Partida Rol por web

Salimos del gimnasio, me aseguro que no hay nadie dentro, y si es mi responsabilidad cierro las puertas, salvo que sea un conserje el encargado de esto. Vamos hasta la sala de profesores, solo para comprobar que, como imagino, todos los alumnos fueron enviados a sus casas tras el incidente de la violación, por orden del director. Al marcharnos, echo un vistazo atras- El centro escolar se ve solitario ¿Es esta decisión del director la correcta? Supongo que no puedo ir a hablar con él, aún no tengo nada contra Tetsune, solo es una corazonada... y si hablo de las voces, pensarán que estoy loca.

Tras salir de allí en coche, cuando llevo un rato conduciendo- ¿Sabes de algún lugar cerca de tu casa donde comprar algo para almorzar? -pregunto- Para las dos, yo invito -aclaro- También yo voy a una casa vacia y, no me apetece estar sola. Puedo almorzar contigo en tu casa, si te parece bien...

Aya se ciñó el bolso sobre su falda al sentarse en el asiento del acompañante dentro del coche de Aoki. Su mirada vagaba algo perdido mirando a través del cristal las luces de la ciudad, de noche eran bonitas.

- Cerca de mi casa, llegando, hay un sitio de comida casera para llevar, desde Ramen, arroz gohan, carne a la plancha, patatas, pizza...muy rico todo. Su sostro pareció iluminarse con la propuesta de Aoki.

- Me encantaría, ya no me dará tanto miedo...a veces cuando no hay nadie me da la sensación que escuchó ruidos, pasos, entonces me tapo bajo el nordico asustada como una cria pequeña. Es que mis padres viajan mucho, papa es piloto y mi madrastra aprobecha y vuela con el....Mira es aquí el sitio. Aya esperó que aparcaran y bajó acompañandola. Le apetecía una creep de jamon y queso con patatas. Le agradeció que la invitara de camino de nuevo al coche. El buen olor se quedó en el interior del habitáculo abriendo sus apetito.

- La casa de la esquina es donde vivo. Señaló abiertamente a través del cristal.

- Aparca en nuestro garaje, es de doble plaza. Aya buscó las llaves y abrió el portón metálico. Era amplio como le había dicho, y había una puerta de acceso al interior. Un enorme y cómodo salon les esperaba, adornado con cuadros de diseño al igual que el mobiliario. En medio un gran sofá de piel oscura a juego con la alfombra del suelo atigrada, frente a un gran equipo de Tv de muchas pulgadas y home cinema.

- Ponte cómoda, ahora preparo la mesa...

Hago un pedido con lo mismo que eligió ella, no conozco el lugar y no quiero arriesgarme a pedir otra cosa y que sepa horrible. Tras esto, seguimos hasta su casa y aparco en el garage doble. Entro a su casa y tal como me dice, me pongo cómoda en el sofa- Está bien que me sirvan el almuerzo, para variar; ademas, es mucho más confortable estar aquí que en mi pequeño piso, y tengo compañía -la miro poner la mesa, sonriendole de vez en cuando- No, definitivamente no me importaría que siempre fuese así... He estado bastante sola desde que me fuí de casa, me resulta extraño compartir una escena "hogareña" con alguien más, tras tanto tiempo.

- ¡Buen provecho! -le digo, una vez ya estamos a la mesa y empezamos a comer. Me siento justo a su lado- Eres sorprendente, vivir aquí sola a tu edad, seguro que has madurado muy rápido... aunque, dijiste antes que salías poco ¿No? -pregunto, intentando recordar aquel sindrome de hermana, o algo así, que mencionó- ¿Que sueles hacer para entretenerte en casa, si no sales?

Aya pasó un paño de cocina limpio sobre la mesa y colocó todo lo necesario para el almuerzo. Desviaba su mirada al sofá observando curiosa a Aoki, no estaba muy acostumbrada a tener compañía y disfrutaba el momento.

- Gracias, igualmente. respondió sirueña dandole un bocado a la creppe.

- Me vas a hacer salir los colores...si, la verdad que me defiendo bastante bien con las labores de casa y en la cocina.

" Vaya, no quiero que piense que soy un bicho raro, una especie de rata de laboratorio enjaulada." se puso algo nerviosa con la pregunta.

- Pues..me gusta leer, preparo articulos de periodismo, veo algunas series y pelis. Tambien la fotografía, tengo un pequeño cuarto para poder rebelarlas. Pero tambien salgo algunas veces, Soun y Eika son buenas amigas. Aya se encogió de hombros resignada ante la evidencía.- Lo siento...soy alguien que lleva una vida algo aburrida.

