Partida Rol por web

Álex vio a los recién llegados y juntó a los dos grupos en un rincón, rápidamente. Tras hablar un momento con Lucy aparte y regalarle un caramelo a Victoria, le dio a aquélla una de las llaves de su gran manojo y le señaló la puerta de la biblioteca, por la que Lucy, mirando de reojo a Isaac y sonriéndole, desapareció llevándose a la niña, aunque dejó la puerta entornada, no la cerró. 

El Senescal, por su parte, se dirigió a los cinco, hablando en voz queda y en un tono monótono pero rápido.

-Hoy vais a conocer a muchas personas -comenzó- y vais a entender muchas cosas, pero, para que no desentonéis, os voy a dar un cursillo rápido, aunque os sugiero que, durante la reunión, aunque podéis intervenir, no hagáis demasiadas... llamémoslas "preguntas de neonatos". Prefiero que me las hagáis a mí después. Pero por supuesto podéis hablar, como todos los vástagos, ghouls, magos y demás seres que se encuentran en esta sala. Os indicaré lo más importante: 

>>Primero os aclararé unas cosas sobre los que no conocéis; bien, veamos...

Esos dos son Miguel y Belén. Toreador y Ventrue, ella es de las mías. Son... digamos... las Arpías del Elíseo... Si queréis información y les caéis bien, puede que os la den, pero cuidado con ellos, ningún secreto está a salvo en sus manos... Creo que ella se me fue de las manos al final... -se quedó un poco pensativo; luego continuó:

Erika, la primogénita de los ravnos, mujer de armas tomar; dulce y peligrosa a la vez, no os metáis mucho con ella, sabe pegar donde duele. 

Rodrigo, primogénito de los Tremere. Es, además -añadió mirando a Isaac- el Sire de tu Sire, amigo mío. Tienen bastante buena posición ambos en el Elíseo. La Príncipe los tiene en alta estima... y por cierto... me pregunto dónde estarán ella y su hermana... en fin.

Kate, primogénita de los Toreador. Es cantante y tiene una voz maravillosa ¿sabéis?

Guillermo, primogénito de los Brujah. Él y Kate eran pareja siendo humanos y lo siguen siendo ahora. No te metas con uno de ellos pues te habrás metido con los dos y con la cabeza dura de ella y los músculos de él, no son una pareja fácil de domeñar. 

Y ese de allí -señaló a uno de los deformados que estaban con ordenadores en una esquina- es Yamir, primogénito de los Nosferatu. Es el que pilló a Lucy hurgando en nuestros asuntos... ni te imaginas las habilidades de investigación que tiene esa mujer, Isaac, nos pilló por completo, incluso con todas las precauciones que ese clan se ha molestado en tomar para borrar nuestras huellas. 

>>Sin embargo, hijos de Caín no son lo único que hay en esta sala en estos momentos -continuó sonriente, señalando a un trío que se encontraba un poco más apartado del resto-:
Sröedinger y Briggit son dos humanos magos. Sí, amigos míos, no pongáis cara de susto, también existen... y esperad a ver lo que viene a continuación -se rió por lo bajo, de una broma que sólo él comprendía-; os diría que son un Eterita y una Akhásica, pero tampoco sé si os va a servir de mucho. Por lo pronto quedaos con que representan a los magos que viven hoy en día aquí, en Madrid.

Camelia. Ella es una Changeling... es... bueno, es una chica muy amigable, preguntádselo vosotros mismos. Viene en representación de todos los de su raza. 

Y aquel retraído en el rincón es Dane. Es un Garou, como se llaman ellos. Hombre lobo, como los llamamos nosotros. Representa... bueno... se representa a sí mismo. Y a algunos de los suyos, pero no a todos, la verdad. Los hombres lobo son... digamos que no todos razonan...

