de aquel placer que le brindabáis ambas.

—Me... me gustaría que te complaciera a tí —dijo con un pequeño suspiro, dejando escapar el miembro de entre sus labios y jadeando un poco, con la lengua medio fuera producto de la sobrexcitación— A-apóyate en mi, ¿quieres? —trató de reposicionarte de manera que tu rostro quedara a la altura de su busto, facilitándote aún el acceso a su entrepierna por parte de tu mano. A su vez, trataba de invitarte a situarte medio a gatas, para que el espíritu encontrara el camino apropiado. Podías notar que su interior prácticamente palpitaba, estaba muy caliente y su humedad no hacía más que crecer por momentos.

-Eres una pervertida perversa...querer ver a tu adiestradora ser penetrada y escucharme...gemir. -Saco la lengua para que notaras que lo decía entre en broma y en serio apoyándose en tu pecho casi lamiéndolo un poco mientras se abrazaba a ti, mirando hacia atrás observando la postura tan expuesta que estaba haciendo. El espíritu no lo pensó un instante y se coloco detrás de Sayna, mirándoos a ambas mientras la tomaba de las nalgas con fuerza arrancando un gemido por parte de la elfa mientras su miembro se hundía en su humedad haciendo que Sayna gimiera de placer mientras movía un poco la cintura de lado a lado. Desde tu posición podías ver perfectamente las nalgas de la elfa chocar contra la cintura del espiritu, como su miembro entraba limpiamente en su interior y salia lleno de fluidos.

Mientras tanto el segundo espíritu, la hembra, se acerco a vosotras y os abrazo también como buscando atención, besando primeramente a Sayna juntando sus lenguas en el aire antes de acercarse a tus labios, besándote con lujuria de la misma manera, poseída por la pasión del momento. Los dedos de la espíritu se volvieron a colar en tu coñito, masturbándote de forma apresurada para que tu también llegaras al orgasmo cuando lo hiciera Sayna la cual estaba perdida en el placer que le brindaba el espíritu, lamiendo tu pecho mientras te miraba con los ojos algo vidriosos.

—¡Vaya! Me diste a elegir para acusarme —dijo en un fingido tono victimista, pero mostrándose tan risueña como de costumbre. Incluso se le escapó una pequeña risita que interrumpió mordiéndose el labio inferior, acariciando tus cabellos con la zurda y atrayéndote más hacia su pecho en cuanto percibió tu amago por lamerla. A esas alturas, el calor de la excitación había invadido por completo su cuerpo, y era incapaz de quitar vista de tí mientras el espíritu varón te daba placer— ¿Y... y solías encargarte de todos los espíritus tú solita...? Luego la viciosa soy yo... —preguntó aquello fingiendo ahora incredulidad, aunque cayó cuando la otra espíritu se le acercó.

Correspondió delicadamente su beso y separó algo más las piernas al percibir los dedos atacando nuevamente su sexo, que ya era azotado por pequeñas contracciones. Dellanie no supo cuánto duró esa situación, si bien se esforzó en no apartarse de tí para acariciar tus cabellos y rostro cuando era posible, mientras besaba a la espíritu y atendía sus pechos con la mano libre. Llegado el momento, las piernas le temblaron, y con una retahíla de pequeños gemidos, terminó por alcanzar el climax. 

—E-eres una abusona, Sayna —dijo burlona tras soltar un resoplidillo de esfuerzo, entre jadeos.

En el mismo momento en que tu llegaste al clímax tanto el espíritu como Sayna también llegaron, pero el espíritu fue un poco mas escandaloso, no tenia voz para gemir pero si que podías escuchar como el semen/sabia salia de su miembro golpeando la vagina de Sayna la cual gimió de forma aguda cuando entraba corriéndose ella misma, quedando un poco cansada en el proceso mientras de forma inconsciente mordía tu pezón, cosa que soluciono mirándote traviesa y dándole un beso a modo de disculpa. -Esta...caliente…- Te comento en un tono sensual mientras miraba hacia atrás, abriendo sus nalgas para observar perfectamente como el espíritu retiraba el miembro de su interior y la savia caía delicadamente sobre la cama. -No pueden...uff...dejarte embarazada pero que delicia...que se corran dentro...mmm…

-Suelo siempre ocuparme de ellos...y de mas grandes, no vistes a mis amigos?- Tomo con un dedo un poco de semen y te lo ofreció, pasándolo por tus labios y lengua, era mas que salado o amargo tenia un toque dulce que recordaba a una miel suave. -Yo me ocupaba de ellos, y claro que soy una abusona...estabas muy dulce corriéndote. -Te tomo de las piernas con firmeza y con un movimiento de manos, cuerpo y cadera te tumbo en la cama estando ella encima usando la flexibilidad que habías adquirido en ese tiempo para poner su vagina encima de la tuya y con las piernas flexionadas mantener tu culito respingo como ofreciendo ambas vaginas al espíritu que teníais detrás.

-Ahora te toca a ti...dime...por donde lo quieres?- Se relamió mientras apoyaba sus pechos junto con los tuyos y te besaba de forma intensa, viendo como la espíritu femenina en ese momento estaba probando tus fluidos y con la otra mano se estaba masturbando, ya sabiendo lo que haria cuando estuvieras “libre”.