- Ven ya veras te lo enseñare todo. Cogió la mano de Aoki y la invito a seguirla al piso de arriba. Un pasillo franqueado de muchas puertas, cruzó hacia una, era un cuartucho pequeño y al darle al pulsador se iluminó de un color rojizo. - Aquí revelo las fotos.

Después salieron y entro en una habitación amplia luminosa en la que habia una cama llena de peluches, armario y cómoda y un escritorio con un portatil sobre el. Estaba bastante limpia, salvo algo de ropa sobre una de las sillas y algun que otro cajón de la cómoda abierto. Al curiosear de reojo vistes que era el de la ropa interior y asomaba lo que parecía un vibrador de goma de el.

Aya se puso nerviosa y disimuladamente le dió con el pie para cerrarlo.

Le sonrío con sinceridad- No eres aburrida, cada persona tiene unos gustos diferentes y, puede que los tuyos no coincidan con los mios, pero me parecen interesantes, quizas si lo probara... a ti te hacen ver como una chica muy culta y madura, eso me gusta -la halago, haciendole notar lo que pienso de ella- Me gustaría conocer más gente como ella, personas "normales" y menos delincuentes. La verdad es que, a su edad, yo estaba empezando en la banda, metiendome en peleas, faltando a clases, enrollandome con mis amigos... quizas si hubiese tenido una vida como la suya, yo misma habría sido diferente -me dejo llevar de la mano, mientras doy los últimos bocados a mi almuerzo- Me gusta verla tán ilusionada, está claro que todo esto la fascina, se ve... muy mona -y despues, sonriendo, la sigo a su habitación. Es tal como imaginaba para su edad- Nada que ver a como era la mía -no lo puedo evitar, le sonrío bastante complice al ver lo que intenta esconder- Demasiado tarde, Aya, lo he visto -en un tono más jovial, le digo- Así que revelar fotografías no es lo único que haces aquí sola en casa ¿Eh? -me lo tomo con naturalidad, pues yo tengo uno parecido. Avanzo por la habitación y voy hasta la cama, para sentarme. Miro a mi alrededor, intentando dar con posters, libros y demás, para ir conociendo sus gustos en profundidad. Tras un rato de escrutinio, me quedo mirando el cajón de su ropa interior- Sabes... ciertas cosas son mejor en compañía, por ejemplo... almorzar... -me recuesto un poco en la cama. No intento mostrarme provocadora, solo ponerme cómoda- He estado pensandolo desde que... nos quedamos a solas, en los vestuarios -mi voz no titubéa al confesarlo, pero no puedo evitar el rubor, y la excitación- Antes de salir a "conocer" la ciudad, creo que podríamos pasar algo de tiempo juntas, aquí, "conociendonos" nosotras...

" Al final quedé como una sosona empollona...lo sabía." se lamentó un poco abatida.
Aya se dió cuenta que había visto su juguete sexual y se ruborizó, mas aún cuando hizo el comentario dejando claro que así había sido..

- Ehmm lo compré hace tiempo, no me acordaba que estaba ahi...Aya se fijó como Aoki deambulaba mirando su habitacion, sus posters de One Direction, de Chris Evans y de Myley Cyrus.

Se sento junto a ella recostandose boca arriba mientras la escuchaba. Se puso colorada cuando sacó el tema de las duchas, pudo percibir el rubor en Aoki, algo que la excitó y se giró hacia ella. Miró sus ojos grandes azules y esos labios carnosos y sonrió.

- Creo que me gustará conocerte mejor...por donde quieres empezar...

Su pregunta solo tiene una respuesta, quiero empezar con un beso, así que no dudo, me acerco más a ella, recostandome un poco sobre su cuerpo, y me acerco lentamente a sus labios, para que entienda lo que quiero. Me tomo algo de tiempo en disfrutar del momento y la sensación, ha sido una mañana llena de eventos que no han hecho más que provocarme, y ahora descargo esa excitación acumulada en sus labios.

- Me agradas, Aya. No suelo lanzarme tán rápido con alguien, normalmente espero a entablar cierta amistad, pero... -no es momento para dudar- Me haces sentir cómoda, pareces una buena chica, aunque, supongo que como todas, tendrás tus secretitos oscuros -me sonrío- Yo misma... hace un año... aquellos estudiantes... -le vuelvo a dar un besito, apenas un pico- Lo que quiero decir es que me interesas, como amiga... de momento, y no quiero dejar esto en un encuentro casual, ahora soy exigente con mis relaciones... aunque, sin presiones, tranquila, cada persona es un mundo, y no siempre salen bien estas cosas. Solo quiero ganarme tu confianza -me muerdo el labio, estoy hablando mucho, quizas- Me quede con ganas de tocar algo más que tu espalda, quitatelo... -y susurro- Todo.