>> Finalmente, a los demás ya los conocéis la mayoría, pero os aclararé: 

Aarón es el sheriff de la ciudad, como ya sabéis, se encarga de mantener el orden por aquí pero además es el primogénito del clan Assamita. ¿Veis a esos nueve? -señaló a los nueve inmóviles y solitarios que parecían vigilar la sala- son los mejores de su clan. Si hacéis algo que les parezca sospechoso, como mínimo os matarán, así que yo no los molestaría. 

Ángela, la guardiana del Elíseo, no sólo es eso... también es la primogénita de su clan, del clan Malkavian. Con esto y si sois listos y atáis cabos, podréis deducir varias cosas... -se rió por lo bajo. 

Helena, la Príncipe, es la primogénita del clan Gangrel así que ahora los gangrel se creen superiores... en fin.

>>Oh y yo, soy el primogénito de mi clan, a decir verdad, no sé si os lo había contado.

El primer pensamiento de Isaac es hacia Lucy y la niña. Estoy preocupado porque aun no se claramente las intenciones del grupo acerca de Lucy y soy plenamente consciente de que no podría hacer absolutamente nada si la decisión que toman no me gusta.

Según Alex va presentándonos a los diversos personajes que nos rodean me fijo principalmente en Rodrigo, Sire de mi Sire. Quizás debería de ir y presentarme o algo así, pero quizás debería esperar a Linda y que ella me presentase. Por cierto, estoy intranquilo por Linda y su hermana, no se porqué aún no están por aquí.

Al menos la guardia (o como queramos llamarla) parece preparada para cualquier cosa. Con una concentración así de primogénitos si alguna vez el Sabbat pensó en atacar o atentar contra el Elíseo, este sería el momento. Espero que sepan lo que hacen, yo no me atrevo a activar mis sentidos no vaya a ser que se lo toman a mal.

Cuando menciona a Yamir, fijo mi mirada en él esperando que me vea. (Sólo si me devuelve la mirada le hago un gesto de agradecimiento, él debería entender que me refiero a Lucy)

- Hola Verónica, me alegro mucho de verte, espero que hayas descansado bien. - Saludo a Verónica en cuanto la veo. Los otros dos personajes no los conozco, así que me presento a ellos.

- Soy Isaac, ex-empresario. -extiendo mi mano para estrecharla -  Se ha juntado aquí una representación impresionante de la sociedad cainita, seguro que lo que nos van a anunciar no va a ser algo trivial.

Yamir levantó la cabeza como un resorte exactamente en el momento en que Isaac lo miró. Asintió con la cabeza, casi como si le leyese el pensamiento y esbozó un gesto que, bajo esa fachada horripilante de tez verde y llena de colmillos, podía apreciarse como una sonrisa. Luego volvió a sus quehaceres con el ordenador portátil que tenía encima. 

Siento la mirada de Rodrigo a mi espalda. Me hubiera gustado saludar al primogénito de mi clan, hubiera sido un momento de orgullo para mi, pero algo me dice que no, que es mejor que espere.

Observo a Angela, en cuanto tenga un hueco quiero acercarme a ella. Siendo la guardiana del Elíseo supongo que es la que estará más enterada acerca del futuro de Lucy. Eso es lo único que ahora me tiene más intranquilo.

Por lo demás, me siento como un pez fuera del agua. Casi todos son primogénitos y no me atrevo a iniciar ninguna conversación, aún a riesgo de parecer demasiado tímido. Intento aparentar tranquilidad y estoy atento a cualquiera que se vaya a dirigir a mi, es una postura mas razonable por mi parte.

John una vez adentro se da cuenta certeramente que la cantidad de gente esta noche es impresionante, muchos desconocidos en el Elíseo era algo raro definitivamente, sin embargo esto no le perturba más de lo necesario y tras las respectivas presentaciones por parte de Alex de cada uno de ellos ubica a Verónica, quien había llegado por primera vez con ella e Isaac al Elíseo y le hace una reverencia y una leve señal indicando que ya se acercaría. Lucy y Victoria estaban bien que era la importante y Lola estaba tranquila, al menos un poco más tranquila pues ya estaba todo más seguro.