Aya disfrutó de los labios de Aoki dulcemente y sin prisas. Estaba turvada y excitada.

- A mi tambien me gustas Aoki, y no te preocupes, te considero ya una amistad... consiguió decir ya que al principio estaba bastante cortada.

" Asi que le gustó tanto como a mi nuestro momento a solas en el baño..."- Claro...susurró respondiendo con picardía.

Se incorporó y se deshizo de su blusa, bajó su falda lentamente, inclinandose para mostrarle un trasero redondito y respingón. Sonreia al bajarse las medias y así en ropa interior volvió a la cama para ponerse sobre Aoki.

- El resto me lo puedes ir quitando tu...se mordió el labio inferior.

Tal como pensaba, no es tán tímida- Seguro que si que le da uso a ese vibrador, más de lo que me ha querido reconocer -mientras se va quitando la ropa no pierdo detalle, me gusta verla así de seductora, para mi- Aún es algo pronto, Aya, no te desilusiones, pero demonos un tiempo para seguir conociendonos, antes de llamarnos amigas o... otra cosa ¿Si? -le digo, dejando clara mi postura- Aunque la veré a diario este curso, y si de verdad suele estar sola en casa... podría aficionarme a visitarla, hacerle compañia... y surgir algo entre nosotras, amistad, al menos -me quito la sudadera, bajando la cremallera y arrojandola por ahí, antes de que ella termine con sus medias y se lance sobre mi- Ha empezado algo cortada, pero se está soltando. Eso es bueno, que se sienta cómoda conmigo, ahora se que es mutuo -esta vez sin miedo a que nadie nos interrumpa pongo mis manos sobre su cuerpo, la recorro con suavidad, acariciando todo lo que no pude en aquel vestuario. Busco despues en su espalda para desatar su sostén y me deshago de él. Vuelvo a ver sus pechos descubiertos, y sus pezones rosaditos. No espero y los acaricio, deleitandome en su forma y en las reacciones de Aya. La beso, y ya no solo en sus labios, sino en su cuello, su garganta, sus hombros...

Al cabo de un rato de hacer mi mejor esfuerzo por excitarla, pongo mis manos en su cintura y la echo a un lado, con amabilidad- Se que tu también llevas queriendo ver mi cuerpo desde que me pediste compartir aquella ducha, dejame mostrartelo... -una vez me la saco de encima, me siento, y mirandola de reojo, agarro el bajo de mi camiseta y me la quito lentamente. Luego me incorporo, para deshacerme del pantalón de lycra también. Vuelvo a la cama y me tumbo, junto a ella, recostandome con la cabeza en la almohada. Algo nerviosa por ver su reacción me desabrocho el sostén, y lo dejo caer a un lado, mostrando mis enormes pechos.

Ibamos caminando el uno al lado del otro de camino a casa cuando me dijo lo de Tetsune.- ¿Peligroso?- Le mire con los ojos grandes sorprendida. Aunque era cierto que habia algo de ese chico que no me terminaba de gustar,aunque tampoco habia hablado con el.

Seguimos andando hasta que llegamos a aquel puente del parque y en ese momento te diste la vuelta para cogerme con esa ternura de las manos. Me quede mirando esos ojos tiernos entre embobada y un poco azorada. Me gustaba el contacto de tus manos en las mias.

Sonrei cuando me llamaste hermanita, me gustaba la forma qen que me lo decias. Con las siguientes palabras se me cortaron la respiracion y mi corazon saltaba. De la sorpresa pase a una sonrisa tierna mientras buceaba en tus ojos.

Eres un encanto hermanito.- Solte las manos para darte un cariñoso abrazo con una mano rodeandote la espalda y la otra acariciandote la nuca. Acerque mis labios para darte un beso en la mejilla y con un leve movmiento tuyo te lo plante entre la comisura de los labios y la mejilla.- Que bobito eres...pero me encanta que me protejas.- Me acurruque en tu cuello por lo que me llego el olor de tu perfume.

No esperaba que me soltará las manos y me rodeara con sus brazos, especialmente que se estirara toda su hermosa figura para llevar uno a mi nuca... me hizo sentir "poco hermano" de ella, estaba tan nervioso que sin darme cuenta me moví y sentí sus labios casi con los míos... fue demasiado agradable aquella sensación; al igual que ella comenzaba a sonrojarme levemente. Mientras ella apoyaba su cabeza en mi pecho, fui dándome cuenta como nuestras actitudes no parecían las de hermanos... y sin poderme quitar aquel saber de ese medio beso... fui tomando valor, al cabo de un rato en esa postura, dejándola sentirse segura y querida a pesar de tener a nuestros familiares lejos; mientras respiraba el dulce olor de sus cabellos.

Hasta que: por fin, llevé mi mano a su mentón, con cuidado te sostuve el rostro y fue guiándote a levantar el rostro y mirarme, mi mirada era un tanto distinta... ya podías saber lo que se avecinaba y lo que ambos deseábamos desde algún tiempo. Un magnetismo universal fue llamando nuestros rostros a juntarse y finalmente mis labios cayeron sobre los tuyos. La sensación fue en extremo placentera, el mundo y cualquier preocupación cedieron ante el placer que aquel tierno beso daba... pero luego de quedarse quietos disfrutando de la caricia de éste, Nunzio comenzó a mover sus labios de nuevo... causando más agradables sensaciones para ambos. Nunzio, quizás por sus practicas con las flautas transversas o instrumentos de viento, o quizás por su pura personalidad sensible podía expresar su amor por su hermana de una manera tan perfecta en aquellos besos, que se parecía que se volverían una necesidad de cada día, como el comer o respirar.

- Tranquila, me parece bien...poco a poco. Y la besó dulcemente en la boca para que dejara de hablar.
Aya disfrutó de las caricias sobre su torso desnudo, lanzaba pequeños gemidistos de placer mientras Aoki acariciaba sus pechos y deslizaba su lengua por su cuello hacia abajo.

Se quedó a un lao espectante viendo desnudarse a Aoki junto a ella. Sus ojos siguieron cada movimiento con interés.

- Eres muy guapa y tienes un cuerpo muy bonito...Acaricó con su mano su contorno, desde sus hombros hasta las caderas para despues centrarse en aquellos enormes pechos que palpó inclinandose sobre ella y obligandola a que se pusiera boca arriba. Busco la mirada de esos bonitos ojos azules y algo nerviosa le dio un besito en los labios, undiendo de forma tímida la lengua en su boca.

Bajo su lengua salibosa por su mentón, su cuello hasta los pechos donde se entretuvo dando lenguetazos en uno de los pezones. Los chupó con delicadeza e incluso los presionó sin morder entre sus dientes.Sonrió mientras lo hacia, con su cara hundida entre aquellos enormes senos miraba de reojo para ver la reacción de Aoki en todo momento.

Me situo debajo suyo, y yo conforme la dejo tomar las riendas, de momento. Le doy vía libre para que haga con su lengua en mis senos como quiera, es muy activa y curiosa, me estoy divirtiendo- Me estoy excitando -mientras me lame, paso mis manos por su cabello y le quito la coleta, para dejarlo caer sobre mi cuerpo, sintiendo un cosquilleo sobre la piel. Le sonrío cuando me mira, no se si buscando mi aprobación, pero estoy disfrutando su lengua y sus chupetones. Sigo acariciando sus brazos y su espalda, mesando su cabello. La amarro por las caderas con mis piernas. Mi placer va aumentando, a veces cierro los ojos cuando me concentro en su tacto, mantengo la boca entreabierta, cada vez con la respiración más profunda.

Al poco estoy ardiente, suelto mi amarre en sus caderas, pero la mantengo abrazada con un brazo y apretadita contra mi pecho, dandole solo espacio para que mueva el cuello y la cabeza. Mi otra mano se ha ido en algún momento a entre mis piernas. Uno de mis dedos acariciando mi rajita sobre la tela, un poco marcada por mi humedad.

Estoy así un rato, hasta que decido que quiero incorporarme. Pongo mis manos en sus hombros y ejerco un poco de fuerza, para dejarla de rodillas, entre mis piernas, y yo sentada frente a ella, aún muy cerca, sin perder el contacto físico. La recompenso por su esfuerzo por excitarme con un beso largo y profundo, hundiendo mi lengua en su boca y explorando la cavidad con calma, mientras la mantengo abrazada con suavidad- Me está gustando... -le susurro, sonriendo- No parece que sea tu primera vez con otra chica.