Al ver que Isaac toma la iniciativa de ir a presentarse John se queda al lado de Lola, sin embargo, a la suficiente cercanía como para poder escuchar cuando estos respondieran, y sin perder tiempo le pregunta a Lola, Por que tantas personas?

Tras despedirse de Victoria con una sonrisa y decirle que no se separara de la señorita Lucy, Lola escuchó a su chiquillo y se lo pensó antes de contestar. Luego susurró:

-Como comprenderás, de mí aún no se fían demasiado pero tengo algunas pistas sobre la Tzimisze con la que peleasteis... es posible que si logramos algo a través de esto, confíen un poco más en mí y me cuenten más cosas. De momento, sé que se está preparando algo... algo grande. Una Caza de Sangre. 

Echó un vistazo alrededor antes de proseguir. 

-Por lo visto, este asunto del Sabbat en Madrid se está yendo de las manos a los cainitas. Todo tipo de criaturas están viéndose afectadas por ello y creo que ya se han hartado. Hoy se va a decidir la forma de proseguir. Se va a decretar una masacre, para bien o para mal. 

Tras escuchar las palabras de su Sire John responde a esta, en el mismo bajo tono, estaré contigo hasta el final... Y le muestra una sonrisa muy sincera.

Isaac está absorto en sus pensamientos y no se percata de la conversación

Lo sé -respondió ella-, lo sé, John, gracias. Tú también puedes contar conmigo para lo que quieras, como te dije, eso lo recuerdas, ¿no?

Si, si lo recuerdo... después de ello mira a sus compañeros y dice, dame un momento, voy a conocer personas y regreso, quiero saber quienes son las personas junto a Verónica. Tras esto empiezo a caminar y saludo a Verónica, tomo su mano y le toco la piel con los labios, como esta usted bella dama? digo en un tono algo pícaro y con una intención de gracia. Una vez me incorporo me presento tal cual hizo Isaac, Buenas noches, bienvenidos, mi nombre es John...

-Uyuyuyuyuy... -de pronto, uno de los dos que Álex os ha señalado como las Arpías del Elíseo, se acerca a Lola- pero ¿qué tenemos aquí? Así que tú eres la Lasombra... la renegada... la traidora... -remarca la última palabra. 

-¿Y si nos traiciona también a nosotros, Miguel? -la mujer se unió a su compañero y, entre los dos, rodearon a la mujer- ¿tú qué crees? Quizá sea demasiado benigno por nuestra parte dejarla vivir. 

-No respondo ante vosotros, arpías -contestó Lola, manteniendo el temple, de manera formidablemente serena- meteos en vuestros asuntos. 

Acto seguido, se dio la vuelta y caminó en dirección a la biblioteca, pero los dos le cortaron el paso antes de que pudiera llegar. Por desgracia para ella, lo hicieron de forma tan sutil que ninguna de las autoridades que podría lanzarles alguna advertencia lo notó. Lola respiró hondo, lo que le faltaba en aquellos momentos era tener que enfrentarse a vástagos de la Camarilla, fueran cuales fueses.

-¿Ocurre algo, Lola? -entonces, sin previo aviso y sin que nadie se diera cuenta de cómo, el hombre lobo había aparecido entre ambos, a sus espaldas, tan cerca que los dos cainitas notaron su aliento en las nucas- ¿necesitas ayuda?

Tanto Belén como Miguel dieron un respingo y, acto seguido, se apartaron, enseñándole los dientes al garou y alejándose de allí, sin pronunciar más palabra.

-Lo sé -dijo Dane antes de que a ella le diese tiempo de hablar- no necesitabas mi ayuda. Estaré allí y hay un sitio libre a mi lado, por si quieres apartarte un rato de todo esto. 

Dicho lo cual, se dio la vuelta con media sonrisa esbozada en los labios y se marchó de nuevo hacia su rincón.