(Actualmente en la enfermería,solo se halla Megumi,no hay nadie en camilla del centro de la habitación,en el lado derecho cercano a uno de los ventanales había un biombo que tapaba esa sección,la zona izquierda de la enfermería tenía un escritorio y una silla donde se sentaba Megumi,y el armario y dispensario de material sanitario,divididos en dos partes,la superior en estanterías y la inferior en una mesa con un fregadero de lacrada blanca)

(el profesor se tropezo en la entrada de la casa de Aya)-Madre mia,hoy estoy que me salgo del molde,si es que...(se levanto y llamo a la puerta de la casa)-Aya-san...soy el profesor Kambara...(espero unos segundos y volvió a llamar,el profesor se rasco la cabeza,que raro,¿intentará evitarme?,no puede ser,no sabe de que he venido a hablarle,puff...me meto en estos marrones por buena persona,supongo que estarán sus padres en algún sitio y no me oye,aunque...el coche esta ahí,aunque no me suena ese...bueno concentrate Koichi)-Aya-chan...por favor...estoy en la puerta...(el profesor toco una vez más,cuando hablaba no alzaba practicamente la voz ,pues era demasiado educado,aunque vosotras le oíais perfectamente).

Me llevo las manos a los labios, tapandomelos para contener la risa- Maldita sea, justo cuando estoy más cachonda interrumpen ¡No quiero dejarlo aquí! -mira fijamente a Aya, pensando en las posibilidades- Lo mejor será que contestemos, no quiero causarle problemas. Habrá más momentos como este... de eso estoy segura, una vez que he probado algo que me gusta... -mantengo la sonrisa, y le hablo en voz baja- Iremos a abrir la puerta y ver que quiere, si pregunta le decimos que hemos quedado para almorzar, y que estabas enseñandome tu sala de revelado para las fotos, que no le oíamos desde allí -le doy un besito rápido y me levanto- Ah, y peinate un poco, estás horrible, mira... -le revuelvo el pelo, un poco traviesa, riendo bajito- ¿Quieres que vaya yo a abrir mientras te peinas y te vuelves a poner la coleta? Gritale que ya vamos... Le contaré la historia que te dije... es casi la verdad -aún susurro, no se porque- Ni que fuera a oirnos a esta distancia -y me empiezo a vestir a prisa, la ropa deportiva es elástica y me la puedo poner rápido.

Me acerco contorneandome a la enfermera mientras con delicadeza (como quién no quiere la cosa) me aliso la blusa de tal forma que se me marca el sujetador en la blusa y me quedo mirándola y con cierta timidez le digo:

Daidoji Megumi-San, me he enterado en la clase que ha tenido un pequeño incidente con el Ipad...y quería ofrecerle mi ayuda si era posible

Se retiró tras el beso de Aoki y un pequeño hilillo de saliba le cayó de sus labios por su barbilla.

- Bueno, no es la primera...es una larga historia...El comentario la ruborizó llevandose una mano a la cara.

"Si se lo cuento se va a pensar que soy una golfa, mas vale que evite el tema..." Mientras Aya pensaba que decir, arrodillada frente a ella, acariciaba los suaves muslos de Aoki hasta casi llegar a las ingles donde rozó con sus dedos esas braguitas humedas.

La voz del profesor llamando a su puerta hizo que diera un pequeño bote y se pusiera de pie.

" Maldición, ahora no...justo tenia ganas de que ella me..."miró con cara de pena y preocupación a Aoki y la escuchó mientras esta ideaba un plan.

- Me parece bien, abre tu por favor...eih mi pelo! Puso morros por un momento pero sonrió para que viera que no se había enfadado realmente.

- Ahora le abren profesor Kambara! Grito acercándose a las escaleras que daban a la planta baja.

Me termino de vestir, ponerme las zapatillas, y salgo de la habitación- ¡Voy, voy! -digo, mientras me acerco tranquilamente hasta la puerta de la casa, pasandome la mano por las prendas para que no estén muy arrugadas y abrochando la sudadera. Abro lentamente y me quedo algo sorprendida- Usted es... ¿Kambara-san? -le digo, mirandole boquiabierta, aún interponiendome en la puerta, para que no pueda entrar- Es usted quien me ayudó a llegar a la sala de profesores ¿Verdad? Le recuerdo, pero creo que no me dijo su nombre... Ah, yo soy Aoki Misaki, no estoy segura de si me presenté ¿Lo hice? Muchas gracias de nuevo, fue muy amable conmigo -me inclino un poco, e intento entretenerle con esto, para darle algo más de tiempo a ella- Disculpe que no le escucharamos antes, Aya me estaba mostrando su estudio de revelado de fotos, y hablandome de periodismo, yo también me distraje ¡Se la ve muy ilusionada con ese tema! -le sonrío, amable- No es mi casa, pero... supongo que puedo dejarle entrar -me aparto y le cedo el paso con un gesto- Pase, pase -cierro la puerta tras él- Acabamos de terminar el almuerzo... ¿En que puedo ayudarle?